Búsqueda avanzada de temas en el foro

Página 4 de 4 PrimerPrimer 1234
Resultados 61 al 64 de 64

Tema: Anecdotario de soldados españoles por el mundo

  1. #61
    tautalo está desconectado Uno más... que no se rinde
    Fecha de ingreso
    04 feb, 07
    Ubicación
    España
    Mensajes
    1,023
    Post Thanks / Like

    Respuesta: Anecdotario de soldados españoles por el mundo

    Cita Iniciado por mazadelizana Ver mensaje
    Sobre Zumalacárregui:

    Estando en el sitio de cierta ciudad vascongada, sus tropas se quedaron sin víveres excepto huevos y patatas. El gran tomás, pidió a una vieja de la zona que con aquellos ingredientes, cocinara algo para los bravos requetés. La vieja tuvo la idea de crear: La tortilla de patata.

    Dicho manjar, digno de los dioses, fue creado por una vieja para los carlistas. Me gustaría ver la cara de los liberales si conocieran esta historia. Más de uno necesitaría unos golpes en la espalda.
    Para que se vea: una vieja con huevos y patatas con unos carlistas muertos de hambre hace la TORTILLA DE PATATAS. Los liberales, con todas sus libras esterlinas prestadas por la banca Rothschild... ¿qué vomitivo inventaron?

    Trasladado a nuestra época, pensemos: ellos (PSOE, PP, IU, CIU, PNV, etc.) con todos sus dólares y euros chupados al erario y a sus prestamistas usureros se creen invencibles...

    Nosotros, sin medios de prensa, pero fiando en Dios y unidos sin desalentarnos nunca, podremos tener tirachinas... Pero ay de aquel que se me ponga a tiro... Lo descalabro.





  2. #62
    Avatar de txapius
    txapius está desconectado Miembro Respetado
    Fecha de ingreso
    10 jul, 09
    Ubicación
    Cádiz
    Mensajes
    991
    Post Thanks / Like

    Respuesta: Anecdotario de soldados españoles por el mundo

    El capitán Antonio Costa, del 5.º escuadrón del regimiento del Algarbe, de la División del marqués de la Romana en Dinamarca.
    Patente de corso, por Arturo Pérez-Reverte
    UNA TUMBA EN DINAMARCA

    Desde hace doscientos dos años, en un lugar perdido de la costa danesa frente a la isla de Fionia, donde siempre llueve y hace frío, hay una tumba solitaria. Tiene una cruz y dos sables cruzados sobre una lápida, y está pegada al muro del cementerio de San Canuto, en Fredericia. De vez en cuando aparece encima un ramo de flores; y a veces ese ramo lleva una cinta roja y amarilla. Esto puede llamar, tal vez, la atención de quien pase por allí sin conocer la historia del hombre que yace en esa tumba. Por eso quiero contársela hoy a ustedes.

    Se llamaba Antonio Costa, y en 1808 era capitán del 5.º escuadrón del regimiento del Algarbe: uno de los 15.000 soldados de la división del marqués de la Romana enviados a Dinamarca cuando España todavía era aliada de Napoleón. Después del combate de Stralsund, la división había pasado el invierno dispersa por la costa de Jutlandia y las islas del Báltico. Al llegar noticias de la sublevación del 2 de Mayo y el comienzo de la insurrección contra los franceses, jefes y tropa emprendieron una de las más espectaculares evasiones de la Historia. Tras comunicar en secreto con buques ingleses para que los trajesen a España, los regimientos se pusieron en marcha eludiendo la vigilancia de franceses y daneses. Por caminos secundarios, marchando de noche y de isla en isla, acudieron a los puntos de concentración establecidos para el embarque final. Unos lo consiguieron, y otros no. Algunos fueron apresados por el camino. Otros, como los jinetes del regimiento de Almansa, recibieron en Nyborg la orden de sacrificar sus caballos, que no podían llevar consigo; pero se negaron a ello, les quitaron las sillas y los dejaron sueltos: medio millar de animales galopando libres por las playas. En Taasing, viéndose perseguidos por los franceses y cortado el paso por un brazo de mar que los separaba de la isla donde debían embarcar, algunos del regimiento de caballería de Villaviciosa cruzaron a nado, agarrados a las sillas y crines de sus caballos. De ese modo, cada uno como pudo, aquellos soldados perdidos en tierra enemiga fueron llegando a Langeland, y 9.190 hombres –sólo unos pocos menos que los Diez Mil de Jenofonte– alcanzaron los buques ingleses que los condujeron a España; donde, tras un azaroso viaje, se unieron a la lucha contra los gabachos.

