Los Pactos de Madrid y la retirada del antiguo "Sahara Español" son uno de los episodios más vergonzosos y vergonzantes de la historia de España.
Recordar este capítulo de nuestra historia sólo me produce ira y frustración.
Marruecos es un país feudal donde España no tiene ninguna influencia real, por mucho que prediquen los botarates del PSOE. Es más, es un país donde sólo Francia y USA tienen auténtico poder de influencia.
La política española respecto de Marruecos debiera estar centrada en la consecución de repúblicas independientes en el Sahara y el Rif.
Repúblicas que nunca consideraría hermanas de España, pero sí bajo nuestra influencia, repúblicas donde se aliente el bilibgüismo castellano-tarifit (bereber rifeño) en un caso, y castellano - "saharaui" en el otro, como contraposición a lo árabe.
Habría que explotar el incipiente nacionalismo bereber local y contraponerlo a lo marroquí (lo árabe - lo Alauí), para generar dos países bajo nuestra influencia.
Esto debilitaría a Marruecos (un satélite francés), y nos generaría "aliados" más sólidos al otro lado del estrecho y una retaguardia para a Canarias.
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