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Tema: La Historia, desde el Anticristo al Nuevo Orden Mundial

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    Avatar de donjaime
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    La Historia, desde el Anticristo al Nuevo Orden Mundial

    DEL ANTICRISTO AL NUEVO ORDEN MUNDIAL (NWO)







    1ª Parte : INTRODUCCIÓN.

    El Bien y el Mal no son frutos del acaso. El Bien por excelencia en el mundo es Cristo, cuyo Cuerpo Místico es la Iglesia. Él es la cabeza y la gobierna interior y exteriormente.

    Frente al Bien organizado, lucha el Mal, también organizado.
    "El Diablo, dice Santo Tomás, es cabeza de todos los malos en cuanto a su exterior gobernación" (Suma, P. III, C. VIII, art. VII).

    Estas dos organizaciones constituyen las dos ciudades a las que se refiere San Agustín: "Dos amores fundador dos ciudades: el amor de sí mismo hasta el menosprecio de Dios, la ciudad terrena; y el amor de Dios hasta el menosprecio de sí mismo, la ciudad celestial" (Civitas Dei, Lib. XIV, Cap. XXVIII).
    El coronamiento de la ciudad celeste ha de ser el Reino de Cristo. Y el coronamiento de la ciudad terrena, el Reino del Anticristo.

    Error sería, entonces, imaginar al Anticristo como un personaje fabuloso y ubicarlo en un futuro siempre remoto, impreciso e inasequible, en el cual habría de aparecer repentinamente, como salido de los antros del Infierno.

    El Anticristo ha de salir de este mundo en que vivimos y ha de aparecer un día en este presente en que nos deslizamos por el tiempo.

    Su reino se está formando, conjuntamente con el de Cristo, y desde los tiempos de Cristo. Si puede escribirse la historia de la Iglesia, igualmente puede hacerse con la de la iniquidad y escribirse la historia del Anticristo, aunque no haya llegado la hora de su breve triunfo.

    Ciertamente se trata de la historia de un "misterio". Los hijos de las tinieblas huyen de la luz para ejecutar sus planes. Por tanto hay que encontrar el hilo de Ariadna que nos conduzca a través del oscuro laberinto de la ciudad terrena. Algo no tan difícil si se disponen de 2.000 años de historia.
    Estos dos milenios muestran algo significativo: una nación sin territorio, misteriosamente conservada desde Cristo hasta hoy, que ejecutó y se hizo responsable de la muerte del Hijo de Dios, que fue la primera en perseguir a los cristianos y que ha perseverado hasta hoy en esa persecución, interviniendo en todos los acontecimientos importantes de la historia y aumentando cada vez más su fuerza y poderío. No hay otro caso análogo. Todos los grandes perseguidores aparecieron después o se eclipsaron como fugaces meteoros. Solo uno permanece. Solo uno centraliza y dirige asegurando la continuidad temporal y la extensión en el espacio, la persecución contra la Cristiandad.
    No es aventurado afirmar que esa nación, judía, es, por lo menos, el cimiento sobre el que se asienta la ciudad terrena.

    No se nos acuse de antijudaísmo (mal dicho antisemitismo, vocablo tan de moda, pues los árabes son también semitas). Si decir la verdad es antisemitismo, no este libro, sino la verdad sería antisemita.
    Pero el antisemitismo no consiste en la verdad sobre los judíos, sino en el odio a los judíos, odio que está negado a los cristianos que deben amar, incluso a sus enemigos.

    Seamos verdaderamente cristianos y el Judaísmo dejará de ser un problema. Pero mientras tanto no lo ignoremos, aunque sea para impulsarnos a ser verdaderamente cristianos, debemos conocerlo en toda su espantosa gravedad. El amar a nuestros enemigos no nos obliga a ignorar sus maquinaciones.

    No se nos acuse de dejarnos guiar por un criterio histórico unilateral y pueril al querer explicar por la influencia judía muchos acontecimientos humanos, cuya complejidad es enorme. No ignoramos la existencia de otras causas, así políticas, sociales y económicas. Pero sostenemos que por encima de esas otras causas, que obran ciega y/o aisladamente, hay una, inteligente y constante, que a veces las suscita, a veces las dirige, o simplemente las aprovecha; pero que tiene sobre ellas, que son puramente naturales, la inmensa ventaja de su carácter esencialmente sobrenatural o teológico.


    EL DRAMA UNIVERSAL
    Del triunfo de Cristo sobre Satanás nació la Cristiandad. Pero Satanás renovó su tentación y la Cristiandad cayó.

    De nuevo el hombre quiso ser como Dios y de su orgullo surgió el naturalismo. Emancipó a Dios de su arte, su filosofía, su política y su economía.
    Y si no logró hacerlo del todo con su religión, fue gracias a la promesa hecha por Cristo a Pedro de que "las puertas del infierno no prevalecerán contra su Iglesia" (Mt. XVI, 18).

    El naturalismo despojó al hombre del estado sobrenatural a que Dios lo había elevado, devolviendo a Satanás la primacía que su naturaleza (angélica) le otorga sobre la humana.

    Y cuando triunfe, por breve tiempo, el hombre natural, "el hombre del pecado", el Anticristo "se sentará en el templo de Dios, mostrándose como si fuera Dios" Pero será Satanás quien reinará sobre la humanidad caída.
    Entonces vendrá el Hijo de Dios y destruirá el Anticristo y encerrará a Satanás. Y reinará por los siglos de los siglos.

    Tal en en síntesis el drama universal. Su último acto se desarrolla en la tierra.


    GÉNESIS Y PRIMEROS TIEMPOS DEL ANTICRISTO
    San Pablo, en la primera epístola a los Thesalonicenses, (año 50-52) dice de los judíos que "no son del agrado de Dios, y son enemigos de todos los hombres" (I, 15).
    En la segunda, escrita poco después, refiriéndose al advenimiento del Anticristo, advierte a los fieles que: "ya está obrando el misterio de la iniquidad" (II,7).

    Y ya estaba obrando, a la muerte de Jesús añadieron los judíos las de sus discípulos: Esteban, Santiago el Mayor, Santiago el Menor y Matías.
    Se opusieron con furor satánico a la predicación del Evangelio, azotando a los Apóstoles (Hechos, V, 40) y excitando a Saulo contra los discípulos (Hechos, VIII, 3).

    Los judíos fueron la causa de las primeras persecuciones romanas hacia los cristianos: "las sinagogas son la fuente de donde procede la persecución" denunciaba Tertuliano.
    Nerón estaba rodeado de judíos. Su esposa Popea era semijudía. Y a ella atribuía San Clemente la primera persecución.

    San Justino en su diálogo contra el judío Trifón, dice repetidas veces que los judíos, tras haber matado al Justo y antes de El a los profetas, ahora deshonran y alzan increpaciones contra los cristianos y cuando pueden, aún les quitan la vida (XVI, CXXXIII) ...

    En el siglo IV, Juliano el Apóstata y sus secuaces encontraron en los judíos a sus mejores aliados contra los cristianos.

    Durante el IV, la persecución de Sapor, en Persia, fue fomentada por los judíos como refieren las Actas de San Simeón barsabás, Patriarca de Seleucid quien los califica de: "perpetuos enemigos de los cristianos que se encuentran siempre en los tiempos de tempestad, tenaces en su odio implacable y que no retroceden ante ninguna acusaicón calumniosa" ...

    En el VI, el rey Dhou Nowas, de los Hyniaritas, judío e instigado por judíos, desencadena una persecución contra los cristianos.

    En el V del Imperio de Heraclio, los judíos compraron al rey persa, Cosroes II, 90.000 prisioneros cristianos que había tomado en su campaña en Palestina; y les dieron muerte.

    En el VII, en Antioquía y Palestina, los judíos realizan grandes matanzas de cristianos e incendian las iglesias y conventos.

    En el 694 traman una conjuración para entregar España a los árabes aunque fracasan en su primera tentativa lo lograrán 17 años después.

    En el IX entregan Barcelona a los musulmanes y Burdeos a los normandos.

    A parte de estas persecuciones e infidencias, los judíos manifiestan también su odio a los cristianos mediante lo que se denomina "crimen ritual". Prescindamos y concedamos que no hay rito religioso en tales crímenes, pero el crimen queda, muchas veces perfectamente comprobado, algunas víctimas de ellos han sido canonizadas por la Iglesia. Así los casos de San Guillermo de Inglaterra martirizado con 12 años por los judíos en 1144. San Ricardo de París, asesinado el día de Pascua de 1179 y San Dominguito de Val, crucificado en Zaragoza en 1250 ...

    Y no es solo la vida lo que los judíos quitan a los cristianos, también los bienes, mediante la usura y competencia desleal en el comercio ...

    En el XII consiguieron, mediante esas malas artes, adueñarse de un tercio de la superficie de Francia y de prácticamente todo su dinero ...
    En Londres adquirieron tales riquezas que sus casas eran superiores a los palacios reales ...
    En España fue tal su predominio que el Papa Gregorio VII se vio obligado a publicar un edicto prohibiéndoles gozar de cualquier preferencia sobre los cristianos ...

    No bastaban la persecución, la infidencia y el despojo para lograr el triunfo. La Ciudad terrena no es solo una fuerza humana. Sin llegar a una identificación como la de Cristo y su Iglesia, forma en cierto modo un cuerpo, cuya cabeza es el Demonio. Tiene su religión satánica.
    Religión que se manifestó, bajo distintas formas, en los cinco primeros reinos:
    - astrolatría caldea,
    - idolatría egipcia,
    - el mazdeísmo persa,
    - la mitología griega, y
    - el paganismo romano.

    Surgido el sexto reino frente a la cruz donde Cristo abría sus brazos a la humanidad entera, necesitaba también una religión que oponer a la cristiana. Y no hizo otra cosa que adaptar la religión satánica a las nuevas necesidades, sincretizarla, universalizarla y transformarla en una doctrina de combate, que pudiera infiltrarse en el cristianismo para desvirtuarlo y aniquilarlo desde dentro.
    Tal fue la obra de los judíos: Simón el Mago, Cerinto y Menandro creadores del Gnosticismo, la esencia satánica de las religiones paganas, el germen de todas las futuras herejías cristianas y del esoterismo masónico contemporáneo, se encuentran reunidos en esa maléfica creación del genio judaico.
    Ramificaciones del gnosticismo fueron las primeras herejías: nocolaítas, ebionistas, carpocracianos, ofitas cuartodecimanos y adamitas.

    No tardó la religión satánica en ser ampliada y perfeccionada. Hacia el III surgió el Maniqueísmo, que completó la gnosis judaica con el dualismo persa, también de origen judío (la importancia del Maniqueísmo como religión satánica por excelencia, se halla confirmada por manifestación expresa del Espíritu Santo, que llama a sus enseñanzas "doctrinas de los demonios" y señala sus principales características (San Pablo, I Tim IV).
    Los maniqueos se asientan en Mesopotamia, Babilonia y Turquestán. Desterrados del imperio romano, los maniqueos aparecen a fines del IV en África, donde fueron combatidos por San Agustín. En España lograron su primera infiltración dentro del cristianismo, mediante la herejía de Prisciliano.

    En el VII surgen nuevas herejías maniqueas en Albania y en Armenia.

    En el VIII judíos y maniqueos originan la herejía de los iconoclastas.

    Perseguidos por la Emperatriz Teodosia (841) los secuaces se refugian en Bulgaria donde originan sectas "bogómilas" de donde partirá durante el XI una nueva ofensiva contra la Cristiandad.
    Primero se introducirá en Italia (patarinos) y luego en Francia (cátaros). En el XII redoblan sus esfuerzos con el impulso de Pedro de Bruys. Que condenados por el Concilio de Albi se denominarán albigenses en el que los judíos actúan de fermento indispensable en el movimiento albigense.
    Según relata Michelet: "la nobleza del sur de Francia, donde prospera la herejia, se componía por entero de hijos de judíos y sarracenos".
    Lucas de Tuy narra: "los más de los herejes con refinada malicia se circuncidan y a título de judíos vienen a trabar polémica con los cristianos teniendo por fautores todas las sinagogas, para captarse la voluntad de los príncipes con cuantiosos dones y sobornar con el oro a los jueces en favor suyo"

    Una ordenanza de Felipe el Hermoso enseña que los judíos escondían a los herejes fugitivos.
    Por otra parte los judíos no escondían su influencia en el movimiento albigense y sus ramificaciones. La herejía albigense constituyó la más peligrosa ofensiva contra la Cristiandad medieval. Firmemente asentada en Francia, reforzada por la herejía valdense, y en Italia, muy fuerte en Lombardía, logró penetrar en Inglaterra y Alemania, dejando en estos países el germen de las herejías wiclefita y hussita que allanaron, a su vez, el camino al protestantismo. Y la predicación de San Bernardo no logró aplacarla, hubo de acudirse a una auténtica cruzada. Y tras varios años de guerras, el 13 de septiembre de 1213, Simón de Monfort, libró contra ella en Muret la batalla decisiva, logrando aniquilarla finalmente.
    Hasta el XIII la vigorosa Cristiandad medieval no fue capaz de eliminar de su seno el peligro maniqueo.


    EL PLAN JUDÍO DE DOMINACIÓN MUDIAL Y LA REACCIÓN CRISTIANA
    Ante la ofensiva judía contra el Cristianismo, iniciada con la crucifixión de Cristo y continuada, directa y/o indirectamente, bajo diversas formas y épocas llega hasta el XIII con la herejía de los albigenses cabe preguntarse
    - ¿Es el odio judaico espontáneo y esporádico o está sustentado por un ideal?
    - ¿Obedece a un plan concreto y es ejecutado por un autoridad suprema?

    Linda con el absurdo admitir la posibilidad de una acción constante en determinado sentido, durante 13 siglos, sin que tal acción obedezca a un ideal. Pero un ideal en vías de realización precisa un PLAN, y un plan presupone una AUTORIDAD que lo concrete y ejecute.

    ¿Existió tal ideal?
    El mejor lugar para encontrar una respuesta es el Talmud, libro religioso de los judíos, que según la revista hebrea "Allgemeine Zeitung des Judemtums" "caracteriza el alma judía tan agudo como acertado".
    Augusto Rohling, profesor de la Universidad de Praga, lo ha estudiado a fondo y extraído de él una serie de tesis (Le Juif selon le Talmud, Edit. française par Pointigny, chez Savaete) además ha ofrecido la cantidad de 10.000 francos a quien demuestre la falsedad de las mismas sin que hasta ahora nadie haya aceptado el desafío. Veamos algunas de ellas:
    1.- las almas de los judíos tienen el privilegio de ser una parte del mismo Dios. Las almas de los otros pueblos de la tierra proceden del diablo y son semejantes a los animales.
    2.- la dominación sobre los otros pueblos debe ser la herencia de los judíos.
    3.- los no judíos han sido creados para servir a los judíos noche y día sin substraerse a su servicio.
    4.- Dios da todo poder a los judíos sobre los bienes y sangre de todos los pueblos.
    5.- esperando la venida del Mesías, los judíos viven en estado de guerra con los otros pueblos. Cuando la victoria sea definitiva, los pueblos aceptarán la fe judía; únicamente los cristianos no participarán de esta gracia, por el contrario serán exterminados, porque descienen del
    Diablo.

    Evidentemente el dominio universal está basado en el desprecio a todos los demás pueblos, y en el odio a los cristianos, constituye el ideal supremo del Judaísmo.

    Pero ese ideal supone medios para realizarlo y requiere un Plan. Sigamos revisando el Talmud con el profesor Rohling, encontramos las siguientes tesis que ya no sientan principios, añaden normas de conducta:
    1.- el judío puede ser hipócrita con el no judío.
    2.- si un judío puede engañar a los no judíos y hacerles creer que no es judío, le está permitido.
    3.- está permitido a un judío perjudicar a un no judío.
    4.- Dios nos ha ordenado ejercer la usura con el no judío, de manera que con ello no le prestemos socorro, sino que le perjudiquemos.
    5.- los que niegan las enseñanzas de Israel, particularmentelos adeptos al Nazareno, deben ser condenados a muerte, y es siempre una buena obra ejecutarlos; si no se puede hacer, se debe tratar de ocasionarles la muerte.
    6.- extermina al mejor de los no judíos.

    ¿No es esto el esbozo de un plan? ¿No es en virtud de esa hipocresía, prescrita como norma de conducta, que los judíos se mezclan como amigos entre los cristianos para entregarlos a sus enemigos e infiltrarles doctrinas heréticas? ¿No fue por esa usura cómo despojaron a los cristianos de sus bienes? ¿No fue por cumplir una buena obra que los cristianos han sido perseguidos y muertos masivamente?

    Y ese plan precisa una autoridad que lo ejecute, que lo mantenga en vigor, que lo adecúe a las circunstancias y vigilase su cumplimiento. ¿Exisitió tal autoridad?
    Teóricamente todo gobierno judío se extinguió en el año 70, tras la toma de Jerusalén por los romanos, o cuando más en el 135 cuando Adriano sofoca la sublevación de Barcoquebas.
    Pero la verdadera historia, se encuentra bajo el manto de la Diáspora.

    El Abate Chabauty en su obra: "Les Juifs, nos maîtres" (1882) prueba de forma concluyente la pública existencia de un gobierno judío en el exilio.
    Gobierno que residía en Babilonia y constituían su cabeza los Príncipes de la Cautividad, de la sangre de David. El primero del que habla la historia fue Huna, en el II; el último Ezequías en el XI.

    El propio Talmud afirma más expresamente la existencia y el poder soberano de dichos príncipes.

    En resumen, se puede afirmar que durante la iniciación y apogeo de la primera gran ofensiva contra el Cristianismo, no carecían los judíos de ideal, plan y gobierno.
    Aunque esta ofensiva no les dió el triunfo pues aún detenía al Anticristo lo que estaba firme. Había una Cristiandad y la ofensiva judía se estrelló contra ella y solo sirvió para dejar en descubierto la perfidia judaica. Las matanzas de cristianos, el despojo de los mismos, la influencia en las herejías, el apoyo prestado a todo enemigo de los cristianos, y finalmente el conocimiento de las máximas anticristianas del Talmud que se obtuvieron en el XII especialmente por las revelaciones del judío converso Nicolás Donin que provocaron una intensa reacción de los pueblos cristianos.

    La primera en adoptar medidas contra el peligro judío fue la propia Iglesia.
    Ya en el IV, el Concilio de Elvira prohibe a los cristianos comer con judíos o darles a sus hijas en matrimonio.
    El Concilio de Macon (582) prohíbe a los judíos ejercer funciones que les permitan discernir penas a los cristianos.
    Los cuatro concilios celebrados, sucesivamente, en Toledo en los VI y VII.
    El de París (614), insisten en la prohibición de confiarles cargos públicos alguno, civil o militar. Y que debido al marranismo (hipocresía de conversión) se extiende a los hijos de conversos ...
    Finalmente la Santa Sede pone en vigor la disciplina del "guetto".

    Todas son medidas de prudencia, no de persecución ni están inspiradas en el odio, pero también se dictan medidas que les protegen e impedir que se les fuerce a abrazar el cristianismo o que se les moleste en el ejercicio de su culto.
    Se les considera "testigos vivos de la verdadera fe" (Inocencio III).
    Se ruega por ellos el Viernes Santo.
    En resumen, la actitud de la Iglesia ante los judíos fue, y es, la expresada en el cuarto Concilio de Letrán en los siguientes términos: "Que los judíos sean tratados con humanidad: pero que sean siempre tenidos bajo dependencia y que se tengan con ellos las menores relaciones posibles".

    Desgraciadamente no los cristianos se atuvieron a estas sabias disposiciones, menos aún los judíos que con su hipocresía adormecían la desconfianza de los cristianos, así en 1080 el Papa Gregorio VII se vio obligado a llamar la atención de Alfonso VI, Rey de Castilla, por su excesiva tolerancia.

    Según el historiador judío Sachar (León Sachar, en su obra Historia de los Judíos) hasta finales del XI "los judíos habían sufrido solo por disturbios locales" pero tras once siglos de enemistad, la preponderancia adquirida y su hipocresía excitaron una reacción general contra ellos por parte del pueblo que la Iglesia no siempre fue capaz de contener.

    La primera medida oficial se toma en Francia, el país que más habían infiltrado. Felipe Augusto les confiscó en partes sus bienes y los expulsó en 1182, aunque no definitivamente. Como volvían, debieron ser expulsados otras cinco veces más, la última en 1615.

    En Alemania hubo persecuciones, especialmente entre el XI y XV, siendo expulsados en éste de casi todas las ciudades importantes.

    En Inglaterra Eduardo I les prohibió la usura y les dio a partir de 1275 un plazo de 15 años para permitir a los que fueron usureros comprar tierras y explotarlas, como no lo hicieron e 1290 fueron expulsados al menos 16.000.

    En España hubo varias persecuciones, desde la matanza de Sevilla (1391, a raíz de un crimen ritual) hasta su expulsión por Fernando el Católico (1492).

    Insistimos, en que tal como reconocen los propios judíos, la única protección que tuvieron contra los excesos de la ira popular provino de la Iglesia. Los Papas San Gregorio el Grande, Alejandro II, Inocencio III, Gregorio IX, Juan XXII y Clemente VI los protegieron en diversas oportunidades.

    Mientras en Occidente marchaban así las cosas no iban mejor en Oriente, el Califa Cáder Billah, alarmado por el poder y la audacia de los Príncipes de la Cautividad, se declaró contra los judíos y condenó a muerte al Exilarca Ezequías en 1005.
    Decapitado y perseguido el Judaísmo parecía herido de muerte

    ¿Abandonó por ello su ideal, dejó su plan y careció de gobierno?


    SUPERVIVENCIA DEL PLAN JUDÍO
    Los judíos pese a las persecuciones medievales no abandonaron el ideal talmúdico de dominación universal, como lo prueban, aparte de los hechos, numerosos testimonios, también de fuente israelí.

    Isaac Abravanel, estadista y filósofo judío del XII, anuncia en sus comentarios sobre Jeremías, (Cap. XXX): "cuando llegará el Mesías, el hijo de David, matará a todos los enemigos. Todos los pueblos vendrán entonces al monte del Señor y quedarán sometidos a los israelitas".

    Juan Reuchlin, humanista del XIV, profundo conocedor de las disciplinas talmúdicas en las que fue iniciado por el judío Obadías Sforno, escribía: "los judíos esperan con impaciencia el ruido de las armas, las guerras y las ruinas de los reinos. Su esperanza consiste en un triunfo semejante al de Moisés sobre los cananeos, que será el preludio de un glorioso retorno a Jerusalén, restaurada en su antiguo esplendor".

    "Estas y otras ideas similares son el alma de los comentarios rabínicos sobre los profetas. Y así, en todos los tiempos, los israelitas están preparados para este acontecimiento, término supremo de las aspiraciones de la raza judía" (Delassus en "La Conjuration Antichretienne", T II, pags. 690-691).

    Todo esto no pertenece al pasado, en nuestros días, por el contrario, los judíos parecen presentir cercano el triunfo y hablan de él sin eufemismos, aunque luego protestan cuando los cristianos se lo echan en cara.

    "La unidad del género humano se efectuará por la unidad religiosa -dice un judío contemporáneo, Isidoro Loeb-. Las naciones se reunirán para llevar sus ofrendas al pueblo de Dios. Toda la fortuna de las naciones pasará al pueblo judío, el fruto de los graneros de Egipto, los ahorros de Etiopía, le pertenecerán; marcharán ellos en cadena detrás del pueblo judío, como si fuesen cautivos, y se posternarán delante de él"

    Y este ideal continúa siendo activo, y no meramente contemplativo. Continua requiriendo, como hace 1.500 años de un plan de acción y una autoridad que lo ejecute.
    Como dice "L'Universe Israelite": "en casi todos los grandes cambios de las ideas se descubre una acción judía, sea ruidosa y visible, sea sorda u oculta. De ese modo, la historia judía se extiende a lo largo de la historia universal y la penetra por mil tramas".

    Otro periódico israelita dice: "como único pueblo cosmopolita en el mundo los judíos están obligados a actuar, y actúan como un disolvente de toda distinción de nacionalidad o de raza. El ideal supremo del Judaísmo no es que los judíos se reúnan un día con un fin separatista, sino que el mundo entero quede impregnado de la enseñanza judía, y que una Fraternidad Universal de las Naciones, un judaísmo agrandado, absorba todas las razas y todas las religiones" (The Jewis World, 9 febrero de 1883).

    En el mismo sentido sentido se expresa el rabino Loeb, en una reunión de judíos ortodoxos (24 enero 1912): "Vivimos en un estado cristiano, lo que es incompatible con los intereses del Judaísmo; el estado cristiano, por tanto, tiene que ser suprimido" (Die Juden in Urteil der Zeiten).

    El Estado cristiano "tiene" que ser suprimido.
    Los judíos están obligados a actuar y actúan.
    Su acción se extiende a lo largo de la historia universal.

    Ellos mismos lo dicen, y todos supone un plan y una autoridad ¿Pero no se extinguió dicha autoridad -y con ella el plan- en el XI con la muerte del Exilarca Ezequías? Los hechos demuestran que no.
    Copin Albancelli razona así: "concluir que no existe un gobierno nacional judío porque no se le ve, es un absurdo. El gobierno nacional judío puede ser un gobierno oculto, como el de la Masonería. Los que detentan el gobierno masónico lo ocultan porque les interesa; los que detentan el gobierno judío pueden hacer lo mismo".

    Por la lógica de los hechos hay que concluir que existe tal gobierno nacional judío pues han conservado su culto, su ideal religioso y nacional, así como la comunidad de intereses entre sus hijos pese a dieciocho siglos de dispersión.
    Hay comunidad de ideal patriótico y comunidad de intereses entre los hombres sólo donde hay una organización, es decir, un gobierno. La comunidad de ideal y la comunidad de intereses existen entre los judíos, ergo existe una organización nacional, es decir, un gobierno judío.

    Como las condiciones de existencia del pueblo judío han sido absolutamente especiales tras la dispersión, el gobierno de ese pueblo tuvo que ser, también, especial. Y ¿Cuál podría ser ese gobierno? basándonos en la lógica de las condiciones de su existencia no podría ser otro que un gobierno secreto.

    Pese a la lógica del razonamiento no es la única prueba de la existencia de tal gobierno secreto judío. Hay pruebas históricas y documentales.

    Si bien el Exilarcado de Babilonia fue un régimen de transición entre el gobierno público de Judea y el secreto de tiempos posteriores, así cuando el Califa concluyó el Exilaracado lejos de significar su fin definitivo, aunque cada vez más oculto, aún es posible seguir su rastro en el curso de la historia.

    Tras la decisión del Califa el gobierno judíos se trasladó a la España mahometana donde tenían una posición privilegiada, hasta uno de ellos Abu Yusuf Chasdai ibn Schaprut era ministro de relaciones exteriores en la corte de Abderramán III (en el siglo X).
    Así de Babilonia se trasladaron a España siendo protegidos en Granada por Joseph ben Samuel ha-Nagrid (Enciclopedia Espasa, art. Exilarca, T. XXII, pag. 1518).
    Poco sabemos de la breve vida del Exilarcado en España, el gobierno judío se iba ocultando cada vez más. Participó en disensiones internas de los musulmanes y a raíz de ello, el Exilarca Joseph ibn Nagrela fue muerto junto con 1.600 familias israelitas en Granada en 1066. Desde entonces el misterio que rodea al gobierno judío se agranda.
    A finales del siglo, comienza la reacción cristiana en Europa, es de suponer que continuaron buscando refugio en la Media Luna.

    Cuando en 1453 cae Constantinopla en poder turco se constituyó a la vez en centro judaico.
    El historiador judío Abraham León Sachar en su "Historia de los Judíos" dice: "Durante el las persecuciones del XV miles de judíos huyen hacia el Este y fueron bien recibidos en las provincias turcas ... Pronto Constantinopla se jactó de la colonia más grande de Europa, ascendiendo a más de 30.000 almas".

    En dos documentos de finales del XV se descubre al gobierno judío instalado en Constantinopla así como su nuevo plan para la conquista del mundo. Veamos:
    Son dos cartas publicadas varias veces. En 1583 por Julián de Medrano en su obra "La Silvacuriosa" y en 1640 por el presbítero Bouis, en "La Real Corona de los Reyes de Arlés".
    Resurgen en 1880 en "L'armana provencau" y por la "Revue des étudies juives" (publicación patrocinada por James Rothschild).

    Primera carta: escrita por el Rabino de la ciudad de Arlés, con motivo de la expulsión de los judíos ordenada por Carlos VIII. Está dirigida a los judíos de Constantinopla y dice:
    "Honorables judíos, salud y gracia. Vosotros debéis saber que el Rey de Francia, que es de nuevo dueño del país de Provenza, nos ha obligado por bando a ser cristianos o a salir de su territorio. Y los de Arlés, de Aix y de Marsella, quieren tomar nuestros bieens, amenazan nuestras vidas, arruinan nuestras sinagogas y nos causan muchos perjuicios; lo que nos produce incertidumbre acerca de lo que debemos hacer por la Ley de Moisés. He aquí por qué os rogamos queráis sabiamente ordenarnos lo que debemos hacer. Chamor, Rabino de los Judíos de Arlés, 13 de Sabath, 1489".

    La respuesta de los judíos de Constantinopla a los de Arlés y Provenza, fue la siguiente:
    "Amados hermanos en Moisés, hemos recibido vuestra carta, en la que nos hacéis conocer las ansiedades y los infortunios que sufrís. Hemos sido invadidos de una pena tan grande como la vuestra.
    El consejo de los grandes sátrapas y rabinos es el siguiente:
    A lo que decís, que el Rey de Francia os obliga a haceros cristianos, hacedlo, puesto que no podéis hacer otra cosa; pero que la ley de Moisés se conserve en vuestro corazón.
    A lo que decís, que se trata de despojaros de vuestros bienes: haced de vuestros hijos comerciantes, a fin de que, poco a poco, despojen a los cristianos de los suyos.
    A lo que decís, que se atenta contra vuestras vidas, haced a vuestros hijos médicos y boticarios, con el fin de que quiten sus vidas a los cristianos.
    A lo que decís, que destruyen vuestras sinagogas, haced a vuestros hijos canónigos y clérigos, con el fin de que destruyan sus iglesias.
    A lo que decís, de que se os hacen muchas otras vejaciones: haced de suerte que vuestros hijos sean abogados y notarios, y que siempre se mezclen en los asuntos de los Estados, con el fin de que, poniendo a los cristianos bajo nuestro yugo, vosotros dominéis el mundo y os podáis vengar de ellos.
    No os desviéis de esta orden que os damos, porque veréis por experiencia que, de humillados que sois, llegaréis al hecho del poder.
    V.S.S.V.F.F., Príncipe de los Judíos de Constantinopla
    ".

    Es otra prueba de la existencia en el XV de un gobierno judío en Constantinopla, y en plena persecución, no preocupa tanto a ese gobierno el problema inmediato que ella plantea, sino que continúa alentando el ideal de dominación universal y traza un plan, admirable en su hipocresía para llegar hasta él.

    Desde entonces los rastros del gobierno judío desaparecen por completo. En quince siglos habían aprendido, definitivamente, el arte de la ocultación. Pero es muy posible que haya pasado por Amberes, Hamburgo, Cracovia, radicándose finalmente en EEUU (según Poncins en "Las Fuerzas Secretas de la Revolución")

    En junio de 1922 el judío Walther Rathenau, ministro de hacienda alemán bajo el gobierno de Ebert, declaró: "sólo 300 judíos gobiernan los destinos de Europa" y añadió que "esos 300 judíos, de origen alemán, tienen el poder de terminar con cualquier forma de estado que les parezca excesiva". A los pocos días murió asesinado, supuestamente por nacionalistas alemanes.

    Si bien el gobierno judío ha conseguido permanecer oculto desde el XV no ocurre lo mismo con su plan.
    Esta vez fue el puro azar de un rayo que en 1876 mata a un sacerdote apóstata y sobre su cadáver se descubren documentos que conducen al gobierno bávaro (mediante dos oportunos allanamientos) al Plan de dominio mundial del Iluminismo. Hoy se exhiben esos documentos en los archivos de Munich.
    El fundador e inspirador de la secta es el judío Weishaupt.

    En 1845, la documentación secreta de la Alta Venta cae en manos de la policía romana, que la deposita en los archivos del Vaticano. Se trata de otro plan de dominio mundial. Gran parte de los miembros de la Alta Venta son judíos.

    En 1881, Sir John Readlif da a conocer el discurso de un gran rabino pronunciado a mediados del XIX, ante la tumba de Simeón Ben Jhuda. Lo publica "Le Contemporain" de París en su edición del 1º de julio, otro plan de dominio mundial.

    En diciembre de 1901, el profesor Sergio Nilus publica las "Actas secretas del Congreso Sionista Universal" reunido en Basilea en 1897, los documentos son mundialmente conocidos como los Protocolos de los Sabios de Sion. Es un plan completo coincidente en sus líneas con los anteriores, los judíos hacen desaparecer, al principio, todas las ediciones siendo una rareza bibliográfica en poco tiempo.
    Luego una Circular del Comité Sionista de 1901 -dice Roger Lambelin- atestigua que el Doctor Herlz se quejó amargamente en esta época de los descuidos que habían permitido a los no iniciados arrancar algunos secretos de los Congresos.

    Naturalmente los judíos, pese a haber proclamado durante 20 siglos, incluyendo el Talmud, su aspiración al dominio mundial, niegan la autenticidad de todos estos planes que atribuyen a "canallescas falsificaciones antisemitas". En 1933 iniciaron, a propósito de los Protocolos, un monumental proceso,difundido a los cuatro vientos, con el propósito de probar su falsedad.
    En definitiva no logró probarse tal y los editores, acusados por "literatura inmoral" y condenados en primera instancia, fueron absueltos por la Corte de Apelaciones de Berna.
    La argumentación contra la autenticidad de los Protocolos ha sido sintetizada por el P. Pierre Charles en un artículo publicado en la "Nouvelle Revue Theologique" (Bélgica 1935) que ha sido traducido y profusamente editado. En Buenos Aires, en 1945, junto a una conferencia pro-semita del mismo autor, bajo el título: "El Evangelio del Amor"
    El P. Charles atribuye la falsedad de los Protocolos a dos argumentos, que son una estupidez y un plagio.
    Si bien hay dudas sobre la autenticidad de los Protocolos, su falsedad está lejos de haber sido demostrada, por eso se incluyen con los anteriores planes de dominación mundial judaica.

    Si bien el plan judío de los Protocolos fuera falso se llevan produciendo extrañas casualidades que hacen que dicho plan judío se cumpla rigurosamente. ¿Qué interesa discutir, la autenticidad de esos documentos o si el plan judíos no es sólo una hipótesis impresa en papel sino en los hechos históricos? y aunque Nilius fuera un consumado falsificador de lo que estamos seguros es de que no es profeta que pudo pronosticar, sin fallo, el devenir de la política en las décadas posteriores.















    2ª Parte : JUDAÍSMO, MASONERÍA Y LA REFORMA.
    El Judaísmo, especialmente a partir del XI, se transforma en una verdadera sociedad secreta, con gobierno y fines ocultos que busca nuevas formas de atentar contra el Cristianismo.
    El Judaísmo precisa una sociedad secreta intermediaria entre ellos y el cristianismo que actuando bajo dirección judía oculta estuviese integrada por no judíos, cristianos previamente judaizados mediante doctrinas también secretas.

    Nada mejor para conseguir el dominio mundial que "una sociedad obligada a la obediencia por votos solemnes, protegida por reglamentos severos, que se reclutaría por la iniciación, y que, única depositaria de los grandes secretos religiosos y sociales, haría reyes y pontífices, sin exponerse, como tal asociación, a los desgastes del poder" (Eliphas Levi, cita de Ferrari Billoch en su obra "La Masonería al Desnudo" pag. 17).

    A finales del XIII el Judaísmo había creado ya íntegramente su doctrina secreta: la Cábala.
    El Cardenal José Mª Caro la define como "la doctrina oculta que los judíos pretenden haber recibido por tradición oral desde Moisés y aún desde principios del mundo".Según Menéndez y Pelayo es "un residuo y mezcla, no solo de zoroastrismo y de tradiciones talmúdicas, sino de gnosticismo y neoplatonismo" (Historia de los Heterodoxos Españoles, T. I, pag. 86).

    Como afirma Delassus constituye "la quinta esencia de la idolatría, la religión y el culto directo de los espíritus caídos, de los demonios, enseñando los medios de ponerse en relación inmediata con ellos"

    La CÁBALA
    está contenida en dos libros:
    - el Jerizah,
    que data del XI, y
    - el Zohar,
    compuesto por Moseh ben Sem Tob en 1300. Si bien su origen, en tradición oral, es muy anterior.En posesión de esa doctrina, el Judaísmo necesitaba infiltrarla entre los cristianos. Para ello tenía dos medios:
    - entregarla a una sociedad secreta ex profeso y compuesta de no judíos, o
    - infiltrarla en una asociación cristiana preexistente.

    El primer medio es más fácil, el segundo más eficaz. El Judaísmo ha usado ambos. Así
    - creó la Orden de los Rosacruces (según Dasté provenientes, directamente, de la Cábala judaica) e
    - infiltró la Cábala en el seno de una orden cristiana de caballería, admirable en sus orígenes, pero corrompida luego por su ambición y riqueza: La Orden Templaria.