    Como dije antes, no todos pudieron salvarse: 5.175 de ellos quedaron atrás, en manos de los franceses. Algunos terminarían alistados forzosos en el ejército imperial, en la terrible campaña de Rusia –a ellos dediqué hace diecisiete años la novelita La sombra del águila–. Otros se pudrieron en campos de prisioneros, o quedaron para siempre bajo tres palmos de tierra danesa. El capitán Antonio Costa fue uno de ésos. A causa de la indecisión de sus jefes, el regimiento de caballería del Algarbe perdió un tiempo precioso en emprender su fuga hacia la isla de Fionia, donde debían embarcar. Por fin, cuando Costa, un humilde y duro capitán, tomó el mando por propia iniciativa, desobedeció a sus superiores y se llevó a los soldados con él, ya era demasiado tarde. En la misma playa, casi a punto de conseguirlo, el regimiento fugitivo vio bloqueado el paso por el ejército francés, con los daneses cortando la retirada. Furioso, el mariscal Bernadotte exigió la rendición incondicional, manifestando su intención de fusilar a los oficiales y diezmar a la tropa. Entonces el capitán Costa avanzó a caballo hasta los franceses y se declaró único responsable de todo, pidiendo respeto para sus soldados. Luego, no queriendo entregar la espada ni dar lugar a sospechas de que había engañado o vendido al regimiento llevándolo a una trampa, se volvió hacia sus hombres, gritó «¡Recuerdos a España de Antonio Costa!» y se pegó un tiro en la cabeza.

    Así que ya lo saben. Ésta es la historia de esa lápida pegada al muro del cementerio de San Canuto, en Fredericia, Dinamarca. La tumba solitaria de uno que quiso volver y pelear por su patria y su gente. Reconozco que eso no suena políticamente correcto, claro: pelear. Esa palabra chirría. Tan fascista. Nuestra ministra de Defensa habría criticado, supongo, la intransigencia dialogante del tal Costa –maneras autoritarias y poco buen rollito, misión que no era estrictamente de paz, gatillo fácil–; y monseñor Rouco, nuestro simpático pastor de ovejas, su falta de respeto a la vida humana, empezando por la propia, incluido un serio debate sobre si, como suicida, tenía derecho a yacer en tierra consagrada, o no lo tenía –igual hasta era partidario del aborto, el malandrín–. Lo mío es más simple: el capitán Costa me cae de puta madre. Su tumba solitaria me suscita un puntito de ternura melancólica. Ese cementerio lejano, frente a un mar gris y extranjero. Por eso hoy les cuento su vieja, olvidada historia. Por si alguna vez se dejan caer por allí, o están de paso por las islas del Norte y les apetece echar un vistazo. A lo mejor hasta tienen unas flores a mano.

    XLSemanal revista online de actualidad

  3. #63
    Avatar de Aquilífero
    Aquilífero está desconectado Miembro Respetado
    Fecha de ingreso
    15 mar, 09
    Mensajes
    582
    Post Thanks / Like

    Respuesta: Anecdotario de soldados españoles por el mundo

    Genial el artículo de Pérez Reverte. Hace años me leí su "A la sombra del Águila" y me partía de risa con el "Pétit Cabrón" y el Murat que reflejaba el escritor y periodista.

    Lo cierto es que el triste ejército de La Romana tuvo que pasar las de Caín antes de soltarse de la zapa de Napoléon en aquellas frías tierras nórdicas.

