Re: Quién no puede suceder en la Monarquía Española
Iniciado por
Anorgi
Leer el post de arriba me llena de asombro. Jamás pude creer que a estas alturas de la Historia todavía haya quien desvaría de forma tan estúpida como anti española.
Cuando nos vamos a dar cuenta de que el problema de nuestra España no es lo acaecido hace casi doscientos años. Haciéndolo así no conseguimos sino alimentar al dragón que quiere devorar a España y hacer de ella lago irreconocible. Haciendo realidad lo que dijo Alfonso Guerra: “Dejaremos a España que no la reconocerá ni la madre que la parió”.
¿Acaso puede creer alguien en su sano juicio que rechazando a la actual dinastía se va a conseguir instaurar la de los descendientes de don Carlos María Isidoro? Quien así piense le está haciendo el juego a los republicanos que cada vez están más cerca de conseguir la instauración de la III Republica, o quizás la IV, la sucesora del Frente Popular.
O estrechamos filas o la republica será nuestro castigo. Ha llegado la hora de olvidarse de las luchas fratricidas en nombre de Pepe o de Juan. Luchemos por España y solo por España. ¿Acaso pude alguien creer que Pepe o Juan merecen que se derrame ni una sola gota de sangre española?
En fin, tampoco se puede radicalizar tanto lo que no deja de ser una reflexión fundamentada en el Derecho Sucesorio al Trono y la Historia. En un Foro monárquico es natural que se expongan cuestiones como ésta, particularmente cuando se habla de acontecimientos acaecidos de forma real, por tanto, es análisis de dichos acontecimientos.
Respecto a una hipotética III República, lo cierto es que se está forzando su instauración, y se está haciendo desde Instancias inconcebiblemente irresponsables. Es perfectamente normal que en cualquier asociación, agrupación o partido de ideología republicana, se propugne la vuelta del republicanismo, pese a que las dos experiencias habidas son motivo y causa suficiente como para que esa idea estuviera prohibida por sí misma, pero que se estén forzando las cosas por parte de quienes deberían mantener la Monarquía Tradiciónal resulta infumable. Hasta alguien tan escasamente sospechoso como Gregorio PECES BARBA, afirmó en su día que el actual Jefe del Estado representaba la continuidad de la Legitimidad de la Monarquía Hispánica. Y, desde luego, el aludido bien que lo ha dejado en mal lugar.
Personalmente, por una serie de causas que han confluido, tengo una particular, especial e intensísima antipatía a cualquier formulación republicana para España, más aún, considero que vista la Historia de España, cualquier república aquí representa justamente lo contrario del ser de España, eso que se conoce como anti-España, y a los hechos históricos hay que remitirse, así como a la sociología del republicanismo actual, por tanto, en esto coincido contigo. Mi más preciado amigo se define como "republicano de derechas franquista", pero no deja de reconocer que eso que es él apenas si trasciende su persona y, desde luego, la gente como él está más que dispersa. El republicanismo en España es izquierdoso, revanchista, revolucionario y sumamente peligroso. El mayor error de todo el Régimen de Franco, fue dejar la sucesión a quien se la dejó. El momento histórico preciso para haber instaurado una república de nuevo cuño y que no tuviera nada, absolutamente nada, que ver con las experiencias anteriores, en mi opinión, fue ese, precisamente ese. Y es que, entonces, se hubiese podido dar curso a un régimen con visos de viabilidad y a nosotros, los monárquicos, la oportunidad de haber podido reivindicar el Derecho de nuestros Reyes.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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