    Cómo lograron los judíos ese primer y extraordinario triunfo, base de su posterior acción disolvente en las entrañas de la Cristiandad es cosa no bien aclarada. Pero lo cierto es la corrupción de los Temlarios y su doctrina secreta anticristiana, bien estudiadas por Du Puy, Michelet, Loiseleur, Gougenot des Mousseaux, Serra y Caussa, y otros. Los documentos relativos a su proceso se encuentran depositados en los Archivos vaticanos, y no dejan de ser temerarios -como hizo notar la Civilitá Católica, serie VI, t. 6º, 1866, cita Serra y Caussa en Orígenes de la Masonería, pags. 248/9- quiénes defienden la inocencia de la Orden.Thory, Mordosoff, Kloff y otros afirman que desde 1155 las corporaciones de albañiles fueron puestas, en Inglaterra y Escocia, bajo el patronato de los Templarios. Esto explica el hecho de que, ya en aquel tiempo las iglesias templarias fueran llamadas iglesias de los masones (albañiles) lo que ha inducido a muchos a creer esta fecha la del inicio de la Masonería. Corrompida la Orden infiltró su veneno en esos gremios colocados bajo su protección. Descubierta la herejía templaria, los caballeros fueron procesados en 1307. En 1312 la Orden fue disuelta y en 1314 condenado a muerte su Gran Maestre Jacobo Molay y sus cómplices principales. Pero la doctrina secreta se mantuvo en los gremios de albañiles y en ellos buscaron refugio muchos templarios sobrevivientes.La situación de éstos no era igual a la de los otros iniciados. Formaron los grados que vemos añadidos a los de aprendiz, compañero y maestro, y no los comunicaron más que a los iniciados de mayor adhesión.



    Éstos fueron los primeros franc masones (albañiles libres) propiamente dichos, conservaron los nombres, instrumentos y ritos de edificar aunque con una significación puramente simbólica y se comenzó a hablar de la reconstrucción del Templo de Salomón, símbolo de la futura humanidad judaizada. Este es el origen de la gran asociación cabalística conocida actualmente por Masonería.No obstante el 18º grado masónico es el de "Soberano Príncipe Rosacruz" por lo que parece evidente que no fueron los templarios los únicos intervinientes cabalísticos en su creación.Hay testimonios judíos (Bernard Lazare, y otros) que confiesan abiertamente "es exacto que hubo judíos en la cuna misma de la Masonería, judíos cabalístas, como lo prueban ciertos ritos conservados" (citado por Henri Delassu en La Conjuration Antichretienne).

    Sea como fuere, directamente como afirman algunos judíos, indirectamente o de ambas formas es indiscutible que el origen de la Masonería es judío.


    Autores como Serra y Caussa en "Orígenes de la Masonería", pag. 394 concluye que la Masonería es Judaísmo Gnóstico.Y afirma la "Civilitá Cattolica" (20 noviembre 1886) que TODO el simbolismo masónico procede de los libros judaicos, como puede decirse que toda la vida de la Masonería reside en el Judaísmo moderno. El es quien la sostiene, quien la dirige y la lleva a sus fines de dominación y de odio anticristiano.

    Y según León de Poncins "
    su duración, la invariabilidad de sus fines, que se explican perfectamente si se trata de una creación judía para servir intereses judíos, serian absolutamente incomprensibles si su origen fuera cristiano.



    La misma finalidad de la Franc-Masonería: la destrucción de la civilización cristiana, descubre al judío, porque sólo él puede resultar beneficiado y únicamente él está animado por un odio suficientemente violento contra el cristianismo, par crear una organización semejante. Los símbolos y ritos masónicos son puramente judíos" (Las Fuezas Secretas de la Revolución, pag. 120).Y el P. Lemann, judío converso, afirma: "somos de parecer que debe atribuirse el origen de la Masonería al Judaísmo, sino ciertamente al Judaísmo entero, por lo menos a un Judaísmo pervertido" (L'entree des israelites dans la societé française et les états chrétiennes", 1886)Hay testimonios de parte judía que lo corroboran y muchos autores lo confirman. Y una prueba más es la gran preponderancia judía en la secta, en todas partes hay translogias judías superpuestas a las no judías y a las que los no judíos no pueden acceder, ej. la B'nai B'rith.

    En EEUU "todo el mundo sabe -dice el masón Mackey en su Manual de las logias- que los más significados judíos son masones"Erzberger recuerda en sus memorias que cuando el GOF (Gran Oriente de Francia) se reúne en sesión plenaria, el directorio de la Alianza Israelita Universal se halla casi enteramente presente.El ex masón Doinel "cuántas veces he oído lamentarse a los franc-masones de la dominación que los judíos imponen a las logias, a los talleres filosóficos, a los Consejos, a los Grandes Orientes, en todos los países, en todos los puntos del triángulo", etc. etc.Durante el XIV la hija de la Sinagoga permanecerá disimulada en las corporaciones de albañiles, pero algo debió traslucirse porque en 1360 las autoridades inglesas prohíben sus reuniones y a fines del siglo eran altamente vigiladas.
    En 1425, el primer "bill" dado por el regente, Cardenal Beufort determina que en lo sucesivo no se celebren capítulos ni congregaciones so pena de culpables de felonía.En 1459 ya se había expandido por Europa y el 25 de abril celebra pública asamblea en Ratisbona, bajo el auspicio de los Emperadores que confundían aún a los masones con los antiguos gremios y los colman de privilegios y el Duque de Milán les pide un arquitecto para dirigir las obras del Duomo.En 1519 se constituye la Madre Logia de Amsterdam, simultáneamente, a fines del XV e inicios del XVI empiezan a pulular por Europa una serie de Academias, propagadoras de un humanismo de manifiesta inclinación judaica, en las que no faltan el misterio, la cábala y los símbolos masónicos. Tales fueron:
    · Academia Romana, disuelta por el Papa.
    · Academia Platónica, de Florencia adornada con emblemas masónicos.
    · Sociedad de la Azada, y muchas otras por el estilo.

    Europa en vísperas de la Reforma estaba plagada de masonería, es decir, de judaísmo. Hecho que tendría una gran relevancia.

    Siguiendo a Copin Albancelli en "La Conjuration juive contre le monde chretien" "Como todas las herejías precedentes la REFORMA fue un esfuerzo tendente a la modificación del estado de conciencia del mundo cristiano. Se la ha considerado como un hecho espontáneo, es un grave error. Es difícil admitir que en el XVI, una división de ese género pudiera producirse en el mundo europeo de su época sin una preparación y organización"

    No se trata de cargar toda la culpa de esa caída de la Cristiandad que fue la Reforma a los judíos y a los masones. Mucha de la culpa es de los cristianos, con su corrupción y pecados. Pero no puede exonerárseles de culpa.

    ¿Pruebas?
    Es muy difícil aportar pruebas precisas y documentales en materia de sociedades secretas, sin embargo existe una prueba, y documental: la Carta de Colonia.
    La Carta de Colonia es el documento masónico más antiguo conocido, fechado el 24 de junio de 1535 y revela, entre otras cosas, la existencia, ya antigua en esa época de la "Orden de San Juan o de los franc-masones" con su secreto e iniciación misteriosa, su jefe supremo, "gran maestre o patriarca, de pocos humanos conocido" y sus tres grados fundamentales.
    Pero lo más interesante de la Carta son las firmas. De entre ellas, las que tienen mayor valor histórico pertenecen a enemigos mortales de la Iglesia:
    · Armando de Viec,
    Arzobispo elector de Colonia, desterrado del Imperio por su connivencia con los protestantes.
    · Nicolás Van Noot y Santiago de Amberes,
    vinculados al protestantismo.
    · Coligny,
    jefe de los calvinistas franceses.
    · Felipe Melanchthon,
    colaborador y amigo íntimo de Lutero, único hombre a quien éste reconocía superioridad.Hay más causalidades (demasiadas):1º.- el sello personal de Lutero tenía los emblemas rosacrucianos.2º.- las nuevas doctrinas hicieron sus primeros prosélitos en las ciudades donde según la Carta había logias.3º.- los masones (durante la Reforma) concitan rabiosamente a la plebe a arrasar los más famosos edificios sagrados. Los mismos protestantes lamentan tan desenfrenada barbarie y tan impío furor de destrucción conviniendo que una poderosa secta secreta impulsó la ira de los
    más desalmados para que profanaran, desmantelaran y destruyeran esos hermosos monumentos. En donde los masones no tenían logias y pese a haberse igualmente sublevado contra la Iglesia no hubo esas tropelías, así Genovesado, muchas partes de Suiza y en
    comarcas del Rhin y Bohemia.

    Finalmente el sello judío aparece en el Protestantismo.
    William Thomas Walsh ha logrado reunir infinidad de pruebas de la influencia judía en la Reforma.Werner Sombart, en su libro "Les juifs et la Vie Economique" demuestra como algunas sectas protestantes, en especial el puritanismo, son netamente judías. El puritanismo proviene del calvinismo y éste es un judaísmo encubierto, ampliado y liberado de sus particularidades nacionalistas y raciales como afirma Georges Batault en "Le probleme juif" (pag. 177).

    Tan judío resultó el Calvinismo que con su dogma fatalista de la predestinación, dio origen al CAPITALISMO, futura base del dominio mundial judaico
    (el propio Calvino, Cohen, era judío)El sello judío de la Reforma se manifestó abiertamente en las sectas más extremistas, como:
    - el Socinismo,
    especie de masonería con su simbolismo del Templo y su secreto jurado sobre misterios, doctrinas y últimos fines.
    - el Anabtismo,
    que en 1534 llegó a instaurar en Münster el "Reinado de Sión" a cuyo frente el judío Juan Beuckelsen, venido de Holanda, donde radicaba el Poder Oculto.

    La Reforma fue un triunfo del Judaísmo sobre la Cristiandad, obtenido en gran medida con el arma SECRETA de la Masonería.
















    3ª Parte : LA CAÍDA DE INGLATERRA.
    La Reforma fue una debacle para los católicoos pero un gran triunfo de los judíos, habían conseguido dividir para reinar. Pero aún no reinaban y se empeñaron en lograrlo.

    Ya no les bastaba una sociedad secreta, querían conquistar una nación y pusieron los ojos en Inglaterra y consiguieron conquistar la más poderosa de las naciones arrancadas a la cristiandad por la Reforma.
    Lo consiguieron con las armas de las que disponían: la MASONERÍA; el Puritanismo, el judaísmo encubierto y la acción directa que reservaron para el momento oportuno.

    Inglaterra, país de origen de la Masonería estaba infiltrado y carcomido por la misma.
    "Los lores ingleses eran masones desde los primeros años del XIV, y desde inicios del XVI la Masonería inglesa tenía por protector al propio Enrique XVIII" (P. Deschamps en "Le Franc Masonerie", cap. II).En 1600 ingresa en ella Tomás Boswell, en 1641 será el General Roberto Murray, en 1647 lo hará el judío Elías Asmole. También fue masón Oliverio Cromwell.Según el P. Larudan en su obra "Les franc-masçons ecrasés" cuenta como Cromwell organizó, personalmente, una logia e hizo ingresar en ella a sus amigos e incluso a algún enemigo.

    De esta forma la revolución puritana (1648) fue ampliamente protegida por el Judaísmo y la Masonería.


    Según el escritor masón Nicolai en las logias inglesas se guarda viva la tradición de la ayuda poderosa otorgada por la masonería a la revolución de Cromwell (citado por Serra y Caussa en Orígenes de la Masonería).No fue mala elección pues como comenta Georges Batault (en "Le Probleme Juif" pag. 189) "entre todos los no judíos del mundo no hay uno solo de mentalidad tan empapada de judaísmo como Cromwell. Quizás nadie en el mundo ha contribuido en grado mayor a la judaización contemporánea".
    Triunfante Cromwell, el rabino Manasés ben Israel se convierte en su consejero. Otro judío, Antonio Carvajal, lo sostiene financieramente.

    Del fondo de Asia vendrá una delegación judía, presidida por el rabino Jacob ben Azabel, para entrevistarse con el sanguinario dictador británico.

    El resultado no se hizo esperar, en 1657, Cromwell abrió las puertas de Inglaterra a los judíos de donde habían sido expulsados por Eduardo I tres siglos antes.
    Ochenta años después habían regresado miles de ellos y no lo hicieron con las manos vacías y trajeron con ellos su principal elemento de dominación: el oro.Según Francis (History of the Bank of England) "la influencia de los judíos sobre las finanzas de Inglaterra era tan grande que, sin exagerar, puede decirse que los judíos ingleses eran los únicos que dirigían el mercado monetario de la nación".Entre estos dirigentes de la economía monetaria inglesa merecen citarse: Álvaro López Suasso; Francis y José Salvador; Antonhy da Costa (director del Banco de Inglaterra, de nombre oficial pero privado), y sobre todos ellos el sefardita Sampson Gideon, amigo personal del ministro Robert Walpole y Consejero de Finanzas del Gobierno. Fue fácil para Gideon conquistar al poderoso Walpole, célebre por su corrupción administrativa y amante de la judía Hanna Norse.Según ("The Jewish Encyclopaedia", vol. V, pág. 662) "durante la crisis que siguió a la gran catástrofe financiera de Oceanía, toda Inglaterra se hallaba pendiente de Gideon. Se decía que, en aquella época, fueron grandes los servicios que prestó a Robert Walpole, no solamente de carácter privado, sino también de apoyo material para restablecer la tranquilidad pública y la confianza".

    Aprovechando todas sus bazas: situación privilegiada, influencia masónica, y el oro, los judíos dieron, en 1740, un paso más para la conquista subterránea de Inglaterra.
    Hicieron aprobar, por ambas cámaras, una ley que permitía a los judíos la adquisición de los derechos de ciudadanía tras haber residido siete años en las colonias británicas en América, para ello no tenían que comulgar ni practicar ningún rito de la religión del país. Esta ley, aprobada a espaldas del pueblo como reprocharía siete años después el diputado Egmont: "si el pueblo no ha exteriorizado aún su repulsa por las Actas que garantizan derechos de nacionalarse a los residentes de las colonias, es porque se ha silenciado la parte de las Actas referentes a los judíos, sin que en las votaciones de la cámara ni en los epígrafes de dichas Actas se haga referencia precisa de ello, así en realidad son contadas las personas enteradas de la existencia de dichas Actas". (The Parliamentary History of England" vol. XV, pág. 155/59, Londres).Sería en 1763 cuando los judíos intentan un nuevo avance. Hacen presentar por Lord Halifax en la Cámara de los Lores -la mayoría eran ya masones desde hacía tiempo- un Bill que disponía que las personas que profesaran la religión judía y que habían residido tres años en Inglaterra o Irlanda, sin largas interrupciones, pudieran ser naturalizados previa solicitud al Parlamento.Aprobado el proyecto en los Lores pasa a los Comunes, y aquí surgen los primeros tropiezos, varios diputados se declaran en contra fundamentando su opinión en magníficos discursos, que a la larga resultaron proféticos.

    Por ejemplo, Sir Edmund Isham expresaba: "debemos ver en este proyecto de Ley, en realidad, un proyecto para la general naturalización de judíos. Si pensamos en el incontable número de ellos repartidos por el mundo, llegamos forzosamente a la conclusión de que su número aumentará rápidamente en nuestro territorio y de que una gran parte de nuestras tierras pasarán a sus manos. Pronto aspirarán además de la posesión al poder. Los judíos no son como los franceses fugitivos o los alemanes protestantes, éstos tras una o dos generaciones entre nosotros no pueden diferenciarse de cualquier otro inglés. Sus hijos o nietos no son más franceses o alemanes, ni tampoco pertenecerán más a la nación francesa o alemana. Pero los judíos no se mezclarán nunca con nosotros, permanecerán judíos para siempre y se considerarán, también, miembros de la nación judía, nunca de la inglesa".

    En igual sentido se expresaban el Conde Egmont, etc.Pese a ello el Bill fue aprobado en los Comunes y convertido en Ley, pero aquí ocurrió lo inesperado. Toda Inglaterra se levantó contra dicha Ley: sobre ambas Cámaras llovieron las peticiones, libelos, memoriales de los gremios obreros, solicitudes de jueces, alcaldes y concejales. Hubo manifestaciones callejeras en Londres, fue el "movimiento popular más intenso registrado en Inglaterra en el XVIII" (según diría Hertz en "British Imperialism in the Eighteenth Century", pag. 66).
    Fue tal la reacción que la Ley tuvo que ser derogada, era el 20 de diciembre de 1753.Pese al fracaso los judíos no se desanimaron y reemplazaron la audacia por la astucia. Ya que no se les naturalizaba como judíos, simularían hacerse cristianos. Y su jefe Gideon dio ejemplo el primero, "renegó" del judaísmo y bautizó a sus hijos, aunque según Hertz "simultáneamente protegía en secreto a las organizaciones hebreas.


    Su deseo fue que sus restos mortales fueran inhumados en el cementerio de los judíos portugueses de Mile End y que se orase por él en la Sinagoga" (ib. idem).Tras la falsa conversión de Gideon el Parlamento aprueba un acta mediante la que se le permite adquirir, en las proximidades de Coventry, el Castillo Spalding. Su hijo se educa en el aristocrático Colegio de Eton y a los 15 años se le concede el título de Barón. Más tarde será diputado en la Cámara de los Comunes por Coventry. El Club White, el más aristocrático de Londres, lo acepta como socio y en 1766 contrae matrimonio conla hija del Chief Justice: Sier John Earley Wilmot. En 1789 cambia su apellido por el de su mujer y se le concede el título de Lord Earley of Spalding, elevándosele a la dignidad de Par irlandés.Entre tanto, su padre, se adueña poco a poco de Inglaterra, aprevechando la Guerra de los 7 años y que el gobierno inglés se abandona a su política de empréstitos (The Jewis Encyclopedia, vol. V, pags 662/3).


    En 1756 consigue que el Rey Jorge II de Inglaterra, en calidad de Príncipe Elector de Hannover, se dirija a él para pedirle prestadas 40.000 libras, la influencia judía llegaba a la Corona.Pero Sampson Gideon no será el único "convertido", muchos siguen su ejemplo, además afluyen hacia Inglaterra los "marranos" de España y Portugal.
    Según dice el judío Luciano Wolf, estos marranos se propagaron progresivamente por toda Europa, penetrando simuladamente en los países, ciudades y corporaciones cristianas, incluso en las que estaban vigiladas por la Iglesia celosamente para impedir la infiltración de heterodoxos, pero pese a todo fundaron la moderna grey anglo-judía.La infiltración en Inglaterra creció, alcanzó la aristocracia.
    "El Tesorero Mayor del Reino en el Gobierno de Gladstone: H.C.F. Childers, era descendiente de Sampson Gideon.
    Otro judío Pelegrín Treves,
    a mediados del XVIII aparece, también, como fundador de una de las familias nobles "inglesas" más conocida.
    El hijo de Treves se bautizó Lord Domington. Luego Lord Loundoun y la Duquesa de Norfolk son descendientes de Pelegrin.
    Lord Huhgton y el Marqués de Crewe
    descienden del acaudalado sefardita José da Costa Totteridge.
    Otro sefardita de la época: Moisés Méndez, fue progenitor de Earl of Carnavon.
    John Braham
    judío cantor de la corte hannoveriana tiene entre sus descendientes a Lord Carlingford.
    Los descendientes del sefardita Jacob Israel Bernal se infiltraron en las familias:
    - del Duque de Saint Albans,
    - en la de Lord Landsdowne,
    - en la de Lord Cavendish,
    - en la de Lord Palniel y
    - en la de Lord Cranbourne.


    En la misma época de infiltración sistemática del judaísmo sefardita en la nobleza inglesa, vemos ya, abriéndose paso por todos los medios a los antepasados de Benjamín Disraeli (Earl of Meath).Los sefarditas López se hallaban emparentados con Lord Churston, Lord Ludlow y Lord Bledislow.
    Los descendientes sefardíes del Dr. Samuel Salomón, se hallan muy emparentados con la nobleza inglesa. Etc. etc. etc.Para no extender más la lista citaremos algunos otros nombres de los más principales, según el historiador inglés Hilaire Belloc: "tenían lugar gran número de enlaces matrimoniales entre las antiguas familias terratenientes nobles y las de los acaudalados comerciantes judíos. Dos generaciones después, a inicios del XX, las familias terratenientes sin sangre judía eran una excepción.

    Durante el XIX se reforzó el dominio judío sobre Inglaterra.
    El papel de Sampson Gideon pasó, desde 1813, a otro banquero, Nataniel Rothschild, dueño de las finanzas inglesas (The City) mientras que sus hermanos lo eran, simultáneamente, de las principales plazas europeas.

    Nataniel
    mediante la crisis de 1813 "salvó" al gobierno inglés y adquirió una fortuna y crédito sin parangón. Su hijo el Barón Lionel fue elegido en 1847 diputado por Londres. Para poder ocupar el asiento en el Parlamento debía pronunciar la fórmula del juramento que contenía las palabras siguientes: "juro por la verdadera fe de un cristiano", Rothschild las omitió. Invitado a retirase, tomó asiento en el lugar reservado a los extranjeros". Los judíos ya no necesitaban la farsa del bautismo, se sentían lo suficientemente dueños de Inglaterra como para imponer su voluntad en el Parlamento. Siete años después consiguieron que se eliminaran esas palabras de la fórmula y Lionesl ocupó su lugar en el Parlamento.Años después, los judíos fueron atraídos por las minas de oro y diamantes del Transvaal y al encontrar ciertas trabas por parte del presidente Kruger por lo que arrastraron a Inglaterra a una sucia y violenta guerra en la que empeñaron unos 500.000 soldados ingleses en una de sus más infames conquistas.
    Si bien la reina Victoria nunca les perdonó esta guerra, su sucesor Eduardo VII se entregó completamente a ellos, mundano y pródigo en gastos, cayó presa de los financieros. Su banquero de confianza fue el judío Alfredo Cassel.
    Otro ejemplo clásico fue Rufus Daniel Isaacs que escaló hasta los cargos más elevados de la nobleza y administrativos.Como demuestra ampliamente Giuselher Wirsing en su obra: "Cien Familias Gobiernan el Imperio" INGLATERRA SE HALLA BAJO EL PODER DE UNA OLIGARQUÍA PLUTOCRÁTICA, ESTRECHAMENTE VINCULADA AL JUDAÍSMO POR LA SANGRE Y LOS INTERESES FINANCIEROS.

    Esa misma oligarquía es propietaria y dirige la opinión pública británica mediante un dominio absoluto en la prensa.

    - La London Express Newspaper es la editora de los periódicos más difundidos e influyentes como el Daily Express, está presidida por el judío Realph D. Blumenfeld.
    - La "Trade Union Congress y Osams Press"
    copropietaria del órgano laborista "Daily Herald" está en manos del judío Salter Elías, Par de Inglaterra en 1937 con el título de Lord Southwod.
    - Israel Moisés Stieff e
    s copropietario del "Daily Mail".
    - Lord Burhan,
    hijo de Johannes Moisés Levi Lawson es dueño del "Daily Telegraph".
    - Otro judío Luciano Wolf dirige el GRaphic y el Daily Graphic.
    - Otro, Sir Alfred Mond, el Westminter Gazette








    4ª Parte : LA CAÍDA DE FRANCIALa Masonería es uno de los grandes instrumentos de conquista de los judíos. Por la Masonería lograron la Reforma. Por la Masonería lograron la conquista subterránea de Inglaterra. Y desde Inglaterra y mediante la Masonería se lanzaron a la conquista de Europa.Como decían las primeras constituciones masónicas de la secta: "por medio de la Masonería esta isla de Inglaterra será la dueña de la tierra para concebir, proyectar y dirigir a todas las otras naciones en todas las cosas que tienen relación con el arte Real" (citado por Vicente Longo en Masonería Especulativa, T. II, pág. 120).Pero antes de lanzar a la Masonería a la conquista "de la tierra" había que adaptarla a su fin político universal; había que unificarla bajo un único poder o gobierno oculto así como bajo una sólida base doctrinaria juddaico-cabalística; había que reorganizarla. Esto fue lo que se hizo en Inglaterra a principios del XVIII y que muchos confunden con la fundación de la Masonería si bien existía desde antes.En 1717 en Londres, cuatro logias deciden unirse y constituyen la Gran Logia inicial. No aparece aún ningún judío, son el arqueólogo Jorge Payne, el físico Juan Teófilo Desaguliers, y el teólogo Jaime Anderson, pero se adoptan los rituales redactados por el judío cabalista y rosacruz Elías Asmole.El 24 de julio (día de San Juan) de 1717 se firma el acta de organización y se elige Gran Maestre a Antonio Sayer, "luego se hace una hoguera con gran cantidad de importantes documentos relacionados con las actividades masónicas, para evitar indiscreciones, y escamotear antecedentes inconvenientes" (Ferrari Billoch en "La Masonería al Desnudo"). Asi se borraba toda huella judía y todo rastro de acciones previas.Desde Inglaterra la Masonería se expandirá por toda Europa.
    - en 1721 ya está en Dunkerke y Mons (Francia y Bélgica, respectivamente).
    - en 1725 en París y Hamburgo.
    - en 1727 en Portugal.
    - en 1728 en España.
    - en 1731 en Rusia y Holanda.
    - en 1736 en Suecia y Dinamarca.
    - en 1738 en Suiza.

    Masones ingleses (George Hamilton, Lord Chesterfield, y el Duque de Wharton) realizan esas fundaciones.
    El Duque de Exeter la introduce en Sajonia.
    El Duque de Middlesex en Toscana.
    Martin Flokes en el Piamonte y Roma.Europa ya está CARGADA, pero había que elegir el lugar de la explosión. Y la elección recayó en Francia por varias razones:1ª.- porque la Masonería consideró mejor herir directamente la cabeza y Francia era "la hija primogénita de la Iglesia Católica".2ª.- la Masonería tenía una vieja cuenta pendiente con los Borbones por la ejecución de Jacobo Molay, Gran Maestre de los Templarios (según el masón Haugwitz, ministro prusiano y miembro del Gran Consejo Masónico de Wilhemsbad en 1777, la conducción de Luis XVI al
    Temple, de donde salió para ser sacrificado a las manos de Molay fue un acto premeditado).3ª.- como hace notar el P. Deschamps -para aprovechar en favor de la causa revolucionaria el genio y espíritu de proseletismo peculiares del pueblo francés).Elegido el lugar había que prepararla. Francia no deseaba la Revolución (lo demuestra Gaxotte en su libro: "La Revolución Francesa"), Francia no era desgraciada en el antiguo régimen, y sus problemas, que los tenía, eran solubles dentro del mismo. Pero no se trataba de resolverlos, sino de agudizarlos, de descristianizar al pueblo y levantarlo contra la legítima autoridad creando el ambiente que hiciera posible la Revolución y trasladar el poder, no del Rey al pueblo, sino de Cristo al Anticristo.No tardó la Masonería en encontrar al hombre indicado: Voltaire. Durante su destierro en Inglaterra (1726-28) fue recibido como masón en la logia de los Filaletas.Como dice Condorcet en "Vie de Voltaire" en Inglaterra fue donde Voltaire juró consagrar su vida a ese proyecto: ANIQUILAR LA RELIGIÓN CRISTIANA, y cumplió su palabra.
    Pero Voltaire no está solo, se le agregan Diderot, Rousseau, D'Alambert. Además mantiene estrecha relación con su amigo masón (desde 1738) Federico II de Prusia. Todos ellos trazan el plan destinado a preparar la revolución en los espíritus antes de hacerlo por la fuerza.Su instrumento principal fue la Enciclopedia, como decía Voltaire "pongo todas mis esperanzas en la Enciclopedia"a la que se suman toda clase de libros, folletos y libelos vulgarizadores de la doctrina masónica de los enciclopedistas.
    Se crea un Centro de Maestros, dirigido por D'Alembert que tiene afiliados hasta en los lugares más remotos. En días y horas prefijados esos maestros reúnen al pueblo y leen los libros que les distribuyen gratuitamente. Fue una de las propagandas mejor dirigidas. Y el gobierno poco quería y podía hacer. Malesherbes, Superintendente de Librerías está de acuerdo con D'Alembert.Entre 1763 y 1766 se crea el "Club de Economistas" su presidente honorario y perpetuo será Voltaire. su fin aparente es ayudar al pueblo a solucionar sus problemas pero su misión real es propagar la doctrina revolucionaria.

    Sus principales miembros fueron: Diderot, D'Alambert, Turgot, Condorcet, La Harpe, Damilaville, etc.

    Mientras se prepara así al pueblo para la Revolución no se descuida la conquista de posiciones en las altas esferas del gobierno.
    Masón era Quesnay, médico consejero de Luis XV que le denomina su "pensador". Oficial del Gran Oriente de Francia sería en 1787 el Abate Vermondans: capellán de Luis XVI.

    Veinte años antes de 1789 Francia ya está preparada para la Revolución, pero la Masonería aún no está en condiciones de dar el golpe.
    Hay que unificarla y depurarla procesos que se inician en 1772 con la creación del GOF (Gran Oriente de Francia).
    Felipe de Orleáns,
    Gran Maestre del Cuerpo Escocés, pudo añadir a este título el de Gran Maestro del Gran Oriente.
    Otras instituciones masónicas, que permanecían autónomas, se van uniendo al GOF.


    Así lo hacen en 1774 las logias de adopción, y al año siguiente el Gran Capítulo General de Francia.Gran contribución a completar esta reorganización es la llegada de un alto dignatario de la Masonería internacional: Benjamin Franklin que se traslada a París en 1776 en calidad de Embajador de EEUU. Comenta Pierre Gaxotte, (en su obra: La Revolución Francesa, pag. 54): "no bien llegó a París se puso al habla con los "hermanos" de Francia y tomó parte activa en el trabajo de unificación y depuración de las logias, que tras dificultades varias, aseguraron el triunfo de las más avanzadas y en 1780 ya pudo instaurarse la supremacía y el control del Gran Oriente".Según las memorias de Barruel (T. II, pag. 446): "a la llegada de Franklin, 1776, el Comité Central del Gran Oriente da a sus delegados el encargo de disponer a los hermanos para la insurrección, de reconocer y visitar loas logias den toda Francia, apresurarlas, exigirles el cumplimiento del juramento masónico y anunciarles que ha llegado el tiempo de cumplirlo con la muerte de los tiranos".

    Todo está ya listo, falta encender la mecha. Pero como ocurre siempre que el Poder Oculto prepara grandes acontecimientos aparece una super organización, supramasónica especial, destinada a dirigirlos.

    El judío Weishaupt funda en 1776 el ILUMINISMO, que rápidamente se extiende a casi toda Europa. Bajo sus auspicios, y por intermedio del Duque de Brunsick, se convoca en 1780 a una asamblea general de representantes masónicos que se realiza al año siguiente en Wilhemsbad. Allí se concluye y centraliza el plan revolucionario. A su regreso a Francia, uno de los congresistas, el Conde Virieu declara: "yo no os diré los secretos que traigo, pero lo que creo poderos decir es que se trama una conspiración tan bien urdida y tan profunda, que será muy difícil que no sucumban la religión y los gobernantes" (Leon de Poncins en su obra: Las Fuerzas Secretas de la Revolución, pag. 37).Poco después de la asamblea de Wilhemsbad, el Barón Knigge, eficaz colaborador de Weisahupt, funda en Francfort la Gran Logia Ecléctica, que se constituye en centro de los trabajos revolucionarios del Iluminismo. En 1784 esa Gran Logia convoca Asamblea General, donde se decreta la muerte de Luis XVI y de Gustavo III. En dicho año (dice el P. Abel S.J.) "tuvo lugar en Francfort una reunión extraordinaria de la Gran Logia Ecléctica. Uno de los miembros puso a discusión la condena a muerte de Luis XVI, rey de Francia y de Gustavo III, rey de Suecia. Ese hombre se llamaba Abel, era mi abuelo".La doble sentencia se cumplió a rajatabla. En 1792 Gustavo III era asesinado por el masón Antkastroem, emisario de la Gran Logia que presidía Condorcet. Y en 1793 Luis XVI es aguillotinado en París por decreto de la Convenció masónica.El masón Haugwitz confirma que en 1777 se encargó de la dirección de las logias de Prusia, Polonia y Rusia y dice: "estoy firmemente convencido de que todo lo que aconteció en Francia desde 1788, la Revolución, el asesinato del Rey y todos los horrores, se había decidido en ese tiempo y todo había sido preparado por medio de reuniones, instrucciones, juramentos y signos que no dejan ninguna duda sobre la inteligencia que lo fraguó y dirigió todo".En 1786 un masón francés va a Prusia, donde se liga estrechamente con Weishaupt y se hace iniciar en el Iluminismo por el Duque de Brunswick. Era Mirabeau. A su regreso a Francia "ilumina" a Talleyrand y a otros colegas de la Logia "Los Amigos Reunidos" e introduce en los nuevos secretos a la Logia de los Filaletas. A su vez, Weishaupt envía a Francia a Bode, a Weimar y al barón de Busche, para redoblar la actividad de las logias.

    La Masonería Internacional se moviliza y Francia se ve invadida de agitadores extranjeros: el suizo Pache, el inglés Payne, el prusiano Clootz, el español Guzmán, Marat de Neufchatel, el americano Fournier, el asutríaco Frey, los belgas Proly y Dubisson, un príncipe de Hesse, polacos, austríacos, italianos, holandeses, y tránsfugas de todos los países.Escribe Taine: "desde los primeros días de mayo se nota que el aspecto del populacho parisino ha cambiado, aparecen multitud de extranjeros de diferentes países, mal vestidos, con gruesos palos en las manos, su aspecto exterior ya mostraba lo que se podía esperar de ellos" (citado por Maximovich en Israel Triunfante, pag. 94).Pero hace falta dinero y la Masonería inicia colectas en toda Europa con el nombre de "retribuciones masónicas".
    Según Mirabeau (La Monarchie prusienne, pag. 94) escribe: "la Masonería en general, y sobre todo la rama de los Templarios, percibía anualmente sumas inmensas, por derechos de recepción y contribuciones de todo género; una parte se empleaba en los gastos de la orden, pero otra, muy considerable, se desligaba en una caja general, cuyo empleo no conocía nadie excepto los primeros entre los hermanos”. Este tesoro se guardaba en Nimes. Sólo el Duque de Orleáns contribuyó con 400.000 francos.

    El Judaísmo, supremo autor de la revolución, si bien no dio la cara en el frente, no dejó de financiarla con su omnipotente oro.
    El historiador judío Graetz da la lista de las desmesuradas sumas que los judíos donaron en favor de la misma (Historia de los Judíos, T. V, pags. 178-179).Por el otro lado y mientras se llenaban a rebosar las arcas revolucionarias el banquero judío Jacobo Necker, masón, que había sido impuesto a Luis XVI, conducía al Estado francés a la bancarrota, mediante hábiles desaciertos.Y ¿en qué se empleó el tesoro másonico? nos lo dice otro "hermano", Martín: "la Masonería puso en el tiempo de la Revolución, además de su actividad intelectual, su dinero. La Masonería poseía, en efecto, poderosos capitales que empleó, principalmente, en la impresión y difusión de folletos de propaganda a los cuadernos electorales y en el pertrecho de las agrupaciones de jóvenes que ayudaron al triunfo de la nueva doctrina" (Le Franc Maçonerie Française et la preparation de la Revolution, París, 1926)Entre 1784-85 ocurre el famoso suceso del Collar que tanta basura arrojó, injustamente, sobre la casa reinante. ¿Quién lo tramó? un judío, masón: José Bálsamo, bajo seudónimo de Cagliostro.

    En 1787 dos años antes del golpe la Masonería ya cuenta en Francia con 703 logias desparramadas por todo el territorio, con unos 500.000 sectarios.
    La plana mayor revolucionaria es la plana mayor masónica. No en vano dice el masón Jean Bon que el Club de los Jacobinos, fundado por Mirabeau, "era, por así decirlo, la cara externa de la logia" (citado por Leon de Poncins, ob. cit. pag. 47).Y en las elecciones de 1789 bien estudiadas por Cochin y Charpentier en su trabajo publicado en L'Action Française en noviembre 1904 se puede comprobar que al menos la mitad de los diputados elegidos eran masones, asociados entre ellos obraban de común acuerdo. Los "cuadernos" (instrucciones) que traían a la Asamblea no habían sido redactados por los consejos y corporaciones de cada circunscripción, sino por insignificantes minorías masónicas, y todos demasiado parecidos, inexplicable sin una común inspiración.Identidad de acción que caracteriza toda la campaña revolucionaria.
    Según Pierre Gaxotte (obra cit. pag. 103): "en el espantoso desorden que sigue a la toma de La Bastilla y que se le llamó el Gran Miedo hubo pronto una simultaneidad e identidad de alarmas, de pánicos y de actos diversos, que no pueden explicarse racionalmente sino por una centralización del espíritu público"
    Así en el citado estudio de Cochin y Charpentier llegan a la siguiente conclusión: "puede afirmarse que desde 1787 a 1795 no hay ni un solo movimiento popular, excepto el de la Vandée, que no haya sido movido y organizado en los más insignificantes detalles por los jefes de una organización secreta que actuó en todas partes del mismo modo, haciendo ejecutar sus órdenes a la voz de mando".Según Delassus: "el Ejército fue el primer embarcado en el complot, por intermedio de las logias militares. Fue dirigido por la Logia de los "Tres Hermanos Unidos" que tuvo sucesivamente por venerables a Minette de Saint Martin, exento de los guardias de corps; Scmidt, empleado de la Marina, Chauvet, empleado de Guerra, Desbarodières capitán de Caballería. Hay muchas otras logias militares como "El Patriotismo", etc.Los guardias franceses, cuya defección aseguró el éxito de la jornada, tienen su logia: "Los Amigos de la Gloria". Los suboficiales tienen la suya especial, cuyo Venerable es el sargento Beyssac: "Union de Buenos Franceses".Además la Masonería se había infiltrado en todas las ramas de la Administración. Tenía:
    - Correos por el Superintendente: D'Ogny, del Capítulo de los Amigos Reunidos
    - Mensajerías por Chignard.
    - Finanzas del Rey por Savalete de Lange.
    - Latouche, Chaumont, Pelletier de Lépine, Gillet de la Croix, representaban al Duque de Orleans y sus partidarios.
    - Peronnet aportaba el contingente de Puentes y Caminos.
    - Bouault, las Aguas y Bosques.
    - Méry D'Arcy la Compañía de Indias,
    - Lalande reclutaba los sabios.
    - Robettiers de Montaleau, amigo de Cagliostro y metido en el asunto masónico del Collar tenía tras sí los empleados de la Moneda.
    - cirujanos, médicos, abogados, consejeros de palacios reales estaban afiliados en gran número a las logias.
    - el gobierno de París igualmente estaba bajo designios de masones.

