Respecto a estas cuestiones no tengo respuestas concretas. De lo que fue de la vida del conde no sé nada, más aún, hasta el planteamiento de este hilo no supe de su existencia, o al menos no tengo recuerdo de haber leído o escuchado su título nunca.
En cuanto a si el emperador José I fue envenenado o no, pues entre mis libros de Historia tampoco he encontrado respuesta alguna. Es de suponer que este sea un asunto más, de los muchos que se supone que ha habido, relativo a las frecuentes intrigas que en los ámbitos de poder se han dado desde los tiempos históricos más antiguos, y que alcanzan a nuestros días. Aun están frescos en la memoria los intentos de envenenamiento del presidente ucraniano hace unos años. Otro gran misterio afecta al mismísimo Napoleón: ¿falleció de muerte natural o como consecuencia de un envenenamiento progresivo? No hace mucho se hizo público un informe, del que se hicieron eco los medios de prensa, que sostenía tener las pruebas concluyentes de que fué asesinado.
Supongo que dentro de la trama de una novela de trasfondo histórico, están permitidas ciertas licencias que han de dar fluidez y coherencia al relato para permitir su desarrollo novelístico. Cuando se pone en boca de personajes históricos diálogos que no han sido parte de discursos públicos, que se dejan a la memoria personal de algunos, si es que tales personajes son recientes, o se interpreta por parte de la persona que investiga que esto o aquello debió de ser más o menos así, porque de otro modo no parecería que hubiese haber sido, se fundamenta en una secuencia lógica de los hechos, pero no deja de estar imaginando, fantaseando. Si, además, se hace intervenir en la trama a personajes ficticios, nos encontramos con que la imaginación todavía tiene más campo sobre el que desarrollar la acción. Y ahí, dentro de esa ficción, se puede dejar entrever la posibilidad del envenenamiento del emperador José I, pero nunca directamente, sino como velada sospecha y sin señalar a nadie en particular.
Un saludo![]()
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