Iniciado por
Valmadian
Eso de que Franco no permitía hablar otro idioma que el castellano, no es totalmente exacto. Por ejemplo, en 1956 según creo recordar, se editó el primer libreto de la aventuras de Tintín en euskera y se hizo en Bilbao, y fue en la Universidad de Salamanca en la que se fundó la primera cátedra de euskera a principios de los 60. La situación en Cataluña no la conozco, pero sí conocí la de Valencia, pues siendo yo muy pequeño, mi padre fue destinado allí por dos años, fue durante el pasado régimen y no a finales, y allí todo el mundo hablaba "valenciá", "catalá", o lo que los naturales prefieran.
Si es verdad, que nada más terminar la guerra hubo un cierto grado de represión lingüística. En parte debida a los apoyos de Cataluña y de una parte del País Vasco (Guipúzcoa y Vizcaya) a la república. Pero en el caso del País Vasco, de donde son mis antepasados incluídos padre y madre, en aquellos años y posteriores, es decir, más recientes, eso de hablar euskera era cosa de gente de los caseríos, de gente de campo y poco culta. Mi abuelo materno, natural de El Goyerri, pleno centro guipuzcoano, tuvo por lengua materna el dialecto euskaldún de Guipúzcoa y después aprendió el castellano. Pues viviendo en San Sebastián, nunca enseñó el euskera a sus hijos, y menos a quienes fuimos sus nietos.
Lo más peculiar de este momento histórico de recuperar la gloria de un efímero imperio, influencia del fascismo italiano, el fue cómo se pensaba controlarlo. Así, se elaboraron planes para una marina de guerra imperial que incluía un portaaviones. Para ello llegó a comprarse un acorazado italiano con la obra y el castillo desguazados, pero con el caso entero (no recuerdo el nombre) sobre el que había de ir la cubierta de vuelo y la torre de control. También se pensó en adquirir o construir otras unidades que dejaban al crucero Canarias enano comparado con ellos. Pero no había dinero para semejantes fantasías, y recién salidos de una guerra la mitad de España que no la sufrió en directo, tuvo que apretarse el cinturón para alimentar a la otra mitad devastada.
Marcadores