    El 13 de julio a las 11 de la mañana, los conjurados se reúnen en la Iglesia del Pequeño San Antonio. Orden del día: llamado a tropas, organización de la milicia burguesa.
    La sesión es presidida por Dufour, abogado oficial del GOF y por Villeneuve representante de la Logia Moderación.Al día siguiente todo está listo para el ataque, el comité insurrecional envía cuatro delegaciones al gobernador para intimarle a abrir sus puertas o rendirse. En todas son mayoría los masones. También lo son los que comandan el ataque contra la Bastilla.
    Tomada la fortaleza, el Comité que informa a la Asamblea Nacional acerca de esta explosión popular está compuesta de masones y en la Diputación que recibe la Delegación Nacional están también en mayoría. Para colmo, el miembro de la Asamblea Nacional encargado de parlamentar con el Comité insurreccional es Herwyn y también es, "casualmente hijo de la viuda".Cuando la Comuna ocupa oficialmente la Bastilla, es el caballero de Laizer quien la instala; es oficial del GOF, Venerable del Porvenir de los Amigos de la Gloria, y representante de la Unión Militar de Valognes.

    Masónica fue la Revolución, y como tal, judía.
    El periódico israelita "Haschphet" la denomina, con acierto: "La Revolución Judía de 1789".
    Y los hebreos no tardaron en cosechar sus frutos: en 1791 la Asamblea Constituyente decreta que los judíos gozarán en Francia de todos los derechos de ciudadanía. Podrán así, legalmente, a invadirlo todo.
    Los 24 oradores que defendieron el proyecto eran masones.
    No en vano diría el judío Cohen en 1847 (Archives Israelites, T. VIII, pag. 801): "El Mesías ha venido para nosotros, el 28 de febrero de 1790, con los Derechos del Hombre".

    Hoy se sigue publicando el lema revolucionario de "Libertad, Igualdad, Fraternidad" máscara o caricatura satánica de grandes verdades cristianas con las que ocultar sus auténticos fines, además, actualmente se omite el cuarto término de la frase: "o MUERTE" pues hoy ya no es políticamente correcto.

    La Libertad judeo masónica preconizó "
    la entrega total de cada miembro de la sociedad, con todos sus derechos, en manos de la comunidad" (Rousseau en Contrato Social, Lib. I, Cap. IV). Nada de autonomías locales o particulares. La Iglesia, las Provincias, los municipios, los gremios, la misma familia, perdieron sus tradicionales fueros y derechos.
    "en vano intentaría ahora una asociación privada resistir un edicto o decreto del poder soberano, como lo hizo con éxito por más de 60 años la Cofradía de San Jaime del Hospital ante el despotismo de Luis XIV en su mayor apogeo" (Enrique Ramiere en La Soberanía Social de Jesucrisato, pag. 122).


    El triunfo de la revolución sólo permite dos unidades: Estado omnipotente, copado por el judaísmo, y el individuo aislado e impotente absorbido por el Estado.

    La Igualdad judeo masónica consistió en destruir la aristocracia de la sangre y de la tierra, protectora natural de los pueblos hasta por propio interés, para reemplazarla por una plutocracia del oro, devoradora insaciable del hombre mediante el CAPITALISMO y la USURA.

    la Fraterniadad judeo masónica se demostró magníficamente en el sacrificio de decenas de miles de hombres, mujeres y niños de todas las clases sociales, tributo exigido a la hija primogénita de la Iglesia por el odio ancestral del pueblo deicida.

    Y ¿la Democracia?
    La democracia que trajeron los judíos al mundo, nacida de tan magníficos principios la define muy bien Delassus: "
    la democracia es la esclavitud"

    Y ¿el sufragio universal?
    Como dijo SS Pío IX en 1874 a los peregrinos franceses, con valentía y clarividencia admirables: "vuestro sufragio universal es una mentira universal"

    ¡Libertad, Igualdad, Fraternidad o Muerte! Democracia, Sufragio Universal, ...
    Palabras, MENTIRAS, engaño. Excepto una, la Muerte la trajeron a decenas,
    centenas de miles.

    La verdad escueta es que la Revolución, que sarcásticamente se denomina francesa, y que más bien se debía denominar satánica
    (como hace De Maistre) no significó otra cosa que la caída de Francia en poder del Judaísmo Internacional.

  2. #2
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    Re: La Historia, desde el Anticristo al Nuevo Orden Mundial

    5ª Parte : LA CONQUISTA DE EUROPA
    Caídas Inglaterra y Francia, el Judaísmo se apresta a la conquista de Europa. Francia será su cabeza de puente, la Masonría su quinta columna.

    Empeñada en concluir con las monarquías, la nobleza y el sacerdocio, la Francia revolucionaria lleva la guerra a Austria, católica y monárquica. Como opina Custine (citado por Jacques Bainvielle en Historia de los Pueblos, pag. 114) "para ser libres, es menester destruir la casa de Austria".

    Se inicia la destrucción de Austria asesinando al Rey Leopoldo II, era el primero de una serie que habría de continuarse con Gustavo III, y Luis XVI.

    Según el Cardenal Caro (en "El Misterio de la Masonería"): "el masón Colombe fue designado para ejecutar la sentencia por el gobierno jacobino de Francia. Luego vino la declaración de guerra". Guerra en que el ejército francés obtiene una larga serie de éxitos. Los prusianos, aliados de Austria, son derrotados en Valmy y luego el Duque de Brunswick manda evacuar la provincia de Champagne. Custine entra en Spira, Maguncia y Francfort. La provincia del Rhin cae en poder de Francia. Pichegru toma posesión de Flandes y Holanda.

    A los historiadores les asombra tantas ininterrumpidas victorias. Y según Pierre Gaxotte "para un militar esta campaña, a pesar de su brillantez, está llena de errores y torpezas. Particularmente resulta que Custine y Demouriez en ninguna manera combinaron sus movimientos para cortar la retirada de Brunswick que se escapó. Los franceses parecían triunfar sólo con su presencia, como si al grito de "libertad" se derrotase al enemigo”.

    La historia ha aclarado, posteriormente, muchos puntos. Hoy sabemos que el Duque de Brunswick era Gran Maestre de la Masonería y que en pago a su "derrota" en Valmy, recibió de los masones franceses los diamantes de la corona de Francia.
    Otro hecho extraño e inexplicable es la toma por Custine, sin cañones de asedio, de la inexpugnable Maguncia.

    Pero en 1799 la Revolución y pese a sus victorias había terminado su ciclo y la única solución que se veía en el nublado horizonte francés era la restauración monárquica.
    La Masonería viendo que su obra estaba a punto de perderse, puso los ojos en uno de sus miembros, un joven militar que había ganado prestigio en Egipto y Malta y al que le encargaron la misión de conservar y difundir la llama revolucionaria, era Napoleón Bonaparte. No faltó a la verdad cuando afirmó: "yo soy la revolución".

    Napoleón aceptó complacido la ayuda masónica, pero tenía demasiada personalidad para ser hijo sumiso de la secta, y pretendió someterla a su voluntad, ordenando a todos sus mariscales y generales encabezar los capítulos y las logias, creando logias militares. La Masonería, siempre flexible, se adaptó a las circunstancias e hizo Gran Maestre a José Bonaparte.

    El Poder Oculto dejó crear las logias militares, contribuyendo incluso a su fundación para engañar mejor al Emperador, pero la Masonería es un denso entretejido de sociedades, de compartimentos secretos los unos para los otros.

    Fue fácil para la Masonería tener su Masonería propia paralela, la auténtica, al lado del juguete napoleónico, así preparó e infiltró poco a poco en las logias militares que las fueron metamorfoseando sin que el Emperador ni su Gran Maestre se enterasen” (Copin Albancelli en "Le Pouvoir Occulte Contre la France" pag. 326).

    Aunque el genio militar de Napoleón es evidente fue ayudado muchas veces por la Masonería mediante traición de jefes masones enemigos. Así Truth refiere, tomándolo del masón Clavel que "durante las guerras napoleónicas, habiéndose encontrado los restos de dos regimientos de infantería franceses rodeados por fuerzas enemigas el jefe de aquellas, por una inspiración momentánea, salió de las filas y en medio del fuego hizo el signo con destreza; dos oficiales hannoverianos lo comprendieron y por un movimiento simultáneo, sin consultar a sus jefes, hicieron que cesase el fuego, presentándose luego a disposición de él, reconociendo la indisciplina cometida, pero el general que también era masón, lejos de castigarles alabó su conducta" (Enciclopedia Espasa, art. Masonería, Tomo 33, pag. 719)


    Y este hecho sucedió con cierta frecuencia. Así en la batalla de Marengo, según Pierre Deschamps está bajo una "nube misteriosa". Fue perdida dos veces en el curso de la jornada, pero resultó ganada por la noche con la presencia de Desaix, cuando el jefe austríaco, dando por obtenido el triunfo, había pasado el mando a su jefe de Estado Mayor.

    En Austerlitz, las presunciones de traición son aún mayores, y abonadas por un testimonio de autoridad como el de José Maistre: "aquí nadie duda ya que se había comunicado a Bonaparte el plan de batalla. Numerosos indicios hay de ello y la traición, en absoluta conformidad con la voz pública" (citado por Nicolás Serra y Caussa, ob. cit.).

    Pero donde más se manifestaron las traiciones masónicas a favor de Napoleón fue en España: "El Gran Duque de Berg (según Nocedal) caudillo de los ejércitos invasores, pudo contar con malos españoles, traidores a su patria, afrancesados, aduladores del poderoso, procedentes de las logias" (Mons. José Mª Caro, ob. cit. pag. 213).

    Está constatado que las Cortes de Bayona, que juraron fidelidad a éste monarca, rey de España por gracia de su hermano Napoleón y Gran Maestre de la Masonería Francesa estaban presididas por Azanza, Gran Maestre de la Masonería Española, y gran parte de sus diputados eran masones de nota.

    Sea como fuere lo cierto es que la Masonería terminó viendo un peligro en aquel general ambicioso, más preocupado en instaurar una monarquía hereditaria que en someterse a las directrices secretas. Además, y sobre todo, el engrandecimiento de Napoleón engrandecía a Francia y pese a la Revolución, en su espíritu profundo seguía siendo una nación católica. Así la potencia masónica por excelencia: Inglaterra buscó alianzas y movió cielos y tierra para concluir el Imperio napoleónico. Los mariscales ligados a las logias masónicas lo abandonaron. Y el águila, cortadas las alas que lo sostenían, fue encerrado en Elba.

    Caído Napoleón Francia entera clama por la Restauración y ésta se hizo inevitable. ¿Qué hizo la Masonería? se pone a los pies de Luis XVIII y elimina a José Bonaparte del cargo de Gran Maestre; pero fracasa en su plan de dirigir la restauración para dominarla. Luis XVIII se rodea de ministros no masones, entonces vuelve a recurrir a Napoleón para destronar la Monarquía.

    El historiador de Napoleón, M. Fredéric Masson, publicó los papeles inéditos de Camilo Gauthier y de Dumonin que aportan la prueba de que el retorno de Napoleón desde Elba fue una maquinación masónica.



    En Grenoble y Delfinado el número de masones era elevado, en 1814 aumentó con el regreso de los oficiales, agrupados bajo Gauthier (masón de alta categoría con poderes supremos y notables privilegios concedidos por las principales logias de Francia).
    Fue en la certidumbre de una base de operaciones en plena montaña que Napoleón respondió al llamado que le fue hecho (Henri Delassus en "La Conjuration Antichretienne" pags. 221-2).


    Así la Masonería usó a Napoleón para impedir la auténtica Restauración, luego lo derrotó en Waterloo mediante Inglaterra y cuando no lo necesitaba lo confinó en Santa Elena, así se aprestó a apoderarse de la segunda Restauración.

    Tras Waterloo una delegación masónica, presidida por Charles Teste se traslada por dos veces al campo de los aliados para demandarles otro Rey que no fuese el jefe Borbón, pretendían imponer en Francia a un holandés: el Príncipe de Orange, o el de Luis Felipe que consiguieron entronizar más tarde. La diplomacia masónica internacional actuó hábilmente, no quiso contrariar las aspiraciones del pueblo francés que deseaban al Borbón, por lo que aceptó pero no dejó entrar en París a Luis XVIII hasta que despidió a los ministros no masones que le habían seguido al exilio, y los reemplazaron por masones revolucionarios: los apóstatas Talleyrand y Louis y el regicida Fouché, impuesto por el propio Wellington. Y se exigió al Rey, como precio de su restauración la inmensa suma de 200 millones de francos. Sólo una persona podía ayudar a la Monarquía a pagar esa deuda, el banquero judío James Rothschild.

    El Judaísmo y la Masonería habían conseguido lo que querían: una restauración inocua, neutralizada.

    El Judaísmo se aprestó a recomenzar la conquista de Europa, el saldo de la aventura napoleónica le había dejado a la Masonería un campo muy favorable.

    Napoleón, poco ducho en guerrear contra ejércitos invisibles creyó tener en sus manos a los judíos, como lo había creído con los masones. Y por dos decretos (17 de mayo 1808) dio autoridad legal a las decisiones del Sanhedrín y transformó el culto judío en culto oficial del Imperio, equiparándolo al de la vieja Francia católica, surge así, en igualdad de condiciones la nueva Francia judía.

    Los beneficios concedidos a los judíos por Napoleón no se limitaron a Francia. En Westfalia, en 1808, Jerónimo Bonaparte les confirió la ciudadanía. Lo mismo en Francfort, Baden, Hamburgo, Lubeck, Bremen y las principales ciudades alemanas.

    "Dònde quiera que llegaba sus legiones victoriosas, caían las murallas de los ghettos" y los judíos salían libres y sin temor" (Abraham León Sachar, ob. cit. pag. 367)

    Hasta en España, donde no había judíos que libertar, bajo el reinado de José Bonaparte "los marranos respiraron con más facilidad y en Portugal "numerosas familias marranas de Lisboa y Oporto proclamaron públicamente su tanto tiempo ocultada fe judía" (Abraham León Sachar, ob. cit. pag. 371).

    Si bien el Judaísmo no logró, aún, con la Revolución en Francia, el dominio del mundo, salió de la misma emancipado, fortalecido y con más experiencia en la lucha secular contra la CRISTIANDAD. Esta, por otra parte, salió del combate más desecha que antes y saturada del virus masónico-revolcionario.

    El Judaísmo no se durmió en los laureles y se dispuso, envalentonado, a asestar un nuevo golpe.














    6ª Parte : A LA CONQUISTA DE LA IGLESIA
    El Iluminismo fue la supermasonería creada por el Poder Oculto para dirigir la Revolución en Francia, cumplida su misión sus documentos fueron capturados por el gobierno bávaro y se exhiben en los archivos de Munich.

    Era preciso crear otra nueva organización supermasónica para el nuevo movimiento que se preparaba. Así el Poder Oculto generó el CARBONARISMO.

    En los inicios del XIX, cuando ya era evidente que la Revolución involucionaba, comienzan a aparecer en Italia las primeras VENTAS Carbonarias. A inicios del siglo están en Capua y Nápoles. En 1816 ya cuentan en Calabria con 60.000 afiliados. En 1820 el total de miembros en toda Italia asciende a 600.000. La misión principal del Carbonarismo era voltear los tronos.

    Y por encima de las Ventas Carbonarias hay otra superestructura (que se sepa): la Alta Venta. Sólo compuesta por 40 miembros, todos ocultos bajo pseudónimos, cuyo misterio nunca ha sido desvelado. Muchos pertenecían al patriciado romano, otros eran judíos,

    El Judaísmo siempre se reserva el control de los movimientos revolucionarios que suscita

    El jefe de los 40 se escondía bajo el pseudónimo de Nubius. Era un gran señor, con una alta situación en la diplomacia romana lo que lo relacionaba con los cardenales y toda la aristocracia romana.

    El principal lugarteniente de Nubius era judío, su apodo: Piccolo Tigre. Según Crétineau Joly su actividad era infatigable, no cesa de recorrer el mundo para suscitar enemigos de la Iglesia. Con frecuencia va a París, Londres, Viena, Berlín, por todas partes deja trazas de su paso, por todas afilia a las sociedades secretas, y aún a la Alta Venta, a los más activos miembros con que puede contar la impiedad.
    A los ojos de los gobiernos es un negociante de oro y plata, no vive más que de sus negocios y solo se ocupa de su comercio.

    Visto de cerca, estudiado a la luz de su correspondencia, es uno de los agentes más hábiles de la destrucción preparada. Es el ligamento invisible que reúne en la misma comunidad de tramas todas las corrupciones secundarias que trabajan en la destrucción de la Iglesia" (citado por Delassus en "La Conjuratión Antichretienne" T II, pag. 333).

    Otro de los cuarenta era Gaetano "un rico “lombardo” que había encontrado el medio de servir a la secta y traicionar a Austria, convirtiéndose, a fuerza de hipocresía, en el confidente y secretario íntimo del Príncipe Metternich. Desde esta situación puede observar qué ocurre en Europa, está al corriente de los secretos de todas las cortes y en correspondencia con Volpe, Vindice o Beppo (miembros, también, de la Alta Venta) en otras palabras con todos los que han formado el propósito de aniquilar el Catolicismo y hacer triunfar la Revolución (Delassus, ob. cit. T. II pag. 333).

    Actualmente se conocen, en parte, los secretos de la Alta Venta gracias a sus papeles que vinieron a parar (en 1845) a los Archivos Vaticanos, pero en su época era totalmente desconocida, incluso para los carbonarios que dependían de ella.
    Mazzini, alma del Carbonarismo, y jefe desde 1834, llegó tan solo a sospechar su existencia y pidió ser admitido, pero fue rechazado.
    El porqué lo explica Nubius, en carta a Beppo (con fecha 67 de abril 1836): "Mazzini tiene demasiado los aires de un conspirador de melodrama, para convenirle el papel oscuro que nosotros nos resignamos a representar hasta nuestro triunfo". Luego aconseja "que se haga entender que tal sociedad no existe, y que si existiera era imprudente y peligroso solicitar la admisión a secretos para cuyo conocimiento no se ha sido elegido. Yo que conozco su prudencia consumada apuesto que este pensamiento producirá cierto efecto sobre el rufián".

    Por encima de la Alta Venta está el Poder Oculto, tan misterioso para los Cuarenta como ellos para los Carbonarios.
    Uno de los Cuarenta, Malegari, escribía a Breindenstein en 1836: "nosotros queremos romper toda especie de yugo, y hay uno que no se ve, que se siente apenas y que pesa sobre nosotros ¿De dónde viene? ¿Dónde está? Nadie lo sabe, o al menos, nadie lo dice. La asociación es secreta, hasta para nosotros, los veteranos de las asociaciones secretas. Se exigen de nosotros cosas que, a veces, son como para enderezar los cabellos sobre la cabeza ¿Creeréis lo que me dicen de Roma, que dos de los nuestros, bien conocidos por su odio al fanatismo, han sido obligados, por orden del Jefe Supremo, a arrodillarse y comulgar en la última Pascua? yo no razono mi obediencia; pero quisiera saber a donde nos conducen tales capuchinadas" (Delassus, ob. cit. pag. 336)

    ¿Cuál es esa asociación? ¿Quién su jefe supremo? Nadie lo descubrió nunca pero los que durante muchos años hemos estado rastreando y palpando la obra del Judaísmo, el misterio solo tiene una respuesta: el Poder Oculto Judaico.

    La misión asignada a la Alta Venta aparte de dirigir el Carbonarismo fue la destrucción de la Iglesia Católica. Y para ello se concibió el siguiente plan: hacer la Revolución, no contra la Iglesia, sino en la propia Iglesia.

    En efecto, la instrucciones secretas recibidas por los Cuarenta, decían: "lo que debemos pedir, lo que debemos desear y esperar, como los judíos esperan al Mesías, es un Papa según nuestras necesidades ... con eso marcharemos más seguramente al asalto de la Iglesia que con los panfletos de los hermanos de Francia y el oro de Inglaterra ¿Queréis saber la razón? Es que con eso, para herir la roca sobre la que Dios ha colocado a la Iglesia, no tendremos más necesidad de vinagre anibaliano, ni de pólvora, ni aún de nuestros brazos. Tendremos el pequeño dedo del sucesor de Pedro enredado en el complot, y ese pequeño dedo vale más para esta cruzada que todos los Urbano II y todos los San Bernardo de la Cristiandad" (Delassus, ob. cit. T. II, pag. 368) ¿Cómo lograr la realización de semejante plan? las mismas instrucciones dicen: "para asegurarnos un Papa en las condiciones exigidas, se debe formarle primero una generación digna del reino que nosotros soñamos" Y el medio para formar esa generación era uno solo: la CORRUPCIÓN de la IGLESIA, en sus fieles y en su clero. Debemos hacer la educación inmoral de la Iglesia" (carta de Nubius a Volpe el 3 de abril de 1824).

    Esta corrupción abarca un doble aspecto: las costumbres y las ideas.

    CORRUPCIÓN DE LAS COSTUMBRES:
    Como escribía Vindice a Nubius: "el Catolicismo no tiene más miedo de un estilete bien afilado que la Monarquía; pero estas dos bases del orden social pueden desplomarse bajo la corrupción. No dejemos jamás de corromper. Tertuliano decía, con razón, que la sangre de los mártires era semilla de cristianos. Ha sido decidido en nuestros consejos que no haya más cristianos; no hagamos, entonces, mártires; pero popularicemos el vicio de las multitudes. Que lo respiren por los cinco sentidos, que lo beban, que se saturen. Haced corazones viciosos y no tendréis más católicos".

    CORRUPCIÓN DE LAS IDEAS:
    En primer lugar por sugestiones, antitradicionales y revolucionarias, emanadas del Poder Oculto y difundidas en las sociedades secretas y desde estas en las múltiples sociedades y mass media que controlan.

    En segundo lugar por palabras, slogans cuyo fin es corromper las ideas e infundirlas por sugestión y/o repitición en el alma de los pueblos.


    En Masonería a Derecho y al Revés, (citado por Serra y Caussa) : "las discusiones sabias -decía Mazzini- no son necesarias ni oportunas. Hay palabras regeneradoras, que contienen todo aquello que es necesario repetir frecuentemente al pueblo: libertad, derechos del hombre, progreso, igualdad, fraternidad, etc. He aquí lo que el pueblo comprenderá, sobre todo si se el oponen otras palabras como despotismo, privilegios, tiranía, etc.".

    Tales sugestiones y palabras tendían, no a convertir a los católicos al anticristianismo, sino a que, creyéndose católicos, fuesen en realidad anticristianos. "Que el clero marche bajo nuestro estandarte creyendo siempre marchar bajo el pendón de las llaves apostólicas, decían las instrucciones". (citado por Delassu, ob. cit. T II, pag. 531).

    Por ejemplo las palabras:
    libertad tiene un sentido católico, cuando se subordina al Bien y a la Verdad, a ese Verdad que nos hace libres, según Jesucristo. Pero el Poder Oculto y sus secuaces nos endosan la misma palabra tergiversando su sentido, no el que dio Cristo, sino el que le dio Lucifer cuando dijo no serviré; y
    "con nombre de libertad -dice León XIII- defienden una licencia absurda, destructora de toda autoridad".

    igualdad también puede ser cristiana, "No hay distinción -dice San Pablo- entre el hombre libre y el esclavo: todos somos hermanos en Jesucristo". Pero en la corrupción judeomasónica solo significa destruir el orden social, mediante la desaparición de las jerarquías naturales y necesarias.

    fraternidad ¿Qué es sino la caridad cristiana, despojada de su sentido sobrenatural y asentada sobre una base puramente naturalista y humanitaria?

    democracia todos estamos de acuerdo, incluso Santo Tomás de Aquino, en la necesidad de que el pueblo esté representado en el gobierno. Pero el Poder Oculto disfrazó, bajo esa palabra, la negación del origen divino del poder.

    En realidad un plan diabólico que se ejecuta mediante una intensa propaganda por todos los medios: libros, sugestiones individuales, mass media, etc.
    Las instrucciones lo tenían todo previsto: "una vez establecida vuestra representación en los colegios, en los gimnasios, en las universidades y en los seminarios, una vez captada la confianza de los profesores y de los estudiantes, haced principalmente que aquellos que se enrolan en la milicia clerical gusten buscar vuestras pláticas. Ofrecedles, al principio, libros inofensivos; después, poco a poco, conducid vuestros discípulos al grado de cocción querido. Debéis tener el aire de ser simples como palomas; pero seréis prudentes como las serpiente ... En algunos años, ese joven clero tendrá, por la fuerza de las cosas, acaparadas todas las funciones, gobernará, administrará, juzgará, formará el consejo del soberano, será llamado a elegir Pontífice, como la mayor parte de sus componentes, estará necesariamente más o menos imbuído de los principìos italianos y humanitarios que nosotros vamos a comenzar a poner en circulación" (citado por Delassus, ob. cit. T II, pag. 483 y T III, pag. 1045).

    Mientras así preparaban las sectas al futuro clero no se descuidaba la seducción del actual, y sobre todo de sus más altas figuras.



    Nubius, en carta al judío Klausse, se muestra enteramente dedicado a ello: "yo paso a veces -dice- una hora de la mañana con el viejo Cardenal della Somaglia, secretario de Estado; monto a caballo, sea con el Duque de Laval, sea con el Príncipe Cariati; voy, después de la misa, a besar la mano de la Princesa Coria o encuentro, muy a menudo, a Bernetti. De allí me encamino a lo del Cardenal Palotta; después visito en sus celdas al procurador general de la Inquisición, el dominico Jaulot, al teatino Ventura o al franciscano Orioli. Por la tarde comienzo en casa de otros esta vida de ociosidad tan bien ocupada a los ojos del mundo y de la corte. Al día siguiente reinicio esta cadena interminable" (Delassus, ob. cit. T II, pag. 370/7).

    "Este ataque desgraciadamente tuvo bastante efecto, no sobre la Iglesia en sí, sino sobre cierto número de católicos. Hubo algunas apostasías, como la de Lammenais, y hubo, sobre todo, un pequeño sector que se dejó seducir y que bajo diversos nombres y distintas modalidades -católicos liberales, demócratas cristianos, progresistas, americanistas, modernistas, silloistas, "maritainianos"- ha perdurado hasta nuestros días, en que pareciera recibir un nuevo impulso" (Julio Meinveille en su obra: "De Lammenais a Maritain").

    A este relativo éxito se refería Gaetano en su carta a Nubius: "en el espacio de pocos años hemos hecho mucho camino. La desorganización reina por doquier ... en el corazón de los nobles como en el de los sacerdotes. Todos se han doblegado bajo el nivel que queremos imponer a la humanidad para humillarla. El mundo está lanzado por el camino de la Democracia" (Delassus, ob. cit. T II, pag. 530).

    Y un obispo ejemplar, Monseñor Meirieux aludía a estos católicos infeccionados de liberalismo en una pastoral de 1864: "Tal es la sagacidad con que el espíritu del mal ha tendido sus lazos, que extravía a espíritus rectos, que los fascina al punto de hacerlos sus defensores. Se opera bajo nuestros ojos lo que se verá en el último día: un gran misterio de seducción. Parece, si esto fuera posible, que ni aún los mismos elegidos escaparían" (Delassusob. cit. T II, pag. 501).

    Si bien diversos católicos cayeron en la trampa, la Iglesia,asistida por el Espíritu Santo, vio cumplirse una vez más la promesa de Jesucristo: "las puertas del infierno no prevalecerán contra ella".

    Y ya en 1844 Beppo, decepcionado, escribía a Nubius lamentándose de que, "pese a las conquistas hechas entre "religiosos de todas las órdenes, sacerdotes de todas condiciones y aún en ciertos Monseñores intrigantes y ambiciosos" no habían podido lograr ningún jesuíta, ni ningún Cardenal". Menos aún el Papa. Con la muerte de Gregorio XVI, la secta pareció alentar ciertas esperanzas con Pío IX, pero en 1864 con el Syllabus, Pío IX asestó el golpe de muerte al catolicismo revolucionario. La proposición 80 lo condenaba expresamente, al anatemizar su tesis: "El Romano pontífice puede y debe reconciliarse y transigir con elprogreso, liberalismo y civilización moderna".

    Cinco años después el Concilio del Judaísmo reunido en Leipzig bajo presidencia de Lázarus, aprobaba la siguiente conclusión: "El sínodo reconoce que el desenvolvimiento y la realización de los principios modernos son la más segura garantía del presente y del porvenir del Judaísmo y de sus miembros. Son las condiciones más enérgicamente vitales para la existencia expansiva y el más alto desarrollo del Judaísmo" Era la respuesta al Syllabus.
    Pero mucho antes de darla, los judíos habían renunciado a conquistar la Iglesia por medio de la astucia de los Cuarenta, y habían vuelto a confiar en la violencia de Mazzini y sus carbonarios, mientras Nubius, despojado de su jefatura en 1844, moría envenenado cuatro años después, tal vez porque sabía demasiado.


    EL CARBONARISMO.
    La acción de los Carbonarios fue esencialmente política pero bajo pretextos políticos combatió siempre a la Iglesia. El Poder Oculto les había encomendado la misión de voltear los tronos.

    El Carbonarismo comenzó a manifestarse en 1814, con su propósito de dar una constitución al Reino de Nápoles y con el apoyo del Rey Murat pero fracasó por la restauración de Fernando I.
    En 1817 empezaron a actuar en los Estados del Papa intentando destruir su poder temporal. Provocaron la revuelta de Macenta sofocada por las tropas pontificas.
    En 1820 vuelven a la carga en Nápoles obligando a Fernando I, mediante una revolución, a establecer la constitución española de 1812 y confiar el gobierno a los jefes del movimiento. La oportuna intervención de Austria volvió las aguas a su cauce.
    También revolucionaron Cerdeña e igualmente Austria restableció la tranquilidad.


    En 1821, aliados y mezclados con los carbonarios, aparecieron en ESPAÑA los COMUNEROS, célebres por sus crímenes.


    Según Menédez y Pelayo, (en Historia de los Heteredoxosos Españoles, T. III, pag. 504): "Rotten hace salir de Barcelona en su fúnebre tartana a todos los prisioneros sospechosos y les prepara el camino, a guisa de malhechor, emboscadas donde todos sucumben. Así perecieron el obispo de Vich y el lego que le acompañaba; así el 17 de noviembre de 1822, 24 vecinos de Manresa, entre ellos el jesuíta Urigoitía, consumado humanista, el Canónigo Tellada, que tenía grandes conocimientos matemáticos, y el Doctor Font y Ribot.
    En La Coruña el brigadier Méndez Vigo, parodiando el proconsulado de Carrer en Nantes, manda arrojar al mar a ballonetazos, en plena noche, a 51 presos políticos (muchos clérigos y frailes) cuyos ensangrentados y deformados cadáveres (cráneo machacado con los remos) volvieron, al día siguiente, debido a las mareas a dar testimonio de la ferocidad jacobina
    ".

    La influencia Carbonaria se extendió hasta Rusia. Pestel y Mouravieff mantuvieron correspondiencia con Nubius y se crea la logia "Unión y Bienestar" que en 1823 planea una serie de asesinatos, incluido el del Emperador Alejandro I luego en 1825 moriría el Emperador en forma misteriosa. Su sucesor Nicolás I, gracias a su energía salvó la vida y envió a los conspiradores (18 carbonarios italianos encomendados para cometer el magnicidio) a Siberia desde donde mantuvieron correspondencia con el judío Piccolo Tigre (Cfr. Charlas, "La Cuestión Judía", pag. 117).

    El mayor éxito carbonario se obtuvo en Francia. Importado de Italia por masones franceses que habían participado en la revolución de Nápoles, comenzaron a actuar después de Decazes, ministro masón de Luis XVIII y desalojado del gobierno con motivo del asesinato del Duque de Berry.
    Su centro era la logia "Los Amigos de la Verdad", organizaron una intensa campaña de oposición mediante la tribuna y la prensa, así como conspiraciones militares: Belfort, Saumur y La Rochelle.

    Bajo el reinado de Carlos X, carbonarios y masones siguen conspirando. Aparece una sociedad más misteriosa aún: la "Orden del Nuevo Templo", la asociación "Aide-toi le ciel t'aidera" presidida por Guizot y controlada por la masonería. Diputados como Casimir Perier y Benjamín Constant conocen el secreto y encubren la conspiración.
    La reglamentación de la libertad de prensa por el gobierno de Carlos X fue la señal de la rebelión, que estalló en julio 1830. El encargado de defender al Rey: general Maison se encuentra en Rambouillet, rodeado de tropas fieles y en condiciones de reprimir fácilmente el levantamiento; pero antes de que los sediciosos aparezcan emprende la fuga y les entrega el triunfo, esto es historia conocida, lo que no se conoce tanto es que el general Maison era "Inspector General del Gran Oriente" (Copin Albancelli en Le pouvoir oculte contre la France, pag. 337)

    James Rothschild que no había obtenido de la monarquía legítima ciertos favores a cambio de su ayuda financiera a Luis XVIII "facilitó el triunfo" (según Hosmer en Historia de los Judíos, pag. 228).

    Y como diría el alto grado masón Dupin: "no penséis que en tres días se haya hecho todo. Si la revolución ha sido tan pronta y súbita es porque no tomó a nadie desprevenido ... La hicimos en pocos días porque teníamos la clave que nos permitió substituir inmediatamente con un nuevo ordenaquél que acabábamos de destruir. Desde que el Carbonarismo se estableció en Francia, bajo las formas que ciertos hombres, ahora pares de Francia y funcionarios públicos, fueron a buscar a Italia y Alemania, tuvo por fin la destrucción de todo poder irresponsable y hereditario" (Copin Albancelli en "Le pouvoir oculte contre la France", pag. 376)

    Derrocado Carlos X el trono correspondía al Duque de Orleáns, pero fue proclamado rey el masón Luis Felipe de Orleáns, hijo del regicida Felipe Igualdad. Luis gobernó rodeado de sus "hermanos" de secta: Decazes, La Fayette, Dupont de l'Eure, Talleyrand, Mérilhon, Charles Teste, etc.

    La Revolución de 1830 no se redujo a Francia, fue el punto de partida y apoyo al movimiento ANTICATÓLICO y antimonárquico que desde París se extendió a toda Europa, previamente sembrado por Carbonarios y Masones.

    En Italia hubo insurrecciones en los Estados Pontiicios, Parma y Módena sofocadas gracias al auxilio de Austria. Francia las apoyó ocupando Ancona.

    En Alemania hubo también disturbios, En Brusnwick se expulsó al Duque Carlos. Sajonia, Hannover y en el Hesse electoral se exigen, y consiguen, constituciones liberales. En 1833 en Francfort estalla una revolución con el objetivo de disolver la Asamblea Federal y establecer la República.

    En España y Portugal los liberales sostenían a Dª Isabel y a Dª María, respectivamente, reciben apoyo francés e inglés y logran imponerse a D. Carlos y D. Miguel.
    En Madrid organizan, 1834, una matanza de frailes, haciendo cundir la voz de que habían envenenado las aguas. Imagen repetida al año en Zaragoza, Reus, Barcelona, y Murcia. Martínez de la Rosa, masón y presidente del Consejo de Ministros, dejó declarado de puño y letra que estas matanzas fueron obra de las sociedades secretas (Menéndez y Pelayo, en Historia de los heterodoxos españoles, T III, pag. 589 y ss)
    En 1835 llegó al gobierno el judío y masón Mendizábal, quien para "solucionar" los problemas financieros de España no encontró mejor medida que EXTINGUIR las órdenes religiosas y la incautación de sus bienes por el Estado.

    El aspecto más audaz y hábil de la campaña de 1830 fue la campaña contra la Santa Sede, a instigación del vizconde Palmerston, estadista inglés y uno de los más altos jefes de la Masonería, Luis Felipe embarcó a los ministros de Austria, Rusia y Prusia en una maniobra diplomática.
    En 1831 se reunió una conferencia y se redacto el Memorandum, verdadera intimación dirigida al Papa Gregorio XVI, en la que se le EXIGÍA la convocación en Roma de una consulta de Estado formada por el concurso del pueblo de los Estados Pontificios, una nueva y amplia reorganización de las municipalidades, el establecimiento de consejos provinciales, la admisión de laicos en funciones administrativas, ..., y una amplia amnistía para los delincuentes políticos.


