Re: Desenterrando a Franco
El actual Sanedrín está claro que merece un comentario aparte. Se han comportado como aquél que condenó a Cristo a la Cruz, aunque era voluntad del Padre que se sirvió de ellos. Han mezclado la misma hipocresía, a sabiendas de lo que han estado haciendo, aunando el lavado de manos de Pilatos. El artículo es durísimo, y el estamento militar también ha callado, siendo el peor por encima de todos el mismo que tomó la decisión de que Franco reposase en el Valle de Los Caídos. ¿Dónde ha estado metido todo este tiempo?
Ayer en un programa de TELEMADRID, una pizpireta periodista gaditana entrevistaba a Eduardo Inda que, para no variar, siempre tira para ambos lados ya que esa es la forma que el cree correcta para no equivocarse. La entrevistadora, para no variar tampoco, le preguntó por lo de Franco, y él muy seguro hasta dijo sin pestañear las horas que restaban para que la profanación se hiciese efectiva. Antes había hablado de todo el proceso con el que se inició el asunto que llevó a Urdangarín a la cárcel, pues el propio Inda lo había iniciado cuando fue director de El Mundo para Baleares. Contó su versión extendiéndose en detalles y quiso salvar la imagen de Juan Carlos, en aquél momento todavía monarca. Afirmó que estaba libre de todo y que era honrado en todo. Se declaró su admirador y hasta se vio una fotografía de ambos juntos con motivo de la entrega de un premio periodístico, después de lo de Urdangarín.
Sin embargo, cuando se expresó sobre Franco, no dudó en afirmar que le parecía bien su exhumación, pues a un "demócrata" como él le parecía inconcebible que un "dictador" estuviese en un lugar "público", aunque apostillando a continuación que se deberían retirar inmediatamente todos los nombres de las calles, así como estatuas, etc., de..., y soltó una ristra de nombres socialistas y comunistas de todos conocidos. El problema de este señor que se las da de listo, es que Franco no estaba en un lugar público, sino a los pies de un altar de una basílica bajo la custodia de la propia Iglesia, y que quien DECRETÓ en su día que allí reposase fue su admirado Juan Carlos.
El problema es mucho más serio de lo que parece. En mi opinión esto no ha hecho más que empezar, y ahora vendrán, si Dios no lo remedia y los españoles no exhumamos a Sánchez de la Moncloa el día 11-N, con todo el Valle y, a continuación, con D. Felipe y su familia. El tiempo nos lo dirá, como también que de seguir así esto termina a tiros otra vez.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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