    Me ha gustado mucho Txapius la entrada.

    Estoy recopilando para introducir más personajes en este hilo, pero me falta el tiempo.
    Conócete, acéptate, supérate.
    (San Agustín)

  4. #64
    Avatar de Copernico
    Copernico está desconectado Miembro graduado
    Fecha de ingreso
    11 jul, 10
    Ubicación
    Zaragoza
    Mensajes
    19
    Post Thanks / Like

    Re: Respuesta: Anecdotario de soldados españoles por el mundo

    Libros antiguos y de colección en IberLibro
    Contaré como la Royal Navy sufrió la derrota más grande de su historia a manos de unos pocos españolitos e indios al mando de un cojo, manco y tuerto, de como la chulería y la prepotencia británica quedó enterrada en el barro, de como su propio rey, Jorge II, se avergonzó de tal manera de esta derrota que prohibió expresamente que sus historiadores contaran algo al respecto, de como a partir de ese día los ingleses nos miraron con otros ojos.
    ¿Sabéis lo más triste? que en nuestro país apenas se conoce este hecho y al causante, el mejor estratega de nuestra Armada Real por los siglos de los siglos, el almirante don Blas de Lezo y Olavarrieta. Sobre este señor versará la próxima entrada y no en esta como dije, no quiero mezclar cosas. Tan alto personaje merece sin lugar a dudas un trato más cuidado.


    España tenía el absoluto poder de los mares desde el siglo XIII, bueno, hablando con propiedad este poder en estos primeros años fueron de los reinos que luego conformaron el reino de España, Aragón y Castilla. En el Mediterráneo no había fuerza que osara hacer frente a nuestras naves y si lo había enseguida se le quitaron las ganas. El apogeo vino con el descubrimiento de América y el reinado en el Atlántico y así estuvimos hasta 1.805 con la derrota en Trafalgar. Bueno, en el Atlántico estuvimos casi un siglo mas.
    Este poder a los ingleses no les gustaba un pelo, los habitantes de una isla a los que se les supone pericia y artes marineras incuestionables no podían tolerar que encima de tener el poder terrestre, también lo tuviéramos marítimo. Estos querían echar a los españoles del Caribe y el Golfo de Mexico para hacer bases británicas y así poder crear nuevas rutas comerciales, se tendrían que enfrentar a España y era un hueso muy duro de roer.
    Para ello necesitaban algo para poder declarar la guerra a España. Estos no paraban de perrear por nuestros dominios, que si contrabando por aquí, pequeños desembarcos por alla, pirateria (por ambos bandos).
    El incidente ocurre en 1.738 frente a Florida, un guardacostas español, el "La Isabela", captura un barco contrabandista inglés y detiene a su capitán, Robert Jenkins. Lo normal era colgarlo del palo de mayor, pero Fandiño, que así se llamaba el capitán español, se lo piensa mejor y le corta una oreja al citado Jenkins y le espeta "Ve y dile a tu Rey que lo mismo le haré si a lo mismo se atreve". Efectivamente, Jenkins va a hacia Inglaterra con la oreja metida en un tarro de alcohol y lo presenta ante el Parlamento repitiendo las palabras español (por favor imaginaos la escena), por supuesto los parlamentarios ven en esa frase una clara ofensa al rey. Ya está la rata en la lata y la excusa que buscaban. Guerra.
    A esta guerra propiciada por este incidente se la conoce como "Guerra de la oreja de Jenkins" y enfrenta a las potencias desde 1.739 a 1.748 en el área del Caribe.




