DOCUMENTO 3
Fuente: El Pensamiento Navarro, 9 de Abril de 1969, páginas 1 y 4.
Carta abierta
A UNOS EX-DIPUTADOS A CORTES
Por Ramón Albistur Esparza
Recibimos de Don Ramón Albistur Esparza, ex-procurador en Cortes y correligionario, la siguiente “Carta abierta”, con ruego de publicación:
Me ha dejado estupefacto la repentina aparición de Vds., manifestándose cara al público, en olor de prensa, con la excusa de hacerlo ante la más alta Magistratura.
Casi se nos habían olvidado la mayor parte de sus apellidos, porque el tiempo les relegó a su vida privada; y he aquí que, cuando menos lo esperábamos, se les ha despertado a Vds. aquel instinto de notoriedad que un día inspiró sus actos.
Es cierto que, como dice la Agencia Cifra, Vds. fueron Diputados a Cortes por la Comunión Tradicionalista; pero eso es todo: fueron. Quienes entonces carecíamos de edad para votar, no tenemos arte ni parte en ello; tampoco inculpo a los votantes. Al fin y al cabo, Vds. eran hombres cultos, bien educados e intachables en su conducta privada. Pero quizás se esperaba de Vds. que algún día demostraran su talento excepcional; luego, el tiempo ha demostrado lo que ha demostrado.
Quiero decirles, y quiero que quede claro ante el público lector, que a Vds. no les ha otorgado mandato alguno esa multitud de ciudadanos españoles que arrastró el capote y el cuerpo por esos montes de Dios, por un afán que se sintetizaba en «por Dios, por España y por el Rey»; héroes anónimos, plenos de moral insobornable, incapaces de dar un paso atrás porque sabían que eso sería un mal asunto, no sólo para ellos, sino para todos los españoles, incluidos los de la acera de enfrente. Gracias a ese noble afán, Dios permitió que la balanza de la victoria se inclinara a nuestro lado.
Confieso haber discurrido en digresión, y continúo con el tema. Si a Vds. no les hemos dado representación alguna, supongo que la que se atribuyen se deberá a una sobrestimación de su propia personalidad. Pero, por lo visto, tampoco encuentran Vds. que el perfil personal resulte muy acusado cuando tienen que recurrir a viejos títulos.
Se mire por donde se mire, su actuación carece de sentido. La más alta Magistratura de la Nación no necesita de Vds. para saber que el Tradicionalismo español es fidelísimo a los claros y honrados principios del 18 de Julio. Lo que Vds., en el círculo de sus influencias financieras, pueden hacer, es sembrar de justicia y patriotismo la orientación de ellas, para que los afanes de la más alta Magistratura por una España más asequible al bienestar de todos los españoles, se hagan más fáciles de llevar adelante. Porque el Tradicionalismo, si honró con la responsabilidad de cargos directivos a gentes de buena posición y cultura, lo hizo porque creía que tenían la misión de utilizar esos dones de Dios en beneficio de todos los hombres. Las jerarquías sociales no constituyen castas sino servicios, de los que darán cuentas a Dios en proporción a los talentos y bienes que les han sido dados.
Eso es lo que debe preocuparles; esas ofertas desinteresadas deben llevar en nombre de la Tradición al Jefe del Estado, en lugar de invitarle a pronunciarse oficialmente por la solución de un problema que todavía no se ha planteado.
Ramón Albistur Esparza
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