    El Papa respondió: "la barca de Pedro ha sufrido pruebas más duras. Afrontaremos ciertamente, la tempestad. El trono de Luis Felipe de Orleans se desplomará, pero éste no"
    A su muerte le sucede Pío IX. Como dice Crétineau Joly "no sabiendo aún que, es preciso no tocar a la Revolución más que para cortarle la cabeza, lo que haría después con Syllabus, creyó poder conceder algo de lo que se le demandaba"

    Mientras el movimiento de 1830 actuaba contra el Catolicismo, no dejaba de beneficiar en toda forma a sus inspiradores: los judíos.

    Así lo reconoce el historiador israelita Graetz cuando afirma: "de repente, del Occidente apareció sobre el cielo límpido un relámpago; se oyó un trueno formidable; siguieron los días de Julio de 1830. Nadie ha previsto esta revolución, nadie la ha preparado. Ni siquiera los que tomaron parte en ella se daban bien cuenta de lo que pasaba, y eran tan solo instrumentos ciegos de los promovedores de los destinos históricos ... El cambio producido por la revolución, ante todo, ha sido útil para los judíos" (Graetz en Historia de los Judíos, T V, pags. 181/4).

    En Francia los ultrajes y ataques a la Iglesia católica son constantes y se tolera una intensa campaña contra ella, los rabinos judíos, por medio del masón Viennet, solicitan una subvención oficial. El Ministro de Instrucción Pública y Culto, Mérilhon, masón, presenta un proyecto en tal sentido, y la ley es promulgada por Luis Felipe (8 febrero 1831) y su cuantía se detrajo de la subvención al clero católico.

    La Revolución y Napoleón habían abierto las puertas a los judíos. El movimiento de 1830 les permitió pasar, con Luis Felipe aparecen en gran cantidad en Parlamento y Senado, (Informe Anual de "Archives Israelites" año 5647, pag. 62),incrementan su influencia económica y James Rothschild financia el ferrocarril (Revue Internationale des Societés Secretes, 15 abril 1936, pag. 253).

    Catorce años después según un diputado en la Cámara de los Comunes, el judío Disraeli, la influencia judaica en Europa es la siguiente: " "esa diplomacia rusa, tan llena de misterios y ante la cual palidece Europa Occidental entera ¿Quiénes la organizan y dirigen? Judíos.

    La poderosa revolución que se prepara y se arma en Alemania, donde, de hecho, será quizás una segunda reforma, más considerable que la primera ¿bajo qué auspicios adquiere la plenitud de su desarrollo? Bajo los del judío. ¿A quién en Alemania, ha tocado el monopolio casi completo de todas las cátedras profesionales? Neandro, el fundador del catolicismo espiritual y Regius, el profesor de teología de la Universidad de Berlín ¿No son dos judíos? Bénary, esta ilustración de la misma Universidad, es también judío. Y es un judío aún Welh, el profesor de Hidelberg. En una palabra ¿cuál es el número de los profesores alemanes de raza judía? ¡una legión!.
    Tras mi llegada a San Petesburgo, tuve una entrevista con el ministro de finanzas de Rusia, el
    Conde Cancrin, era hijo de un judío lituano.


    En España, había obtenido del ministro judío Mendizábal una audiencia, es lo que soy: el hijo de un judío, de un convertido de Aragón.


    En París quise conocer al Presidente del Consejo, y tuve ante mis ojos un héroe, un mariscal del Imperio (que estuvo en su día a punto de sentarse en el trono de Portugal), en una palabra, el hijo de un judío francés, Soult. ¡Y qué! ¿Soult es judío? Si, sin duda, lo mismo que otros muchos mariscales del Imperio, a la cabeza de los cuales Masséna, que entre nosotros se llama Manasseh ...
    Cambio París por Berlín, y el ministro que tengo que visitar es un judío prusiano
    "

    Y Disraeli agrega, con profundo conocimiento de causa: "este mundo está gobernado por personajes muy distintos de los que se figuran aquellos que no ven lo que pasa detrás de los bastidores" (Disraeli en Coningsby, pags. 183/4).

    1789 había sido la primera etapa de la lucha por la conquista de Europa. 1830 fue la segunda, 1848 sería la tercera.

    Para esta tercera etapa el Poder Oculto movilizó sus fuerzas bajo una nueva asociación: la Joven Europa. Con ella inspira a cada pueblo del continente los "ideales nacionales" que convenían al Judaísmo.
    Convenía la unidad de Italia para desalojar de ella el poder temporal del papado y la influencia católica de Habsburgo.
    Le convenía la unidad germánica bajo la hegemonía de Prusia, para crear en Europa un fuerte núcleo protestantes y masónico en desmedro de la católica Austria.
    Le convenía usar a Francia para conseguir ambos fines, resucitando la quijotesca política revolucionaria de "proteger" a los "pueblos" italianos y alemán.

    En la procura de tales "ideales nacionales" nacen los movimientos secretos correspondientes: la Joven Italia, la Joven Alemania, la joven Francia. Y así van surgiendo por Europa otras "Jóvenes" inconscientes siempre al servicio del Judaísmo.

    La lucha comienza en Francia. Luis Felipe, aunque masón, no era el ideal para dirigir a Francia en el papel asignado. Entendía que la causa de Francia era la causa de Francia, y no de la libertad, ni de las nacionalidades, ahora era un estorbo que había que eliminar.
    En 1847 se reúne en Estrasburgo un Congreso Masónico internacional. Representan a Francia, entre otros,: Lamartine, Cremiexu, Cavaignac, Caussidiere, Ledru Rollin, Louis Blanc, Proudhon, Marrast, Marie y Pyat. Deciden la substitución de la monarquía por la república.


    En octubre de ese año, Glasbrenner, judío y masón, publica en Berlín un calendario en el que, bajo la fecha de 26 de febrero 1848, se lee la siguiente inscripción: "la casa de Luis Felipe hace su inventario: el pasivo sobrepasa al activo"

    Cinco directores de logias parisinas preparan la revolución (Cardenal José Mª Caro en El Misterio de la Masonería", pags. 122/3) estallará el 24 de febrero, con dos días de diferencia con la fecha señalada en el calendario de Glasbrenner.
    Odilon Barrot, masón de la logia de los Trinósofos y Presidente del Consejo de Ministros, tras jurar fidelidad a Luis Felipe, hizo cesar el combate contra los revolucionarios y se organizó el gobierno provisional (ob. cit.). Los componentes de este "gobierno" son los mismos que representaron a Francia en el Congreso Masónico de Estrasburgo, sus 12 miembros son todos masones, y un par, judíos.

    El 6 de mayo el gobierno provisional recibe a una delegación oficial de las Logias, la crónica sobre el acto del periódico "Le Moniteur" del 7 de marzo es: "los delegados, llevando sus insignias, fueron recibidos por Cremieux y Garnier Pages, miembros del Gobierno Provisorio, revestidos, también, con sus insignias masónicas. Saludaron el triunfo de sus principios y se felicitaron de poder decir que la patria entera ha recibido, por los miembros del gobierno, la consagración masónica"
    Pocos días después visitan al Gobierno Supremo Consejo del Rito Escocés y el Gran Oriente. al recibir a éste último el judío Cremieux proclama la siguiente gran verdad: "La República está en la Masonería".

    Pero la revolución de 24 febrero en París es solo el primer eslabón de una cadena.
    El 13 de marzo estalla en Viena,
    el 18 de marzo, el masón, Von Gagern proclama la república en Berlín;
    el mismo día comienza la revolución en Milán,
    el 20 en Parma;
    el 22 en Venecia, Roma, Nápoles y la Toscana.
    La república se instala en Roma y la anarquía se apodera de Austria.

    Las dos "bestias negras" del Judaísmo: el Papa y el Emperador, huyen de Roma y de Viena para refugiarse, respectivamente, en Nápoles y en Innsbruck. El triunfo judeomasónico es completo.

    Esta sincronización sólo se explica como hace Gougenot des Mousseau en su libro "El Judaísmo y la Judaización de los Pueblos Cristianos": "cuando la recrudescencia revolucionaria de 1848 -dice- yo me encontraba en relación con un judío que, por vanidad, traicionaba el secreto de las sociedades secretas a que pertenecía y me advertía con ocho o diez días de anticipación, de todas las revoluciones que debian estallar en un punto cualquiera de Europa. Yo le debo la convicción inquebrantable de que todos esos grandes movimientos de "los pueblos oprimidos" son combinados por una media docena de individuos que dan sus órdenes a las sociedades secretas de Europa entera".

    Lo ocurrido en Francia ilustra el aserto. El movimiento "popular" de 1848 es derrotado en las elecciones en una Francia católica y monárquica. La Asamblea Nacional rehusó, entonces, secundar los planes prefijados por el Poder Oculto. ¿Qué sucedió? el Judaísmo al ver que la democracia no le respondía buscó a un dictador, un hombre ligado a las sociedades secretas, y eligió al carbonario y rosacruz Luis Napoleón Bonaparte.
    Según Delassus "esta dictadura fue preparada y patrocinada por la Masonería internacional y particularmente por uno de sus grandes jefes: Lord Palmerston, ministro inglés y Gran Maestre de la Masonería Universal.
    El príncipe Murat, primo de Luis Napoleón, era Gran Maestre de la Masonería francesa desde el 3 de noviembre de 1851, o sea desde el día siguiente a aquel en que Napoleón disolvió las Cámaras, siendo Presidente
    ".

    En 1852 se realizó en París otro Congreso de jefes de las sociedades secretas europeas. Allí se resolvieron la dictadura, bajo el nombre de Imperio, en la persona de Luis Napoleón, y la revolución italiana. Solo tres miembros del Gran Congreso persistieron con Mazzini en pedir el establecimiento de una república democrática. La gran mayoría pensó que una dictadura llevaría mejor los asuntos de la Revolución y el Imperio fue decretado (Henri Delassus en "La Conjuration Antichretienne" T I, pag. 248, nota 2).
    Así, seis meses antes de la proclamación oficial, Napoleón era proclamado por la Masonería. A su lado no faltaba un judío, su ministro de hacienda: Aquiles Fould.

    Entre tanto no soplaban buenos vientos para los revolucionarios de "la Joven Europa". Inicialmente la Revolución del 48 había beneficiado a los judíos en todas partes.

    En Alemania "los cimientos de cada estado fueron sacudidos violentamente y los aterrorizados reyes y príncipes se apresuraron a dar constituciones. Los judíos fueron incluidos en los privilegios distribuidos; fueron elegidos en los parlamentos y tomaron parte en las deliberaciones que buscaban
    solución a los nuevos problemas constitucionales
    " (Abraham León Sachar en Historia de los Judíos, pag. 381)

    En Austria "se proclamó la libertad religiosa, se abolieron los guettos, desparecieron los impuestos judíos especiales, y en el primer parlamento, el rabino Meisels de Galicia, con caftán y streimel, deliberó lado a lado con importantes diputados cristianos" (Ibidem).

    En Hungría el lider nacional, Kossuth "abogó vigorosamente por la igualdad judía y en la primera asamblea nacional húngara se concedieron, a los judíos, completos derechos civiles y políticos" (Ibidem).

    Pero en 1849 sobrevino la reacción y Hungría fue sometida. El antiguo orden de cosas también se restauró en Austria y Alemania. Si bien en ésta los judíos mantuvieron las posiciones conquistadas, como dice el israelita Graetz: "La Joven Alemania, que se formó en 1848, es la hija de los judíos".

    En Italia, el rey de Piamonte, Carlos Alberto, se había puesto al frente del Partido de la independencia y de la unidad italiana y había ocupado Lombardía. Los austríacos lo vencieron en Custozza. Una nueva campaña piamontesa terminó con dos triunfos austríacos: Mortara y Novara. Carlos
    Alberto tuvo que abdicar en favor de su hijo Victor Manuel II. Debido a ello la revolución fracasó en toda Italia.

    Solo quedaba la República Romana, en manos del carbonario Garibaldi que estaba a merced de los ejércitos austríacos.
    Entonces el Poder Oculto recurrió a una de sus estratagemas satánicas. Perdida por perdida la República Romana, que fuese Francia, la masónica, y no la católica Austria, quien restableciese la autoridad papal. Así una delegación encabezada por Luis Napoleón Bonaparte restauró a Pío IX en Roma, con ello no dejó de sacar provecho como relata Napoleón III en carta a Edgar Nay: "yo resumo así el restablecimiento del poder temporal del Papa: amnistía general, secularización de la administración, Código Napoleón y gobierno liberal".
    La estratagema era hábil, "proteger" al Papa pero imponiéndole la ley. Dejar contentos a los católicos franceses "gesta Dei per francos" y asegurarse la intervención en los asuntos de Italia.

    Evidentemente el Poder Oculto no había creado la dictadura de Napoleón para restablecer al Papa en Roma, el programa judío (unidad de Italia y Alemania) no podía ser realizado por los "pueblos".
    La unificación alemana fracasó en el Parlamento de Francfort. La italiana por los ejércitos austríacos. Había que recurrir al brazo francés. Había que hacer la "gesta judaeis per francos". Esa fue la misión de Napoleón III.
    Y Napoleón III procedió por etapas:

    PRIMERO, contribuyó a debilitar a Rusia, aliándose con Turquía e Inglaterra y la guerra Crimea. Debilitar a Rusia era debilitar la Santa Alianza y hacer posible una guerra contra Austria que liberara Italia (Jacques Bainville en Historia de dos pueblos, pags. 164 y 1166). A Napoleón III se le exigía, sobre todo, liberar Italia (juramentos de carbonario). El atentado de Orsini fue un instrumento de la masonería italiana que recordaba por el asesinato dichos compromisos.

    Según la Enciclopedia Espasa, tomo 37, pags. 1037/38, Las intrigas de Cavour, ministro del Rey de Cerdeña, Víctor Manuel II, terminaron por decidirlo pues era el rey en que el Poder Oculto había confiado para dirigir la política pro unión italiana y junto a él un hábil secretario y consejero, el judío Hartum, protegido por la Masonería, mediante los gobiernos francés e inglés (Conferencia de París que finalizó la guerra de Crimea), protegido de la finanza judía (empréstitos substanciosos de la casa Rothschild), (Hugo Wast en Don Bosco y su tiempo, pag. 273).

    Seis meses tras el atentado de Orsini, Napoleón III llama a Cavour para ponerse a disposición de la causa de la libertad italiana ... en la Conferencia de Plombières queda convenida la intervención francesa en la guerra contra Austria, a cambio de Niza y Saboya, del casamiento del príncipe Jerónimo Bonaparte con la hija de Víctor Manuel y de una concesión de zona de influencia piamontesa que el Piamonte sabrá impedir a su debido tiempo. Conseguido el apoyo francés, Cavour se hace declarar la guerra por Austria. Napoleón III con 180.000 soldados y bien financiado por la banca judía Pereira (ligada con su ministro Fould, según la Revue International des Societés Secretes, 15 abril 1936, pag. 254) va con su aliado (50.000 soldados).
    Magenta y Solfernino sellan la victoria francopiamontesa.


    Asutria cederá a Francia: Lombardía y Francia entrega al Piamonte al que se anexionan Parma, Módena, Florencia y Romania.

    El Judaísmo había dado el primer paso hacia la liberación y unificación de Italia, sin dejar, de obtener provecho inmediato y como refiere el historiador judío León Sachar "dónde quiera que triunfaron esos héroes épicos se disipaba la oscuridad para los judíos".

    SEGUNDO paso, primero en otra ambición: la unificación alemana, lo dio Prusia en 1866. Prusia e Italia se unen contra Austria. Otro banquero judío: Bleichroder, financia los ejércitos prusianos (Revue Internationale des Societés Secretes, 15 abril 1936, pag. 254).


    Francia con su gobierno masónico permanece neutral, y toda su prensa, en manos del Poder Oculto, se entusiasma a favor de Prusia: "la unidad de Alemania, como la de Italia, es el triunfo de la Revolución" (Siècle).
    "La Liberté" exigía que Francia se mantuviera fiel a una política del predominio en Europa de una Prusia protestante. Mientras L'Opinion Nationale expresaba el pensamiento masónico: "nosotros estamos por el aminoramiento de Austria, porque Austria es una potencia católica que debe ser suplantada por Prusia, baluarte del protestantismo en el centro de Europa. Luego, la misión de Prusia es protestantizar a Europa, como la misión de Italia es destruir el Pontificado Romano. He aquí las dos razones por las que queremos el engrandecimiento de Prusia e Italia"". (L'Opinion Nationale, julio 1866).

    El masón Bismarck se vanoglorió más tarde de haber alimentado ese entusiasmo con subsidios hábilmente distribuidos (Bainville e Ob. cit. pag. 169).

    Piamonte y Prusia triunfaron, Piamonte se ensanchó con Venecia, y Prusia con Hannover, el Hesse electoral, Nassau, Francfort y los ducados dinamarqueses. Luego impuso tratados de alianza a Baviera, Wutemberg y Baden.

    En la derrota Austria "se proclamó una nueva constitución, el Ausgleich, que llegó a ser la Carta Magna para las razas en minoría. Los judíos podían vivir ahora en cualquier lugar del país, podían optar a todos los puestos y, a veces, fueron admitidos hasta en la nobleza hereditaria" (Abraham Leon Sachar, ob. cit. pag. 381).

    Mientras en Francia los traidores e imbéciles aplaudían: ¡Viva la unidad de Italia contra el Papa! ¡Viva la unidad de Alemania protestante! ¡Muera Austria católica!
    El Judaísmo le iba trazando el destino que como nación también católica le había decretado, trágico destino cuyos jalones fueron las tres eses: Solferino, Sadowa y Sedán. Pues sabido es que el traidor no es necesario y es un estorbo consumada la traición.


    EL DESTINO DE FRANCIA:
    En 1870 el destino de Francia estaba sellado. Ya había cumplido la misión asignada por el Poder Oculto. Ya había criado los cuervos que le sacarían los ojos.
    Por un sarcasmo del Judaísmo, el mismo año en que Francia vio realizados los ideales internacionales que le habían marcado el Poder Oculto y la Masonería, fue el año en que cayó bajo la bota de sus amados prusianos, ante el complaciente silencio de sus no menos amados italianos.

    ¿Porqué el Judaísmo decretó la caída de su peón francés? Porque pese a la Revolución, a Napoleón I, de Luis Felipe y Napoleón III, seguía siendo una nación católica. Las elecciones lo demostraban una y otra vez. Un imperio católico francés era INACEPTABLE para el Poder Oculto.
    Se creó y favoreció dicho imperio mientras estuvo al servicio de designios internacionales, ajenos a Francia, realizado el ideal, el Imperio molestaba y podía volverse peligroso.

    Era preciso rebajar, humillar a Francia, imponerle desde fuera la ley masónica, en forma que no pudiera volver a levantar cabeza.

    Prusia era protestante y “el protestantismo, como decía la revista masónica alemana "Hatomia": "es la mitad de la Masonería". Y la otra mitad, la Masonería propiamente dicha estaba muy difundida en Alemania ("Bismarck está con nosotros enteramente" decía el masón general Etzel).
    El propio Rey Guillermo era maśon. Comenta Sachar que "bajo su regencia los judíos estuvieron identificados con toda empresa importante" y también era judío Lasker el jefe de la mayoría liberal en el Reichstag.

    Charles Goyau en su libro "La Idea de la Patria y el Humanitarismo" cuenta que se entregó a Francia en 1870, atada de pies y manos. La Masonería se opuso a la reorganización del ejército que pretendía el mariscal Niel y la Masonería francesa acogía con estúpida ternura la fundación de una logia alemana en París, cómo el "hermano" Brison iba a esta logia, la Concordia, a estrechar a sus "hermanos" alemanes y celebrar con ellos la supresión de las fronteras y la fraternidad universal. Durante este tiempo Alemania aumentaba incesantemente el poder de su ejército.
    El Poder Oculto hacía predicar el pacifismo y humanitarismo en Francia, por la Masonería francesa, en tanto, la Masonería alemana predicaba y difundía el patriotismo alemán.

    La guerra estalló el 19 de julio, Bismarck se la hizo declarar (telegrama de Ems).
    El imperio francés se derrumbó estrepitosamente y concluyó en Sedán como es bien conocido.
    Lo no tan sabido es el porqué del derrumbe que declaran las revelaciones de Giers, ministro de Rusia en Estocolmo, hechas en 1872 y publicadas en 1874 en muchos diarios europeos, sin rectificación alguna de su autor:
    "yo estaba entonces acreditado en Berna. Había en al ciudad una agencia perfectametne organizada, funcionando con una precisión prusiana, para las informaciones concernientes a la distribución de las tropas francesas, sus desplazamientos, cantidad de municiones, víveres, etc. y mil indicaciones de las más ínfimas y detalladas, que franceses afiliados a la Masonería comunicaban a las logias, y cosa extraña, esos informes llegaban con rapidez prodigiosa, por despachos cifrados, a la agencia prusiana masónica en Berna.
    Estudié a fondo esta colosal organización para hacer una relación detallada a mi gobierno. Es inverosímil ¿no es cierto? y sin embargo verdadero.
    La nación francesa había sido condenada por la Alta Masonería Internacional, y ni mejor organización nacional, ni talentos estratégicos, ni el valor incontestable de las tropas, jamás habrían podido materialmente triunfar. Era una guerra de ciegos contra videntes".

    Todo está confirmado en un interesante trabajo "El papel de la Masonería en los acontecimientos de 1870" publicado en 1927 en la Revue Internationale des Societés Secretes (nº 4, pag. 773).

    La traición del general Bazaino, las maquinaciones del coronel Magnan y otros hechos en apariencia inexplicables cobran así sentido, fueron traiciones masónicas.

    Francia había caído, pero todavía, esta vez, a pesar de todo, el verdadero espíritu francés volvía a levantarse. En las elecciones de 1871, sobre 650 diputados, 400 son monárquicos. La Asamblea pide oraciones públicas por Francia en todas las iglesias y declara de utilidad pública la construcción de un templo en Montmartre.



    Se imponía una nueva y enérgica sanción contra la incorregible Francia. Estalló la revolución de la Comuna protegida por Bismarck y sostenida por la Masonería.
    Un populacho guiado por los emisarios del Poder Oculto, asesina, saquea, incendia y destruye durante 73 trágicos días. Curioso y revelador detalle: "la casa de Rothschild fue respetada, mientras todas las demás fueron destruídas y/o saqueadas" (Hosmer en Historia de los Judíos, pag. 230. En realidad Rothschild poseía 145 propiedades en París y todas gozaron del mismo privilegio, lo que excluye cualquier casualidad).

    El 26 de abril una manifestación de 10.000 masones encabezados por sus dignatarios y revestidos de sus insignias, llegan a las defensas de la ciudad y colocan 62 pendones masónicos. Luego se dirigen al Hotel de Ville para saludar al gobierno revolucionario. Un miembro de la Comuna, el "hermano" Tiriforque, declara que: "la Francia masónica ha comprendido que la Comuna sería la base de nuestras reformas sociales".
    Otro "hermano" de la Comuna, Lefrancais dice que "estoy convencido, hace tiempo, de que el fin perseguido por la Masonería es el mismo que el de la Comuna".
    El ciudadano Alix, compañero de los anteriores, añade que la Comuna de París pone en práctica en una nueva forma lo que la Masonería ha sostenido siempre.
    Un "hermano de la Rosa escocesa" anuncia que "la Comuna, Nuevo Templo de Salomón, es la obra de los masones a la que deben consagrarse" (Fara, en la "Masonería y su Obra", pag. 80).

    Si bien cae la Comuna vencida, sigue el carbonario Thiers al frente del Poder Ejecutivo.

    En octubre de 1872 se realiza en Novara un conciliábulo masónico tendente a impedir la restauración. Félix Pyat representaba a Francia y el general Etzel a Prusia. Se decidió la instauración de la dictadura del judío masón Gambetta.
    Hay dos fuerzas que empujan el acuerdo: la Masonería y Prusia.
    Para que todo se cumpla, Gambetta recibe órdenes de Bismarck, parece inverosímil, pero es cierto.

    El 1º de noviembre 1877 el Conde Herbert de Bismarck escribe al Conde Henckel de Donnesmark, gobernador de Alsacia y Lorena: "las relaciones que tenéis con Gambetta son de muy grande interés para mi padre, pero él no cree oportuno hacerle llegar, aunque sea por vuestro intermediario, comunicaciones u órdenes" (cit. Delassus, ob. cit. T II, pg 605). Dos meses después llegarían esas órdenes y comenzó la guerra al clericalismo.

    Las elecciones para constituir el Poder Legislativo constituyen un triunfo masónico, el secreto de este vuelco lo revela una fuente insospechada, el diario socialista "Le Citoyen": "los principales medios de influencia y de corrupción de Gambetta en Francia entera para hacer triunfar a los suyos en el escrutinio, se han basado sobre la acción de la Masonería, y en París especialmente sobre la administración de la Asistencia Pública. Un mes antes de la fecha del decreto de convocatoria de elecciones, todas las logias masónicas de Francia fueron llamadas a deliberar sobre la cuestión electoral.
    Las que manifestaron alejamiento respecto a la política gambettiana no fueron convocadas; pero las de adhesión probada se convirtieron durante el período de elecciones, y lo siguen siendo aún, en centros permanentes de acción política en favor del oportunismo.
    En cuanto a la Asistencia pública sabemos que sumas considerables han sido distribuidas bajo forma de socorros, para realizar la propaganda electoral en todos los barrios parisinos donde el gambettismo está en retirada
    ".

    Triunfante la Masonería, el Presidente Mac Mahon se somete. En 1879 renuncia. Entonces se funda la Unión Republicana, que abarca desde el centro izquierda a la extrema izquierda, y declara tener un enemigo que combatir: el clericalismo, es decir, el CATOLICISMO. La República masónica se había instalado, definitivamente, en Francia.


    CONSECUENCIAS EN EUROPA DE LA CAÍDA DE FRANCIA
    La principal y primera fue la realización del sueño dorado del Judaísmo: la pérdida del poder temporal del Papa.
    La guerra con Prusia dio a Napoleón III la excusa para retirar la guarnición que tenía en Roma. Inmediatamente, las tropas de Víctor Manuel, al mando del canónigo apóstata Cardona, invadieron por tres partes el pequeño territorio que aún no se había arrebatado a la Iglesia y consumaron el sacrilegio el 20 de septiembre de 1870, así se consumaba al unidad de Italia. Fue la mayor victoria judía de su siglo, y como tal fue celebrada.

    En una generación, Ernesto Nathan, un judío, fue elegido alcalde de la Ciudad Eterna, y Luigi Luzzatti, también judío, se elevó a uno de los puestos más altos en el Estado, cuando se hizo cargo del Ministerio de Hacienda.
    El judío Adriano Lemmi, Supremo Pontífice de la Masonería italiana, instaló la sede del Gran Oriente en el Palacio Borghese, morada del Papa Paulo V, e hizo construir las letrinas del Supremo Consejo sobre la Capilla dirigiendo el desagüe hacia el altar. (Margiotta, en Adriano Lemmi, pag. 250).

    La segunda consecuencia de la caída de Francia fue la consumación de la unidad alemana bajo la hegemonía de Prusia. El 18 de enero de 1871 en la Sala de los espejos del Palacio de Versalles, se proclamó, solemnemente, la fundación del Imperio Alemán. Un año después se iniciaba la persecución del catolicismo o Kulturkampf, y los judíos ocuparon la primera línea en la batalla por lo que ese año Pío IX denunciase su influencia perniciosa en la sociedad.

    Paralelamente en esas fechas el Poder Oculto también convulsionaba España.

    El masón general Prim, previo viaje a Pisa para recibir instrucciones de la secta, hizo sentarse en el trono de los Reyes Católicos a Amadeo de Saboya, también masón, hijo del sacrílego Víctor Manuel.
    En 1873, se proclamó la República con la presidencia del masón Figueras, al que siguieron los "hermanos" Pi y Margall, y Salmerón, para terminar en el judío Castelar.
    Todo esto acompañado de:
    - expulsión de los jesuítas,
    - supresión de las Sociedad de San Vicente de Paúl,
    - despojo de los bienes eclesiásticos,
    - encarcelamiento de obispos,
    - asesinato de sacerdotes, etc.

    Al mismo tiempo, en el otro extremo de Europa, Rusia comenzaba a ser agitada por la propaganda anarquista y desde Londres, una sociedad secreta judía, financiada por el capitalismo judío, planeaban el asesinato del Zar Alejandro II, intentado en 1879 por el judío Gartmann y consumado dos años después por el polaco Grinevitsky.






























    7ª Parte : A LA CONQUISTA DEL ORO Y DEL PROLETARIADO
    La avaricia es el pecado capital de los judíos” (Julio Meinvielle).
    Esta es una verdad conocida y arraigada en el pueblo cristiano, lo comprueba la historia de los Hebreos. Aún en sus más grandes figuras se trasluce el amor a la riqueza.

    Según Vries de Heekelingen, (en su obra: El Orgullo Judío, pag. 80), Israel en los comienzos de su historia disponia de un cúmulo enorme de oro y plata. Y Wernert Sombart plantea el interrogante ¿Qué fue de todos esos metales preciosos?
    Los talmudistas llegaron a la conclusión de que permanecieron en gran parte en manos de Israel, bajo la forma de fortunas particulares.
    Si la hipótesis es exacta, los judíos habrían dispuesto, desde que se inició la diáspora, de capitales muy importantes, que les permitían establecerse en todas partes como grandes comerciantes.

    Pero en la diáspora la avaricia judaica sufrió una transformación, así siguiendo al abate judío converso Lémann (en La Question du Messie et le Concile du Vatican, pags. 76/7): "suscitóse en aquel momento una especie de consagración religiosa de su codicia: cada uno de ellos, atesorando riquezas, tenía el convencimiento de preparar el reino del Ungido Señor, al cual debían formar un séquito la gloria y la abundancia. La idea del Mesías y la persecución de la riqueza se entrelazaron y, durante siglos, el Mesías no solamente fue, hasta cierto punto, la excusa de la riqueza, sino también su alma, su aroma, su impulso"

    No extraña entonces ver adquirir, en plena Edad Media, a las colectividades judías, preponderancia y dominio en las naciones cristianas mediante su riqueza.

    En España, desde el X "los judíos adquirieron en poco tiempo riquezas fabulosas y una influencia considerable ... obteniendo los cargos públicos más importantes y gozando de favores excepcionales" (H. de Vries en Israel, su pasado, su porvenir, pag. 37).

    En Francia, al final del XIII, "los depósitos de los judíos estaban llenos de trigo, sus almacenes de mercancías y sus arcas de oro y plata. Fueron propietarios de inmuebles, campos y viñedos, que eran trabajados por esclavos cristianos. La mitad de París pertenecía a judíos que además ocupaban los mejores puestos gubernamentales” (Graetz, Historia de los Judíos, T II, pgas. 172).

    En Inglaterra a inicios del XIII "adquirieron en Londres tales riquezas, que sus casas no eran inferiores a los palacios reales" (Graetz, ob. cit. pag. 265). Tras medio siglo de presencia judía en Inglaterra eran los propietarios de más del 50% del territorio británico.

    Pero en aquellos tiempos los pueblos cristianos, gobernados por reyes cristianos, podían y sabían reaccionar contra el dominio judío. Así Fernando el Católico en España, Felipe Augusto en Francia, Eduardo I en Inglaterra, cuando el yugo judaico se hacía demasiado pesado, les expulsaban de sus reinos.

    Los judíos necesitaban, para imponerse a los cristianos, su "mesianismo de oro", atarlos en un sistema económico que hiciera posible el dominio financiero hebraico. Y lo consiguieron mediante el CAPITALISMO.

    Siguiendo al padre J. Meinvielle : "el JUDÍO INTERNACIONAL HA CREADO EL CAPITALISMO INTERNACIONAL para tener en sus manos las riquezas internacionales"

    Werner Sombart documenta, abrumadoramente, cómo los judíos han creado el Capitalismo y cómo sin ellos no se podría explicar este "Régimen Económico" (Les Juifs et la Vie Economique, Payot, París, 1923).

    Y siguiendo a Julio Meinvielle (en El Judío, pag. 119):
    "¿cuál es la esencia, el corazón, del régimen económico capitalista ...? el PRÉSTAMO A INTERÉS, el CRÉDITO … El préstamo a interés es maravilloso; con él se acrecienta el dinero. Pero se acrecienta ¿a costa de quién? a costa del trabajador, del productor.
    Si así es, será inevitable que en un régimen económico donde esté en vigor el préstamo a interés la sociedad tenga que ser dividida en dos clases bien definidas: prestamistas y trabajadores.
    La prestamista, que forzosamente tiene que irse enriqueciendo porque el dinero cada día se acrecienta con nueva e indefectible cría.
    La trabajadora, que forzosamente tiene que irse empobreciendo, porque tiene que trabajar para sí y para los prestamistas y como estos vanse acrecentando, luego también tiene que acrecentarse el trabajo de los productores hasta que llegue un momento en que sus trabajos no cubran lo que deben a los prestamistas y entonces se van endeudando
    ¿Quién ha sido en todo tiempo el prestamista por excelencia? El judío internacional, el judío.
    Luego
    en un régimen económico donde está en vigor el préstamo a interés, los judíos tienen el dinero como acreedores y los cristianos deben ser miserable deudores ...

    Y
    ¿Qué ocurre en la economía actual?
    Los no judíos cultivan la tierra, hacen florecer los campos, crean poderosos establecimientos agrícolas-ganaderos, levantan industrias, descubren y usan nuevas invenciones, hacen surgir de la tierra y el esfuerzo enormes riquezas, pero sin embargo son, en gran parte, miserables deudores.
    Por su parte
    los judíos ni cultivan, ni inventan, ni producen pero son los dueños de todo ...
    Ellos que no cultivan un grano de cereal tienen el monopolio mundial del trigo, del arroz, del lino, del algodón, la cebada y de todos sus derivados.
    Ellos que no explotan ninguna mina son dueños de los yacimientos de hulla y petrolíferos, dueños de las minas de oro, plata, estaño, hierro, mercurio, hierro, de las fuerzas eléctricas.
    Ellos que no saben fabricar más que artículos de calidad pobre, controlan las fábricas más importantes de todos los países.

    El Espíritu Santo (Eccl. X, 19) dice que al dinero obedecen todas las cosas y
    los judíos, después de haber creado una economía toda ella en función del dinero, del acrecentamiento y multiplicación del dinero como último fin, han sabido quedarse con el dinero. Y así se han quedado con TODO, incluso con los gobiernos. Porque como estos siempre necesitan dinero, siempre son sumisos clientes de los judíos(J. Meinvielle, ob. cit. pags. 114/8)

    Y todo lo que afirma en su obra Meinvielle no es palabrería hueca o hipótesis, sino historia, muchas veces oculta pero no por ello menos importante que la de las batallas y los cambios políticos.



    Más que historia es la CLAVE de la historia contempóranea.

    Con la revolución industrial que impondría el maquinismo y la revolución económica producida por el Capitalismo surgen los tres grandes grupos financieros judíos. Todos prosperan con las explotaciones carboníferas:
    - los sefardíes (de origen español) cuya fortuna se cimenta con las minas de Gales.
    - los ashkenazíes (origen alemán) apoyados en los yacimientos del Rhur, y
    - los pollacks (origen polaco, ruso, húngaro y rumano) dueños del carbón de Silesia.
    Los tres grupos son rivales entre sí y cada uno lucha por imponerse financieramente. Los peones de su ajedrez son los príncipes cristianos, pero todos sirven, pese a sus rivalidades, a la causa común del Judaísmo.
    Así vemos a un sefardí: Pereyra con Napoleón III; a un ashkenazí, Rothschild con Cavour y a un pollack, Bleichoeder con el masón Bismarck.

    Todos disputándose el predominio; pero todos sirviendo al fin judío de la unidad italiana y alemana.
    Tras la IGM cuando el dominio mundial parece asegurado para el Judaísmo, lo disputarán divididos los ashkenazís y pollacks pero que se unirán ante Hitler.

    Desde el XVIII predominan definitivamente los Rothschild, símbolo de la finanza internacional judía. El fundador de la dinastía Amschell, originario de Frankfort, a inicios del siglo creó cuatro bancos estratégicamente situados en las principales ciudades europeas, al frente de cada uno de los cuales puso a un hijo: Salomón (Viena), Natahan (Londres), Carlos (Nápoles) y Jacobo (París). El primogénito Amschell II quedó en Francfort.
    Así los Rothschild centralizaron casi totalmente, mediante lazos financieros y matrimoniales, la banca internacional israelita.
    Segun Henry Ford en su obra El Judío Internacional, pag. 256: "los Rothschidl mediante la unión de otras familias de banqueros ganó tanto en importancia, que en total ya no se le puede caracterizar con el apellido de una sola familia, sino que hay que comprenderlo como la hegemonía de una raza compacta".

    Es idea general que los Rothschild pasaron a la historia, pero según Paolo Zappa (1938): "en nuestros días los Rothschild no son ya tan poderosos como en la primera mitad del siglo pasado, cuando trataban e intimaban con el Rey de Inglaterra. Pero unidos con lazos de parentesco con los Sassoon, constituyen aún el grupo más importante de la economía británica; y unidos con Jacob Schiff a la banca judía de EEUU pueden controlar un tercio de la economía de dicho país. En Francia tienen las 3/5 partes de los consejos de Administración, por lo que podemos decir, sin equivocarnos, que los Rothschild son ahora menos aparentes pero más poderosos que nunca" (en Oro, cañones, democracias, pags. 23/4).


    Es posible que el apellido Rothschild se haya diluido, alguna rama de su banca separados del tronco primitivo, pero la plutocracia judía que fundaron y simbolizaron sigue en pie.