    Ese saber estar de Vernon


    Bueno, ya estamos en harina. El almirante inglés Vernon es nombrado por Londres en 1.739 comandante en jefe de todas las fuerzas británica en las Indias Occidentales y su primera acción es apoderarse de Portobelo en el istmo de Panamá, luego le quedarían Cartagena de Indias y La Guaira para apoderarse de todos los puertos de donde salían las riquezas hacia España. La base inglesa es Port Royal, en Jamaica.
    Portobelo esta defendido por apenas 700 hombres, el mandamás de la plaza es un completo inutil que ni se preocupó por aumentar las defensas de la plaza, ni del entrenamiento de los hombres, ni de artillarla mejor ni nada de nada...una ruina total, normal que los ingleses la tomaran en sólo dos horas y el pollo en cuestión, Francisco Javier de la Vega no opusiera ni un mínimo de resistencia.
    Vernom pensaba que aún quedaba oro que salir hacía España pero había sido mandado a otros puertos por si las moscas, fue tanto el rebote que se pilló que destruyo la ciudad hasta los cimientos. Luego volvieron a Jamaica.
    Atención a esto que viene. La prensa británica, sensacionalista como ninguna ya en aquellos años y eso que acababa de nacer, vendió la victoria de Vernon como si fuera la madre de todas las victorias (que ganas nos tenían, pardiez). Durante meses se celebró la victoria en Londres, se puso el nombre a una calle, Portobello Road, Vernon fue recibido como un héroe, durante una cena con el propio rey Jorge II se toca por primera vez una pieza compuesta para la ocasión llamada "God Save the King", el actual himno inglés. También se compone otro himno extraoficial llamado "Rule Britannia" que hoy es tradición cantarlo en los famosos conciertos de la BBC, se canta el último día y se monta la mundial. Su estribillo es el siguiente "Rule, Britannia! Britannia, rule the waves; Britons never never never shall be slaves!.
    Todo esto por conquistar un puerto pequeñajo y casi sin guerrear, ¿qué hubieran hecho si hubiesen ganado ellos en Lepanto o Cartagena? No lo quiero ni pensar.

    Con todo esto Vernon sólo tenía que pedir por esa boquita, así que pidió la mayor flota jamás vista por ojos occidentales. 186 naves, 27.600 hombres, 2.000 cañones, está operación naval fue la mayor desplegada hasta el desembarco en Normandia, y superando en 60 navíos a la Gran Armada. Quiero que os quedéis con estos datos para luego pensar en la que les lió don Blas.
    Se reúnen en Port Royal y salen dirección a Cartagena de Indias (actual Colombia). Cartagena es el puerto más importante hasta el siglo XVIII de España en el Caribe, desde el cual salen la gran mayoría de las riquezas hasta suelo patrio, su captura por los ingleses sería un golpe moral y estratégico importantísimo.
    Varios días antes de la llegada de la gran flota a Cartagena es avistada desde la costa y la noticia corre rauda a la ciudad, la defensa estaba a cargo del genial Blas de Lezo, más conocido como "Mediohombre" y "Almirante Patapalo" debido a que en la mar se había dejado un ojo, media pierna y un brazo. Este tenía los huevos negros del humo de cien batallas, se habían dado con ingleses hasta la saciedad y le tenían auténtico pavor. Bajo su mando sólo tiene a 3.600 hombres, 600 de ellos arqueros indios, y sólo una flotilla de 6 buques.
    Vernon con chulería le escribe desde la tomada Portobello meses antes y le dice que le ha dado un trato exquisito a los presos, aunque no lo merecían. Lezo le responde que si el hubiera estado allí le hubiese bajado los humos y perseguido hasta el mismo infierno. Claro que la carta estaba redactada en los estándares de la época con un pijoterio excelso.




