Creo que hay poco más que añadir a lo expuesto por Ulibarri.

Todos estamos de acuerdo en defender la riqueza dialectal del idioma, de todos, pero esto también será imposible si no tenemos una norma donde, todos, reflejarnos y contrastar nuestras distintas hablas. Tener un faro que nos ilumine entre todos los dialectos, por si precisaramos aclaración y/o comprensión.
Breogan da en el clavo, pero es necesario una matización. Es innegable que el euskara necesita al "batua", ya que ha supuesto la unificación del euskara. Pero, lo que no debe de hacernos olvidar que, debido al batua, se ha perdido una gran parte de la riqueza dialectal del euskara.

Y aquí es donde debemos sopesar:

¿Ha sido positivo para el euskara el batua ya que ha unificado el idioma o por el contrario ha supuesto la pérdida de su riqueza dialectal?

Sin duda, habrá opiniones para todos los gustos.

No obstante, no creo que en el euskara se den casos de "blaverismo" (no sé si está bien empleada esta palabra en este contexto) como sucede en el Reino de Valencia ya que nadie duda en Vasconia de que el euskara es uno y múltiples sus dialéctos.

Lo criticable del batua, bajo mi punto de vista, es que ha sido empleado para fines políticos más que lingüísticos.