    Históricamente se les ve en Francia dirigiendo y financiando la Revolución, luego apoderándose de la Restauración que luego hacen caer. Los hemos visto en la Comuna.
    Los vemos en Italia financiando a Cavour.
    Los vemos en Inglaterra llegar a la Cámara de los Lores, adueñarse de La City (centro financiero mundial, con una milla cuadrada, donde se asientan los mayores bancos del mundo, dirigidos de forma autónoma, independiente de Londres y de su rey, por un Lord Major que desde hace siglos nombran a dedo, los Rothschild).
    Carlos es nombrado cónsul general de Sicilia en Francfort. Nathaniel lo es de Austria en Londres.
    Amschell es Consejero de la Cámara Privada de Comercio de Prusia y luego cónsul de Baviera y banquero de la Corte, etc.
    Austria, la católica Austria, los ennoblece y otorga título de Barón.
    No sin razón en vísperas de la IGM la madre de los Rothschild respondió a la pregunta de si creía que habría guerra: "la habrá si mis hijos quieren"

    ¿Cuál es la causa?
    El oro, que todo lo puede. Todos los gobiernos eran sus deudores y no podían negarles nada. Los honores y títulos solo fueron el aspecto exterior y visible de su inmenso y despótico poderío. El otro fue el de ser los rectores de la política europea.
    Los Rothschild fueron los auténticos creadores de la soberanía del oro, es decir, de la PLUTOCRACIA. Con ellos el Judaísmo, mediante su Banca Intenracional, comenzó a regir los destinos del mundo
    .

    Entonces se produce un hecho sorprendente. Los judíos, creadores y principales beneficiarios del Capitalismo, lanzan al mundo una ola de anticapitalismo. Apoderándose del oro crearon el proletariado. Luego se apoderaron del proletariado mediante el SOCIALISMO.

    Hubo una finalidad bien calculada. Baruch Levy la explica (La Revue de París, 1 junio 1928) en carta a Karl Marx: "todos los gobiernos de las naciones que formen la República Universal pasarán fácilmente a las manos de los israelitas gracias a la victoria del proletariado. Entonces podrán suprimir la propiedad privada individual los gobernantes judíos que administrarán en todas partes la fortuna pública. Así se realizarán las promesas del Talmud de que, cuando el tiempo del Mesías haya llegado, los judíos tendrán bajo sus llaves los bienes de todos los pueblos del mundo".

    Esta trama judaica es tan fantástica que podría parecer irreal de no corroborarse históricamente.


    Dejemos que la historia nos hable por boca de los propios judíos, dice Alfred Nossig (Integrales judentum, pags. 74/6):
    "el movimiento socialista moderno es, en su mayor parte, obra de los judíos; los judíos fueron los que imprimieron en él la marca de su cerebro; igualmente fueron judíos los que tuvieron parte preponderante en la dirección de las primeras repúblicas socialistas".

    Otro banquero, masón y judío, Bernard Lazare, es aún más explícito: "la acción y la influencia de los judíos en el socialismo contemporáneo fue y es, como se sabe, muy grande".

    Y cita Delassus (en La Conjuration Antichretienne, T III, pag. 1201): "Es Marx quien dio el impulso a la Internacional mediante el manifiesto de 1847 redactado por él y Engels ... Marx fue el instigador del mitin obrero celebrado en Londres en 1864, de donde surgió la Asociación. Los judíos fueron en ella numerosos y solamente en el Consejo General se encuentra a Carlos Marx, secretario para Alemania, y a James Cohen, secretario para Dinamarca. Fuera de Marx y Cohen, están Newmayer, secretario de la Oficina de Correspondencia de Austria; Fribourg, uno de los directores de la Federación parisiense, Loeb, Haltmayer, Lazare y Aramand Levy.
    León Frankel dirigió la sección alemana en París; Cohen delegado de la Asoiación de cigarreros de Londres, Coenen, etc. todos tuvieron su papel durante la Comuna donde había más correligionarios.
    En cuanto a la organización del Partido Socialista:
    Marx y Lasalle en Alemania; AharónLibermann y Adler en Austria, Dobrajanu Gherea en Rumania, Gompers, Kahan y de Lion en los EEUU, fueron y son aún los directores e iniciadores.


    Los judíos rusos merecen lugar aparte, los jóvenes estudiantes apenas escapados del guettho participaron en la agitación nihilista; algunas mujeres entre ellos sacrificaron su vida a la causa emancipadora, y junto a éstos médicos y abogados israelitas. También una masa importante de refugiados comerciantes, artesanos, que han fundado en Londres y New York importantes aglomeraciones obreras, centros de propaganda socialista, comunista y anarquista".

    Lo que Lazare afirma en la I Internacional es aplicable a las siguientes. Así lo hacían en 1924 en la "Revue Internationale des Societés Secretes): "La Internacional roja comprende:
    a) la segunda Internacional (la de Bélgica, judío
    Vardervelde).
    b) la Internacional nº 2 (la de Viena, judío
    Adler).
    c) La III Internacional o Internacional Comunista (de Moscú, judíos:
    Apfelbaum y Radek)
    Y añadía a esta hidra de tres cabezas, que para más comodidad obran separadamente, se grega e
    lProfintern (Oficina Internacional de las Asociaciones Profesionales) con sede en Amsterdam y dicta la palabra judaica a los sindicatos no afiliados aún al bolchevismo" (Maximovich, ob. cit. pag. 148).

    Judío por su espíritu, judío por sus fundadores, judío por sus directores, judío en sus núcleos más importantes, el MARXISMO lo fue también por su financiación.

    Y aquí está otro vínculo visible entre Capitalismo Internacional Judío y Marxismo Internacional no menos judío.

    "Cuando en 1876 se funda, en Londres, la organización terrorista que finaliza la vida de Alejandro II, encabezada por los judíos Libermann, Goldemberg, Zukerman y otros, "los capitales recolectados para eso eran enormes" como dice Maximovich y añade: "un año antes del crimen, en una nota secreta del Ministerio del Interior, del 6 de abril de 1880, fue expuesto, de acuerdo con los datos recibidos en la IIIª Sección de la secretaría particular de S.M. que al kahal mundial judío se adhirieron todos los judíos capitalistas, aportando más o menos importantes sumas de dinero: que los judíos ... hacen una ayuda material al partido revolucionario".

    Y esa ayuda no se produce sólo en Rusia, sino en todo el mundo judío. Son las altas cabezas de la Finanza Internacional Judía quienes permitieron de inmediato al colectivismo extenderse y prosperar, subvencionando y fundando los diarios mediante los que se propaga su doctrina en las masas. La prensa colectivista está en manos de los judíos en todos los países del mundo y es sabido que entre nosotros (se refiere a Francia) L'Humanité, órgano de Jaurés, fue fundado con los capitales proporcionados por doce judíos, uno por cada tribu (dice Urbain Gohier en el Terreur Juif).

    ¿Cómo se explica esa connivencia entre Capitalismo Internacional y Marxismo Internacional?
    Porque el anticapitalismo que pregona el comunismo, marxismo, etc. es contra el capitalismo no judío. Es decir, el SUPRACAPITALISMO y omnipresente capitalismo internacional judío que planea adueñarse de TODO el capitalismo no judío.

    Así, en el París de la Comuna, a la casa Rothschild se le respetaron todas sus propiedades (no menos de 145 inmuebles) mientras que los de no judíos eran saqueados, incendiados, destruídos.

    En Ruisa el capital judío no fue tocado y ciertos financieros judíos se aprovecharon de las angustias populares para apoderarse de todas las riquezas de la propiedad pública (Henry Ford, ob. cit. pag. 223).

    Según Henry Ford: "la verdad escueta es que la alta finanza judía de todos los países está interesada en el bolchevismo como empresa internacional judía ... El bolchevismo no ha suprimido el capitalismo: solo traslada los capitales de propietarios no judíos a manos judías, y este es, en efecto, el único y exclusivo objeto, tanto del SOCIALISMO como del ANARQUISMO o del BOLCHEVISMO" (ob. cit. pags. 224 y 428)

    He ahí la clave del enigma. CAPITALISMO y MARXISMO son las dos polos del mismo poderoso imán que empuñado por el Judío se cierne sobre las ya escuálidas riquezas de los pueblos cristianos.




















    8ª Parte : A LA CONQUISTA DE AMÉRICA
    En América el Judaísmo ha ido preparando, también, pacientemente, otro punto de apoyo para la conquista mundial.

    La primera inmigración judía a América del Norte se produce en 1654. Veintitrés refugiados de Pernambuco se establecen en Nueva Amsterdam (luego New York) bajo la protección de la judía Compañía de las Indias Orientales Holandesas. Poco a poco irán llegando más. Pero no gozan de las simpatías de los cristianos, pero los dominarán gracias a la Masonería.
    Instalarán su cuartel general en Georgia donde cuentan con el apoyo y protección del Gobernador. En la ciudad de Savannah, perteneciente a esta colonia y donde prosperan las comunidades más antiguas se funda la logia masónica "Salomon" (era 1735).

    El sabor judaico de la masonería cuaja muy bien entre las comunidades puritanas (nietas de él e hijas de la judía Reforma) y cristianos judaizados.


    En 1765 el judío Esteban Morin, delegado inspector de la Masonería (Rito Escocés) introduce en Norte América 25 grados masónicos superiores.

    Mediante la Masonería el Judaísmo va a construir EEUU. Según Batault parece una afirmación mostruosa e inverosímil pero es la pura realidad. La obra más grande del genio judaico puritano fue la creación de los EEUU de Norteamérica (Le Probleme Juif, pag. 196): "numerosos nombres judíos aparecen en los acuerdos de no importación de 1765 y 1769 (Abraham Leon Sachar, en Historia de los Judíos, pags. 393-4).


    Cuando en 1765 se inicia la guerra con Inglaterra, la Gran Logia de Pensilvania se constituye Independiente. Del seno de la Masonería salen los principales jefes revolucionarios, como Benjamín Franklin, y George Washington (iniciado en la logia nº 4 Fredericksbug en 1752 según la Revue Internationale des Societés Secretes, 1 marzo 1933, pag. 154). Este con Jefferson y Adams, son los creadores del Gran Sello de los Estados Unidos, cuyo reverso, con el ojo de Jehová sobre la pirámide, constituye un emblema netamente masónico (aunque nunca se había acuñado antes, fue impreso en 1935 en el dólar siendo ministro de Hacienda el judío Morgenthau).

    De los signatarios de la Declaración de Independencia 55 son masones (según Fremason's Chronicle, 1906). El judío Haym Salomón, dueño de una casa de banca de Filadelfia, financia la Revolución. Robert Morris que dirigía los asuntos financieros, confió casi exclusivamente en Salomón para mantener el crédito de la luchadora y joven república (Abraham León Sachar, ob. cit. pag. 304) y gracias a él pudo Washington emprender su expedición decisiva contra Cornwallis.

    Con razón, pues, afirma el historiador Lucky que "la mezcla hebraica aseguró los cimientos de la democracia norteamericana".

    Las consecuencias de tal origen no se hicieron esperar. La constitución de 1787 estableció que: "ningún juramento religioso sería exigido jamás como habilitación para cualquier cargo o puesto público en EEUU". Aunque algunos estados se resistieron a conformar sus leyes con este artículo. Virginia lo hizo en 1875. En Carolina del Norte el caso se planteó en 1808, un judío fue elegido para la Asamblea General. Se intentó rechazarlo, pero fue admitido.
    La última que mantuvo restricciones fue Maryland que permaneció firme hasta 1828.

    En 1789 el masón Washington era elegido presidente, desde entonces, "la regla, salvo muy raras excepciones, ha sido que los presidentes sean masones"(Henri Delassus en La Conjuration Antichretienne, T II, pag. 648, nota 1).

    Con tales auspicios los judíos vieron en EEUU la tierra de promisión. Desde 1815 fue invadida por una ola de inmigración judía procedente de Alemania y Austria principalmente. Arrastrados por ella llegan varios financieros originarios de Francfort del Main.
    Uno es Augusto Belmont, representante de los Rothschild.
    Otros dos Kunh y Loeb fundarán la Kuhn&Loeb y Cía.
    También Jacob Schiff, formado por los Rothschild se casará con una hija de Loeb y llegará a ser jefe de la casa de su suegro.

    Y para dirigir mejor la Masonería yanqui estos judíos de origen alemán crean su propia masonería. En 1843 fundan la Orden de los B'nai B'rith, cuyos miembros pueden estar adscritos a cualquier logia, pero está reservada, en exclusiva, a judíos.

    En 1877 ya hay en EEUU unos 450.000 judíos (según Catholic World, junio 1877). Según Roger Lambelin (en "El Peligro Judío en la Civilización Contemporánea", pag. 45) Ya en fechas tan tempranas una categoría de ricos israelitas había manifestado cierta influencia en la prensa, en las finanzas y aún había ejercido cierta expresión en las resoluciones del Congreso", así se nombra al judío Piexotto cónsul en Bucarest "con el objeto de "mejorar la situación de los judíos cruelmente perseguidos en Rumania" nombramiento propuesto por la Orden B'nai B'rith (Henry Ford en el Judío Internacional, pag. 320).

    En 1880 se inicia una nueva ola inmigratoria judía, esta vez de origen ruso. Se calcula que entre 1881 y 1900 entraron en EEUU sobre 600.000 judíos rusos y rumanos, elevando su población total a más de un millón (Abraham Leon Sachar, ob. cit. pg 399)

    El año 1901 señala una fecha memorable en la historia judía norteamericana. Teodoro Roosvelt, descendiente de antigua familia israelita, cuyo fundador en Norte América fue el judío holandés Claes Martenszen van Rosenvelt, llega a la presidencia por el asesinato del presidente electo Mac Kinley.

    Al año siguiente arriba a EEUU el judío Paul Warburg, con el propósito declarado de transformar la vida financiera y monetaria norteamericana. Como Jacob Schiff se casa con una hija del banquero Loeb. Apenas llegado ingresa en la casa Kuhn&Loeb, Cía, poco tiempo después se convierte en el consejero financiero del Gobierno.


    A él se debe la Federal Reserve, Act. que asentará las finanzas norteamericanas sobre la base del: "FEDERAL RESERVE BANKS" o consorcio de bancos PARTICULARES que arrebataron de forma ilegal y anticonstitucional al Gobierno la facultad de extender créditos e imprimir la moneda legal y base fundamental de la dominación judía en la República.

    En los primeros años del XX mediante movimientos migratorios perfectamente organizados (Henry Ford, ob. cit. pg. 237/40) la población judía se triplicó.

    Sintiéndose fuertes, dirigidos por un KAHAL SECRETO, con la B'nai B'rith y otras diversas asociaciones más o menos secretas: Comité Americano Judío, la Liga Antidifamatoria, etc. marcharon rápidamente hacia la conquista definitiva de EEUU.

    Empezaron a imponer sus exigencias, en 1907 consiguen la abolición de la fiesta de la Navidad en las escuelas. Como los cristianos protestaron, Israel Rosenstein lanzó un desafío público: "si los cristianos se irritan y quieren violar la orden dada por la Comisión Escolar de New York, las fuerzas judías coaligadas pueden precipitar una terrible catástrofe financiera, cuyo resultado será que conseguiremos aún más de lo que pedimos ahora" (citado por Delassus, ob. cit. T II, pg. 651, nota 1).

    Cuando una nación cristiana tolera y cede ante un desafío semejante es que ya está moralmente derrotada.

    Las exigencias menudean, otras tres fueron:
    1.- suspensión y castigo penal de todas las personas al servicio público que critiquen la raza judía.
    2.- eliminación de todo libro de texto que contenga conceptos molestos para los judíos.
    3.- prohibición del concepto "cristiano" en documentos públicos.
    Y como otras muchas estas tres pretensiones tuvieron éxito.
    Veamos algunos ejemplos:
    - el jefe de policía de Bringham fue suspendido por criticar el criminalismo de los judíos rusos.
    - la obra de Shakespeare "El Mercader de Venecia" fue eliminada de las escuelas.
    - el libro de instrucciones para los aspirantes a oficiales del Ejército fue suprimido por contener la frase: "el oficial ideal es el caballero cristiano", etc. etc.

    Las exigencias llegarán a la presidencia de la república. A Roosvelt le sucede William Taft, masón (pero no judío). Por entonces, Rusia había tomado ciertas medidas defensivas contra la influencia judía. El 5 de febrero de 1911, una delegación de cinco israelitas, presidida por Jacob Schiff, se personó a Taft y le exigió, como sanción contra Rusia, la denuncia del tratado de comercio con esa nación, vigente desde 1832 y plenamente satisfactorio para ambos países.
    Taft se opuso, por lo que Schiff se retiró sin estrecharle la mano y proclamando: "esto significa la guerra" y así se le declaró la guerra al presidente, el Judaísmo movilizó su oro e influencias, prensa y fuerzas secretas, y el 13 de diciembre, de ese año, obligaba a la Cámara de Representantes y el Senado para que el tratado caducara en el próximo plazo venidero no sorprende pues seis años antes el 87% de la Cámara de Representantes y el 80% de los senadores eran masones (según revista masónica Alpina, octubre, 1905).

    Dos años después, los masónicos Senado y Cámara alarmados ante la creciente inmigración judía, quisieron oponerse a la misma, al menos exigiendo que para ser admitidos supieran leer y escribir, el propio Taft vetó el proyecto de ley, había comprendido quién tenía el mando. Su obsequio a la B'nai B'rith de la pluma con que firmó la denuncia del tratado con Rusia, fue la simbólica ceremonia con que EEUU reconocía, oficialmente, su sometimiento al Judaísmo Internacional.

    Terminada la presidencia de Taft, los judíos buscaban un presidente que les satisfaciera (confiesa el coronel judío Mandel House) encargo que se le hizo a la banca Kuhn&Loeb y Cía (citado por el Duque de Victoria en "Israel Manda" pg. 175).

    Paul Warburg apoyaba financieramente a Wilson y, triunfante, hace a su protector Presidente de la "Junta de Consejeros" y se rodea del llamado "Círculo Sionista del Presidente" algunos de sus integrantes son:
    - Bernard Baruch, Presidente de la "Junta de Consejeros" y de la "Junta Industrial de Guerra" convirtiéndose así, según confesó el propio Wilson, en el hombre que durante la guerra tuvo más poder que ninguna otra persona (Henry Ford, ob. cit. pg. 269).
    - Eugenio Meyer, Presidente de la "Junta de Inversión de Capitales"
    - Henry Morgenthau, ex embajador y tesorero del Partido Demócrata durante elección Wilson.
    - Walter Lipman, miembro de la Corte Suprema.
    - banquero Jacob Schiff,
    - rabino Stephan Wise,
    - jueces: Brandeis y Rosalsky,
    - profesor: Félix Frankfurter.
    - coronel: Mandel House,
    - abogado: Luis Marshall,
    etc. etc.


    POLÍTICA INTERNA "NORTEAMERICANA" DE WILSON
    Durante el gobierno de Wilson se afianza, aún más, el dominio judío de EEUU.

    A Wilson le suceden Harding, Coolidge, y Hoover. Los presidentes pasan, pero la camarilla de asesores judíos permanecen en los puestos clave.


    Bernard Baruch es el consejero económico, fiscal y político de todos ellos. Es época de vacas gordas. Los EEUU se convierten en acreedores de Europa y en dueños de casi todo el oro mundial.
    De 1924 a 1929 la "prosperity" alcanza su apogeo.


    Pero en 1929 sobreviene la crisis y los judíos que la provocaron son los únicos preparados para ella permitiéndoles aprovecharla para adueñarse, definitivamente, del país.
    Para asestar el golpe precisaban un dictador financiero, ligado a ellos por vínculos de sangre y los juramentos masónicos, y lo encontraron en Franklin Delano Roosvelt, descendiente, como su primo Teodor del judío-holandés Claes (según Gustavo Barroso en su obra Roosvelt es Judío, Buenos Aires, 1938) y grado 32º de la secta masónica (recibió el grado de Maestro masón en la Holland Lodge, nº 8 de New York, el 28 de noviembre de 1911, y el 32º REAA en Albany el 28 febrero 1929, según la Revue Internationale des Societés Secretes, 1 marzo 1933, pg. 158).

    En noviembre de 1932 asume la presidencia e inmediatamente se le otorgan poderes extraordinarios. Se convierte en AMO y DICTADOR de la vida económica del país.
    De entrada:
    - concede a los judíos del Federal Reserve (pese al empaque de su nombre es un cartel bancario privado en manos judías) TODO el oro del erario público y los poderes exclusivos de acuñación de moneda e imprimir obligaciones hipotecarias.
    - Desvalorizó un 48% el dólar perjudicando al país en beneficio de los nuevos poseedores judíos del oro americano.
    - Destruyó ingentes cantidades de algodón para mantener los precios que fijaron los judíos.
    - Con la N.R.A (origen judío) y cuya finalidad era conocer los secretos industriales y comerciales de las grandes organizaciones cristianas, saboteó gran parte de la economía privada (citado por Gustavo Barroso, ob. cit. pgs. 30-31)

    Los principales colaboradores del presidente Roosvelt:
    - Bernard Baruch: creador de la N.R.A.; Consejero económico, fiscal y político. Encargado en 1938 de la coordinación de todas las fuerzas económicas para la defensa del país.
    - J. Cohen, relator del plan N.R.A.
    - Félix Frankfurter, el hombre más influyente de EEUU según opinión del general Hugh Johson.
    - Henry Morgenthau, ministro de Hacienda, asociado a la alta banca internacional y que reemplazó por judíos a los empleados cristianos del Tesoro. Dirigente de la B'nai B'rith.
    - David Saerstein, director del Comercio y Cambios de la "Security Exchange Comission"
    - Samuel Rossemann, presidente de la Corte Suprema del Estado de NY.
    - Sidney Hillman, consejero técnico del Trabajo. Confidente de Roosvelt, Y señalado por Elías Lafferte, en el 9º Congreso del Partido Comunista en México (1944) como la principal columna del Comunismo en América junto al mexicano Lombardo Toledano.
    - Lewis, organizador del Sindicato Comunista.
    - David E. Lilienthal, director de "Tenesse Walley Corporation".
    - David J. Sapos, Consejero Técnico del "National Labor Relations Board".
    - etc. etc. etc. etc.
    A la lista podrían añadirse gobernadores judíos como Herberte Lehman (NY), Harry Horner (Illinois), 36 gobernadores y 339 senadores y diputados masones, así bajo el mandato de Roosvelt los EEUU dejaron de ser la "Tierra Prometida" para convertirse en el CENTRO DEL JUDAÍSMO INTERNACIONAL.

    Y tras la retirada de Roosvelt, y aunque cambie algún nombre, nada fundamental cambió. La plana mayor del judaísmo continuó estratégicamente situada y el presidente Harry S. Truman (grado 33º del REAA Rito Escocés Antiguo y Aceptado de la masonería).


    SIGUE LA CONQUISTA AMERICANA
    La conquista no se detiene en Norteamérica.
    Desde allí y desde Inglaterra se cierran las fauces judías, en su tenaza masónica, sobre Hispanoamérica.

    A inicios del XIX aparece en Buenos Aires una logia norteamericana, cuyo cuartel general está en Londres: la Gran Logia Americana, fundaa por Miranda en 1797. Unos por convicción masónica, la mayoría por servir al ideal de la "Independencia" allí se inician, entre otros,
    - los argentinos: San Martín, Alvear y Zapiola.
    - los chilenos: O'Higgins, Carrera y Martínez Rosas.
    - los peruanos: Angulo, Meliar y Zerdáñez.
    - los ecuatorianos: Rocafuerte, Baraya y Montúfar.
    - los colombianos: Vargas, Bello y Nariño.
    - venezolano: Bolívar.
    - cubano: Caro.
    - centroamericano: del Valle.
    - mexicano: Mier.

    Por una triste fatalidad del momento histórico, América se masoniza al "independizarse"
    Hay reacciones, cierto: Itúrbide (México), Rosas (Argentina), García Moreno (Ecuador), el propio Bolívar (Colombia) pero son vencidas.

    La Argentina nace a la vida constitucional bajo el signo de los masones Urquiza, Mitre y Sarmiento.
    Al triunfo masónico se le añade la penetración económica del capitalismo internacional y luego la penetración política disfrazada de PANAMERICANISMO.

    La inmensa tenaza se cierra sobre Buenos Aires donde parece encontrar la última resistencia.

    El tema y su desarrollo requerirían más espacio, pero como desgraciadamente hoy, Hispanoamérica, no juega un papel decisivo en el terrible drama universal que describimos, simplemente dejamos constancia con estas breves líneas.

  3. #3
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    Re: La Historia, desde el Anticristo al Nuevo Orden Mundial

    9ª Parte : HACIA LA RELIGIÓN HUMANITARIA
    Aunque el Judaísmo fracasó en su intento de conquistar la Iglesia mediante la Alta Venta, aprovechó la experiencia, y aunque no consiguió conquistar un Papa como pretendía, sí pudo, en cambio, conquistar muchos católicos.

    Comprendió que obtendría mejores resultados no haciendo la revolución contra la Iglesia, ni siquiera exclusivamente en la Iglesia, sino haciendo una revolución religiosa general creando una nueva religión, una religión amplia en la que tuvieran cabida todas las demás, Catolicismo inclusive, pero bajo un común denominador liberal y humanitario que conservando su nombre y forma lo despojase de su Verdad y su Vida que es Cristo, el Dios hecho hombre, para reemplazarlo por el Hombre hecho dios.

    Con esta misión (y fines políticos) el judío Isaac Adolfo Cremiexu, Gran Maestre de la Masonería y una de las principales figuras de la democracia francesa fundó en julio de 1860 la Alianza Israelita Universal.
    Su programa era: "el aniquilamiento del error y del fanatismo y la unión de la sociedad humana en una fraternidad sólida y fiel" (Delassus en La Conjuration Antichrétienne)

    ¿Cómo se proponía la Alianza realizarlo?
    Su propio fundador lo explica en la Asamblea inaugural: "tal como Jesús ha substituido su autoridad a la de los dioses establecidos y ha encontrado su más alta manifestación en el seno de Roma; tal un Mesianismo de nuevos días debe salir a la luz y desenvolverse; tal una Jerusalén de nuevo orden, santamente asentada entre el Oriente y el Occidente, debe substituirse a la doble ciudad de los Césares y de los Papas" (Archives Israelitas, T. XXXV, pgs. 600, 651, año 1861).

    Y "el Mesianismo de nuevos días" que sustituya a la ciudad de los Césares, es la República Universal. Mientras que el "que debe sustituir a la ciudad de los Papas", es un Judaísmo transformado y convertido en la religión de todos los pueblos gobernados por él mediante la Convención de esa República Universal judaica.

    Era necesario que el Judaísmo tomase la iniciativa de la revolución religiosa, y la tomó. Dentro del mismo, y frente al viejo judaísmo ortodoxo, comenzó a operarse una transformación, en la que tuvo parte activa la Alianza Israelita Universal, así el judaísmo rabínico empezó a transformarse en un racionalismo religioso.

    Gougenot des Mousseaux ha estudiado esta transformación en su obra "Les Juifs, le judamisme et la judaisation des peubles crhetiens", los propios Archivos Israelitas nos ilustran de ellas:
    "Nosotros queremos marchar. No podríamos subsistir en un statu quo beato e ininteligente, del cual existen aún corifeos. La inmovilidad no es, en este momento sobre todo, el derecho ni la conveniencia de nadie. Unir el pasado al presente de manera a preparar el porvenir por útiles reformas hechas al caso, es el secreto dela duración para nuestras creencias. Después de medio siglo, a pesar de los gritos y protestas de lo que se titula ortodoxia, se han realizado gran número de cambios ventajosos tachados al principio de subversivos y de impíos; y aún no estamos al fin de esta fecunda transformación". (Archives Israelites, T XIX, pg. 835, año 1866).

    "Una religión no es, a nuestros ojos, ni una moral inflexible ni una materia inerte que se presta a incesantes experiencias; es un ser viviente, perfectible, teniendo en el pasado raíces que no es necesario cortar, y reservándose con una lentitud necesaria" (Idem. T XX, pg. 879, año 1866).

    ¿Qué se proponía el Judaísmo con esta transformación?
    Adecuar su religión a su porvenir de dominio universal. Los propios judíos lo confiesan. Con la elección del Gran Rabino de Francia en 1868, como hubiese dos candidatos ortodoxo uno y progresista el otro, los "Archives Israelites" se pronunciaron por el segundo: "Toda candidatura que nos reconduzca al antiguo sistema de estrecha casuística y que pretenda inmovilizar los errores talmúdicos, seria un obstáculo para el porvenir del Judaísmo y debe ser desechada" (Idem. T XII, pg. 533, año 1869).

    Y ¿En qué forma el Judaísmo "progresista" pretende amoldarse al plan judío de dominio universal?: abriéndose a todos los hombres y a todas las creencias, constituyendo el "Mesianismo de nuestros días" en el orden religioso, como la República Universal lo es en el orden político.

    Sigamos con los Archives Israelites: "Nuestras observancias anticuadas impiden al Judaísmo hacerse aceptar y nos hacen carecer del proselitismo que debemos ejercer" (Idem. T X, pg. 448, año 1867).
    "Cada uno siguiendo su conciencia, conservará las prácticas del culto rendido al Dios único e inmaterial, o las reformará de acuerdo a los principios de un israelitismo liberal y humanitario. Gracias a la amplitud de esta libertad práctica, el progreso vendrá y la religión universal resurgirá sin que alguna conciencia haya sido turbada" (Idem. T III. pgs. 118/9, año 1868).
    "Y como al fin han llegado los tiempos en que los hechos se encargan de responder a las palabras, el más vasto, el más maravilloso de los templos, un templo cuyas piedras son vivientes y dotadas de pensamiento, se eleva para recibir en su elástico recinto, bajo el estandarte por siempre sagrado de la razón y de la filosofía, todo aquello que el género humano encierra en su seo de generoso, de hostil al misterio y a la ignorancia, de verdaderos hijos de la luz y de la libertad. Este templo abrigará en su interior la religión judía, que sobrevive a todo y que nada conmueve, religión amplia y digna de la humanidad entera" (Idem. T. XXIV, pg. 1074, año 1866).

    De estas citas surge, evidente, el PLAN JUDÍO: la CONQUISTA de TODAS LAS RELIGIONES, absorbidas de un Israelitismo Liberal y Humanitario.

    Desde muchos años antes de lanzarse a esa conquista, el Judaísmo, que la tenía prevista, había intentado preparar al Cristianismo para ella.

    Ya en el XVII, un misterioso personaje que actuaba bajo el pseudónimo de Ireneo Filaleta, predicó en Francia, Inglaterra, Holanda y EEUU una "nueva religión humanitaria" que debía establecerse próximamente en el mundo.
    Sus escritos -dice Claudio Jannet- tenían un tinte judaíco muy pronunciado (Delassus, ob. cit. T II, pg. 643).

    Un siglo después, el filosofismo (Voltaire se inició en la logia de los Filaletas) comenzó a poner el plan en ejecución. "Se emplean dos máximas que, después de un siglo, no han perdido nada de su prestigio:
    - Todas las religiones son buenas;
    - los judíos son hombres como los demás.
    La 1ª tiene por finalidad rebajar el Cristianismo. La 2ª elevar a los judíos. Ambas preparan el terreno para la religión humanitaria
    " (Joseph Lemann en "L'entrés des Israelites dans la societeé et les Etats chretiéns, d'aprés des documents nouveaux" Cap. XV).

    La Revolución "francesa" al equiparar las religiones y emancipar a los judíos, llevó a la práctica la prédica enciclopedista.

    Otras tentativas en ese sentido son la de Alemania cuando en 1831 una asociación de judíos y cristianos cuyo fin era fundar la civilización religiosa, moral y social de los israelitas.
    Alemania fue campo propicio para la religión humanitaria, desde donde se extendió a Francia.
    "Inaugurada por la sabia y especulativa Alemania -decía en 1869 el "Univers Israelite" la renovación de los estudios teológicos se aclimata en Francia, país que gracias a su espíritu generalizador y expansivo, puede ser llamado a hacer, por la síntesis religiosa, lo que hizo un día por la reconstitución civil y política del mundo. Y todo israelita debe experimentar el deseo de cooperar a esta obra, en la que están empeñados nuestros más sagrados intereses" (Univers Israelites, T V, pg. 223, año 1869) en una clara alusión al catolicismo liberal que emponzoñaba a Francia desde Lamennais.

    Pero donde mejor abonado encontró el terreno el humanitarismo fue en EEUU. La religión puritana, de neto color judaico, está en la cuna misma del protestantismo americano. La primera iglesia protestante establecida en América fue la de Plymouth, pertenecía a una secta puritana fundada en Holanda por separatistas ingleses y denominada Iglesia de Leyde, su historia podría sintetizarse como "un esfuerzo hacia una mayor tolerancia para lograr una mayor solidaridad" y ese espíritu fue conquistando poco a poco a todas las sectas protestantes americanas y dio origen a lo que se ha denominado AMERICANISMO.

    En sentido restringido se conocen por Americanismo los errores de Isaac Hecker y del Abate Klein, condenados por León XIII (1899). Pero en realidad no fue más que la infiltración e el Catolicismo de un movimiento más vasto.
    Henry Bargy, en su obra: "La religion dans la societé aux Etats Unis" resume el espíritu de ese movimiento como sigue: "Todas las Iglesias de los EEUU, protestantes, católicas, judías e independientes, tienen algo de común. Son más vecinas entre sí que con su Iglesia madre de Europa; y la reunión de todas las religiones de América forma lo que puede llamarse la religión americana"

    Y añade que los norteamericanos ven venir la salvación de la tierra "en la evolución religiosa que se hace sentir en los EEUU, y que prepara una religión de la humanidad donde vendrían a confundirse todas las religiones existentes"

    Pero según Bargy a este mesianismo yanqui se superpone siempre un mesianismo judío.

    "La República de los EEUU es, en el pensamiento de los judíos de América, la Jerusalen futura ... El norteamericano cree a su nación la elegida de Dios ... En esta confianza patriótica los judíos han reconocido la suya. Su orgullo nacional ha venido a apoyarse sobre el de sus nuevos compatriotas. Tanto unos como otros esperan de su raza la salvación de la tierra" (Delassus, ob. cit. T II, pgs. 649/55).

    Manifestaciones del espíritu americanista fueron el Unitarismo (con un solo dogma: la indiferencia ante los dogmas) y el Trascendentalismo que pretendió reconciliar el espíritu evangélico y el racionalista, subordinados a la acción social.
    Tras haber influido poderosamente en el espíritu norteamericano vinieron a concretarse en varias agrupaciones como:
    - Society for Ethical Culture, prototipo de iglesia sin dogmas, fundada por el judío Félix Adler.
    - Los Pensadores fundada por otro judío.
    - la Asociación Cristiana de Jóvenes y
    - el Rotary Internacional.
    Agrupaciones extendidas por Europa y el resto del mundo a finales del XX preparando el camino a la religión humanitaria e incluso se infiltraron en el Catolicismo.
    Es bien conocida la insidiosa propaganda de la Asociación Cristiana de Jóvenes (ver artículo: La campaña protestante en la América Latina cuenta con poderosos medios, del P. Jusé Solari en "El Pueblo", 19 de enero 1944).
    Su vinculación con el movimiento católico humanitarista de "Le Sillon" está probada y muchos de sus secretarios son redactores de L'eveil democratique y otras publicaciones sillonistas (Delassus, ob. cit. T II, pgs 662/3).

    Actualmente el mundo está "maduro" para la "religión humanitaria". Todo la favorece:
    · sentimientalismo humanitario en boga.
    · los sucesivos triunfos del Judaísmo.
    · predominio de las naciones protestantes.
    · el materialismo comunista.
    · desprecio por todo dogma y autoridad religiosa.
    · tendencia cada vez mayor hacia la centralización política y laica del mundo.
    Su espíritu aparece en todas partes, e inspiró al presidente Truman cuando hace un llamado a las Iglesias Protestantes, Católica y a la Sinagoga Judía para que "enlazados por la unidad norteamericana de la fraternidad" renueven su fe religiosa" (La Razón, 6 marzo 1946, pg. 1).

    Dentro del mismo Catolicismo retoñan con redoblado vigor las tendencias que bajo el nombre de Cristo, pretenden reemplazar su Reino (que ahora suena demasiado totalitariamente) por el de la Libertad y la Democracia.

    A ninguna otra cosa conduce el espíritu "humanitario" latente en la ciudad fraternal de Maritain, que nos llevaría no a aquella unidad por la que Cristo rogó al Padre la noche de su Pasión, sino a otra unidad, perteneciente a aquel mundo por el que Cristo, esa misma noche, no quiso rogar.

    Ante el auge de tan peligroso error, no podemos menos que recordar las palabras que arrancó, en sus comienzos, a Blanc de Saint Bonnet: "Cada edad tiene su herejía; pero ahora se destruye el fondo mismo del Cristianismo y se le deja el nombre. El alma experimenta un escalofrío. El enemigo del género humano ha encontrado un error qeu lleva el nombre de la Verdad, y que es capaz de acelerar el fin de los tiempos".
















    10ª Parte : HACIA LA REPÚBLICA UNIVERSAL
    A finales del XIX, los judíos, mediante el oro y la Masonería, habían copado en suficiente medida los gobiernos de las naciones cristianas como para intentar la implantación de su dominio sobre todo el mundo. Ese siglo debía ser, en sus más secretos designios, el siglo del triunfo.