    Puerto de Cartagena


    Cartagena está bien defendida, aparte que es un puerto natural muy seguro, el mejor de la época. Tenían dos entradas a la bahía por sendos canales, Bocachica y Bocagrande, Bocagrande con el tiempo se fue cegando, por el mismo mar, por algún barco encallado y lo acabó por cerrar Blas ante el inminente ataque de Vernon. Sólo queda una entrada, Bocachica y para defender esta entrada se encuentran los fuertes de Chamba, San Felipe y Santiago los cuales Vernon mediante bombardeo continuado revienta sus cañones. Otra fortaleza más, San Luis de Bocachica es castigada con fuego inglés durante 16 días sin descanso, la tropa allí acantonada, unos 500 hombres, se repliegan hacía el interior.
    Quedaba como último escollo para entrar a la bahía la fortaleza de Bocanegra, antes de que llegaran allí los ingleses, los nuestros hunden los 6 barcos para impedir la navegación por el canal, pero es inútil, los pérfidos barcos entran sin problemas. Bombardeo continuado y se acabó el problema. Los ingleses ya estaban en la bahía.
    Y aquí es cuando viene el descojono total. Vernon se vino arriba con el capote y las banderillas pensando que la faena ya estaba hecha con el toro dando bocadas de sangre, total, habían entrado en la bahía y ya nada les podía detener, ellos eran 27.000, 180 naves y 2.000 cañones, los nuestros 3.600 mal contados ¿Qué podían hacer si no rendirse o morir?. Dicho esto, Vernom manda un SMS a su Altísima Majestad Imperial Jorge II diciéndole "rey q sto ya esta. bsos".
    La fiesta que se montó después de la toma de Portobelo fue una mierda comparada con esta, risas, zapatiesta, españoles dead y kills, españoles bigmouth, más risas, esto está chupado, perdón, this is sucked.
    Se llegaron a hacer medallas conmemorativas de la gran victoria de Vernon, eso si, no mostraban las taras del almirante Lezo en el grabado para aumentar más si cabe el éxito inglés, esto no me lo estoy inventado, es totalmente cierto. Además rularon por nuestro país como mofa y escarnio para los nuestros. Luego cambiarían las tornas.




    Anverso: "El orgullo español humillado por Vernon"
    Reverso: "Los héroes británicos tomaron Cartagena. Abril 1.747"


    Con lo que no contaban los ingleses era con un factor muy importante, la testiculina del Almirante Lezo y como la transmitía a sus hombres. Cojo, manco y tuerto cundía más que el arroz con leche. Los nuestros se retrotraen hasta la última fortaleza, San Felipe de Barajas, y allí se mantienen firmes con una defensa a ultranza, una defensa de las nuestras, de las que molan, ojo al dato, sólo quedan unos 700 defensores en condiciones. A todo esto, los ingleses llevaban 35 días dando por el saco y cañoneando Cartagena y alrededores, que pesaos.
    Esta fortaleza aún viéndola ahora parece impenetrable, y ya no digamos lo que les debió parecer a los ingleses, que pensaron que sería mejor rodearla por la selva y no intentar tomarla de frente.
    En este "paseo" por la selva muchos de ellos contraen la malaria, mueren varios cientos y la moral empieza a decaer, pero aún así llegan hasta la fortaleza, la única vía de acceso es un rampa fácilmente defendible, Lezo emplaza a 300 fusileros y se pican a 1.500, así casi sin querer.
    La cosa no estaba nada clara para nuestros enemigos, malaria, muertos, poca comida, escorbuto y Vernon se pone nerviosico perdido. Al revés que a los nuestros, que ven como no está todo perdido.
    Por cierto, a modo de dato interesante, en la expedición británica hay 4.000 reclutas de Virginia al mando de Lawrence Washington, hermanísimo de un tal George. También iban otros tantos macheteros de Jamaica, comúnmente denominados "carne de cañón", como vamos a ver ahora.
    La noche del 19 al 20 de Abril deciden los ingleses realizar un ataque frontal y jugarse el todo por el todo, más risas y veréis porque. Construyen unas escalas para asaltar las murallas, esto llega a oídos de Blas y decide esa misma noche y casi en una acción de comando que algunos hombres rebajen un poco más el foso y vuelvan a sus puesto antes de que empiece a clarear.
    La noche siguiente los ingleses salen en columnas dispuestos a tomar la fortaleza, iban cargados con artillería así que les retrasa bastante, son un blanco muy fácil para los fusileros españoles debido a la lentitud y a que delante de la fortaleza hay una explanada enorme, casi hacían tiro al blanco, ya era casi de día. Por supuesto los primeros iba los macheteros jamaicanos que cayeron como moscas. Llegan a las murallas y ¡¡¡Oh sorpresa!!! Las escalas no son lo suficientemente largas para salvar el foso...clinc clinc, punto para Lezo.




