"De ciertas empresas podría decirse que es mejor emprenderlas que rechazarlas, aunque el fin se anuncie sombrío"
De todos modos, una cosa son los nombres visigodos en España entre los siglos V y VII (de lo que va el capítulo) y de los que serían ejemplo la famosa lista de los reyes godos (Ataulfo, Sigerico, Walia, Teodoredo, Turismundo etc,) y otra cosa muy distinta los distintos nombres germánicos que llevaron (y llevan) los españoles desde entonces.
Los nombres germánicos españoles se hicieron populares no tanto por su pasado visigótico sino por el santoral católico, con nombres de monjes y santos germanos, francos, así como por sucesivas modas derivadas quizá de peregrinos, viajeros, literatura oral (romancero) y personajes de la nobleza extranjera.
Última edición por Gothico; 28/11/2009 a las 10:30
Con los visigodos y solo hasta ellos, la única diferenciación que hubo entre hispanos lo fue entre godos y romanos. No hubo otras etnias peninsulares germanas (¿suevos?) que se diferenciaran legalmente ni se destacaran, desde entonces. El caso de los vascones o era irrelevante o se trataba militarmente.
Visigodos y suevos, ambos sin distinción fueron absorbidos por la población hispano-romana de la época, y solo quedó en la práctica la estructura jurídica y vertebración política del Reino por los visigodos.
Sobre Galicia: suevos, visigodos y lengua gallega.
Recalcar:
- Superior importancia en la toponimia gallega de nombres visigóticos frente a los suevos. (Para que luego estén los de siempre dando la tabarra con el tema suevos= patria galega):
Recuerdo de colonias visigóticas son, en cambio: Gudé (Lu, C), Vilagude (Po), Aldegode (Po), Valgote (C), procedentes de genitivo singular “goti”; Godos (Te, As, C, Po, Braga), Revillagodos (Bu), del acusativo plural “gotos”; Villatoro (Bu), Toro (Za), Gotor (Z), del genitivo plural “gotorum”; Goda (Coruña y Portugal) y Palacios de Goda (Av), quizá de un colectivo vulgar “guta” (colonia de godos); Godones (Po), de “gutones”, como los llamaba Plinio (compárese Romanones); Godín y Godíns (Portugal),
Pasa de dos mil el número de lugares que en la Península conservan tales nombres godos de persona. Se encuentran, sobre todo, en Galicia y Norte de Portugal, y en menor cantidad en Cataluña y Burgos. Hacia el sur los ejemplos son rarísimos, ya que los musulmanes hicieron desaparecer todo lo que pudiera recordar el dominio de la España goda, replegada al Norte.
Es curiosa la frecuencia con que aparecen nombres de reyes godos: Adaulfe (Lu), de Ataulfo; Castrogeriz (Bu) y Villageriz (Za), de Sigerico; Allariz y Ariz (Or) de Alarico; Vigil (As) de Leovigild; Recaré (Lu) y Recarey (Or) de Recaredo; Guitiriz (Lu), de Witerico; Gondomar (Po y Portugal), de Gundemaro; Villa-Sinde (Le), de Suintila; Bamba (Va), de Wamba; Guitiza (C), de Witiza.
Pero poca cosa aparece, en cambio, sobre la relevancia de los “patriotas” galaico-suevos en la toponímica gallega:
La misma resistencia a la fusión entre romanos y germanos existiría, al principio, con los suevos cuyo simple apelativo consérvase en nombres de lugar diseminados por lo que fue antiguo reino suyo hasta su conquista por Leovigildo. Y así, aparecen Suebos y Suegos (seis lugares en La Coruña), Suebos de Abajo, Suebos de Arriba, San Manuel de Suebos, San Martín de Suebos (todos también en Coruña) y puerto de Sueve (As).
Hay también toponímicos que quizá se refieran a nombres de reyes de la dinastía sueva; así Recelle (Lu) parece referirse a Rekila (441-448) y Tuimil (Lu y Po) a Teodomiro (559-570).
- Otra gran paradoja: que los godos, supuestos "invasores da patria galega”, hablaban por entonces una lengua nada, pero que nada, castellana (...que comenzaría a gestarse unos dos siglos después...) sino un inicio de romance que venía a hablarse en toda la península y que luego permanecería, a grandes rasgos en Galicia, ¡pasando a constituir el rudimento del asturiano y del gallego medievales!:
Para que luego los bobos de siempre contrapongan lo visigodo a lo gallego-suevo.Cuando los godos van abandonando su idioma (siglo VI), la lengua que aprenden no es ya el latín de los tiempos de Prudencio (siglo IV), sino más bien un incipiente romance hispánico, cuyos principales rasgos fonéticos venían a ser los que hoy caracterizan las hablas peninsulares de la parte occidental, Portugal y Galicia, y de la parte oriental, Cataluña y Valencia. Así conservaban la f- inicial, diciendo fazer (de facere); conservaban la g- inicial, diciendo germano (de germanum); convertían en ll- el grupo li- o cl-, diciendo fillo (de filium) o uello (de oculum); convertían en -it el grupo -ct o -ult, diciendo noite (de noctem) o muito (de multum).
¡¡Si algo pudiera contraponerse a lo godo... sería lo vascón-castellano!!
Última edición por Gothico; 03/12/2009 a las 20:58
De acuerdo con Gothico. Cito un muy aclarador parágrafo de A. H. de Oliveira Marques en su libro História de Portugal - Volume I, que traduzco al castellano:
"(...)Ni los suevos ni los visigodos afectaron los idiomas hispánicos. Se pasaron al portugués no más de una treintena de palabras germánicas y la mayoría de ellas le llegó del bajo latín (y también, mucho más tarde del francés), no por contactos directos con los invasores que, generalmente, hablaban latín. Son desconocidas palabras suevas. Empero es verdad que dentro de la Península Ibérica, el portugués ha sido la lengua menos permeable a vocablos germánicos(...)"
Refiere también el autor que de palabras árabes el portugués no recibió más de 600... por lo que se puede fácilmente concluir que el portugués - igual que el gallego - son de las lenguas romances más puras que se pueden hallar en la Península. Cerca de la influencia latina todas las más son ínfimos vestigios.
Una sola corrección: el topónimo portugués correcto es Godim y no Godin como fue mencionado. Lo más, impecable. Excelente aportación, Gothico!![]()
Lo mismo digo, Góthico. Impecable erución la tuya, ¡voto a bríos !.
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