    Comentaba un Gran Rabino a mitad del XIX "dieciocho siglos han pertenecido a nuestros enemigos. El siglo actual, y los sucesivos nos deben pertenecer a nosotros, pueblo de Israel, y nos pertenecerán seguramente" (Le Conteporain" T XXII, 3º Serie, París 1º julio 1881).

    Y el medio para implantar ese dominio era la instauración de la REPÚBLICA UNIVERSAL. "Desde mucho tiempo atrás la habían ideado y preconizado; y la Revolución francesa fue el primer intento de su realización. Ya el judío Weishapt, en su ritual para la iniciación al Iluminismo decía: "en este gran proyecto, los sacerdotes y los príncipes nos resisten: nosotros tenemos contra ellos las constituciones políticas de los pueblos. ¿Qué hacer en este estado de cosas? Es necesario incesantemente atar las manos a los protectores del desorden (!) y gobernarlos sin parecer dominarlos. En una palabra, es necesario establecer un régimen dominador universal, bajo una forma de gobierno que se extienda sobre todo el mundo" (Delassus en La Conuration Antichrétiénne, T II, pag. 558).

    Y ese es el ideal difundido en la Masonería. En 1864, Boutteville, profesor de Saint Barbe, proclamaba que la Masonería debía construir "el Templo simbólico de la República Universal" (Delassus, ob. cit. T II, pg. 583).
    Rebold enunciaba el proyecto de una confederación masónica universal que conduciría, en un tiempo dado, a la Confederación de la Humanidad.

    En los Congresos de Génova, Lausana, Berna y el Havre (en el XIX), el grito más frecuentemente repetido fue, junto al odio al catolicismo, el de "basta fronteras".

    El propósito de construir una república masónica universal se les revelaba a los iniciados al conferirles el grado 18 (Soberano Príncipe Rosacruz). También se halla en el juramento de Garibaldi al ser recibido Gran Maestre de la Masonería, en casi todos los manifiestos del gobierno masónico de la Comuna y en múltiples documentos de la secta.

    Una nutrida bibliografía ha sido consagrada a la prédica de ese ideal. Dos obras de especial interés:
    - La Humanidad y la Patria, del judío Alfred Naquet (1901), cuya conclusión es que, sobre los escombros de las patrias destruidas, se fundará la República de los Estados Unidos de la civilizacón ... de suerte que, 2000 años después de infructuoso ensayo de Cristo para realizar la
    paz universal, el advenimiento definitivo del Mesías Humanidad (Anticristo) señalará el triunfo del antiguo sueño judío.
    - Teoría General del Estado, del conspicuo masón, Gran Maestre del Gran Oriente de Beirut y profesor de la Universidad de Heidelberg: Juan Gaspar Bluntschli. Es partidario de un Estado Universal y siente la tesis de que se debe llegar a él por un proceso de eliminación de las
    naciones más débiles. Dice: "para que la humanidad cumpla sus destinos es necesario que los pueblos que la componen puedan cumplir los suyos". Y esos destinos consisten "para los pueblos que tienen conciencia de sí mismos sentimiento de una vocación, política y
    cualidades viriles
    " en desarrollarse en detrimento de otros, de los que solo tienen cualidades femeninas "es el suyo un derecho santo entre todos" y añade "la humanidad progresiva no encuentra su plena satisfacción en los estados particulares, sino que los consume. Si el
    Estado Universal se funda un día sobre las bases de la humanidad entera, se puede esperar que durará tanto tiempo como la misma humanidad
    " (Bluntschli en Théorie Génerale de l'Etat, pgs. 86/7).

    Esta tesis es el sistema que ha puesto en práctica el Judaísmo. Cuando elige una nación para consumir a las otras, se dedica, mediante la Masonería, mass media y propaganda financiada con su oro, a darle "conciencia de sí misma" y "sentimientos de vocación política"; y a arrancar esos mismos ideales patrióticos de las naciones que ha condenado a la desaparición o el vasallaje.


    Se vio en el XIX cuando exaltaba el sentimiento patriótico de Italia, Alemania y lo disminuía en Francia.
    Lo vimos en el XX cuando inspira un mesianismo nacional en los EEUU y un espíritu colonial en Hispanoamérica.

    El XX estaba maduro para la realización del plan judío de la República Universal. Ampliamente difundida la idea, consumidas muchas pequeñas nacionalidades por la unidad alemana e italiana, asegurando su domino económico, los Judíos van a lanzar al mundo a una gran conflagración universal de la que sabrán pescar a río revuelto, de acuerdo al dicho de uno de ellos: "las guerras y las revoluciones son las cosechas del judío" (citado por Leon de Poncins en Las Fuerzas Secretas de la Revolución), pg. 178).

    La cosecha que esperaban de ésta era la destrucción de las monarquías aún no enteramente sometidas y su reemplazo por repúblicas, la fundación de una Sociedad de Naciones y la creación de una Palestina libre y Judaica.

    las monarquías de imprescindible destrucción eran tres:
    - Hasburgo, tradicionalmente católica y cuya sentencia de muerte aún no se había cumplido a pesar de los esfuerzos del Poder Oculto.
    - Romanoff, al que consideraban el único serie en el mundo junto con el Papado.
    - Honenzollern, que usada como instrumento para la unidad alemana, jamás se había sometido enteramente a las exigencias judeo masónicas, el emperador Guillermo II se había negado a iniciarse en la Masonería que propició su sentencia por la secta: "puesto que el Emperador
    actual no quiere ser iniciado, el pueblo lo será; y cuando el Imperio persiga al pueblo, éste se levantará en Repúblca
    " (Bolletin Massonique, nº 102).

    Otra monarquía, la de Portugal, fue derrocada en 1910 por la Masonería, previo asesinato del Rey Carlos, tal como lo anunció en 1907 el jefe de la Masonería portuguesa, Magalhaes de Lima; y como confirmó en 1911 el masón Furnemont en el Gran Oriente de Bélgica (Leon de Poncins, ob. cit. pgs. 62/4).

    La Sociedad de Naciones es, como dice el israelita Jessin E. Sampfer, un viejo ideal judío, que alimentaban desde hacía 3000 años (Vries de Heckelingen en Israel, su pasado, su porvenir, pg 103).


    La de España lo sería más tarde.

    La creación de una Palestina libre y judaica es también la realización del antiguo sueño israelita del retorno a Jerusalén, actualizada en 1895 por Teodor Herzl: "el verdadero sentido del sionismo es hacer de la Palestina el centro del Imperio Universal Judío"

    El primer anuncio de la conflagración que se preparaba lo hace Max Nordau (1903) en el 6º Congreso Sionista de Basilea, Inglaterra había ofrecido a los judíos una colonia en Uganda y se discutía la conveniencia de su aceptación. Max Nordau la sostiene, como etapa transitoria hacia el ideal definitivo, con las siguientes palabras: "Herzl sabe que estamos frente a una magna conflagración mundial. Pronto quizá se convocará una especie de Congreso Mundial, e Inglaterra, la grande y libre poderosa Britania, proseguirá entonces la obra, que inicio con su oferta magnánima dirigida al 6º Congreso Sionista ... Os dirá las siguientes palabras, cual si os mostrara los escalones de una escalera que conduce cada vez más hacia arriba".

    Hay un hecho que muestra como la Banca Internacional Judía se dedicó a preparar a las naciones para la guerra. En 1902 arriba a EEUU el banquero Paul Warburg que se ocupó de elaborar un sistema bancario que, si bien "fue inservible del todo para las necesidades en tiempos de paz, resultó muy eficaz para la guerra. Mientras tanto, su hermano Máximo, banquero berlinés, cooperaba en forma parecida con el gobierno del Kaiser" (Henry Ford, ob. cit. pag. 402).

    En 1911 un masón alemán: Kosthner, se entera en las logias de la existencia de un plan "para el asesinato del archiduque Francisco Fernando, para el estallido de la guerra mundial y para la caída de los tronos y de los altares". Ingenuamente se lo comunicará al Gran Maestre: Conde Dohna Schlodien, esperando que se rompiesen relaciones con las logias conspiradoras, pero recibió una respuesta que no esperaba: "hay una sola Masonería" (Justo Pacífico en El Gobierno Universal y la Solución Integral del Problema Judío, pg. 44).

    El 15 de septiembre de 1912, la "Revue Internationale des Societés Secretes" publica: "tal vez se explicará algún día lo que dijo un alto masón suizo a propósito del heredero del trono de Austria: es un hombre extraordinario; lástima que esté condenado, morirá en las gradas del trono".

    En 1913 sube a la presidencia de Francia el masón Raymon Poincaré. El presidente saliente, Fallières, pronuncia estas palabras: "después de mí, es la guerra la que entra en el Elíseo" (citado por Zappa en Oro, cañones y democracia, pg. 112). Y Poincaré al día siguiente de asumir el mando publica un mensaje donde señala la necesidad de que Francia se prepare para la guerra e inicia, inmediatamente, a estrechar relaciones con Rusia e Inglaterra, países en que, por singular "casualidad" son ministros de relaciones exteriores dos masones: Sassanow y Eduard Grey. También lo es, y siguen las "coincidencias" el canciller judío alemán Behmann Hollweg Rothschild.

    El 28 de junio de 1914 se produce lo previsto, la señal para la guerra: el judío Princip asesina en Sarajevo al archiduque heredero de Austria. Sus cómplices eran masones serbios como se probó en el proceso .
    Austria dirige un ultimátun a Serbia, reclamando explicaciones y satisfacción por el crimen. Esos días "casualmente" Poincaré estaba en Moscú, presionando al Zar, conjuntamente con el canciller masón Sassanow y con el banquero judío de la corte imperial, Jacob Gunzburg, corresponsal de los Rothschild parisinos en San Petersburgo.
    Rusia promete ayuda a Serbia, que rechazará el ultimátum y moviliza su ejército (23 julio).

    El 25, los Rothschild de París, Londres, Francfort y Viena se reúnen en Ginebra. Luego el industrial de guerra Shcneider visita a los Rothschild parisinos y con ellos a Poincaré; al mismo tiempo, otro mercader de cañones, el célebre y misterioso Zaharoff, visita, a su vez, a los
    Rothschild londinenses y con ellos a Edward Grey. Después Schneider y los Rothschild parisinos visitan Londres.
    El 27, fuerzas serbias abren fuego contra la tropa austro-húngara en Temnis-Kubin, al día siguiente Austria declara la guerra a Serbia. El Emperador alemán envía varios telegramas al Zar de Rusia, para hacerlo desviar del camino de la guerra; pero sin éxito. Rusia se moviliza
    parcialmente contra Austria-Hungría. Entonces un masón alemán, Kupfer, jefe de redacción del periódico "Berlín Lokalanzeiger" publica el 30 la noticia de la movilización alemana. Era una noticia falsa, pero se telegrafía a Rusia para que el masón Sassanow hiciera ordenar al
    Zar la movilización contra Alemania.
    El 31 de julio, sólo entonces, y sin aún movilizar, decreta el "estado de peligro de guerra".

    Un socialista sincero, Jean Jaures, se propone denunciar en el Parlamento francés la culpabilidad del Gran Oriente de Francia en el crimen de Sarajevo y la provocación de la guerra; pero será asesinado el mismo 31.

    Había llegado la hora del masón Poincaré, el 1 de agosto a las 16 horas Francia ordena la movilización. Una hora después lo hace Alemania. Y dándose cuenta de que era ya inevitable la guerra en dos frentes, el Kaiser resuelve tomar la iniciativa y la declara, el 2 a Rusia y el 3 a Francia.

    El fuego se extiende como reguero de pólvora. El 14 ha llegado a Bélgica e Inglaterra. Italia vacila. Ligada a Austria y a Alemania, por una alianza defensiva, decide permanecer neutral. Pero no son los planes del Poder Oculto que ha previsto entre en la guerra contra sus aliados.
    El Gran Maestre Ferrari -6 septiembre- envía una circular a la Masonería italiana: "Italia debe entrar en la guerra y entrará tan luego como se presente el momento oportuno. Mientras tanto, los hermanos deben agitar en la forma más enérgica la conciencia nacional y educar al pueblo para la guerra". La campaña de agitación llega al apogeo el 5 de mayo de 1915, con ocasión de las fiestas garibaldinas en Quarto. Las 493 logias de Italia envían delegaciones con sus estandartes. El 23 de mayo, Italia declara la guerra.
    Al año siguiente, aniversario del acontecimiento, Ferrari declara públicamente: "la declaración de la guerra se produjo en virtud de un decreto del Gran Orietne de Italia" (Wichtl en "eltfreimaureres, pg. 220).

    EEUU se mantiene neutral hasta 1917, el círculo sionista de Wilson, cuya influencia es decisiva en su gobierno, espera los acontecimientos, procurando sacar el mayor provecho.
    En 1916, a iniciativa de James Malcom, representantes de los gobiernos de Inglaterra y Francia celebran con los jefes sionistas: Weizmann y Sokolow un acuerdo verbal por el que se promete Palestina a los judíos a cambio de que éstos hiciesen entrar a EEUU en la guerra.
    Wilson recibe las órdenes sionistas y el 6 de abril les da cumplimiento (tres meses antes pregonaba: "no tendremos aquí ninguna guerra. El país no quiere ser arrastrado a ese conflicto" (Ferrari Biloch en Entre Masones y Marxistas, pg. 66).

    El 2 de noviembre la declaración Balfour sobre Palestina confirma, públicamente, el acuerdo (El Origen de la Declaración Balfour, de S. Sandman en The Jewis Chronicle, 7 febrero 1936).
    El plan de Herzl seguía realizándose.

    Así como había preparado la guerra, el Poder Oculto se dispuso ganar la paz. Ya en 1916 el masón Gastón Moch pronunció,en París, una serie de conferencias sobre la futura Sociedad de Naciones, parte de las cuales se reunieron en un libro distribuido profusamente (Gastón Moch : La Garantía de la Sociedad de Naciones", Ed. Moussés).

    Preparado el ambientes, comienza la organización. Los días 14 y 15 de enero de 1917 se reúne en París una Conferencia de la Masonería de los países aliados y decide convocar un "Congreso de la Masonería de las naciones aliadas y neutrales" para "estudiar los medios de llegar a la constitución de la Sociedad de Naciones" (Fara en La Masonería y su obra, pg. 127).

    En esto se estaba cuando surge una comlicación: Carlos de Habsburgo, Emperador de Austria, inicia gestiones de paz por intermedio del Príncipe Sixto de Borbón Parma. El Poder Oculto se alborota, tanto más cuanto que las proposiciones del Emperador son muy aceptables y constituían, indudablemente, la mejor solución cristiana de la guerra.


    El Poder Oculto deseaba y preparaba ya la solución judía. No podía permitir que la dirección de los asuntos internacionales escapara a su control. No podía aceptar una paz proveniente de un Habsburgo, a través de un Borbón. Los ministros masones de Francia e Inglaterra, Ribot y Lloyd George obstaculizan esa paz intempestiva. Lloyd George comunica el ofrecimiento al Rey Jorge "aunque sin enumerar los detalles" (Charles Petrie en Monarquía, pg. 297). Esto sucedía en febrero-marzo de 1917.

    En abril se reúne en París el Congreso Internacional de la Masonería con el objeto principal de debatir "Cómo se podía provocar en Alemania misma un gran movimiento contra la Monarquía, porque la base de la paz estaba en el destronamiento de Guillermo II y de Carlos I" (Leon de Poncins, ob.cit. pg. 96).

    Inmediatamente la prensa mundial recibe y lanza la siguiente consigna: "No podrá haber paz sin que Guillermo II y Carlos I sean destronados" y Ribot "cerró la puerta a ulteriores negociaciones con un discurso de excepcional acritud" (Charles Petrie, ob. cit. pg. 300).

    Conjurado el peligro la Masonería continúa conspirando por la paz judaica que había sido encomendada. El 28, 29 y 30 de junio se reúne en París el "Congreso de la Masonería de las naciones aliadas y neutrales" su fin "preparar los Estados Unidos de Europa; crear una autoridad supernacional destinada a resolver las diferencias entre las naciones; la Masonería será el agente de propaganda de esta concepción de paz y de felicidad universal que se llamará la Sociedad de Naciones" (Memoria del Congreso de las naciones aliadas y neutrales, 1917, pg. 8).
    En la primera sesión, presidida por el General Peigné, Gran Maestre de la Gran Logia de Francia, fue votado el estatuto de la futura sociedad.
    El 8 de febrero de 1918, el Presidente Wilson, masón, enuncia "sus" famosos "Catorce puntos". En el último formula el deseo de que se cree la Sociedad de Naciones.

    El 11 de noviembre se firma el armisticio y dos meses después se reúne la Conferencia de la Paz. Los principales delegados son los siguientes:
    1.- por EEUU: Wilson, acompañado de sus asesores judíos: el juez Louis Brandeis y el rabino Stephan Wise, al desembarcar fueron saludados "oficialmente" por una representación de la Gran Logia de Francia.
    2.- por Inglaterra: George Lloyd, masón vinculado por la Banca Internacional judía, al igual que su secretario privado: Sassoon, hijo de un Rothschild.
    3.- por Italia: Orlando, masón y Sonnino, judío y masón.
    4.- por la católica Bélgica: Paul Hymans, judío y masón.
    5.- por Francia: Clemençeau, masón. Otro de los delegados es judío, así como el Secretaro Dutasta y el intérprete Mentoux.
    6. por Alemania: dos plenipotenciarios judíos, y otro, instrumento incondicional del Judaísmo, aparte de numerosos israelitas en calidad de adláteres y peritos.

    Coincidencia, voluntaria o no, la Conferencia constaba, como el Sanhedrín, de 70 miembros, y se inauguró el sábado 18 de enero, el mismo día y la misma hora en que en las sinagogas se leía la promulgación del decálogo.
    Bajo tales auspicios y de tales delegados, el mundo no podía esperar sino una paz judía, como así fue.
    De la liquidación de la guerra, el Judaísmo obtuvo todas las ventajas que se había propuesto y alguna más. Excluyendo la caída de los Romanoff y consiguiente judaización de Rusia. En resumen:

    - fin de los Habsburgo y desmembración de la católica Austria.
    - destronamiento de los Hohenzollern, mantenimiento de la unidad de Alemania bajo la hegemonía protestante de Prusia y caída absoluta de la misma bajo el poder judaico.
    - entrega de la marina y de casi todas las colonias alemanas a la masónica y protestante Inglaterra.
    - fundación, en el centro de Europa, de la masónica y laica Checoslovaquia, cuyo destino fue confiado al prominente masón Masaryk, que la presidiría hasta su muerte.
    - régimen de generosa protección para las minorías judías de Europa Central y Balcanes.
    - y por encima de todo: la Sociedad de Naciones. Esta última "constituía el fin último de la guerra" como lo afirmaba en 1917 el masón Lebey (citado por J. de JBoistel en La Masonería, el tratado de paz y la Sociedad de Naciones, en Revue Internationale des Societés Secretes,
    1º octubre de 1935, pg. 588)

    Por eso su instalación no fue demorada, inaugurándose en Ginebra el 10 de marzo de 1920. Sus Estatutos, establecidos en el Tratado de Versalles estaban redactados casi en los mismos términos que los aprobados en el Congreso Masónico de 1918, salvo unos pocos artículos que el masón Leon Bourgeois encontró prematuros (Fara, ob. cit. pg.129).
    Fue designado Secretario General Sir Eric Drummond, quien el mismo día de su llegada a Ginebra, concurrió con su personal "a ofrecer al Gran Rabino de la ciudad la expresión de su admiración por los israelítas y su adhesión a su causa" (Rogerl Lambelin en El peligro judío en la civilización contemporánea, pg. 207). Está demás comentar el alto número de judíos que pululaban en su seno.

    El nacimiento de la niña de Ginebra fue saludado con alborozo por sus progenitores. La Asamblea General de la Gran Logia de Francia: "queda enterada con satisfacción de que la Asamblea General de la SdN, primer bosquejo de un Parlamento Internacional, se celebrará en el mes de noviembre próximo" (Asamblea de la Gran Logia de Francia, 1920, pgs. 34/5)
    Y no solo se felicitaron por su nacimiento, también se preocuparon por su desarrollo. La Asamblea General de 1922 "se pronuncia en favor del principio de la SdN constituyendo una Internacional de los pueblos" y señala una serie de reformas, tendentes a fortalecerla y aumentar su poderío. Preconiza "la constitución de un Super Estado supra-nacional, es decir, poseyendo los tres órganos indispensables de toda sociedad constituida: Gobierno, Parlamento y Tribunal de Justicia, éste provisto de un Código Penal, un Código Civil y uno de Procedimientos Internacionales. La autoridad internacional debe apoyarse en un ejército y una policía internacional". Afirma la necesidad de "creación de un espíritu europeo, de un patriotismo de la SdN, en una palabra la formación de los EEUU de Europa, o mejor aún, de la Federación del Mundo" (Asamblea General de la Gran Logia de Francia, 1922, pgs. 235/6).

    Para ello nada mejor que la influencia constante de sus creadores. "La SdN, que nosotros hemos creado, tendrá una fuerza moral y real tanto mayor, cuanto más se apoye sobre las agrupaciones masónicas del mundo entero" (Asamblea citada, 1923, pg 356).

    Si los masones están satisfechos, los judíos no ocultan su alegría. Según una declaración de los rabinos de Francia, dicha SdN "es la primera aplicación, en el orden político, de los principios de paz y de fraternidad que el judaísmo ha proclamado, desde los profetas, en el mundo civilizado" (Citado por "Romana", septiembre 1927, pg. 8).

    Y según Israel Zanguwill "esencialmente procede de la inspiración judía" (citado por Vries de Heckelingen, ob. cit. pg 103).

    Pero pese a todo temen por su caída, así Alfred Nossig (en Integrales Judentum, 1922, pg. 27): "el edificio tan penosamente edificado en París, en 1919, por los delegados judíos de América e Inglaterra, se derrumbaría si llegara a naufragar la SdN".

    Y por eso clama Luciano Wolf "todos los judíos deben considerar un deber formal el sostenimiento, por todos los medios posibles, de la SdN. Nosotros tenemos el mayor interés en que tenga éxito la Liga, pro cuanto está en armonía con nuestras tradiciones más nobles y santas. Presenta para nosotros un interés tanto mayor, cuanto asegura la solución más favorable de la cuestión judía" (Citado por Roger Lambelin, ob. cit. pg.212).

    Y poseído de entusiasmo, viendo ya a Sión capital del Universo, afirma, no sin algún apresuramiento, Simón Tov Yacoel: "La SdN, casta criatura nacida del espíritu de Israel, debe vivir y respirar el aire de su padre. La SdN debe tener su sede en el interior de los muros y las torres de la Ciudad de paz, de la ciudad de Jerusalem" (Simón Tov Yacoel en Israel Reflexions sur la grande guerre en l'avernir des peuples, 1921, pg. 25).

    Con la IGM, Israel había logrado una gran victoria. La REPÚBLICA UNIVERSAL etaba próxima.















    11ª Parte :
    HACIA EL COMUNISMO UNIVERSAL
    Rusia, donde una aristocracia tenía a raya a los judíos y había declarado ilegal la Masonería, concitaba todo el odio del Poder Oculto. Por ello fue condenada a la extinción de su dinastía y a transformarse en cuartel general de la REVOLUCIÓN COMUNISTA.

    La agitación revolucionaria en Rusia,fomentada por el capital judío y en la que participan activamente israelitas, es muy anterior a 1918. Ya en 1881 condujo al asesinato del Zar Alejandro II. Luego se intensifica en 1897 con la creación de la "Unión General Judía Obrera", más conocida por el "Bund Judío" que, solo en el primer año de su existencia, organizó 315 huelgas.

    El primer golpe serio de los judíos al régimen zarista fue la guerra ruso japonesa. "El banquero judío Jacob Schiff apoyó financieramente al Japón en su guerra contra Rusia y además facilitó el dinero con cuya ayuda se infiltraron en las almas de los prisioneros de guerra rusos en los campamentos japoneses las ideas disolventes, que ahora son de dominio universal bajo la forma del bolchevismo" (Henry Ford en el Judío Internacional, pg. 405).

    Nicolás II se vio obligado a enviar a EEUU al conde Witte, casado con una judía y vinculado a banqueros y masones, con el objeto de negociar una paz que señaló el comienzo de la decadencia de Rusia.

    Durante los años 1905 y 1906 se produce, bajo la dirección del Bund Judío, una serie de huelgas, motines y asesinatos. Jacobo de Jaas, en el periódico sionista "Macabeos" (noviembre 1905) llama jantanciosamente a ese movimiento "la Revolución Judía", denominación cuya exactitud prueba, ampliamente, el escritor ruso Schmakow en su libro "Libertad y Judíos".
    Fueron sus propios excesos los que les llevan al fracaso e incluso al "progrom". Triunfa la reacción y gobierna Stalypin, pero es asesinado en 1911 por el judío masón Bagrow.

    En 1913, Rusia estaba condenada. Con motivo de realizarse en Kiev un proceso contra el judío Mendel Beilis, acusado de asesinato ritual en la persona de un niño cristiano, el periódico israelita "Hammer" de Viena expresaba lo siguiente: "nosotros demostraremos en Kiew, para todo el mundo, que con el Judaísmo no se puede jugar. Si el Judaísmo, por conveniencia de táctica, ocultaba antes el hecho de que está al frente de la revolución en Rusia, ahora, después del proceso de Kiew, para nosotros no hay necesidad de mantener esa táctica. El final del proceso no tiene ninguna importancia, porque para el gobierno ruso ya no hay salvación posible. Esa es la decisión del Judaísmo, y así será" (Hammer, nº 274, octubre 1913, pg. 613)

    Cuatro años más tarde, esa decisión era cumplida. El medio indirecto fue la IGM. La campaña de Rusia, favorable a los alemanes, fue aprovechada por los revolucionarios. El 9 de marzo de 1917 surgen los primeros chispazos, el 13 se sublevan las tropas de San Petesburgo y el 15, Nicolás II abdica. Se constituye un gobierno provisional presidido por el masón Príncipe Lwoff, que al poco tiempo es reemplazado por el judío masón Aarón Kirbiz, de alias Kerensky. Fue una etapa de transición.

    En octubre, Lenin y su séquito de judíos se apoderaban, definitivamente, del gobierno. El 17 de julio de 1918, en Ekaterimburgo, y a una orden del judío Swerdloff, otro judío: Yourowsky, asesina al Zar, a su esposa, a sus hijos, a su médico y a sus servidores. Los demás miembros de la familia imperial serán asesinados la noche siguiente.
    Los Grandes Duques Mikhailovitch, Constantinovitch, Constantino Constantinovitch, Igor Constantinovitch, Wladimir Paley y la Gran Duquesa Isabel Feodorowna son arrojadas al fondo de un pozo en Alapaiewsh (Siberia).
    El Gran Duque Miguel Alejandrowitch es asesinado con toda su comitiva en Perm.

    Tan solo cuatro años después, en 1923, la revolución "rusa" había asesinado a 28 obispos, 1.219 sacerdotes, 6.000 profesores y maestros, 9.000 doctores, 54.000 oficiales, 260.000 soldados, 7.000 policías, 12.950 propietarios, 355.250 intelectuales y profesionales, 193.290 obreros y unos 815.000 campesinos (Leon de Poncins en Las Fuerzas Secretas de la Revolución, pg. 164)

    Escuetamente esos fueron los hechos. Veamos ahora la intrahistoria: sus CAUSAS OCULTAS.

    En 1922, "La Revue de París" (nº 11 y 12) publica las "Memorias de la Princesa Paley, viuda del Gran Duque Pablo Alejandrowitch. Allí explica con toda claridad cómo la Embajada Británica en Petrogrado fue el centro de la propaganda revolucionaria. Se recuerda que el ministro inglés del Trabajo, Shaw, cometió la indiscrecion de decir, en un discurso, que Lloyd George había arrojado millones de libras esterlinas para encender la guerra civil en Rusia; y mencionaba también las palabras de este último al recibir la noticia de la caída del Zar: "uno de los objetos de la guerra para Inglaterra ya está realizado" como deseaban la Inglaterra masónica de Lloyd George y judía de su secretario Sasoon Rothschild.

    Aunque significativo ese antecedente no es el más importante, hay otro, que prueba documentalmente la directa intervención judía, es un memorandum del Servicio Secreto de los EEUU, transmitido en 1919 por el Alto Comisario francés en esa nación y por éste, a su vez, al gobierno de Francia, decía:

    "I.-
    En febrero de 1916, se supo por primera vez que en Rusia se estaba fomentando una revolución. Se descubrió que las personas y firmas que se mencionan estaban comprometidas en esta obra de destrucción:
    1.- banquero judío
    Jacob Schiff.
    2.- banca judía
    Kuhn&Loeb y Cía: dirección: Jacob Schiff, Félix Warburg, Otto Kahn, Mortimer Schiff, Jerónimo H. Hanauer (todos judíos).
    3.-
    Guggenheim, judío.
    4.-
    Max Breitung, judío.

    No hay, pues, casi duda de que
    la revolución rusa, que estalló un año después de la información precedente, fue iniciada, promovida y financiada por influencias claramente judías. Y en efecto, en abril de 1917, Jacob Schiff hizo una declaración pública, en la que decía
    que gracias a su apoyo financiero había podido triunfar la revolución rusa
    .

    II.-
    En la primavera de 1917,
    Jacob Schiff comenzó a comanditar a Trotsky (judío) para que hiciera la revolución social en Rusia. En el diario bolchevique de New York, Forward, se cotizó también con el mismo objeto.

    Desde Estocolmo, el judío
    Max Warburg habilitaba, igualmente a Trotsky y Cía; y lo mismo hacían el Sindicato Westfaliano Renano, importante consorcio judío, el judío Olef Aschberg del Nye Banken de Estocomo, y Yivotowsky, un judío con cuya hija estaba casado Trotsky.
    Así se establecieron las relaciones entre los multimillonarios judíos y los judíos proletarios.

    III.-
    En octubre de 1917, se verificó la revolución social en Rusia, y gracias a ella, ciertas organizaciones de Soviets tomaron la dirección del pueblo ruso. En estos soviets se destacaron los nombres que consignamos:
    Apodo Nombre AuténticoNacionalidad
    Lenin Ulianof Ruso ?
    Trotsky Bronstein Judío
    Steklof Najamkes Judío
    Martof Zederbaum Judío
    Zinovief Apfelbaum Judío
    Kamenev Rosenfeld Judío
    Sujanof Gimel Judío
    etc. etc. etc.

    Nota: hay otros libros que documentan bien este hecho. Uno en PDF colgado, libremente, en la Red es: Maurice Pinay - Los Judíos- El motor secreto tras el comunismo


    IV.-
    Al mismo tiempo, un banquero judío
    Paul Warburg, demostraba tener relaciones tan estrechas con los personajes bolcheviques, que no fue reelegido en la Federal Reserve Board.


    V.-
    Entre los amigos íntimos de Jacob Schiff, estaba el rabino
    Judas Magnes, que era amigo devoto y agente incondicional de Schiff. El rabino Magnes es un enérgico dirigente del Judaísmo Internacional; el judío Jacob Milikof declaró que Magnes era un profeta.

    A principios de 1917, este profeta judío estableció la primera asociación verdaderamente bolchevique en ese país, bajo el nombre de Consejo del Pueblo. El peligro de esta asociación se reveló más tarde. El 24 de octubre de 1918,
    el rabino Judas Magnes declaró, públicamente, que era bolchevista y que estaba en completo acuerdo con su doctrina y su ideal. Esta declaración la hizo en una reunión del Comité Judío de EEUU, en New York.
    Jacob Schiff condenó las ideas de Judas Magnes, y éste, para engañar a la opinión pública, abandonó el Comité Judío de EEUU, pero Schiff y Magnes quedaron en perfecta armonía como miembros del Consejo de Administración de la Kehilla (Kahal) judía.

    VI.-
    J
    udas Magnes, por otra parte, está en relaciones estrechas con la organización sionista universal Poale, de la que fue director. Su fin último es establecer la supremacía internacional del partido laborista judío, y una vez más se ve la unión entre judíos archimillonarios y proletarios.

    VII.-
    ... (se refiere a la revolución alemana de 1919).

    VIII.-
    Si tenemos en cuenta el hecho de que la firma judía
    Kuhn&Loeb y Cía, está en relaciones con:
    - el
    Sindicato Westfaliano Renano, firma judía de Alemania.
    -
    Lazard Freres, casa de banca judía, de París,
    -
    Gunzburg, casa de banca judía de Petrogrado, Tokio y París.
    Si advertimos que los precedentes negocios judíos mantienen estrechas relaciones con la casa judía
    Speyer y Cía, de Londres, New York y Francfort del Main. Lo mismo el Nye Banken, casa banca judía bolchevique de Estocolmo, comprobamos que el movimiento bolchevique en sí es, hasta cierto punto la expresión de un movimiento general judío y que determinadas casas bancarias judías están interesadas en la organización de este movimiento" (citado por Esteban J. Malanni en Comunismo y Judaísmo, pgs. 56/63).

    Este documento de fuente insospechable arroja luz sobre los verdaderos autores y ejecutores del mayor crimen de los tiempos modernos. Crimen universal, porque la Revolución judeo másonica comunista no debía concretarse únicamente a Rusia.

    Alemania hubo de ser la segunda víctima. Como en Rusia, el Poder Oculto procedió por etapas.

    La primera masónica y socialdemócrata: "desde el 25 de enero de 1918 preparamos metódicamente la revolución. El partido socialdemócrata y la Masonería habían vito que las grandes huelgas no llevan a la revolución, sino que es menester para eso adoptar otras medidas. El trabajo dio sus frutos. Organizamos la deserción en el frente; proveímos a los desertores de dinero, hojas de propaganda y documentación falsa, haciendo un llamamiento a la deserción; enviamos a los maestros en todas direcciones, principalmente al frente, para que pudiese ganarse a los soldados y desmembrar el ejército, aconsejando a los soldados que se pasasen al enemigo, y de ese modo conseguir la ruina completa con toda seguridad" (dicho por Vater según cita Leon de Poncins, ob. cit. pg. 98).

    Triunfante la revolución el gobierno pasó a manos de un gabinete de 6 miembros, en el que predominó de manera aplastante la influencia judía Haase y Landsberg, secundados por una camarilla de judíos: Schiffer, Kautsky, Kohn, Herzfeld, Bernstein, Preuss; Freund, Max Cohen, y otros.

    El 5 de enero de 1919 estalla en Berlín la revolución espartaquista (comunista) dirigida por los judíos Carlos Liebknetch y Rosa Luxemburg (Rosalía Lubeck).
    El movimiento se extiende a toda Alemania, alcanzando su culminación en Baviera, donde lo dirigen Eisner, Max Lowemberg, Rosenfeld, Wollheim, Max Rothschild, Arnold, Kranold, Rosenhek, Birnbaum, Reis, y Kaisser. Todos Judíos y masones.

    A su vez Rusia envía otros dirigentes, también judíos. Se establece en Munich una tiranía sangrienta, caracterizado por el fusilamiento en masa de rehenes. Los mismos excesos provocan violentas reacciones y la revolución es derrotada. Entonces los judíos desaparecen en parte de la acción política visible; pero continúan manteniendo su control sobre los resortes estratégicos, como hacienda y los mass media.

    Poco después le tocaría el turno a Hungría. Disuelto el Imperio Austro-húngaro, gobierna el Conde Karolyi. La Masonería lo apoya. Una declaración de la Gran Logia de Budapest (2 de noviembre 1918) afirma: "el gobierno que ocupa el poder en la actualidad, intenta poner en práctica las mimas ideas que nosotros. Muchos de nuestros hermanos son miembros del gobierno (al menos seis lo eran), y ello es una garantía de que Hungría revolucionaria adoptará las reformas más radicales" (citado por Leon de Poncins, ob. cit. pgs. 86/7).

    Ante ciertas dificultades de orden internacional, el Conde Karolyi renuncia, dirigiendo antes un llamamiento al proletariado universal, que significaba lisa y llanamente una invitación a los comunistas para apoderarse del gobierno. Y así lo hacen el 22 de mayo de 1919. Se instaura un Consejo de 26 Comisarios del Pueblo, de los que, al menos, 18 eran judíos. Proporción absurda en un país de 22 millones de habitantes en el que solo uno y medio eran judíos.
    El jefe virtual del gobierno y ministro de relaciones exteriores es judío y masón: Bela Kun (Aarón Kohen) que ejerce el poder durante 133 días ejerciendo una de las tiranías más sangrientas de la historia.

    El judío Szamuely recorre Hungría en el "tren de la muerte" que se detenía en las poblaciones rurales y allí los comités locales conducían a los blancos a los coches. El jefe del "tren de la muerte" los juzgaba después de un simulacro de interrogatorio y decretaba enseguida la sentencia. Los infortunados eran muertos a bayonetazos y arrojados del tren, que marchaba entre una orgía de sangre y de "champagne" a gran velocidad, cruzando los campos desiertos por el terror. En algunas estaciones Szamuely descendía del tren y, rodeado de comunistas, -decían que aquello era un tribunal- ordenaba ahoracar a numerosos desdichados" (Ferrari Billoch en Entre Masones y Marxistas)

    Había multitud de verdugos, otro grupo: los hijos de Lenin, actuaban por su cuenta, en su mayoría eran judíos.

    Con significativa simultaneidad la ola revolucionaria se extiende por el mundo.
    En 1918 es asesinado el presidente de Portugal: Sidonio Paes por dos agentes del carbonarismo (Bainville en Los Dictadores, pg. 166).

