Como católicos debemos rezar por el alma de Carlos Hugo.
En lo político fue de lo peor.
Como dice FARO su actuación fue nefasta y su defección tuvo trágicas consecuencias para el Carlismo.
Lisa y llanamente se pasó con todo su badaje al campo enemigo.
Se proclamó y pretendió enrolar al Carlismo en "un partido... profundamente democrático", un partido "socialista de alpargata"
Para él: "El Partido Carlista es un partido socialista y un partido de clase", que debía expresarse en "el campo de batalla" mediante la "lucha de clases".
Repudió a la "iglesia jerárquica", que luchaba "contra el Pueblo y al lado de un poder que estará precisamente haciendo la revolución burguesa capitalista..."
Propuso un utópico "autogobierno”, una incomprensible “autogestión económica“(?), una ilusoria "autogestión en las empresas" (?) y hasta una delirante "autorrevolución"(?)
El poder político finalmente culminaría "en el Congreso del Pueblo Carlista" (?) y su "revisión se efectúa a través de un proceso permanente de las asambleas de base y cuando las circunstancias lo exigen".
"El poder político, social y económico estará en manos de la clase trabajadora".
Para todo ello sostuvo que: "El Partido Carlista propone la construcción de un Frente Democrático Revolucionario como base para la unidad de todas las fuerzas socialistas democráticas", para "establecer juntos los cimientos del futuro socialista".
También adujo que: "En la actualidad la unidad táctica del socialismo es imprescindible. Unidad sin imposiciones, sin exclusivismos y sin dependencias".
Como es lógico repudió a todo el Carlismo que no pensara como él, tratándolo -cuando no- de “nazi”, “integrista”, “fascista”, “franquista”, etc, etc, etc.
Para quienes pongan en duda que lo entrecomillado es de Carlos Hugo los remito al opúsculo de su autoría titulado: "Que es el Carlismo", editado en el año l976.
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