Intentemos continuar sin más interrupciones innecesarias por inoportunas e impertinentes. Hay una idea bastante generalizada que convive con la anteriormente mencionada de que una guerra civil en España es posible, tal cual es justamente la opuesta. Nadie en su sano juicio debería pensar en la peor de las opciones. Claro, a nadie le gusta un conflicto que destruye vidas y haciendas. Más aún, se cree que por el hecho de estar integrados en la Unión Europea dicho riesgo es más improbable. Pero para que eso fuese así habrían de darse unas condiciones que no se dan. Para empezar, la propia UE corre riesgo de fragmentación. Para continuar, los países miembros de la UE ya no son, ni juntos ni separados, la primera potencia del mundo, sino que, por el contrario, hay otros polos de poder mundiales muy superiores. En tercer lugar también está el hecho de que la política a seguir es no meterse en los líos internos de cada Estado miembro, porque podrían salpicar, además de implicar unas pérdidas económicas tan importantes que podrían echar por tierra todos los esfuerzos llevados a cabo hasta ahora.

Por tanto, la UE no es ninguna garantía de que aquí no se vuelva a las andadas algún día, particularmente gracias al empeño de la ultraizquierda española -PSOE, PODEMOS y su "marea" de siglas, PCE (lo que queda de él), las periféricas, las locales y las más residuales que suelen ser más violentas-, así como el concurso de los separatismos diversos empeñados en destruir España. Todo ello aunado puede dar lugar a una reacción, por supuesto, en sentido contrario y de igual o superior intensidad. Hay otro aspecto que muchos no tienen en cuenta, y es algo más común de lo que se suele creer, las revoluciones y las guerras siempre las hacen las minorías, hecho incontestable por estar sobradamente demostrado en todas las situaciones en las que se han dado estos acontecimientos. Existe otro hecho muy característico de la Historia contemporánea desde el Siglo XVIII: todas las revoluciones han acabado transformándose en guerra. Y si hay algo que define a la ultraizquierda en España es su profundo e insistente carácter revolucionario. Y es conveniente seguir leyendo otros textos que nos hablan de las condiciones y dimensiones de la guerra y de la civil en particular.


El FENÓMENO SOCIAL DE LA GUERRA

Escrito por Manuel Méndez. Profesor de Filosofía : 05 Junio 2011


3. 1.- VIOLENCIA Y CONFLICTO SOCIAL.

Si entendemos por violencia "toda situación que amenaza o lesiona", de forma mediata o inmediata, la vida humana», la definición más sencilla de la guerra es la de una «violencia organizada». Frente al uso individual y aislado de la violencia, la guerra implica su uso metódico y organizado por parte de un grupo social (naciones, tribus, Estados, etc.).

Las relaciones sociales, sean entre personas o grupos, nunca han estado exentas de conflictos. Pero no debemos confundir guerra y conflicto. Un conflicto se produce cuando ante una tarea común no se armonizan los intereses y las necesidades de las personas. En sí mismos los conflictos no son negativos. Es su solución violenta lo que supone una ruptura del orden social. También pueden solucionarse mediante compromisos o mediante acuerdos. En estos casos, la sociedad «aprende» a solucionar sus problemas de una forma "racional", siempre que estas soluciones sean justas, es decir, cuenten con la aprobación de todas las partes.
La guerra ha cumplido casi siempre en la historia del género humano un papel social relevante. Hasta la aparición del comercio y de la economía basada en el intercambio y el mercado, la guerra constituyó el factor económico más importante para una nación porque le permitía apropiarse de tierras y esclavos. Así, la guerra ha sido, en cierto sentido, una solución a los problemas de subsistencia de los grupos y sociedades humanas.

Pero hoy en día los medios técnicos han convertido la guerra en un factor desastroso para la economía. Estamos, por así decirlo, ante una solución en la que «.todos pierden» (excepto, naturalmente, aquellos países que se dedican a la producción y venta de armamento). En la actualidad, sólo los países que optan en su interior o en sus relaciones con los demás por una solución pacífica a sus problemas, pueden llevar a cabo un desarrollo social y económico.

3. 2.- LAS CAUSAS DE LA GUERRA.

Muchas veces habremos oído comentar que las causas de las guerras debemos buscarlas en la conducta individual, en el instinto de lucha y de agresividad que, al igual que el resto de los animales, tenemos. La guerra sería, entonces, como una especie de necesidad biológica.

Pero estas opiniones, sin dejar de tener en cuenta el factor individual, no se compadecen muy bien con la vida social que las personas somos capaces de mantener y cuya ruptura define el paso a la violencia. La agresividad es una «fuerza vital» que todos poseemos y que hace referencia a nuestra capacidad para resolver los obstáculos y las limitaciones. En este sentido, lo contrario a la agresividad es la pasividad, no la paz. Es, en definitiva, la conversión de la agresividad en violencia lo que debemos estudiar al analizar las causas de las guerras.

