La gesta de Malvinas: Un llamado a malvinizar
Es necesario que la historia hunda sus raíces en la filosofía pues, como señala Federico Ibarguren, la historia es “filosofía de lo encarnado”(1).
El filósofo argentino Alberto Caturelli, con motivo del 10° aniversario de la Gesta de Malvinas, publicó en la revista Gladius un artículo titulado “Por qué es necesario malvinizar Hispanoamérica”(2), del cual hemos querido hacer eco y traer a colación algunas de sus conclusiones.
El sentido de los hechos precedentes
Se repite hasta el hartazgo que la Guerra de 1982 fue un capricho de un general borracho que un día quiso hacerle frente a una de las principales potencias bélicas mundiales, o que necesitaban prolongar su gobierno de facto, y la unión contra un enemigo común era la excusa perfecta. Sin embargo, es una visión miope y falaz de los hechos.
Señala Caturelli que “el Imperio Español del s. XVI era sustentado por una concepción metafísica, realista y teísta en el Orden Natural y, en el Orden Sobrenatural, por una concepción teológica del mundo según la cual el poder político participa vitalmente del carácter misional del Cuerpo Místico… de ahí que el fin principal fin de la expansión del Imperio haya sido la implantación de la Fe, aunque subordinariamente no le hayan sido extraños los fines naturales de dominio terreno”.
Ante este Imperio, a esta forma de concebir al mundo, se alzaba desde el s. XVI una cosmovisión antagónica -que surgiría en el seno mismo de la Cristiandad-. En ella, según el mismo autor, “ya no es el ser la medida de lo real; es la voluntad quien pone la norma y es la sola experiencia sensible la medida, garantía de verdad… En el orden jurídico deja de tener fundamento el Derecho Natural y tienden a identificarse el derecho y la simple posesión… la posesión pasa a ser el fundamento del derecho y, por eso, el derecho se fundamenta en la fuerza”.
Estas dos cosmovisiones, figuras plasticas de las Ciudades descritas por San Agustin, encarnada la primera por el Imperio Hispano Católico y la segunda por el Imperio Británico, se enfrentarán en una guerra a muerte a través de varios siglos.
Señalamos aquí una particularidad. Argentina y América Hispánica forman parte vital de aquel primer Imperio, no como colonia, sino como reino. Somos originados y, por lo tanto, herederos de aquella tradición. Aunque hoy en día se quiera acallar esta realidad.
La batalla por las Malvinas y las Islas del Atlántico Sur.
Pasando a un plano más concreto, el autor trae a colación, con rigor histórico, seis fechas claves para recordar en torno a la disputa de las Islas -las nombramos brevemente, la explicaremos en un artículo venidero-:
- 1765. Inglaterra pone por primera vez los ojos sobre las Malvinas, Patagonia y Tierra del Fuego. Esto lo hace a raíz de un plan estratégico ideado por el Almirante Alson en 1748. En 1765 una expedición al mando del Capitan Bryon toma posesión ilegítima sobre las Islas (3). Son expulsados por Madariaga en 1770, por orden de la Corona Española.
- En 1806 y 1807, Las Invasiones Inglesas.
- 1833. Inglaterra invade nuevamente las Malvinas.
- 1845. Inglaterra, aliada con Francia, invade por quinta vez el territorio argentino, al remontar con su flota el Rio de la Plata. Son repelidos por Mansilla en la Vuelta de Obligado (entre otras batallas y escaramuzas) en tiempos de Juan Manuel de Rosas.
- 1982. Batalla por las Guerras Malvinas e Islas del Atlántico Sur.
Como podemos observar, la cuestión bélica de Malvinas se enmarca en el afán imperialista de Gran Bretaña sobre el territorio argentino, seis veces invadido. La batalla de 1982 no estalló de un momento para el otro, ni a raíz de intereses mezquinos.
El sentido Histórico de Hispanoamérica y las Malvinas
El origen de Hispanoamérica se remonta al descubrimiento, en palabras de Caturelli, “acto inicial y progresivo que ha develado la originalidad hispanoamericana. Acto propio de la conciencia cristiano-católica, vehículo vivo de la tradición greco-romana-ibérica que transfiguró la originariedad precolombina en el “ser nuevo” iberoamericano” de donde nacen todas las naciones hispanoamericanas. De esta matriz proviene la unidad fraternal de hispanoamérica, “esta fraternidad subyace en toda la vida espiritual sobrenatural y natural, cultural, histórica y física y reclama ser expresamente reconocida y practicada”. Por ello la causa Malvinas es una causa común a toda Hispanoamérica, una muestra de esta“unidad pre-existente” es la adhesión inmediata de casi todas las naciones hispanoamericanas tras la restitución de las Islas Malvinas el 2 de abril de 1982.
Alberto Caturelli termina el artículo con estas palabras que hoy, treinta años después hacemos, nuestras: “Quizas la guerra de las Malvinas -una de las pocas guerras justas de los últimos tiempos- tenga una significación histórica mucho mayor que el viejo desorden del mundo actual puede ni siquiera sospechar… es necesario “malvinizar” a Hispanoamérica”.
Lucas N. Gómez Balmaceda v.I.
- IBARGUREN, Federico. “Nuestra tradición histórica”, Dictio, Bs. As., 1978.
- CATURELLI, Alberto. “Por qué es necesario malvinizar hispanoamérica”. En Revista Gladius, nro. 23. Ed. Gladius, Bs. As., 1992.
- Para profundizar la cuestión recomendamos la lectura de los artículos de Enrique Diaz Araujo sobre el tema.
https://peregrinodeloabsoluto.wordpr...-a-malvinizar/
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