    El mismo año estalla la revolución en Finlandia.

    En 1919 le toca el turno a Austria.

    Durante este año y el siguiente hay graves disturbios en Holanda.

    En 1920 reina la anarquía en Italia y los comunistas se apoderan de las fábricas.

    Ese año la Rusia bolchevique invade Polonia llegando hasta Varsovia.

    De 1920 a 1923 el terrorismo impera en España, donde son asesinados el gobernador de Barcelona, Conde de Salvatierra, el Arzobispo de Zaragoza, Cardenal Soldevilla, y el Presidente del Consejo de Ministros, Eduardo Dato (Mauricio Karl en Asesinos de España, pgs. 49/59).

    La resaca de la ola comunista llega hasta Argentina. En 1919 estalla en Buenos Aires la huelga revolucionaria conocida por "semana trágica" de sus 14 dirigentes, 13 son judíos, comenzando por el jefe: Pedro Valekovsky.

    Para centralizar el plan revolucionario, Lenin y los judíos que le rodean crean en 1919 la Tercera Internacional, cuyo fin confesado era provocar la revolución mundial.
    El judío Apfelbaum Radomylsky (Zinovief) presidente de la nueva organización, declaró en el primer número de la "Internacional Comunista" que: "en un año, toda Europa habrá proclamado la República de los Soviets" (José Bullejos en Europa entre dos guerras, pg. 36).

    Durante la lucha entre polacos y bolcheviques, fue muerto un oficial judío llamado Zunder, comandante del 11º Batallón de Tiradores del Ejército Rojo. En su cartera se encontró el siguiente documento fechado en diciembre 1919 y proveniente del Comité Central de la Sección de San Petesburgo de la Liga Internacional Israelita.
    Puede considerarse la síntesis del pensamiento judío en ese momento decisivo, dice:
    "¡Hijos de Israel! la hora de nuestra suprema victoria se aproxima. Estamos en el umbral del dominio del universo. Lo que antes era del dominio de nuestros sueños está a punto de realizarse. De débiles e impotentes que éramos, la catástrofe mundial nos ha hecho fuertes, y gracias a ella, podemos levantar la cabeza con orgullo.
    A pesar de todo, debemos ser prudentes. Se puede profetizar con seguridad que,
    después de haber andado sobre las ruinas y de haber derrumbado altares y tronos, proseguiremos nuestro avance por el camino señalado.
    La autoridad de la extraña religión y de las doctrinas que hemos propagado con tanto éxito, está expuesta a críticas violentas y a burlas. Hemos conmovido la cultura, la civilización, las tradiciones y los tronos de las naciones cristianas. Hemos hecho todo para someter al pueblo ruso al yugo del poder judío y finalmente, lo hemos arrodillado ante nosotros.
    En cuanto a él, nuestra victoria está casi concluida; sin embargo es necesario ser muy prudentes, porque la Rusia oprimida es nuestra grande enemiga. La victoria alcanzada gracias a nuestra superioridad intelectual, puede volverse contra nosotros en una nueva generación.
    Rusia está conquistada y clavada al suelo; agoniza bajo nuestro pie, pero no olvidéis, ni por un instante, que es necesario estar atentos y prudentes. La preocupación sagrada de nuestra seguridad no nos permite practicar ni la piedad ni el perdón. Es una necesidad mantener al pueblo ruso en la miseria y en las lágrimas. Apoderándonos de sus propiedades y de su oro, lo hemos reducido a la esclavitud.
    Seamos prudentes y silenciosos.
    No tengamos piedad para nuestro enemigo. Debemos concluir con los mejores elementos del pueblo ruso para que el país no pueda encontrar ni jefes ni dirigentes.
    Le quitaremos así toda posibilidad de resistir a nuestro poder.
    Debemos provocar los odios entre los obreros y los aldeanos. La guerra, la lucha de clases, destruirán todos los tesoros de cultura de los pueblos cristianos.
    Hijos de Israel, seamos prudentes y reservados. Nuestra victoria está próxima, porque nuestro poder político-económico,así como nuestra influencia sobre las masas, hacen rápidos progresos. Somos dueños de las finanzas y del oro,de los gobiernos y, por consiguiente, somos todopoderosos sobre las finanzas de los estados.
    El poder está en nuestras manos, desconfiemos de los traidores y de los planes subterráneos.
    Bronstein, Apfelbaum, Rosenfeld, Steinberg, son, entre otros muchos, verdaderos hijos de Israel. Nuestro poder en Rusia es sin límites. En las ciudades, los comisarios y las comisiones de víveres, de casas, etc. nos son adeptos. No os podéis embriagar por el triunfo. Sed prudentes y desconfiados, porque fuera de nosotros no debemos de contar con nadie.
    Recordad que no podeos fiarnos del ejército rojo, que cualquier día puede volver sus armas contra cualquiera de nosotros. Hijos de Israel, la hora del triunfo sobre Rusia, tan largo tiempo esperada, ha llegado. Estrechad filas.
    Propagad la política nacional de nuestra raza. Combatid por nuestro ideal. Guardad santamente las viejas leyes que nos fueron legadas. Que nuestra inteligencia, nuestro genio, nos protejan y nos guíen" (citado por Roger Lambelin en El Peligro Judío en la Civilización Contemporánea, pgs. 114-116).

    ¿Qué fue, en síntesis, la REVOLUCIÓN COMUNISTA?
    El progrom más grande de la historia, un "progrom" de judíos contra cristianos tendente a implantar en el mundo, por la VIOLENCIA y el TERROR, el DOMINIO DE ISRAEL
    .

  4. #4
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    Re: La Historia, desde el Anticristo al Nuevo Orden Mundial

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    12ª Parte : LA REACCIÓN NACIONALISTA
    En 1919 el Judaísmo estaba verdaderamente "en el umbral del dominio universal", no hay exageración en la afirmación. Sus planes se habían cumplido con precisión matemática.

    Las fuerzas políticas y sociales de resistencia cristiana habían sido destruídas o lo estaban siendo. Solo quedaba, aislado, en un mundo hostil, alejado de la Conferencia de la Paz y de la Internacional laica de Ginebra, amenazado por las hordas rojas italianas, el Vaticano de Cristo en la tierra.

    Pero hacía falta prudencia, como lo recomendaba la Liga Internacional Israelita. Y eso, precisamente, faltó. El Judaísmo cometió dos graves errores.

    Primero:
    Seguro ya del triunfo, se permitió el lujo de dividir sus fuerzas. Dos potencias económicas judías se disputaron el dominio mundial.
    - la fracción "Ashkenazi" aglutinada alrededor de los Rothschild, de la social democracia y de la SdN, y
    - la fracción "pollack" formada por la banca judeo germano americana y su creación más reciente: el COMUNISMO REVOLUCIONARIO.
    A consecuencia de ello Rusia no ingresó en la SdN y EEUU se retiró de ella tras el Tratado de Versalles, lo que constituyó la primera crisis del organismo internacional.

    Segundo:
    Los judíos aparecieron demasiado en primer plano en las revoluciones comunistas y cometieron en ellas demasiadas atrocidades, todo lo cual significa una voz de alerta para el mundo cristiano. Y así fue que las reacciones no tardaron en aparecer.

    Las primeras lo hicieron en aquellas naciones que más habían sufrido el yugo judeo-comunista.
    En la misma Rusia, la resistencia contra el régimen bolchevique se hizo fuerte en Crimea, encabezada por el general Wrangel, durante 1920.
    Pero Lloyd George exigió al jefe "blanco" la suspensión de toda lucha. Ante la negativa de Wrangel, los "representantes ingleses" fueron retirados de Crimea e Inglaterra obligó al gobierno polaco, entonces en guerra con los bolcheviques, a firmar la paz.
    La Rusia comunista pudo así disponer de todas sus fuerzas contra Wrangel que hubo de abandonar Crimea, donde al año siguiente se ejerció la venganza judía roja del sanguinario Bela Kun que ametralló a más de 70.000 personas.

    En Hungría que también había sufrido el TERROR JUDÍO, comienza a reaccionar en 1920. Las elecciones de representantes para la Asamblea Constituyente, son desfavorables al socialismo. Se publica una proclama, manifestando que Hungría sigue siendo Reino. Reunida la Asamblea, elige Regente al Almirante Nicolás Horthy. Y se dictan leyes de defensa social y nacional;se restringen las actividades del partido social democrático; se toman medidas contra la infiltración judía, llegándose a limitar el número de israelitas admisibles en la instrucción superior; y finalmente se disuelve la Masonería, se allanan sus locales y se ENCUENTRAN y PUBLICAN gran cantidad de documentos que PRUEBAN DEFINITIVAMENTE la influencia JUDAICA en la MASONERÍA (el 92% de los masones húngaros eran judíos) así como la implicación de ésta en la REVOLUCIÓN comunista húngara.

    Tales medidas provocaron la reacción de la Masonería Internacional, así la revista masónica "Latomia" decía: "en tan apurada situación los hermanos húngaros volvieron sus ojos hacia las grandes logias norteamericanas. El resultado fue que como Hungría negociaba entonces un empréstito en Améica, recibió una negativa mientas no se restablecieran en Hungría las "instituciones de derecho", alusión a la prohibición de que los profanos pudieran colaborar en los mismos. Esto fue, naturalmente, rechazado por el Gran Maestre, y el empréstito fracasó "(Latomia, Leipzig 1º marzo de 1992, nº 23, pg. 31).

    También se ejercen otras presiones masónicas sobre Hungría, aunque igualmente sin éxito. Finalmente, y ante una tentativa de restauracón del Rey Carlos, el Poder Oculto se resigna a reducir al mínimo sus exigencias.
    Los gobiernos masónicos de Francia e Inglaterra logran que Hungría declare caducados los derechos de los Habsburgo al trono, después de los cual es admitida a la SdN.

    También comienza a levantarse Austria. Las elecciones de 1920 dieron la mayoría a los católicos y se formó un gobierno presidido por Mayer, pero ante la negativa de apoyo económico por parte de Inglaterra y EEUU, debió dimitir. No obstante, dos años después se constituye otro gobierno católico, a cuyo frente se halla un sacerdote y gran estadista: Monseñor Seipel.
    Hay diversas tentativas de acabar con él. En 1924 el obrero Jaworek atenta contra la vida de Seipel y logra herirlo, pero vuelve a hacerse cargo del gobierno dos años después.
    Entonces en 1927 estalla una revolución social demócrata que incendia el Palacio de Justicia y comete numerosas depredaciones, pero logra sofocarse. En vista de ello la Komintern encomienda su caída al tristemente famoso judío Bela Kun pero será detenido en Viena en 1928 y devuelto a Rusia. Por entonces, ya había surgido una poderosa fuerza nacionalista organizada, la "Heimwehr" que mantenía a raya a los comunistas.

    Monseñor Seipel renuncia en 1929; pero sus sucesores siguen la misma línea y en 1933 gobierna otro gran estadista católico: Engelbert Dollfus, que se posiciona, rotundamente, contra la democracia liberal y tiene por lema "Instaurar Austria en Cristo".
    La Constitución de 1934 se dicta "en nombre de Dios Todopoderoso, de quien procede todo derecho" y establece un estado corporativo y cristiano.

    Se celebra un concordato ejemplar con la Santa Sede. Contra viento y marea, Austria sigue fiel a su tradición católica y en el judaizado siglo XX, da al mundo un magnífico ejemplo de hacer reinar a Cristo en el corazón de Europa.

    En 1926 Portugal había salido de la crisis en la que lo hundió el asesinato de Sidonio Paes, dándose un gobierno militar. En 1928 dicho gobierno se permite dar una bofetada a la SdN, rechazando su pretensión de controlar las finanzas portuguesas, exigida como requisito para conceder un empréstito.
    Un profesor de la Universidad de Coimbra, Oliveira Salazar, fue llamado al Ministerio de Hacienda. Y no solo reorganizó la economía nacional, sino también el Estado, dándose una base corporativa y cristiana y prohibiendo la Masonería y las sociedades secretas.

    España que había sufrido durante unas semanas el TERROR (judío) ROJO, especialmente en 1923, vio surgir ese mismo año al Dictador Primo de Rivera, que si bien no supo sacar de su patria todo lo que podía dar su magnifica tradición cristiana, la encauzó por varios años en el camino del orden y opuso durante años una valla a las pretensiones revolucionarias.

    Pero estas reacciones adquieren verdadera importancia por su empuje, por la talla de sus dirigentes, por la mística nacionalista que despiertan y por la trascendencia que van a tener en los acontecimientos en Italia y Alemania.

    En Italia aparece el FASCISMO, fundado por Mussolini el 23 de marzo de 1919. Durante la anarquía de 1919 al 1922, cuando los comunistas ocupan las fábricas, saquean los campos y atacan los cuarteles ante la dejadez del gobierno, el Fascismo opone la violencia del orden a la violencia del desorden. sus efectivos aumentan día a día. El 31 de julio de 1922, Mussolini dirige un ultimátum al gobierno intimándolo a concluir el desorden y advirtiendo que de no hacerlo, lo hará el Fascismo.
    Y el Fascismo logró imponer el orden. Italia se había salvado de las garras judeo masónicas comunistas. Desde ese día el régimen parlamentario dejó de existir en la práctica, faltaba el golpe de gracia que dará Mussolini en su marcha sobre Roma.

    El Fascismo encabezó la reacción contra el Poder Oculto durante varios años. Movimiento a la vez restaurador y renovador, respetó las instituciones tradicionales y les injertó las que requerían los tiempos modernos. Dictó leyes contra las sociedades secretas. Organizó el Estado corporativo. Reconoció la soberanía temporal de la Santa Sede, cortando así de un tajo el nudo gordiano de la cuestión romana.
    Reconoció al Catolicismo como religión oficial. Restableció el caŕacter sacramental del matrimonio y la enseñanza religiosa. Y al liquidar, una tras otra, la Italia roja y liberal y masónica, dejó al descubierto la Italia clásica, la romana, e hizo de ella una gran potencia.
    Hubiera sido deseable una Italia aún más íntimamente cristiana, sin resabios de la Italia pagana, sin cierta estatolatría cesarista. Pero en ello influyeron causas profundas, no imputables a un solo hombre. Probablemente la Italia fascista fue la mejor de las Italitas posibles en ese momento histórico.

    En Alemania se produce el otro gran movimiento reaccionario. El 25 de febrero de 1920 se realiza en Munich la primera asamblea del NSDP (Partido Nacional Socialista Alemán). El 9 de noviembre de 1923, su jefe, Hitler, en complicidad con Ludendorff, intenta apoderarse del gobierno en Baviera y fracasa siendo encarcelado.
    En mayo de 1934 se presenta por primera vez a las elecciones y obtiene 2 millones de votos. Hitler había logrado sintonizar la onda del pueblo alemán, que comenzaba a levantarse contra la República judaica de Weimar y contra la amenaza masónica comunista. Sin embargo, su ascensión es más lenta que la de Mussolini. Es en 1930 cuando da un gran paso hacia el triunfo, obteniendo 6,5 millones de votos. En las elecciones presidenciales de 1932 logra más de 13 millones. Al año siguiente, Hindemburg le hace Canciller del Reich. Y a la muerte del mariscal, en 1934, le sucede en el gobierno de Alemania.

    Hitler ha sido la máxima expresión de la reacción antijudía. Fue el único estadista que vio el problema y tuvo la audacia de combatirlo, y la fuerza necesaria para hacerlo. Su error consistió en creer que basta oponer al RACISMO JUDÍO el RACISMO GERMANO, al ORGULLO judío el orgullo pagano, a la FUERZA DEL ORO LA FUERZA DEL HIERRO.

    OLVIDÓ QUE DETRÁS DE LA RAZA, EL ORGULLO, Y DE LA FUERZA JUDÍOS SE ESCONDE EL ESPÍRITU DEL ANTICRISTO. Y QUE A ÉSTE SÓLO SE LE PUEDE VENCER CON EL ESPÍRITU DE CRISTO.

    Sea como fuere, con todos sus errores, en determinado momento Hitler encarnó a Europa, a esta Europa paganizada del XX, en su lucha contra el dominio de Israel.

    El Judaísmo no permaneció inactivo ante la reacción nacionalista europea. contaba con su tradicional baluarte masónico: Inglaterra. Contaba con Francia tan sometida a la Masonería que bajo el famoso "Cartel" de 1924, ésta era el verdadero poder legislativo, contentándose el gobierno con oficializar sus resoluciones, como lo demuestra Michel, con abundantes documentos y ejemplos en su libro "La Dictadura de la Masonería en Francia" (ver Leon de Poncins en su obra Las Fuerzas Secretas de la Revolución, pgs. 56/60).
    El Judaísmo contaba también con la SdN que pese a sus averías aún se mantenía a flote. Pero sobre todo contaba con la Internacional Comunista y su "Komintern" cuyos sucesivos fracasos para adueñarse de Europa no les habían impedido seguir siendo los amos en Rusia.

    Y desde Rusia menudearon sus tentativas revolucionarias. En 1923 Alemania vuelve a ser agitada por turbulencias atroces.

    Bulgaria sufre una sangrienta revolución que se repetirá en 1924. Y Estonia sufre la revolución. En 1925 se reaviva la agitación búlgara done una bomba mata 210 personas en la catedral de Sofía.

    Se inicia en China la revolución comunista, que al año siguiente se transforma en la guerra del terror que produce 186.000 víctimas, sólo en Kiangsi.

    En 1927 vuelve la revolución a Austria contra el gobierno de Seipel.

    En 1928 los desórdenes están en Nicaragua, Sudán, Persia, y en la India, especialmente en Madrás y Calcuta. Hay revoluciones sangrientas en Colombia, mientras en Méjico bajo un gobierno masónico de izquierdas llega a su cumbre la persecución religiosa iniciada por el judío Plutarco Elías (sobre el origen hebreo del general Plutarco Elías Calles y el carácter de masónico de la CRISTIADA: la persecución y guerra contra los cristianos mejicanos, véase Gabriel de la Paz y su obra "La Hora de Satanás", pg. 125, Santiago Chile, 1928).
    Esta persecución judía en Méjico costó la vida de más de 20.000 católicos en sólo 3 años ante el silencio atronador de los mass media internacionales que tan sensible es cuando se toca la cuerda del antisemitismo.

    En 1930 serán Perú y estalla la guerra civil comunista en Brasil.

    Pero en 1931 el Judaísmo logra su mayor éxito al destronar al último Borbón y conquistar para sí la católica España.

    La reacción nacionalista de Primo de Rivera, había cometido el error, según De Boistel de "atacar la Masonería pero sin destruirla", (J. de Boistel en su artículo Les responsabilités de la Judeo maçonnerie dan l'Espagne, en la Revue Internationale des Societés Secretes) con lo que la fortaleció más. La Masonería española abrió 82 nuevas logias en cinco años y adquirió gran preponderancia en el Ejército y Parlamento, lo que permitió exclamar en 1927 al Secretario del Supremo Consejo: "los masones han conquistado posiciones que hacen posible la Revolución" (De Boistel, ob. cit.).

    Ello no les impidió invocar la solidaridad masónica internacional en favor de los "hermanos perseguidos". Consiguen así desatar una campaña mundial que enrareció el ambiente a la Dictadura, dentro y fuera de España. Además, Primo de Rivera y el Rey cometieron errores como no otorgar a la Alta Banca Judía de Francia la concesión en exclusiva de ciertas obras públicas. Desde entonces dicha Banca comenzó a subvencionar generosamente a los "republicanos" (Paolo Zappa en Oro, Cañones y Democracias, pg. 41).

    Un proyecto de "marcha sobre Madrid" con generales masones al frente de ejército,y según parece, la presión de Inglaterra (J. de Boistel, art. cit. pgs. 58/9 y Mauricio Karl en Asesinos de España, pgs. 79/80) obligaron al Rey a exigir la dimisión a Primo de Rivera, a inicios de 1930.

    Ya nada parecía parar la Revolución masónica comunista. El judío Leon Blum dirige desde Francia los preparativos y en abril envía a España a Jean Longuet, técnico en conspiraciones. Ese mismo mes, los Orientes de Sevilla, Madrid y Barcelona fijan la caída de la Monarquía para el 1º de enero de 1931 (Monseñor Jouin denunció este plan en la "Revue Internationales des Societés Secretes, en octubre 1930, seis meses antes de su realización).

    Se inicia la campaña de agitación. Estallan los motines en Aragón y Madrid. Un día, Primo de Rivera resuelve volver al gobierno y se le convence de que aún no es el momento. Pocos días después muere misteriosamente en París (ver Mauricio Karl ob. cit. pgs. 82/89).
    El 24 de diciembre, el "Daily Worker" diario comunista inglés, afirma que la monarquía está condenada y que "su caída es inminente".

    En abril de 1931, unas elecciones MUNICIPALES con amplio triunfo monáquico, pero con espectacular y bien explotada mayoría republicana en las ciudades principales, concluyeron con ella. El plan masónico sólo había sufrido un retraso de tres meses y medio.
    Se constituye un gobierno republicano bajo la presidencia de un judío (marrano) Niceto Alcalá Zamora y ocupan sucesivamente los ministerios todos los altos personajes masónicos: el Gran Maestre Martínez Barrio; Lerroux, Giral, Domingo, Albornoz, Palomo, Botella Asensi, Guerra del Río, Rocha García, Salazar Alonso, Vaquero Cantillo, y los judíos (marranos) Manuel Azaña y Fernando de los Ríos.

    Inmediatamente la Masonería muestra su entusiasmo y presta su apoyo al gobierno salido de su seno. "A los masones que integran el gobierno provisional, al alto personal, compuesto asimismo y en su mayoría de hermanos, nuestro aliento les acompaña ... No es un secreto que la Masonería domina poco menos que en su totalidad en el gobierno provisional, como en los altos cargos" (Boletín Oficial de la Gran Logia de Española, primer semestre 1931, pgs. 1 y 2).

    Y el proyecto no se queda en palabras. Hay que lograr el inmediato reconocimiento de la república naciente. Y la Masonería española se dirige a la de todos los países para que influyan en sus respectivos gobiernos. son interesantes las respuestas, porque demuestran hasta qué punto ciertas naciones están dominadas por la secta. Algunas son:
    "Chile, 15/4/1931. Gran Logia Chile felicita entusiásticamente advenimiento de la república. trataremos conseguir pronto reconocimiento".
    "Paraguay, 17/4/1931.Gestiones hechas ante el Gobierno, reconocerá república española al recibir comunicación oficial"
    "Guatemala, 20/4/1931. Buen éxito gestiones. Diéronse instrucciones inmediato reconocimiento república".
    "Santo Domingo, 16/4/1931. Con esta misma fecha nos apresuramos a dirigirnos a nuestro querido hermano general Trujillo M., presidente constitucional de nuestra república en la solicitud dicha, no dudando recibir prontas noticias al respecto, que os transmitiremos en seguida".
    "Grecia, 20/4/1931. Vuestro telegrama ha sido inmediatamente comunicado a los cinco hermanos ministros, miembros del Gabinete, y ha sido objeto de la más simpática acogida"
    Estos y otros telegramas, todos muy interesantes, los transcribe Ferrari Billoch en su obra La Masonería al Desnudo, pgs. 219/26.

    Telegramas como los de Méjico y Ecuador, contestan con la noticia del reconocimiento. Y el gobierno uruguayo se apresura tanto, que al día siguiente de instaurada la república felicita al nuevo gobierno y lo hace visitar por su ministro, manifestando su propósito de reconocerlo tan pronto como reciba la comunicación oficial.
    Francia, Bolivia y Panamá lo hacen a los cuatro días.
    A quienes no estaban en el secreto, no dejó de sorprender tan inusitada rapidez en todos estos reconocimientos.

    Instalada y aceptada por el extranjero, la república masónica continuó su obra. Primero desahogando su ODIO ANTICATÓLICO. Martínez Barrio, Fernando de los Ríos, y Marcelino Domingo organizan las turbas que en tres meses incendiaron 110 iglesias, conventos y colegios religiosos (todos planeados por la Masonería con más de un siglo de anticipación. Algunas de las 50 máximas redactadas por el Gran Oriente Español el 1º de abril de 1824:
    "36º.- siendo los conventos e iglesias de España las escuelas y muros antimasónicos más terribles ... se cambiará de táctica en esta parte, atacándolos insensiblemente por incendios, los que se harán recaer sobre los de más concurrencia y celebridad, para disminuir a los
    fanáticos el incentivo de sus beaterías, ya que no será fácil reedificarlos.
    37º.- serán las primeras, por ejemplo, las de los llamados jesuítas, antiguos e implacables enemigos de la Masonería ...
    38º.- estas infaustas ocurrencias se procurarán atribuirlas a los facciosos y realistas descontentos, convirtiendo contra ellos el odio de los pueblos, en medio del desorden y disgusto que aquellas producirán"
    107 años después, la revista "Documentación Española" (Buenos Aires, 14 julio 1931, nº 1) al informar detalladamente sobre el incendio de 110 iglesias, hacía notar "el furor especial de las sectas contra la Compañía de Jesús (pg. 4) y traía además este interesante
    dato:
    "Entre las muchas y ridículas calumnias que se divulgaron contra los religiosos, se llegó a escribir, telegrafiar y cablegrafiar que los mismos religiosos habían quemado, por despecho, sus conventos. Esta acusación fue lanzada en particular sobre los jesuítas, contra
    loscapuchinos y los hermanos de las Escuelas Cristianas (pg. 5).
    Punto por punto se habían cumplido las seculares máximas del Gran Oriente
    ".

    Se persigue al clero, se disuelve la Compañía de Jesús, se prohíbe la enseñanza religiosa, se establece el divorcio, se llega a afirmar, por boca de Azaña "que España ha dejado de ser católica"
    Mientras se persigue al Catolicismo, se llaman a España dos millones judíos y se les promete una ley de desagravio por su expulsión en 1492.

    En otro orden de ideas, se renueva el contrato de "Electgrobel" "trust" eléctrico español, que depende de la Alta Banca Judía (Paolo Zappa en Oro, Cañones y Democracia, pg. 42)

    No en vano se regocijaba en Viena el rabino Mojimo, afirmando alborozado al corresponsal de Neue Freie Presse que Alcalá Zamora, Azaña y de los Ríos "son de los nuestros, como siempre lo han sido" (El Pueblo, 17 octubre 1931)

    España, la tierra de los Reyes Católicos, había caído en poder del Judaísmo. Pero España no había dejado de ser católica.

















    13ª Parte : HACIA LA GUERRA
    El Judaísmo y la Masonería tardaron en darse cuenta cabal de la importancia de la reacción europea. Seguros de su triunfo, preocupados más en sus rencillas familiares (entre ashkenazíes y pollacks) no dieron mayor trascendencia a las reacciones locales que surgían, poco a poco.

    El campanazo de alarma lo dio el rápido avance del NSDP alemán, en septiembre de 1930 había logrado más de 6 millones de votos. E 17 de marzo de 1932 pasaba de 11 millones. El 30 de mayor caía el Canciller Bruning. La Alemania de Weimar se derrumbaba.

    Es entonces cuando el Judaísmo se apercibe de que el mundo cristiano está a punto de romper la red con la que lo aprisiona. El 3 de junio se reúnen, apresuradamente, en Ginebra algunos marxistas judíos de origen alemán. En apariencia la reunión no tiene mayor trascendencia. Pero de ella surge otra que se celebra en Amsterdam el 27 de agosto (Revue Internationale des Societés Secretes, 1º octubre 1934, pgs. 545 y ss). De ésta sale una consigna ANTIFASCISMO. El Fascismo, propiamente dicho, solo existe en Italia, pero había que hallar algún término que sirviera para encubrir la verdad: ANTI CRISTIANISMO. Los judíos habían decidido componer y reforzar su red.

    Desde ese momento Europa se transforma en un inmenso tablero de ajedrez, donde el Judaísmo y sus secuaces por un lado, y la reacción de los pueblos cristianos por otro, van a disputar una tremenda partida por el destino del mundo.

    En Francia gobierna una mayoría izquierdista. El judío Litvinof va a París en noviembre de 1932 para tantear el terreno de una alianza franco-rusa; pero la situación aún está verde y el proyecto no fragua. Para madurarlo el Judaísmo ya ha impartido su consigna a la Internacional Roja y a la Internacional Masónica. La consigna es la resuelta en Amsterdam: Antifascismo, que en su sentido positivo se traduce por FRENTE POPULAR.

    Ante esta consigna la Tercera Internacional cambia bruscamente su táctica. Ella que había roto en 1920, cuando se creyó segura del triunfo, la unidad socialista de la Segunda Internacional, en el Congreso de otoño de 1932 decide hacer todas las concesiones necesarias para lograr la unidad de las fuerzas izquierdistas en el plan de lucha anti-fascista: primero: unidad sindical, segundo, alianza de la Segunda y Tercera Internacional, tercero creación de Frentes Populares, y cuarto unidad doctrinal y política para el futuro.
    Sería el judío Zyromski quien tuvo la participación más decisiva en la unión de ambas internacionales (Revue Internationale des Societés Secretes, 15 abril 1936, pg. 260).

    Análogos vientos y del mismo origen soplan en la Masonería. La Logia Mont Sinaí que recluta a sus miembros entre el personal israelita de la Banca, la industria y el alto comercio francés, toma la iniciativa al comunicar a la Federación Masónica Internacional su preocupación por "los diversos problemas que atormentan el espíritu de nuestros hermanos en este período tan angustioso y turbulento, en el transcurso del cual la Masonería parece llamada a desempeñar un gran papel", y propone la creación de un Colegio de Venerables cuyo fin será estudiar, desde un punto de vista común, "los problemas cuyo examen se impone con más urgencia" y todo ello "en vista del derrumbamiento que estamos presenciando".

    El 26 mayo 1933, un grupo de masones franceses lanza un manifiesto declarando fundado el Frente Común cuyo objeto general será "la lucha contra el fascismo en nombre del socialismo" (Revue Internationale des Societés Secretes, 15 julio 1933, pgs. 456).

    Los días 4, 5 y 6 de junio se celebra en París un "Congreso Antifascista Europeo" con asistencia de 3.000 delegados de diversos países. Y dando cuenta del mismo, afirma Ismin Mioisset en el periódico "La República Jacobina" que dirige el masón Sennac: "Un Frente Rojo ha sido creado. Un Frente Común ha nacido" (Ibidem. pg. 461).

    La idea estaba lanzada. Políticamente comenzó a deslizarse inmediatamente en Argelia, con la unión de todos los partidos y agrupaciones de tendencia izquierdista.
    Pero ese mismo año de 1933, el Judaísmo recibe dos fuertes golpes:
    Primero: el 30 de enero, la ascensión de Hitler al poder como Canciller del Reich.
    Segundo: en su propio seno: el ESCÁNDALO STAVISKY que descubrió la podredumbre judeo masónica en Francia.

    Hitler se aparta de la SdN y busca acercarse a las naciones en que ha triunfado la reacción nacionalista. Primero Italia, luego Polonia, más tarde Hungría. Frente a los dos tentáculos judíos que se disputan el dominio mundial: Rusia y la SdN, comienza a surgir, no ya reacciones aisladas, sino una coalición de pueblos cristianos.

    El escándalo Stavisky abrió los ojos a los franceses y el 6 de febrero de 1934 el pueblo se lanza a la plaza de la Concordia. Inmediatamente el Judaísmo adoptó nuevas medidas para contrarrestar la avalancha.

    Antes de que Alemania hubiera adoptado medidas oficiales antisemitas, cuando las "vías de hecho" contra los judíos, según confesión del "Univers Israelite" (7/14 abril 1933) están felizmente reducidas a casos aislados, el Judaísmo declara el boicot a los productos alemanes, el 27 de marzo de 1933 (hay manifestaciones en Londres y otras capitales con pancartas en las que se puede leer: Judea declara la guerra a Alemania, y eso varios años antes del inicio formal de la misma)
    Tres días después el 1 de abril y en represalia, Hitler contesta con el boicot a los productos judíos, primera medida oficial antisemita de los nazis. La medida será suspendida al día siguiente y una semana más tarde se establece que los judíos no pueden ser considerados ciudadanos alemanes, y entonces ponen el grito en el cielo.

    La fracción "pollack" con el rabino USA Stepham Wise a la cabeza, organiza un Congreso Mundial Judío que se reúne en Ginebra de 20 al 23 de agosto de 1934.
    La resistencia de las facciones contrarias fue vencida por la formidable propaganda del boicot contra Hitler. "Es el Judaísmo mundial y no el judaísmo alemán quien es atacado" grita Wise, y añade: "una guerra mundial nos ha sido declarada ... Y la lección de Herzl es que si los judíos quieren seguir siendo un pueblo, deben despertarse, levantarse y, de acuerdo entre ellos, tomar la ofensiva contra todos los enemigos" (Ob. cit. 15 octubre 1934 pg. 602)

    Otro rabino USA, Newman anuncia en New York "un nuevo conflicto mundial del que Alemania no se levantará jamás" (ibidem. 1 º mayo 1933).

    La unidad judía queda sellada en Ginebra bajo la acción de los elementos más revolucionarios de la raza; y allí se crea una "Oficina central para la lucha contra el antisemitismo".

    Mientras tanto en la Logia Fe y Pureza, de París, se reúnen los altos dirigentes judíos y masones de Francia. Están presentes los judíos Leon Blum, David Weill (director banca Lazad Fréres), y Horacio Fianly (director Banca de París et de Pays Bas) y con fecha 20 abril expiden el siguiente voto: "deseamos un acuerdo con Rusia para hacer frente a las ideas fascistas en Francia y en el extranjero, y rogamos vivamente a todos nuestros hermanos, y particularmente a los que por su posición económica puedan facilitar el acuerdo, que se sobrepongan a todo temor preconcebido y se dediquen a la victoria común, que a la postre no es más que la victoria individual" (Paolo Zappa en Oro, Cañones y Democracia, pg. 151).

    Días después el judío René Mayer, biznieto de James Rothschild, parte para Moscú. El 22 de mayo va una delegación del partido socialista francés. Luego, el judío Litvinof llega a París.

    El 16 de junio el GOF "se complace por las nuevas e intensas relaciones entre las democracias francesa y rusa" y expresa su seguridad de que "tales relaciones serán cuanto antes objeto de un pacto de carácter político económico militar para reforzar las respectivas democracias" (Paolo Zapa ob. cit. pg. 153).

    El 21 julio (con Litvinof aún en París) los partidos comunistas y socialistas de Francia firman un pacto de acción común.
    Resultado de estas gestiones el 5 de mayo de 1935 se firmaba en París el Pacto francosoviético. Poco después la URSS entraba en la SdN y en el 7º Congreso Mundial de la Internacional Comunista, 1º agosto 1935, se adopta la siguiente resolución: "se impone como deber al Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista, procurar, en un plano tanto nacional como internacional" (Virgilio Filippo en El Monstruo Comunista)

    El Frente Popular antifascista se había internacionalizado. Ahora, había que extenderlo.
    Rumanía se hallaba bajo la influencia francomasónica.
    Yugoeslavia, cuyo Rey Alejandro buscaba acercamientos con Italia, había sido asegurada para el Judaísmo el 9 de octubre de 1934, mediante el regicidio, consumado por un judío (La Libre Parole, 1º enero 1936).
    Checoslovaquia había sido llevado a la presidencia Benes, judío de origen español (lo afirma El Socialista de Barcelona) y gran dignatario de la Maonería Internacional.

    Los tres países se agregaron a la alianza franco soviética. Y a la "Pequeña Entente" se añade Grecia especialmente tras la restauración del rey masón Jorge II quien se reconcilió con su superior de la logia, el político judío Ben Israelos, más conocido por Venizelos.
    Detrás de todos, jefe virtual de todos, exectante y dispuesta a ganar la última batalla, el baluarte judaico de Inglaterra.
    Y del otro lado del Océano, otro baluarte judaico: EEUU.

    Reconstruída así la red judaica y realizando su política de cerco contra las naciones que se habían escapado del yugo, especialmente contra las dos más fuertes: Italia y Alemania. Que no se quedaron inactivas, Italia invade Etiopía desafiando el poder inglés, y Alemania mediante la ocupación de la Renania a Francia pese a su socio soviético.
    Inglaterra abandonó su aparente sonnolencia reactivando la SdN, agonizante tras la muerte de Briand para movilizarla contra Italia a la que colmó de sanciones implacables, pero de escaso efecto práctico.
    Menos espectacular, pero con más consecuencias fue la reacción interna provocada en Francia por la ocupación de la Renania. En las elecciones del 3 de mayo 1936 triunfa el Frente Popular, y un judío de origen búlgaro: León Karfulkenstein (Leon Blum) fue Primer Ministro con lo que el Judaísmo empezó a apoderarse de todos los resortes de la nación que aún no estaban en sus manos.
    Primero el Banco de Francia, introduciendo en su Directorio 5 judíos y 7 masones (Paolo Zappa, ob. cit. pgs. 160/1).
    Segundo la Compañía Nacional de Ferrocarriles (ob. cit. pg. 161/2)
    Tercero los transportes aéreos y marítimos (ob. cit. pg. 164)
    Finalmente, el golpe maestro, la alta banca judía logra penetrar y apoderarse de las industrias de guerra, del famoso e inexpugnable "Comité des Forges" (ob. cit. pg. 165/8) con lo que "los banqueros de la revolución se convirtieron en mercaderes de cañones".

