La ‘alt-right’, según explica José Javier Esparza, trata de realizar y llevar a la práctica mediante políticas concretas la propuesta “metapolítica” más amplia de renovación cultural e ideológica -en definitiva, una nueva “visión del mundo”- que la 'nouvelle droite' se dedicó a elaborar en Francia desde los años setenta. El advenimiento de la actual crisis, las dificultades de la globalización y el fin del Estado del bienestar habrían precipitado la necesidad de respuestas políticas nuevas ante un malestar ya insoslayable. La ‘alt-right’ querría demostrar que la alternativa al “pensamiento único” del capitalismo moderno global reside en la
recuperación del énfasis sobre la identidad, “lo natural”, la comunidad y la soberanía. Esparza, que en su juventud se formó en Francia en el entorno del Grupo de Investigación y Estudio de la Civilización Europea (GRECE) de Alain de Benoist y posteriormente colaboró en medios como ABC, COPE, Intereconomía o La Gaceta, es uno de los contribuidores en España al desarrollo de este trasfondo ideológico.
¿Hacia una alt-right española?
Este fin de semana su ponencia ha cerrado las jornadas de metapolítica “
Mayo del 68 y la Nueva Derecha”, que
conmemoran el 50 aniversario de la fundación de GRECE (no por casualidad, en 1968). Allí se debatió sobre las dos renovaciones, de la izquierda y la derecha, que tuvieron lugar en esta señalada fecha, así como sobre la problemática actual de Cataluña. En un arco de posturas que abarcaba desde el falangismo clásico a las corrientes nacional-revolucionarias, pasando por un intento de réplica al independentismo desde la reivindicación de un catalanismo hispano, los ponentes concordaron en la insuficiencia de las medidas meramente represivas y en la
necesidad de superar el enfoque centralista, castellanista y anti-catalán de una parte de la extrema derecha española, apuntando a una idea de España como unidad histórica y objetiva que alberga una diversidad de pueblos y lenguas. Esta derecha renovada no descarta, así, entrar al trapo del debate sobre la plurinacionalidad como parte de la tarea de “construir una patria” en un mundo que es “el imperio de lo efímero”.

El escritor José Javier Esparza, durante la presentación de su novela histórica 'Los demonios del mar'. (EFE/Juan González)
En este espíritu, Esparza valora como necesario este paso para Vox si quiere sumarse a esta renovación y constituir una ‘alt-right’ española: “Vox es un partido con una
fuerte carga liberal-conservadora (es decir, tradicional), pero ha hecho el análisis adecuado sobre la caducidad del viejo modelo derecha/izquierda y la convergencia general en torno al consenso socialdemócrata. Creo que es muy interesante ese acercamiento, aunque va a ser difícil explicárselo a la mayoría de la gente que apoya a Vox, que sigue viendo a
Aznar como el referente pleno de su sensibilidad”. En todo caso, continúa Esparza, “
si Vox realmente quiere convertirse en algo distinto a una especie de ‘PP Auténtico’, tiene que abrir campo y la experiencia de Bannon es fundamental en ese sentido.”
En estos próximos meses se verá cuál de estas vías abiertas decidirá transitar la extrema derecha española. No lo tiene fácil: a sus interminables disputas se suma la fuerte competencia que existe en estos momentos en el lado más derechista del tablero político español. Con el carril nacional parcialmente lleno, quizás Vox esté pensando en dirigir la vista en el clivaje campo-ciudad, con objeto de extender su propuesta más allá de la tríada aborto-nación-eutanasia y endurecer la batalla cultural (como le recomiendan sus socios europeos). Así podría entenderse su participación el pasado fin de semana en las concentraciones contra la “criminalización” del colectivo de cazadores organizadas por la Real Federación Española de Caza en más cuarenta ciudades del país. ¿Prepara Vox el terreno para las elecciones municipales en la España rural? Sea como fuere, el camino es más que incierto.
FUENTE:
Social: Por qué la extrema derecha europea menosprecia a la española
Marcadores