Como de costumbre concurro con el Sr. Yáñez, cuyos comentarios son tan certeros que dejan poco que añadir.
El nazismo es hijo putativo del subjetivismo luterano y descendiente directo del romanticismo neo-paganista alemán y el vitalismo nietzscheano. Su ethos nada tiene que ver con el Catolicismo ni con el hispanismo, y pretender lo contrario es como intentar casar a un conejo y una gallina (aunque todo se andará).
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