Arbil, nº119 Ben Mizzian, el general moro de Franco
Ben Mizzian, el general moro de Franco
por Jesús María Ruiz Vidondo
Mucha gente se podrá asombrar que en el ejército de Franco hubiese un general musulmán. Un general formado en la dura guerra de África, formado en la gran tradición militar africanista
Béni Ensar Mohammed ben Mizzian nació el 1 de febrero de 1897 en Nador y murió en Madrid el 1 de mayo de 1975. Fue un militar que alcanzó los más altos cargos tanto en el Ejército de España como en el Ejército de Marruecos. Hijo de un caíd fiel a España, jefe de la cabila de Mazuza, a la que pertenecía su pueblo natal, la dedicación a la milicia de Mizzian tiene su origen en un curioso episodio narrado por el periódico melillense
El Telegrama del Rif el 11 de enero de 1911: Con ocasión de una estancia en Melilla, el rey Alfonso XIII, visita la Escuela Indígena, el profesor Abd el-Krim (quien años más tarde lideraría la revuelta rifeña contra los españoles) llamó al encerado al alumno Mohamed ben Mizzian quien resolvió, según relata la crónica,
"un complicado problema de regla de interés y fue capaz de señalar en los mapas de Europa ríos, regiones y capitales". El monarca, agradado, preguntó al pequeño qué quería ser y éste le contestó: "Capitán". Cuando el rey abandona la escuela, su padre, presente en el acto, recibe la promesa del rey de apadrinar su ingreso en una academia militar española.
En 1913, cuando Mizzian cumple los 16 años, el rey apadrina su ingreso en la Academia General Militar, teniéndose para ello que modificar la ley, pues la academia no admitía alumnos no cristianos. Sale de la Academia en 1916 es segundo teniente y es destinado al ejército de África, donde dos años más tarde asciende a primer teniente. Durante la Guerra del Rif (1921-1926) Mizzian, al mando de tropas indígenas, luchó contra el que fuera su maestro y a la sazón líder de la revuelta rifeña contra los españoles, Abd el-Krim.
Herido durante el conocido como Desastre de Annual en 1921, el 20 de junio de 1923 asciende a capitán por antigüedad y en 1925 a comandante por méritos de guerra. Es durante esta campaña cuando comienza su relación de amistad con Franco, entonces teniente coronel. Durante estos años se encontrará a las órdenes varias veces de Manuel González Carrasco y de En julio de 1936 estaba destinado como comandante del II tábor (batallón) de Regulares 5, con sede en Segangan, a unos 20 km al sur de Melilla. Aunque un informe que la Unión Militar Antifascista de Melilla hizo llegar al ministro de la Guerra, al iniciarse la etapa del Frente Popular, le citaba entre los cinco únicos comandantes de la Circunscripción Oriental de Marruecos
"sin un sentido específico antirrepublicano", Mizzián se incorporó a la conspiración contra el gobierno a finales de la primavera, tras una conversación que sostuvo en el casino militar de Melilla con el enlace del general Mola en la ciudad: Juan Seguí Almuzara, ex teniente coronel que en 1931 se había acogido a los decretos del ministro Azaña para dejar el Ejército y montar un negocio. Nada más tener noticias del inicio del alzamiento, la tarde del 17 de julio, Mizzian se dirigíó con su tábor hacia Melilla, donde los rebeldes estuvieron inicialmente en minoría.
De camino a la ciudad, asistió al final del primer enfrentamiento de la Guerra Civil Española: el asalto de tropas de Regulares 2 a la base de hidros del Atalayón, donde un pequeño número de oficiales afines al Frente Popular, encabezados por el jefe accidental de la base, capitán Virgilio Leret, se opusieron por las armas al golpe de Estado. La unidad de Mizzian no tuvo que intervenir, puesto que Leret se rindió tras un breve tiroteo, en el que murieron un sargento y un soldado, ambos marroquíes y de Regulares 2. Triunfante el Alzamiento en Marruecos, el 14 de agosto de 1936 aterriza en Jeréz de la Frontera y al mando de sus regulares tomó parte en la liberación del Alcázar de Toledo y la marcha sobre Madrid, en la que él y sus tropas indígenas destacaron por su empuje. Un relato del periodista norteamericano John Whittaker, que presenta a Mohamed Ben Mizzian aceptando la violación múltiple y asesinato de dos jóvenes españolas capturadas, no pasa de ser una inverosímil infamia. El texto del norteamericano incluye datos inciertos de fácil comprobación (Regulares 5 no avanzó por Navalcarnero, sino por Boadilla), pero sobre todo ese hecho resulta ajeno a la conducta y personalidad de Mizzian. En realidad formó parte de la campaña de propaganda del Frente Popular contra los soldados marroquíes, campaña que tenía fuertes connotaciones racistas.
