"Toda oposición, para ser duradera, necesita de una "contrasociedad" que convierta al individuo opositor en algo más que una figura gesticulante y patética. Hasta hace muy poco tiempo esa "contrasociedad" requería grandes esfuerzos de creación, ahora, en cambio, y gracias a Internet las posibilidades se han multiplicado con tanta rapidez que aún no nos damos cuenta de lo que está pasando.
Internet ha acercado a personas que, antes, apenas podían comunicarse por carta o por teléfono y que, por limitaciones tecnológicas, no podían formar una "rueda" comunicativa que es clave en el mantenimiento de un grupo. Si uno se pone a pensar en que un grupo como el que sigue este "mini cursillo" abarca una extensión geográfica que va desde Japón hasta Estados Unidos y desde España hasta Argentina (sin incluir, por brevedad, otros países que también están representados), se puede tomar conciencia de que, hoy por hoy, las comunidades virtuales generan un fenómeno radicalmente nuevo.
No es la distancia en sí mismo donde radica el cambio, sino en la inmediatez de la comunicación (lo que supone una interacción mucho más realista). Estas líneas pueden, en este momento ser leídas por personas que están a miles de Km de distancia física; y yo puedo enterarme de sus pensamientos esta misma noche... y ¡responderles!, continuando la rueda.
Como se ve las posibilidades de interacción han crecido verticalmente. Lo cual incide en la posibilidad de nuevos procesos de
resocialización no previstos hasta ahora. Es posible pensar en comunidades virtuales, con efectos tan reales como las comunidades tradicionales (aquellas que existen en una zona geográfica circunscripta).
Por supuesto que estamos al principio del proceso; un largo proceso que se desenvolverá a todo lo largo de este siglo XXI. Lo que ahora tenemos (en comparación con lo que vendrá) podría parecer una caricatura... pero ¿es el bebé una caricatura del hombre? Me inclino por pensar que lo que ahora tenemos es una etapa perfectamente legítima, y que incluso, cuando el desarrollo haya dejado atrás estos tímidos balbuceos, no faltarán personas que recuerden nuestros tiempos con nostalgia. Algo así sucede (y en ellos me incluyo) pensando en la época de FIDO y otras redes similares, en los tiempos en que Internet apenas era un fenómeno paralelo."
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