Revista FUERZA NUEVA, nº 489, 22-May-1976
Ahora te escupen
Vivimos momentos de confusión, cambio e incertidumbre social y política. Pero lo que tampoco se puede poner en duda es que en estos tiempos del vivir patrio… florecen los enanos morales, los traidores, los hombres que han hecho de la falsedad, de su venta personal, de la entrega de su dignidad, la mercancía adecuada… lograr de este modo vergonzoso, ocupar el poder y llegar a la cima de sus ambiciones. Y ello, aunque esté involucrado el porvenir de España y el peligro del caos y la anarquía para nuestro pueblo…
Doctrina e ideal que los vendidos y traidores juraron libremente defender y bajo cuyas banderas hicieron fortuna, engrandecieron su nombre y se llenaron de honores y prebendas. Banderas que, si hoy han abandonado o entregado al enemigo, aun les sirven para detentar parcelas del poder, posiciones de favor y privilegio…
Son todos aquellos que adularon al Caudillo Francisco Franco. Que se arrastraron, muchas veces sin dignidad, ante su mando en busca de sus favores, haciendo alardes de fidelidades ideológicas y lealtades irrompibles. Son los que ayer le aplaudían y hoy le escupen en su memoria…
Son todos aquellos, altos y bajos, que no han tenido empacho alguno en llamarse sus herederos y aceptan el poder en su nombre, para después degradarlo, enfangarlo y buscar fórmulas y pactos sectarios para destruir o subvertir el orden institucional recibido y hundir esta España nuestra…
Nos referimos a los que ahora hablan continuamente de “democracia” como panacea única a los males patrios, y antes, cuando Franco, la maldecían y hacían escarnio de ella. Se trata de los que antes, cuando vestían camisa azul y saludaban brazo en alto, eran inquisidores celosos de todo aquel que discrepase y no se cansaban, en sus remuneradas actuaciones públicas, de pregonar su total identidad con la España una, grande y libre, en la unidad de sus hombres, sus tierras y sus clases, y que hoy, sin pudicia alguna, nos hablan de estatutos separatistas, federalismos disgregadores, partitocracia liberal y clasista, sin recato alguno que les haga ruborizarse y sentirse culpables… la hora de los resentidos, de los vencidos, de las ratas y los vendidos políticos…
EDITORIAL
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