En fin, Kontra, aunque entiendo lo que transmites, lo que no acabo de entender es porqué nos pones ese enlace a la cochiquera mental y moral en la que el presunto rusiano suelta sus aullidos a la Luna. Lo cierto es que he intentado conectarme para escribir yo allí también sobre el alma de esclavo que tiene un sector del pueblo ruso, y no he podido, ya que el sitio ha sido cerrado, o eliminado, tanto da.

Lamentablemente Internet está invadido de subnormales como el pájaro en cuestión. Para comprobarlo basta con leer los comentarios a las noticias en los medios de comunicación, y se comprende inmediatamente que si antes lo peor que había era un "tonto de baba con un lápiz", hoy lo es un "tullido mental con un teclado conectado a una línea de teléfono". El problema es que hoy la extensión es mucho mayor, antaño la idiotez se solía quedar plasmada en algún cuaderno o un papelajo que servía para llevar al demente al loquero y que éste, a su vez, obtuviese datos para determinar el grado de cretinidad del sujeto en cuestión. Vemos, además, que tal sucedía con individuos que tenían filiación. Pero hoy no, hoy el débil mental de turno firma como "Anonymus", suelta su excremento mental, el sistema informático lo ventea y se sale de los límites de la covacha en tinieblas en la que habita el fulano. Es una diferencia importante, porque el desgarrador aullido del sujeto puede alcanzar a cualquier parte del globo terráqueo.

Definirlo de otro modo es una pérdida de tiempo, no sólo por mentiroso e hijo de puta, sino porque aunque hay mucho tarado, también hay otros muchos que no son iguales ni a éste ni a sus congéneres. Por lo demás, y aunque yo no tengo ninguna pinta de negro -más aún, pienso que posiblemente a mi lado el negro sea él-, no me importaría serlo en lugar de un perfecto imbécil de baba que no sólo lo parece, sino que disfruta demostrando que lo es.