Acabo de leer este mensaje que no había sido aprobado antes. La verdad es que creo que mi crítica hacia el audio ha sido demasiado severa. Pido disculpas. Ciertamente es de agradecer que hayan querido tratar el tema y si encima hay contertulios como
Ariki Mau y
Simonow que se declaran tradicionalistas o simpatizantes, no hay que tratarlos como a enemigos. Tengamos en cuenta que se trata de una tertulia entre interesados pero no necesariamente entre expertos (yo mismo tampoco me considero tal) como sí lo fue por ejemplo el
debate que "Lágrimas en la lluvia" dedicó al Carlismo con intelectuales e historiadores de la talla de Juan Manuel de Prada, Miguel Ayuso, Alfonso Bullón de Mendoza, Jordi Canal y Javier Barraycoa.
Otro debate que se hizo hace unos meses sobre el tema es
el de "Cita con la historia", con Pío Moa y Pedro Fernández Barbadillo, y también me pareció flojillo. El problema es que en España hay mucho desconocimiento de la historia en general, y de la del carlismo en particular, y por eso muchas veces se trata de manera superficial.
Es verdad que el enfoque de este debate de "Disidentes" no era del todo histórico, pero es inevitable hablar de historia cuando se habla de tradicionalismo. Se puede ahondar en el municipalismo, el regionalismo, los gremios, las Cortes representativas orgánicas con mandato imperativo, etc.; pero en el tradicionalismo lo central será siempre la defensa de la Religión, la moral y las buenas costumbres. Se puede ser católico sin ser carlista, pero no se puede ser carlista sin ser católico. Si a alguien le parece esto anticuado, está claro que nunca podrá ver con buenos ojos el tradicionalismo.
Aclaro por otra parte que no he pretendido restar importancia a las desamortizaciones sino que mi escepticismo es en relación a la supuesta centralidad de este asunto como factor movilizador de la gente a favor del carlismo. Parece claro que el carlismo triunfó en un principio en buena parte de Navarra y las Vascongadas gracias a los fueros, que impidieron que se purgase a los Voluntarios Realistas como en el resto de España; y en buena parte de Cataluña (no en Barcelona) por sus precedentes reaccionarios, más enconados que en el resto del país: Guerra del Rosellón (1793), Guerra de la Independencia (1808), Regencia de Urgel (1822), Guerra de los Malcontents (1827). En la segunda gran movilización de 1868, como he dicho, el factor decisivo es la expulsión de Isabel II. Pensemos que el jefe delegado de los carlistas pasará a ser un exministro isabelino como Cándido Nocedal y muchos de sus principales políticos y pensadores, como Antonio Aparisi y Guijarro, también habían sido isabelinos.
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