Bueno independientemente del tal perduelio ese de los tiempos de maricastaña, hasta hace cuatro días como quien dice, existió en España una cosa llamada jurisdicción militar para castigar los delitos esos que denuncia el articulista y cuya finalidad era atacar el Estado como tal y bajo cuya jurisdicción caían los delitos de bandidaje y terrorismo con penas siempre gravísimas.La cruda realidad es que el terrorista, a los ojos del orden inicuo que no castiga el perduellio, es como el señor que, por proteger a una mujer que está siendo violada, mata a su violador: lo que mueve a ambos al homicidio es un impulso que la ley protege; y por lo tanto tal homicidio ha de ser castigado necesariamente de manera benévola.
La injusticia infligida a las víctimas del terrorismo no podrá ser reparada mientras no se reconozca que toda idea que trata de disolver la comunidad política debe ser considerada gravemente criminal y castigada con las penas más severas
¿Sabrá eso el sr De Prada o no lo quiere decir o no le dejan?
Por supuesto, la jurisdicción militar antiterrorista se la cargaron al principio de la dichosa Transición. Y no solo eso sino que hasta consideraron un gran logro pasar a considerar al terrorista como un simple delincuente, y que no estuviera protegido con la aureola de "preso político".
Pero como bien repetía por entonces Alvaro D'Ors, el terrorismo no debe ser combatido penalmente como criminalidad sino militarmente como beligerancia. Y así fue (correctamente) mientras en España mandaron los militares...
Pero ya sabemos que estas cosas no se pueden ni recordar ni por periódicos ni articulistas de derechas (si es que aun la nueva generación se ha enterado de que existieron).
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