Carta de Fal Conde al Rey Javier
A. R. Mgnr. Le Conte de Mercoeur
Chateau de Bost
BESSON.
Señor: Grande alegría me ha causado la bondadosa carta de S.A. como la mayor gratitud la honrosa distinción que me concede. Una vez más y como siempre, quedo unido a S.A. con mi ferviente agradecimiento.
He pasado un mal invierno con mis achaques. Ya gracias a Dios me encuentro recuperado. Pero desde el verano no he ido por Madrid donde ahora vive nuestra hija Teresa, a causa de un importante cargo de su profesión de ingeniero Naval que tiene su marido. Estamos, por tanto, sin verla y sin ver tampoco a los cinco nietos sus hijos.
Siempre que he estado en Madrid, he procurado audiencia de los Príncipes, siempre tan bondadosos conmigo. Si Don Carlos cautiva por sus dotes de inteligencia, Doña Irene tiene encantos extraordinarios.
Noto en los nuestros la nostalgia de las Infantas. Es muy general el deseo, que en esta familia revierte especial vehemencia, de ver a las Infantas, todas, pero especialmente Doña Maria Teresa. En pocos años se ha ido creando una política de libertad para la presencia de personas reales, que ya no existen los problemas de otras veces. Estos mismos días pasan por aquí los Reyes de Bélgica, los príncipes de Lieja separadamente de los anteriores; acaba de terminar su estancia aquí la Princesa Pilar ¡de Estoril!, la Reina de Albania…
Quien sabe si eso mismo indica que Franco ha esterilizado el sentimiento monárquico, como en Francia, en Portugal, en Italia… Verdaderamente si las monarquías cayeron por sus propios errores –previo haberlas prostituido con el constitucionalismo liberal– y las suceden regímenes circunstanciales de autoridad, paz material, trabajo y poderosos capitalismo, la conciencia nacional declara innecesaria la Monarquía. De ahí el mal de haberse perdido las mejores y quien sabe si únicas oportunidades.
Sólo la restauración de las legítimas libertades orgánicas, aquellas que fueron nuestra condiciones principal en el pacto con Mola, podrá asegurar la victoria del 18 de Julio, lograr el legítimo bien común y cimentar la Monarquía. Bien entendido que la más fundamental diferencia entre las dos dinastías, fue, y debe seguir siendo la distinta y antagónica concepción de la libertad política: la inorgánica, individualista y de partidos, que caracteriza a la dinastía liberal; y la libertad orgánica, esto es, responsable y representativa, sin la que la dinastía legítima no podría gobernar, ni las libertades públicas engendrar la suma de bienes que integran el bienestar social.
Este es el tema sobre el que me gustaría ver concentrados los esfuerzos de nuestros pensadores y ando pensando si se podrá convocar un concurso del premio Vedruna como se hizo con la unidad Religiosa que tanta difusión logró [Nota mía. El premio Vedruna sobre el tema de la Unidad Religiosa fue, como bien se sabe, ganado por el gran filósofo Rafael Gambra con su libro La unidad religiosa y el derrotismo católico, una de las obras pioneras en la denuncia de la locura conciliar, pues su primera edición es de 1965).
Mucha asistencia de Dios necesitan S.A. y el Príncipe en estos momentos difíciles. Y para ellos estamos muy obligados a hacer oración y actos de religión todos los carlistas.
María y mis hijos felicitan a SS.AA. en Pascua y deseamos a la Señora y Príncipes con S.A. la mejor salud y dichas.
Fdo.: Manuel Fal Conde
Sevilla a 5 de Abril de 1966.-
Fuente: ARCHIVO FAMILIA BORBÓN PARMA
Marcadores