Estas causas podemos encontrarlas en la estructura y configuración del orden social y pueden clasificarse de la siguiente forma:

** Psicológicas: la ambición individual, el afán de poder y de lucro, la búsqueda del liderazgo, etc.

** Políticas: la imposibilidad de autodeterminación, la opresión, el desequilibrio entre relaciones de poder, etc.

** Económicas: el reparto desigual de las riquezas y de los alimentos, la desigualdad extrema entre países y grupos sociales, etc.

** Ideológicas: creencias que, en realidad, suelen encubrir las causas anteriores (racismos, fundamentalismos nacionalistas y religiosos, etc.). Una serie de personas luchan por una serie de ideas políticas y/o creencias religiosas.

En definitiva, son muchas las causas que pueden conducir a una guerra, pero casi todas ellas tienen una naturaleza social. Son los intereses sociales (económicos, políticos, religiosos, ...) de determinados grupos los que están detrás de las guerras.

3. 3.- PREOCUPACIÓN POR LOS DESASTRES DE LA GUERRA.

Un voluntario es un miembro de una ONG que presta su colaboración de modo altruista y ayuda, sin ánimo de lucro, en la resolución de conflictos sociales, de problemas sanitarios, de las consecuencias de los desastres, etc.

Se llama voluntariado al conjunto de las personas que trabajan, sin ánimo de lucro, dentro de las ONG para hacer la vida más fácil a quienes menos recursos tienen. Muchas veces realizan su labor en situaciones realmente difíciles, de forma anónima, y siempre desinteresada mente. Son miles de personas que, uniendo esfuerzos, ofrecen su tiempo en favor de un mundo más justo y, por consiguiente, más pacífico.

Una ONG preocupada por los desastres de la guerra es la Cruz Roja Internacional. Es la organización humanitaria más veterana. Fue fundada en 1863 por el suizo Henri Dunant (1828-1910), después de haber observado el espectáculo de los heridos y el abandono de las víctimas de guerra en la batalla de Solferino (24 de julio de 1859). Su objetivo originario era paliar los desastres de la guerra, aunque en la actualidad ha ampliado sus actividades a auxiliar en desastres naturales y a programas sanitarios. Tiene una estructura federada y está compuesta por las organizaciones nacionales de 163 Estados; su financiación depende de las aportaciones oficiales que le proporcionan los diferentes países.

Otra ONG que actúa ayudando a las víctimas de catástrofes de origen natural o humano y de conflictos armados es la de Médicos sin Fronteras. Es una ONG médica independiente y aconfesional nacida en 1971. Recibió el Premio Nobel de la Paz en 1999.

Amnistía Internacional, creada en 1961, fue recompensada en 1977 con el Premio Nobel de la Paz por su contribución al afianzamiento de las bases de la libertad y la justicia y, por ello, también a la paz del mundo.

Coordinadora Gesto por la Paz formada por grupos preocupados por la paz en el País vasco, rechazando cualquier acto violento, y facilitando que cualquier persona pueda defender la paz y expresar su rechazo a la violencia.

3. 4.- ¿HAY GUERRAS JUSTAS?

La guerra es un hecho terrible que provoca, de entrada, el rechazo de nuestra conciencia moral. Hay quien piensa que todo guerra es condenable, y que ninguna circunstancia justifica el recurso a la violencia. Sin embargo, la postura de que algunas guerras pueden ser justas también cuenta con defensores.

Según algunos autores como A. HELLER y F. FEHLER, en su libro "Sobre el pacifismo", hay cuatro casos en los que este derecho a la guerra existe y hace que la guerra sea absolutamente justa o relativamente justa.

En primer lugar, el derecho a la guerra es absoluto, la guerra es absolutamente justa, cuando una nación soberana (o un grupo de naciones soberanas) ve amenazada su soberanía ( ... ) por un enemigo. El derecho es aún más categórico cuando la nación ve amenazada no sólo la libertad de sus ciudadanos (...) sino también sus propias vidas por un enemigo potencialmente o de hecho genocida.

En segundo lugar, el derecho a la guerra es absoluto, la guerra es absolutamente justa, cuando un Estado anteriormente soberano ha sido desposeído de su soberanía ( ... ) bajo coacción ( ... ).

En tercer lugar, existe el derecho a la guerra, la guerra es absolutamente justa, en el caso de una nación que ha sido atacada sin previo aviso aun cuando no pueda decidir claramente, en la confusión así creada, si la amenaza es de tal magnitud como para poner en peligro su vida y libertad en cuanto nación, y la libertad de sus
ciudadanos en cuanto miembros de esa nación ( ... )

En cuarto lugar, existe un derecho a la guerra, y la guerra es absolutamente justa, por parte de una nación que la acepta, o incluso inicia formalmente la guerra, si está aliada con otra nación (o grupo de naciones) que está librando una guerra justa, en tanto sea válida la alianza.

La cierto es que, a pesar de estos cuatro casos en los que la guerra podría parecer justificada, el conflicto bélico a pequeña o gran escala no deja de ser terrible y tener unas consecuencias impredecibles, que normalmente no son nada buenas: muerte, sufrimiento, malos tratos, destrucción, etc.



https://www.acfilosofia.org/hemerote...la-guerra.html