Señales de apertura
Una escuela de negocios liberal desembarcó en la Cuba de Fidel
La ADEN Business School fue autorizada por el gobierno cubano a dictar programas de posgrado en la isla. Es la primera en conseguirlo, pero sólo cobrarán matrícula a los residentes extranjeros.
PorRoxana Badaloni
mendoza@clarin.com
Después de un año de complicadas negociaciones, el gobierno de Cuba accedió por primera vez a que se dicte en la isla enseñanzas empresarias de orientación neoliberal, que estarán a cargo de la escuela mendocina ADEN Business School. El dato es una nueva señal de apertura por parte del régimen cubano, ya que hasta ahora el sistema educativo de ese país sólo permitía enseñanza pública con contenidos propios.
A principio de mes, ADEN comenzó con el dictado de un MBA en La Habana, y de esta forma se convirtió en la primera Escuela de Negocios autorizada a operar en Cuba. Para eso, tuvieron que aprobar un examen difícil: la institución tuvo que tramitar permisos con las autoridades de la isla, a través de la Cámara de Comercio cubana, cuyo nexo facilitador fue su titular, Pedro Alvarez Borrego.
El 31 de julio, representantes de la Alta Dirección de ADEN y de la Cámara de Comercio cubana firmaron un acuerdo para que la entidad pueda brindar conferencias dentro de un Plan de Formación, que abarca hasta 2010, con la finalidad de cubrir las “necesidades más inmediatas para el sector empresarial cubano”. El acuerdo es considerado por muchos como el puntapié inicial del gobierno de Raúl Castro a la aceptación de un modelo de gerencia capitalista.
“Si bien somos conscientes de que las Escuelas de Negocios representan un verdadero paradigma del capitalismo, ADEN abre sus puertas en Cuba con la intención de enseñar modelos de eficiencia para cualquier tipo de organización, ya sea privada, mixta o pública”, dice Ricardo Greco Guiñazú, presidente de ADEN.
Greco Guiñazú explica que para lograr que el centro sea rentable y salvar la cuestión de la gratuidad, un emblema del modelo socialista, se alcanzó un acuerdo por el cual el gobierno se compromete a financiar el costo de los estudios a un número fijo de alumnos entre los funcionarios jerárquicos del país.
En Cuba, la mayoría de las empresas son públicas o se gestionan bajo un sistema mixto, en el que el Estado controla el 50% del capital. ADEN sólo puede cobrar matrícula a los residentes extranjeros o turistas que deseen capacitarse en sus aulas dentro de la isla.
Hacer negocios
La capacitación comenzó con el seminario “Cómo hacer negocios con Cuba, una visión actual para el comercio internacional con la isla”, orientado a brindar a ejecutivos latinoamericanos los principales aspectos de la economía cubana. El curso, que se dicta en una sala del hotel Meliá de La Habana, tiene entre sus estudiantes a más de 40 empresarios cubanos –que fueron elegidos por sorteo y no pagan arancel– y unos 20 ejecutivos latinoamericanos, a los que sí se les cobró la capacitación.
Greco Guiñazú jura que los contenidos de los cursos no fueron revisados. “Estamos en contra del recorte de libertades políticas y de las restricciones a la actividad empresarial, pero no nos inmiscuimos en asuntos políticos de los países donde damos capacitación”, explicó. Y además, asegura que desempeñan su labor independiente de poderes políticos, de los que “no aceptan intromisiones operativas”.
“Si la actividad de la Escuela se viese condicionada, manipulada o prohibida por actores políticos cubanos de cualquier signo, nos veríamos obligados a retirarnos”, sentencia.
El primer módulo del seminario estuvo a cargo de la docente mendocina Liliana Gnazzo, encargado de Relaciones Internacionales de la Escuela de Negocios. Los asistentes recibieron capacitación para diseñar sus negocios con Cuba y tratar de integrar el comercio de la isla con el mundo. En Mendoza, ADEN es conocida por su trayectoria en la capacitación de mandos gerenciales y también porque el 80% de los docentes que dictan cursos en las distintas sedes son mendocinos.
Esta escuela de negocios fue creada en 1993 pero creció en plena crisis de 2001, cuando quedaron disponibles ejecutivos altamente capacitados a los que les resultaba difícil insertarse en empresas locales, y se sumaron como docentes para el exterior. ADEN, hoy, tiene presencia en 14 países, entre ellos Costa Rica, Panamá, Ecuador, Bolivia, Venezuela y Perú.
El trampolín para desembarcar en Cuba fue, precisamente, la sede de Panamá, donde ADEN funciona como universidad. Además de la proyección internacional de sus alianzas de titulación conjunta con la Université de Management de Suiza, la Universidad Francisco de Vittoria de Madrid, la
Universidad Internacional de Catalunya y los centros estadounidenses George Washington, University of San Francisco y Stetson School of Business Administration.
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