No les hará falta quemar iglesias por la sencilla razón de que dentro de poco serán suyas. Será algo tan sencillo como declarar a la Iglesia fuera de la ley y por tanto apropiarse de sus templos; eso por las malas.
Por las buenas: obligarla a poner en práctica todas las directivas de la ONU sobre gays y aborto y predicándolas y practicándolas en los mismos templos. Ya sabemos que los obispos dirán a todo que sí con tal de evitar conflictos y demonizarán a los católicos rebeldes.
Las iglesias serán de Femen o similares de aquí a no mucho tiempo; y luego vendrán los desagravios, escarnios etc, con protección y subvención estatal (tipo ley de memoria histórica). Ojalá me equivoque.
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