Excelente el artículo de Jesús Evaristo Casariego. Éste es el tradicionalismo que echaba de menos.
También hay que tener en cuenta que la energía nuclear, incluso en sus usos civiles, es incompatible la descentralización que propugna el carlismo. Por su peligrosidad, la energía nuclear requiere de un Estado centralizado al máximo, con poderes excepcionales para que el plutonio no acabe en manos de indeseables.
Marcadores