En la batalla por la toma de Madrid fue herido en los combates de la Ciudad Universitaria. Ascendido a teniente coronel pasó a la columna gallega de socorro a Oviedo. En 1938, ya como coronel en ascenso por méritos de guerra y al mando de la 1ª división de Navarra tomó parte en la batalla del Ebro y en la campaña de Cataluña. A fines de 1939 se encontraba al mando del Grupo de Regulares de Ceuta, y desde 1940 era el jefe de la 93 división en Xauen. Sobre todo este año de 1940 va a estar al mando de las tropas de Larache. Al acabar la Guerra Civil, el general Franco le nombró a Mizzian comandante general de Ceuta. En 1953, es ascendido a teniente general y se le destina al mando de la Capitanía General de la VIII Región Militar gallega, poco antes se encontraba como Comandante General de Ceuta. En 1955 fue nombrado Capitán General de Canarias, su último destino en el Ejército Español. Durante su estancia en el territorio español de Marruecos va a asistir a varias maniobras militares en la zona de Canarias y en Marruecos.
En 1956, al obtener Marruecos la independencia, el rey Mohamed V le pidió que se encargara de la organización del nuevo ejército marroquí, por lo que solicitó su baja en el ejército español, siéndole ésta concedida con fecha 22 de marzo de 1957. Según se cuenta fue el propio Franco el que le pidió que se fuese a Marruecos, y el general Ben Mizzian lloró por su partida. En Marruecos ocupó primero el puesto de inspector de las Fuerzas Armadas Reales y en 1957-58, junto con el futuro rey Hassan II, protagonizó la despiadada represión de la sublevación del Rif, cuyos habitantes rebeldes fueron bombardeados con napalm En 1964 fue nombrado ministro de Defensa y el 22 de febrero de 1966, Hassan II le envió como embajador de Marruecos a Madrid, según se dijo, en "un gesto de buena voluntad de acercamiento a España".
En 1970 volvió a formar parte del gobierno como ministro de Estado y el 17 de noviembre de ese año fue ascendido a mariscal, convirtiéndose en el militar de más alta graduación del ejército marroquí. En su larga trayectoria militar obtuvo múltiples condecoraciones, tales como la Medalla Militar individual, la Cruz Laureada de San Fernando colectiva, once cruces rojas al mérito militar, dos medallas de sufrimientos por la patria y la Gran Cruz al mérito militar entre otras. Casado en 1925 con Fadela Amor, tuvo siete hijos, seis niñas y un varón, Mustafá que estudió en la Academia de Artillería de Segovia y que murió en un accidente con un brasero. De sus seis hijas, dos de ellas terminaron casadas con militares, una con quien, en 1971, fue ejecutado por encabezar un intento de atentado contra Hassan II y la otra, casada en secreto, con un militar español, sobrino del que fuera ministro de Asuntos Exteriores Alberto Martín Artajo.
Esta boda provocó las iras de Mizzian, musulmán convencido, ya que para llevarla a cabo la hija había de convertirse a la fe católica. Para impedirlo planeó secuestrar a su hija, que se hallaba refugiada en Valladolid. Con tal fin, convenció a la pareja para que viajara a Tetuán con el fin de reconciliarse. No obstante, en el mismo aeropuerto un oficial, siguiendo instrucciones suyas, retuvo a la hija y expulsó al novio. Este incidente provocó hondo malestar en la oficialidad española, pero Franco hizo oídos sordos a la protesta y al escrito que le dirigió el novio. En cambio si intervino para impedir que prosperara la propuesta de retirada, formulada por el Consejo Supremo del Ejército, de la paga española que Mizzian aún percibía tras pasar a las órdenes de Mohamed V. El 27 de marzo de 1975, aquejado de una grave enfermedad es ingresado en el Hospital General del Aire donde falleció el 1 de mayo siguiente, siendo sus restos trasladados a Marruecos.
Jesús María Ruiz Vidondo
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