    Se inicia la campaña de propaganda y agitación a favor de la guerra contra Alemania e Italia, según León Blum "se necesita aceptar la eventualidad de la guerra para alcanzar la paz"
    Otro judío, Víctor Basch, presidente de la Liga Francesa de los Derechos del Hombre y del Ciudadano" exclama: "¿Porqué debemos hacer la guerra? La debemos hacer para salvar las instituciones republicanas y la libertad, para oponer el bloque invencible de las democracias a los fascistas de presa, y sobre las ruinas de las místicas totalitarias construir la paz mundial".

    El Comité de Defensa de la Alianza Israelita Internacional cuyo tesoro aumentó con 3 millones de $ enviados por judíos USA y ciertas sumas hábilmente realizadas en la Alta Banca con desvalorizaciones sucesivas del franco, financió, por intermedio de los judíos André Meyer y Robert Bollack, una intensa campaña belicista, mediante agencias informativas y mass media cotrolados por los judíos. Esta campaña se extendió al ejército, marina y aviación, minado por células comunistas y "depurados" por los ministros "frentepopulistas".

    Otro triunfo del Judaísmo lo constituyó la victoria del Frente Popular en España, el 16 de febrero de 1936.

    Con él desaparecieron la autoridad y el orden, con que parecía querer estabilizarse la república,sobre todo después del triunfo de Gil Robles.
    Vuelve la persecución, política y religiosa, los asesinatos de sacerdotes y opositores, los incendios de iglesias. Y culmina todo con el crimen de Calvo Sotelo, jefe de la oposición, secuestrado y ejecutado por la propia policía, tras haberle amenazado en el Congreso.
    España parecía definitivamente vencida, pero el asesinato de Calvo Sotelo (y el fallido de Gil Roble, esa misma noche, por estar ausente del domicilio al que fueron a buscarlo) fue la gota de agua que desbordó el vaso de atropellos.
    El 18 de julio (el 17 en las provincias norteafricanas) España despierta a la voz del General Franco, y de los requetés navarros a las órdenes del General Mola.

    Se desencadenó una lucha a muerte entre la España católica que afronta el odio, el dinero, y las armas del Judaísmo. Los banqueros judíos de Francia, recién convertidos en mercaderes de cañones, inundaron de armas a los comunistas españoles. Bombas francesas caían sobre la Basílica de Nuestra Señora del Pilar, milagrosamente preservada.

    En la zona dominada por los rojos se desata el odio en todas sus formas, persecución religiosa, la más terrible de los últimos tiempos, de julio de 1936 a febrero de 1937 fueron sacrificados por el odio y saña roja 10 obispos, 10.750 sacerdotes, 300.000 laicos, y se destruyeron 20.000 iglesias.
    Y entre tanta barbarie florece el heroísmo cristiano y español en diversas epopeyas: cuartel de Simancas, defensa de Oviedo, Alcázar de Toledo, Alto de los Leones, Alcubierre, Nª Señora de la Cabeza, etc. etc.

    Alemania con audacia, y excesivo optimismo, intenta atraer a la reacción antijudía británica. Ya ha celebrado un acuerdo naval con Inglaterra en 1935. Von Ribbentrop maneja las negociaciones y no es ajeno el Rey Eduardo. Pero toda la Inglaterra masónica y judaica se movilizó contra el Rey, y so pretexto de un adulterio (que se le perdonó 5 veces a Enrique VIII) fue alejado del trono y exiliado a una casa del judío Eugenio Rothschild (10 diciembre 1936).
    Como era previsible Inglaterra fallaba, pero Alemania encuentra otro aliado Japón, con él e Italia va a desafiar públicamente al Comunismo judaico. Como respuesta al pacto "franco soviético" Alemania, Italia y Japón firman el Pacto anti soviético, era otoño de 1936.

    Las lineas estaban tendidas, Inglaterra se lanza desenfrenadamente a la guerra. A fines de 1936 resuelve la conscripción obligatoria para todos los ingleses de 18 a 40 años, a partir del 1 de enero de 1937.

    Ese mismo año Roosvelt encomendaba al judío Bernard Baruch la coordinación de todas las fuerzas económicas para la defensa del país. No era un misterio que el "trust del cerebro" judío de Roosvelt arrastraba al país a la guerra. Lo denunciaba, desde 1935, Franklin Thompson en su libro: "Americas Jews Deal".
    Lo denunciaba en 1938 el escritor Edmonson en vibrante y documentada carta abierta al propio Roosvelt.
    Lo afirmaba en octubre el periódico francés "Je suis partout" en los siguientes términos: "Roosvelt ha comprendido perfectamente que la guerra es el único medio que permita a su pequeño círculo hebreo vengarse y reconquistar la Europa central. Naturalmente, no es la guerra en la que tomarán la iniciativa los EEUU o en la que tomarán parte desde el comienzo. No; será una guerra que realizará el marino británico y el infante francés para el pueblo elegido".
    Lo informaba el 12 de enero de 1939 a su gobierno el embajador polaco en USA,conde Jetzy Ptocki: "A Roosvelt se le han puesto en las manos las bases con que puede revivir la política exterior norteamericana y de este modo hacer, al mismo tiempo, acopio de enorme previsiones militares para la próxima guerra, a la que se dirigen, a sabiendas, los judíos" (citado por F.H.G. "Los Judíos en los EEUU de Norte América" "Crisol" 14 de septiembre 1941).

    Y es con vistas a esa guerra que EEUU procura sojuzgar aún más a Hisapanoamérica para arrastrarla al conflicto detrás suyo. En la conferencia de 1936 (Buenos Aires) con asistencia de Roosvelt, bajo el pretexto de defender la paz y salvar la democracia, se trató ya de formar un bloque panamericano, bajo hegemonía USA.

    En la Conferencia de Lima (1938) se declaró que: "para el caso de que la paz, la seguridad o la integridad territorial de cualquiera de las repúblicas americanas se vea amenazada, estas proclaman su interés común y su determinación de hacer efectiva su solidaridad, coordinando sus respectivas voluntades soberanas mediante el procedimiento de consulta".
    Así se iba extendiendo la celada en que caerían los gobiernos Hispanoamericanos, minados por la Masonería o esclavizados por la Finanza Internacional, sin advertir que un día sus propios pueblos, arrullados por la "palabrería de la paz" y de "la democracia" se despertarían envueltos en el fragor de la guerra y sometidos al yugo del más fuerte. O pero, ni siquiera despertarían.

    En vísperas de la tragedia ambos bandos marchan decididamente hacia la guerra.
    Hitler tiene un plan: romper el cerco y está dispuesto a arrostrar las consecuencias y lo va cumpliendo.
    El Judaísmo tiene el suyo y mediante los mass media va creando el ambiente bélico (ver Zappa, ob. cit. caps. XXII a XXIX).
    En ambos bandos hay tendencias moderadoras (Mussolini ante Hitler) y Chamberlain y Dadalier ante Churchill, Eden y Duff Cooper, los ministros judíos de Francia (Jeroboan Rothschild (alias Georges Mandel) e Isaías Zacarías (alias Jean Zay) y toda la internacional judeo-eslava-comunista (Litvingo, Leon Blum y Benes). El propio Chamberlain exclama "mis esfuerzos son combatidos por una vasta maniobra eslavo-soviética en Praga y comunista en otras partes" en las vísperas de Munich).

    El 15 de marzo de 1939 Hitler entraba en Praga, sin lucha.
    El 21 ocupa Memel y plantea el corredor polaco de Dantzing.
    El 31 Inglaterra promete ayuda a Polonia en caso de agresión alemana. Y Hitler responde denunciando el acuerdo naval anglo-alemán de 1935.
    El 7 de abril Italia invade Albania.
    El 13 Inglaterra extiende su garantía a Rumanía y Grecia e inicia negociaciones con Turquía y URSS.
    En Turquía tiene éxito y firman el acuerdo, con la URSS llega tarde, se le adelantó Alemania.

    ¿Cómo explicar el desconcertante pacto Alemania URSS del 23 de agosto?
    Por parte alemana es sencillo. No es solidaridad ideológica, sino de resguardarse las espaldas durante la lucha inevitable con Francia e Inglaterra.
    Por la URSS es más complejo,
    1º.- (la post guerra lo confirmó) la alianza judaica de 1934 nunca fue muy sólida, y se resintió al intervenir Inglaterra en los asuntos de Polonia prescindiendo de la URSS. El judaísmo revolucionario mantenía la esperanza de dominar el mundo por sí solo, mediante la rebelión
    comunista.
    2º.- al judaísmo no le convenía jugarse todo a una carta.
    3º.- para la URSS la alianza tampoco significaba solidaridad ideológica, sino la oportunidad de prepararse mejor mientras sus enemigos se desengraban, además obtenía ventajas territoriales inmediatas.

    Tras lo visto es pueril hablar en términos simples de CULPABILIDAD de la IIGM. Las dos tendencias que chocaron en ella eran dos fuerzas cósmicas, que venían de lo profundo de la historia, que no podían coexistir y que necesariamente tenían que chocar, antes o después. No se puede acusar a ciertos y determinados hombres de tener toda la culpa de una guerra de seis años, que no es más que una etapa de otra guerra de veinte siglos.

    Para conocer la auténtica causa de la IIGM habría que remontarse de causa en causa, de siglo en siglo. Y llegaríamos a aquel Viernes del año 33 de nuestra era, frente al Pretorio de Jerusalén, donde un hombre débil e irresoluto se lavaba cobardemente las manos ...


    LA GUERRA
    El primer año de guerra fue de espectaculares triunfos alemanes y euforia nacionalista. Polonia, Dinamarca, Noruega, Holanda, Bélgica, Luxemburgo y Francia fueron cayendo rápidamente (en horas o días) bajo el ejército alemán.
    Francia se encontró a sí misma, católica y tradicional, bajo la bota del invasor. Italia se unió a Alemania. Y la paz, previa rendición, fue propuesta a Inglaterra que había quedado, aparentemente, sola en la lucha contra la reacción nacionalista.

    Pero Inglaterra no estaba sola. La respaldaba, como siempre, el Judaísmo, seguro de su victoria final. Mientras el poderío alemán se diluía y desgastaba por toda Europa, las reservas judías de EEUU y URSS se preparaban a marchas forzadas para entrar en el momento oportuno.

    En USA tres días tras sancionarse la ley de neutralidad, Roosvelt y su "trust de cerebros" judíos maquinaban y bregaban para modificarla. Tan solo dos meses después ya se levanta la prohibición de vender armas a los beligerantes y los aliados empiezan a preparar un plan para la compra de los mismos. El 12 de octubre de 1940 Roosvelt declara que "América se arma" y el 30 de diciembre afirma "la Unión deberá ser el arsenal de las democracias".
    Bajo la dirección del judío Baruch USA destina 5.000 millones $ a la preparación militar. Además usará el "panamericanismo" para extender su influencia e intentar arrastrar a Hispanoamérica a la guerra europea.
    Mientras tanto EEUU continuaba provocando y agrediendo de palabra y hecho a Alemania, Italia y Japón mediante declaraciones belicistas, suministro de armas, información, asedio marítimo, preparativos más que evidentes de entrar en acción, etc.

    A la URSS el pacto con Alemania le había permitido prepararse para la guerra, y adueñarse cómodamente de media Polonia, Estonia, Lituania, Letonia, Besarabia y Bucovina, además invadió Finlandia (30 noviembre 1939) aunque sorprendentemente los finlandeses, en gran desventaja numérica: 3 a 1 en contra, les pararon causándoles una gran sangría, aún así hubieron de ceder tras la paz el 10% de su territorio y el 20% de su industria).
    Pese a todo esto ninguna DEMOCRACIA declara la guerra a la URSS tras sus continuos ataques, invasiones y ansias de expansión. Simplemente se les expulsa de la SdN.

    El embajador soviético en Londres, el judío Maisky, negoció un pacto comercial con Inglaterra. No era un misterio para nadie, ni para Hitler que Rusia avanzaría sobre Europa occidental en cuanto tuviera ocasión o estuviera preparada.

    Hitler intentó la rendición de Inglaterra, pero la ayuda USA y URSS la mantuvieron firme. Entonces Hitler se dio cuenta que ahora iba a comenzar la verdadera guerra, Alemania e Italia firman con el Japón una alianza militar: el Pacto Tripartito (27 septiembre 1940).
    Era hora de que el Judaísmo hiciera intervenir sus reservas.
    La URSS se quita la careta, y en sucesivos discursos el mariscal Timoshenko anuncia que la URSS se arma cada vez más (6 octubre), que fundamentales diferencias la separan de Alemania e Italia (16 diciembre), que el ejército rojo debe estar listo para el próximo otoño (30 enero 1941).
    El 13 de abril, Rusia celebra un pacto de neutralidad con Japón para salvar su cara oriental.

    En un supremo esfuerzo para ofrecer una Europa unida ante la invasión asiática roja que se prepara, Rudolf Hess, el principal lugarteniente de Hitler, (el nº 2), vuela a Inglaterra desarmado con una propuesta honrosa de paz (12 de mayo) en esos momentos el ejército alemán es victorioso en todos los frentes y dueño de la situación. Pero en vez de encontrar una Inglaterra inglesa, europea, encontró una Inglaterra judía que pagó el acto de propuesta de paz con una cadena perpetua, no revisable, y aunque nunca pudo imputársele ningún crimen de guerra ni de otro tipo murió sólo en una prisión diseñada para 10.000 reclusos en la que no se le permitían más que 10 minutos de visita al mes y una media hora de paseo diario. No podía hablar con los celadores ni con nadie.

    Ante la inevitable invasión de Europa por el Ejército Rojo, Hitler intenta sorprender adelantándose al enemigo e invade la URSS el 21 de junio 1941.

    Roosvelt despliega su máxima habilidad para conseguir que su país sea agredido de forma que vía panamericanismo toda América sea arrastrada contra el Eje (declaración de La Habana 1940).
    El 11 de mayor promulga una ley de ayuda a Gran Bretaña, el 27 declara el estado de emergencia y subraya la necesidad de oponerse al avance aliado sin aguardar el ataque a América.
    El 14 de junio decreta el bloqueo y la congelación de fondos al Eje.
    El 25 de julio Sumener Welles acusa al Japón de constituir un peligro para la Unión.
    El 28 USA bloquea los créditos japoneses y decreta la inmovilización de los buques de ese país (con el que oficialmente no está en guerra) aunque seguirán aumentando sus provocaciones para que les ataque.
    El 14 de agosto Roosvelt y Churchill resuelven conjuntamente los fines de la guerra de Gran Bretaña y USA en la Carta del Atlántico expresando la deterinación de lograr la DESTRUCCIÓN definitiva de la tiranía nazi.
    El 16 ambos proponen a Stalin la realización de una conferencia anglo-soviética-norteamericana.
    El 14 de noviembre nueva enmienda a la ley de neutralidad que a estas alturas debería denominarse Ley de la Guerra.


    Mientras tanto el "neutral" Roosvelt ordena ATACAR todo barco alemán e italiano y tiene la caradura de pedir explicaciones a Japón, oficialmente en guerra, por enviar tropas refuerzos a Indochina.

    Ante las inasumibles exigencias americanas fracasa el 4 de diciembre las negociaciones con Japón (delegado Kurusi) en Washington. Entonces, sólo entonces, el 7 de diciembre ocurre el ataque de Pearl Harbour (que la inteligencia USA conocía, en fecha y lugar exacto, desde al menos dos meses antes, pues ya había descifrado el famoso código naranja meses antes e interceptaban todos los mensajes japoneses).

    Roosvlet había conseguido, tras sus múltiples provocaciones y exigencias, ser el agredido. Es un hecho que confesaría, cuatro años más tarde Hamilto Fish en el Senado norteamericano: "Pudimos y debimos haber quedado alejados de la guerra; pero Roosvelt era internacionalista, por lo que dispuso que entráramos en ella" y añadió "el Japón no pensó nunca en luchar contra nosotros, hasta que las continuas provocaciones y exigencias le obligaron atacar Pearl Harbour" (Citado por Justo Pacífico en "El Gobierno Universal y la Solución Integral del Problema Judío", pg. 70).

    USA nunca consultó a Hispanoamérica cuando durante meses se dedicó a desarrollar su política agresiva y de acoso, pero en cuanto fue agredida, a consecuencia de esa política deliberada, inmediatamente convocó una conferencia "consultiva" en Río de Janeiro y su delegado presentó un proyecto de ruptura total con los países del Eje.

    Como dos países no respondieron con un sí rotundo: Chile y Argentina, llueven sobre ellos improperios y amenazas. La resolución quedó en recomendación y con salvedades.
    Cabe a ARGENTINA el honor de afrontar, con relativo éxito, al poder del Judaísmo Internacional, y aunque pocos se dieron cuenta del profundo alcance de tan valiente actitud, el Judaísmo sí lo supo y desde entonces la colocó en su "index" organizando contra ella la presión y la calumnia por el solo delito de haber defendido su libertad.

    La interveción de la URSS y USA apoyando a Inglaterra presentó un frente común y único judaico a la reacción europea. Fue la resurrección, bajo otra forma, de frente popular único de 1934.
    Pronto se firmó el pacto de alianza anglo-sovietico-americano y el capitalista y monárquico Churchill se traslada a Moscú a conferenciar con el comunista y totalitario Stalin. En diciembre se les uniría el demócrata Roosvelte en Teherán.
    Todas las diferencias, políticas y económicas, habían desaparecido ante un enemigo común y el "slogan" de la "defensa de la civilización cristiana" usado hasta entonces como máscara por las democracias occidentales perdió su credibilidad cuando el cuartel general de dicha defensa se había trasladado a Moscú (en 1937 según el Papa Pío XI "el comunismo es intrínsecamente perverso y no se puede admitir en ningún campo la colaboración con él de parte de los que quieren salvar la civilización cristiana")

    En realidad la escisión del Judaísmo en revolucionario y capitalista se mantenía latente. Cierto que Stalin anunciaba la disolución de la Konmintern para hacer creer que renuncia al comunismo y a sus propósitos de infiltración y conquista mundial. Pero una orden secreta del propio Stalin capturada por el ejército alemán demuestra que es un "camouflage" y en dicha orden señala las tres etapas de la guerra: la de las retiradas, la de la victoria y la de la revolución mundial. Y sobre ésta añade:
    "debemos tomar parte desde ahora medidas para evitar que el capitalismo mundial comprenda, antes de tiempo, nuestras intenciones. estas medidas tácticas debemos adoptarlas también si, contra lo que se espera, el desarrollo de los acontecimientos retrasa el logro de la segunda etapa. necesitaremos en este caso el apoyo de nuestros actuales aliados, especialmente para la formación de un segundo frente y vencer al fascismo. Toda la desconfianza que en ellos e despertase sobre nuestros fines futuros, podría poner en peligro esta acción de ayuda.
    No os dejéis impresionar por estas medidas que podrían despertar, tanto en las masas soviéticas como en extranjeros, la impresión de que somos infieles a nuestros principios. No, no los hemos abandonado ni los abandonaremos jamás ...
    Nuestro único objetivo es, y será, la REVOLUCIÓN MUNDIAL y la DICTADURA DEL PROLETARIADO EN TODO EL MUNDO ... Hemos contraído alianzas porque eran necesarias para llegar hasta la tercera etapa. Pero nuestros caminos se separan en el punto en que nuestros actuales aliados se atraviesan en el camino de nuestro objetivo final" (16 febrero 1944, difundida por la agencia Transocean y publicada en varios diarios de Buenos Aires).

    En noviembre 1942 los norteamericanos desembarcan en el África francesa y los rusos toman la iniciativa, especialmente por la ingente cantidad de ayuda material y económica de USA (miles de aviones, barcos, camiones, trenes, tanques, repuestos, gasolina, etc.) llegan incesantemente del otro lado del mar. Además Japón ataca a USA, no a la URSS como había convenido con Alemania e Italia, así la URSS puede volcar más de un millón de soldados de ese supuesto frente, que ya no lo será, para oponerlo al ejército alemán.

    Tras la traición de Badoglio que abre a los aliados las puertas de Italia el odio judío se desencadena, otra vez. Se encarniza especialmente con las más altas expresiones del espíritu cristiano: Florencia (cuna de Dante) es destruída. Monte Cassino, el monasterio de San Benito y Santo Tomás de Aquino también lo fue pese a no haber un solo soldado enemigo ni requerirlo las condiciones militares.


    Respecto a estos bombardeos es ilustrativo leer el artículo: "Los Bombardeos de Lugares Religiosos" publicado por Monseñor Gustavo Franceschi en "Criterio" 20 abril 1944).
    Roma es bombardeada varias veces destruyendo la basílica de San Lorenzo sin ninguna razón militar, pero así había sido resuelto por las logias masónicas unidas de USA, Inglaterra y Canadá en sesión celebrada en Escocia con asistencia del ministro Eden (ver "Crisol" 27 julio 1943).
    También fue bombardeada de forma intencionada la propia CIUDAD DEL VATICANO, estado neutral, cuyo único delito es ser el centro de la Cristiandad y la resistencia a plegarse a ciertas exigencias del Sumo Pontífice. Y lo es, no por los comunistas, sino por los que se dicen democracias cristianas, otra incoherencia de los que no creen en la suprema dirección judía o que obedecían a los presuntos "defensores de la civilización cristiana".

    En 1944 la guerra está decidida. La tenaza judía sigue cerrándose sobre Europa. El 4 de junio desembarcan en Normandía.
    El 10 de agosto se ocupa París por los aliados, inmediatamente se desata una sangrienta ola de crímenes bajo pretexto de castigar al "colaboracionismo" (se calcula en más de 80.000 ejecuciones y cientos de miles de represaliados franceses, de hecho hubo más muertes y bajas que durante el enfrentamiento y ocupación alemana).
    Con las tropas volvía la camarilla masónica que había entregado Francia a los judíos, mientras el patriota Maurras y más tarde el Mariscal Petain, héroe de Verdun, que había protegido a su pueblo en los días trágicos de la derrota serán juzgados y encarcelados a perpetuidad.

    Por oriente la ola roja es ya incontenible. El 13 de julio ocupa Vilna, el 4 penetra en Yugoeslavia, el 9 somete Bulgaria, el 24 invade Hungría, el 28 Checoslovaquia, el 23 ha llegago a Prusia Oriental.
    Y las naciones "cristianas" de Occidente no ven, no pueden, o no quieren ver, que en su afán de venganza el Judaísmo está abriendo a Asia las puertas de Europa, como otrora se las abrió al Islam. Porque es la barbarie asiática la que asola Europa. Hay noticias de Lituania, Letonia, Estonia y Polonia de que estos países fueron ocupados en 1944 por asiáticos mongoles, dirigidos por oficiales y políticos rusos.
    En Francia ya no surge un Carlos Martel, los que se oponían a la invasión asiática han sido depurados y fusilados por colaboracionistas.

    Testimonios de diplomáticos, Cruz Roja, etc. aseguran que más del 80% de las mujeres, incluidas religiosas, fueron violadas por la horda roja asiática. Pero los mass media mundiales aplauden y se regocijan de las "liberaciones" de Budapest, Viena, y Berlín.

    Mussolini ya había sido asesinado, Hitler estaba muerto, restaba Japón, que es liquidado con dos bombas atómicas cuando ya no tenía esperanza ni forma de defenderse. Curiosamente caen, no en la capital, sino en los dos centros católicos japoneses, causan unas 500.000 víctimas indiscriminadas de mujeres, ancianos, niños, más otros muchos miles durante años a consecuencias de la radiactividad.

    La predicción de The American Hebrew se había cumplido, Europa había sido llevada ala destrucción.














    14ª Parte : LA GRAN VICTORIA
    La IIGM significó para el Judaísmo una gran victoria que consistió en el aniquilamiento de sus enemigos en Europa y Asia. Pero más importante aún la restauración del Estado de Israel como estaba ya previsto (La Idea Sionista publicaba el 19 de junio de 1947 en Buenos Aires, los comentarios del judío Zeew Jabotinsky de agosto de 1940: "en mi fe absoluta, pase lo que pase, de que la actual conflagración mundial nos traerá el Estado Judío"

    Y la descripción de su realización por un corresponsal de A.I.F. el 20 abril 1949, en una crónica publicada en muchas revistas y periódicos:
    "militarmente un ejército entusiasta, constituido por elementos educados a la europea, improvisados en el combate, pero munidos de medios modernos, se ha hecho definitivamente dueño de la situación, frente a una coalición reticente de tropas de parada y de hordas primitivas sin sentimiento nacional.
    Políticamente un nacionalismo exacerbado, iluminado aún en aquellos que se creen ateos por la convicción de una misión excepcional del pueblo judío, sostenidos por medios financieros de una amplitud tan prodigiosa, teniendo en cuenta la pequeñez de Israel, ha conseguido imponer su independencia, su reconocimiento por los demás países y aún su admisión en la ONU
    .
    Los efectos de la restauración del Estado de Israel ya pueden apreciarse en Tierra Santa: persecución racial y religiosa.

    Persecución racial:
    Con fusilamientos sin ninguna provocación como
    · en Maud-el-Kurum, el 5 de noviembre;
    · en deir-el-Asal, el 31 de octubre;
    · en Duwya, el 29 de octubre (con cerca de 500 víctimas);
    · en Eliabum, el 30 de octubre ...
    Seguidos de pillaje y destrucciones. Obra sistemática, cometida a sangre fría, como lo prueba el pillaje organizado y la destrucción planificada de los barrios árabes de Jaffa, Haifa y otros lugares, por equipos de técnicos dinamiteros, y los asesinatos que han hecho huir de la región de El-Faludja, después de la firma del armisticio, a las poblaciones árabes que habían optado por quedar bajo la soberanía judía.

    Persecución religiosa:
    los puros ortodoxos judíos revelan día tras días sus ambiciones, que son según las visiones proféticas, la restauración integral del reino de David y la reconstrucción del Templo. Su posición política de la aureola del martirio a los terroristas, de los que muchos se reclutan entre ellos. Su odio despectivo del cristianismo les llevará a todas las violencias, a todas las persecuciones, y tratará de borrar de esos lugares todo recuerdo evangélico.
    Las profanaciones religiosas cometidas por las tropas, como la violación de tabernáculos, los crucifijos cubiertos de excrementos, como se encontraron en Jaffa, el sello de David grabado en la piedra del altar de Notre Damede France en Jerusalém, son testimonios de ese odio anticristiano, que tiene la complicidad moral de una gran parte de la nación[/I]".

    El deseo de la Cristiandad, expresado por el Papa en la Encíclica In Multiplicibus consistente en la internacionalización de los Santos Lugares ha sido burlado y atropellado por la voluntad omnipotente y orgullosa de Israel.



    EL FUTURO
    Procuraremos atisbar el futuro mediante el examen de las profecías bíblicas. Trabajo arduo y difícil por no haber unanimidad en la interpretación de las mismas. Pero como hemos intentado historiar un rey que aún no reina esta historia quedaría incompleta si no intentáramos penetrar los misterios del futuro y averiguar cómo ha de ser ese reinado.

    Para algo inspiró el Señor a San Juan el Apocalipsis "Bienaventurado el que lea y escucha las palabras de esta profecía, y observa las cosas escritas en ella, pues el tiempo está cerca" (Ap. I, 3).

    La Primera Bestia
    San Juan describe al Anticristo como una "bestia roja" (Ap. XVII,3) que sale de la mar (mar que es este mundo en que navega la barca de Pedro).

    y que tiene siete cabezas (los 7 reinos de la ciudad terrena).

    Una de sus cabezas parecía "herida de muerte; y fue curada su herida mortal. Y se maravilló toda la tierra en pos de la bestia" (Ap XIII, 3)
    Podría tratarse del restablecimiento del Estado judío en Palestina.

    Otra de ellas tiene "diez cuernos y sobre sus cuernos diez coronas" (XIII, 1). Esta cabeza es, sin duda, el séptimo rey de la ciudad terrena, o sea el Anticristo propiamente dicho.

    Y los diez cuernos "son diez reyes, que aún no recibieron reino, más recibirán poder como reyes por una hora en pos de la bestia" y "tienen un mismo designio, y darán su fuerza y poder a la bestia". Son los diez reyes o naciones que se disputarán el mundo, como lugartenientes del Anticristo.

    Señala San Juan (Ap. XIII, 6-14) cuatro poderes que se otorgaron a la Bestia por permisión divina:
    1º.- una "boca con la que hablaba altanerías y blasfemias" o sea que perseguirá a la Iglesia de palabra.

    2º.- "Y le fue dado que hiciese la guerra a los santos y que los venciese" o sea que perseguirá a la Iglesia de obra.

    3º.- "Y le fue dado poder sobre toda tribu, y pueblo, y lengua y nación" o sea que logrará el triunfo y su reinado será universal.

    4º.- "Y le fue dado poder de hacer aquello durante cuarenta y dos meses" o sea que su reinado durará tres años y medio.

    En síntesis: La primera bestia simboliza el poder político del Anticristo.

    El Falso Profesta el Anticristo no estará solo en su lucha contra los cristianos. Tendrá un auxiliar que el Apocalipsis describe como "la segunda bestia" o "falso profeta"
    "Y ví otra bestia que subía de la tierra, y que tenía dos cuernos semejantes a los del Cordero, más hablaba como el Dragón. Y ejercía todo el poder de la primera bestia en su presencia; e hizo que la tierra y sus moradores adorasen a la primera bestia, cuya herida mortal fue curada.
    E hizo grandes maravillas, de manera que aún fuego hacía descender del cielo a la tierra a la vista de los hombres.
    Y engañó a los moradores de la tierra con los prodigios que se le permitieron hacer delante de la bestia, diciendo a los moradores de la tierra, que hagan la figura de la bestia, que tiene la herida de espada y vivió
    " (Ap. XIII, 11-14).

    Hay muchas interpretaciones de esta segunda bestia. Las dos más probables son:
    1ª.- la segunda bestia sería un cisma o herejía, quizá la máxima y última herejía, tal vez el "cataclismo liberal y humanitario", podrían darlo a entender su apariencia cristiana, su doctrina diabólica, su engaño a los hombres con los prodigios de la civilización moderna.
    2ª.- sería Satanás en persona, aparecido en la tierra bajo forma humana. El obraría todos esos prodigios y haría que los hombres adorasen al Anticristo.
    Ambas interpretaciones no se oponen en lo esencial. Satanás en persona podría aparecer como jefe supremo de la herejía postrera.

    Cualesquiera sea esta segunda bestia sus poderes son:


    1.- "Y le fue dado que comunicase espíritu a la figura de la bestia, y que hable la figura de la bestia; y que haga que sean muertos todos aquellos que no adoran la figura de la bestia" (Ap. XIII, 15) O sea que dará carácter místico y satanocrático al poder del Anticristo.

    2.- "Y a todos los hombres pequeños, y grandes, ricos y pobres, libres y siervos hará tener una señal en su mano derecha, o en su frente. Y que ninguno pueda comprar, o vender, sino aquel que tiene la señal, o nombre de la bestia, o el número de su nombre" (XIII, 16-17).

    Consecuencia del carácter satanocrático del Anticristo: Quien no esté con él estará contra él y será puesto, en calidad de "hereje", fuera de la ley. Totalitarismos "democráticos", sanciones económicas, listas negras y tentativas de regulación universal de los productos e industrias, anticipan ese aspecto de su reinado.

    En síntesis: la segunda bestia simboliza el poder religioso del Anticristo.

    La Gran Babilionia
    Está descrita en el cap. XVII, la capital del Anticristo, bajo la forma de una mujer sentada sobre siete montes. Esa ciudad parece ser Roma, que sería elegida como sede por el Anticristo (según las revelaciones de Nuestra Señora de la Salette: "Roma perderá la fe y será la sede del Anticristo") y está edificada sobre 7 colinas y el propio San Pedro la designa con el nombre de "Babilonia" (I Pedro V, 13).

    Cuando esto ocurra el Papa habrá abandonado Roma "salid de ella pueblo mío para qeu no tengáis parte en sus pecados, y que no recibáis sus plagas" (XIII, 4)
    ¿Dónde se refugiará la Iglesia? San Juan advierte que se le habrán sido dadas "dos alas de grande águila, para que volase al desierto a su lugar, en donde es guardada por un tiempo, y dos tiempos, y la mitad de un tiempo, de la presencia de la serpiente" (XII, 14).
    O sea durante los tres años y medio de la persecución del Anticristo.
    En el cap. XVIII, un ángel profetiza la ruina de la Gran Babilonia: "En un día vendrán sus plagas, muerte y llanto y hambre, y será quemada con fuego, porque es fuerte el Dios que la juzgará" (XIII, 8).
    Y la célebre profecía privada de San Malaquías anuncia, también, que "la ciudad de las siete colinas será destruída".
    Es probable que por la Gran Babilonia también haya que entenderse además de Roma otras capitales del Anticristo. Así París, tiene anunciada su destrucción por más de treinta profecías privadas y la que San Juan Bosco llamaba Babilonia en una de sus profecías.

    Los Dos Testigos
    En esos días terribles, la Cristiandad agonizante será restaurada por la predicación de dos profetas enviados por Dios: "Y daré a mis dos testigos, y profetizarán mil doscientos sesenta días, vestidos de sacos" (Ap XII, 3).
    Estos dos testigos, según la tradición de la Iglesia, son Enoch y Elías, de quienes se sabe por la Sagrada Escritura que no han muerto, tal vez porque tienen reservada una misión importante para los últimos días del mundo.
    A Enoch la de predicar a las gentes penitencia (Eclesiástico XLIV, 16) es decir, la conversión de los gentiles.
    Y a Elías la de reconciliar el corazón del padre con el hijo, y restablecer las tribus de Jacob (Eclesiástico XLVIII, 10) es decir, la conversión de los judíos y su reconciliación con los cristianos.

    Con la predicación y resurrección de los profetas, los cristianos se fortalecerán y muchos gentiles se convertirán. Pero su resultado más extraordinario será la conversión del pueblo judío y su reconciliación con los cristianos tras tantos siglos de luchas.
    Esta conversión también está anunciada por Oseas (III, 4-5); Daniel (XII, 1); y San Pablo (Rom XI, 25-7).

    El Gran Monarca
    Según Tertuliano la sangre de Elías y Enoch causará la muerte del "hombre de pecado", gracias a ellos se formará un fuerte núcleo cristiano de resistencia al Anticristo.
    Política y militarmente será conducido por un Gran Monarca (anunciado en numerosas profecías privadas).
    Ese Monarca está señalado, de forma misteriosa, en el Cap. X del Apocalipsis. Se le llama "ángel" porque será enviado por Dios para poner orden en el mundo.
    "Desciende del cielo" porque es católico y obra de conformidad con el Papa.
    "Cubierto de una nube" por estar oculto hasta su manifestación.
    "el iris sobre su cabeza" significa la paz que traerá al mundo.
    "su cara como el sol" porque en él se espejarán otros príncipes.
    "sus pies como columnas de fuego" por el celo que despliega para el bien de todos.
    "y tenía en su mano un librito abierto" es decir que bajo su reinado se reunirá un concilio ecuménico y que el hará cumplirlo.
    "y puso su pie derecho sobre la mar y el izquierdo sobre la tierra" significa su gran poder.
    "y clamó en alta voz, como un león cuando ruge" significa que se impondrá a otros reyes y príncipes.
    "y luego que hubo hablado siete truenos hablaron sus voces" significa que las voces de amenazas de otros reyes quedan sin efecto y son selladas (esta interpretación la confirma una revelación del Señor a Santa Brígida. El trueno significa las amenazas de los perseguidores de la
    Iglesia).
    "Toma el libro y trágalo" significa que las prescripciones del Concilio Ecuménico deben pasar a ser sangre y vida de los pueblos.
    "y hará amargar tu vientre, más en tu boca será dulce como la miel" significa que cumplir estas prescripciones será difícil pero su fruto serán la justicia y la paz.
    Este Gran Monarca, según antiguas profecías recogidas por San Agustín, irá a Jerusalem y depondrá su corona sobre el Monte de los Olivos. Y en Jerusalem se establecerá el centro de la Cristiandad.

    Armagedón
    Entonces el Anticristo convocará a "los reyes de toda la tierra para juntarlos en batalla" contra Jerusalem y los congregará en un lugar que en hebreo se llama Armagedón.

    Ese día vendrá Cristo a destruir al "hombre del pecado". Es el día de la venida y triunfo de Cristo (Parusía).
    Será el día del Rey sobre la tierra; en aquel día, uno sólo será el Señor y uno solo será su nombre"
    Es decir, ese día se cumplirá la profecía de Jesucristo "habrá un solo rebaño y un solo Pastor" (Juan X, 16). Esto no significa consagrar la tesis milenarista (Jesucristo reinando visiblemente en la tierra hasta el juicio final), esa tesis es considerada peligrosa por la Suprema Congregación del Santo Oficio (decreto 21 julio 1944).


    ¿ESTÁ PRÓXIMO EL REINADO DEL ANTICRISTO?
    Dadas las actuales circunstancias del mundo es pausible que esa época no esté lejana.

    Si bien no podemos conocer la fecha exacta el Anticristo ha dejado de ser una especulación teológica para convertirse en una realidad posiblemente inmediata.

    Cuando vino Cristo la mayoría de los hombres no lo reconoció. Aún los que esperaban al Mesías lo esperaban de otra manera, lo veían siempre distante e ignoraron que ya estaba entre ellos, porque no supieron leer las profecías que lo anunciaban.

    Quiera Dios que no ocurra lo mismo con el Anticristo. Y que cuando aparezca, no nos dejemos engañar por "los dos cuernos, semejantes a los del cordero, del falso profeta que hará que los hombres adoren a la Bestia.

    Y para que ello no ocurra, sigamos el consejo de San Pablo: "No despreciéis las profecías" (1 Tes, V, 20).

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