    La fortaleza de San Felipe con sus rampas y prácticamente inexpugnable. Al frente una estatua de don Blas de Lezo


    Esa cara de los ingleses era para verla, nos vamos...tiro...nos quedamos...mas metralla, ¿que hacemos? más disparos. No menos de 4.000 son los muertos ingleses desde su llegada a Cartagena, por supuesto haciendo un ridículo elegante y flemático, que para eso son british.
    Aquí llega otra mas de nuestros amigos, les habían dado matarile hasta en el cuaderno de bitácora, había miles de enfermos y heridos, miles de muertos, casi no tenían comida y menos fresca, no tenían posibilidad alguna de victoria, pero como Vernon era así, se quedaron un mes sin saber que hacer. Al final muy picado y más quemado que la pipa de un indio, decide retirarse el 20 de Mayo, eso si, sin dejar de cañonear sobre Cartagena.
    Por supuesto, y esto está reflejado en muy poco sitios, aparte de los soldados españoles que se batieron con bravura, no les fueron ni mucho a la zaga, e incluso en algún momento superaron este arrojo, los citados arqueros indios y toda la ciudad de Cartagena, tanto indígenas como criollos, que firmaron actos de valentía dignas del mismísimo almirante don Blas de Lezo.
    Otro dato más, al año siguiente muere Lezo en Cartagena, Vernon pasa por allí, sabe que ha muerto, pero no se atreve a desembarcar, tipo Cid nuestro héroe gana batallas después de muerto.

    La "victoria" que aún celebraban en Londres les había costado unos 11.000 muertos, 7.500 heridos, 50 naves y unos 1.500 cañones y un ZAS, EN TODA LA BOCA!!! como creo que jamás haya ocurrido en la historia. Por cierto, hubo algún inglés que se preguntó ¿oye, si hemos ganado, donde están los barcos que no los veo yo llegar? Vernon no daba abasto a las excusas...no hay enemigo pequeño, el arbitro, el fútbol es así, los focos, etc...Como ya he dicho antes, el rey Jorge prohibió que este hecho pasara a la historia debido a la humillación sufrida.
    De esta derrota sin paliativos le costo recuperarse a la flota de guerra británica varios decenios, murió mucha brillante oficialia (menos Vernom, que era de todo menos brillante y encima se salvó). España sin embargo logra mantener el poder absoluto en el mar durante unos 70 años más.

Página 4 de 4 PrimerPrimer 1234

Información de tema

Usuarios viendo este tema

Actualmente hay 1 usuarios viendo este tema. (0 miembros y 1 visitantes)

Temas similares

  1. Los marranos: ¿víctimas o victimarios de España?
    Por Erasmus en el foro Historia y Antropología
    Respuestas: 203
    Último mensaje: 02/09/2024, 19:25
  2. Sancho III "el Mayor", un Rey pamplonés e hispano
    Por Lo ferrer en el foro Navarra
    Respuestas: 11
    Último mensaje: 17/08/2014, 23:26
  3. La Cristiandad, una realidad histórica
    Por Hyeronimus en el foro Historia y Antropología
    Respuestas: 8
    Último mensaje: 17/02/2009, 17:56
  4. Informe sobre la cuestión de Gibraltar
    Por Lo ferrer en el foro Gibraltar
    Respuestas: 7
    Último mensaje: 19/06/2006, 20:09
  5. La Hélade en la Piel de Toro
    Por Ordóñez en el foro Prehistoria y Protohistoria
    Respuestas: 0
    Último mensaje: 16/09/2005, 18:16

Permisos de publicación

  • No puedes crear nuevos temas
  • No puedes responder temas
  • No puedes subir archivos adjuntos
  • No puedes editar tus mensajes
  •