He votado por la última opción y además abogo por "reconvertir" totalmente el sector turístico en Lasn Españas, palabra que no nos debería asustar, pues ya se han reconvertido industrias mucho más rentables, dignas y susceptibles de expansión y mayores riquezar. Mis argumentos son los siguientes:



1. El empleo:

Una proporción alta del empleo en el sector turístico es temporal, inestable y precario. Esta es una de las pocas quejas repetidas año tras año incluso por los más que comprados y domesticados sindicatos mayoritarios.

El sector del turismo, según del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio (MITC), empleó a 1.670.000 trabajadores en el año 2004, pero en esta cifra: 1) no se diferencia entre empleo pacrial y de jornada completa, temporal y fijo; 2) no se diferencia el empleo creado por demanda de turismo receptor e interior, que ha aumentado notablemente en los últimos quince años; 3) se reconoce que propietarios y autónomos que se benefician del turismo sólo son 50.000 (esto es, pequeños comerciantes o pequenos propietarios en su mayoría). El resto son empleados en peores o mejores condiciones; esto es importante cuando veamos los beneficiarios del turismo.

El carácter de “servicio de masas” asumido por el turismo españolito desde la “Epoca Fraga”, al frente del ministerio competente en los años 1960, crea legiones de camareros a lo Alfredo Landa y lo Ozores en las espanoladas de los 1960-70, nada más. El español empleado en el sector es un siervo del turismo, depedendiente de la afluencia de masas, que debe saber dos idiomas extranjeros en su pais para servir bebida alcohólica barata a manadas de bárbaros desbocados. Es decir, el turismo republicano-bananero en la Españita de hoy reduce a los españoles empleados en el sector a habitantes de una república bananera como la Dominicana. De una potencia mundial, de constructores de naos, exploradores y navegantes, Las Españas pasan a ser una potencia hotelera a bajo precio con una legión de camareros bilingües. ¿Es esta la nación de algunos "nacionalistas"?





2. El argumento de la economía:

El turismo es uno de las industrias de servicios más grandes a nivel mundial. España es el estado del mundo que más turistas recibe al año, despues de Francia y los EEUU (en alguños años ha sido el segundo por delante de Francia). Al contrario que esas dos repúblicas, la estructura del turismo español fue diseñada desde un principio como: 1) monoproducto: sol, playa y desfase (“sss = sand, sex and sun”); 2) un producto barato, en el peor sentido de la palabra; y 3) un monocultivo extensivo: Esta frase me la sugirió hace años un canario, que se quejaba de que en su tierra se había substituido el monocultivo de la banana por el del turismo. Asi se ha hecho en gran parte en otras regiones.

Lo malo, realmente, es que el turismo español está diseñado para ser un substitutivo del desarrollo industrial y de la diversificación de la economía en ciertas zonas de Las Españas. Esto no sólo crea un mapa económico de las Españas muy desigual, sino tambien la dependencia de ciertas regiones de las afluencias de turistas, cuyas fluctuaciones deciden el destino de pequeñas empresas de servicios y trabajadores.

Por otro lado, el turismo de la España Pulgarcita es muy desigual en productos, no estando tan armónicamente diversificado como el Francés (ciudades, Bretaña, Cote d’Azur, Pirineos y Alpes). El resultado es que el producto español de sol y playa es el mismo que el caribeño o el asiático (Goa, Seyschelles, Bali, etc.), con la única ventaja de la proximidad a los paises emisores de turistas, principalmente UK y Alemania. Es decir, Las Españas practican un turismo de repúblicas bananeras. Además, existe el problema de que el producto español no es ampliable por la competencia de destinos como las islas italianas, Grecia y Turquía, sino que se espera una reducción de su cuota de mercado por la irrupción de nuevos destinos con idéntico producto como Croacia y Túnez.




3. ¿Quién se beneficia del monocultivo del turismo de masas en España?

El primer beneficiario del turismo españolito de masas y playa son las compañías aéreas, agencias de viaje y touroperadores extranjeros (aproximadamente la mitad de los turístas llegan con un paquete turístico comprado en extranjero). Prueba: compara el mercado de touroperadores alemanes y británicos con el español y te daras cuenta de que “más turistas” no siempre significa mayor volumen del sector.

Luego están los touropearodres españoles y las grandes cadenas hoteleras y de servicios (alquiler de coches, seguros, etc.) Aquí, sin embargo, hay que tener muy en cuenta la incidendia del turismo interno, sobretodo a la hora de valorar el volumen de negocios de los touroperadores y agencias de viaje españolas. Los extranjeros que llegan con un paquete apenas usan estos sevicios y de los que lo hacen sin paquete, cosa que se debe a “veteranía”, son residentes temporales en España que gastan lo mismo que tú y yo para vivir cada día, usando tambien de nuestros servicios sin pagar IRPF al no trabajar en España.

Es decir, del margen de beneficio que queda a la gran empresa española: lo poco que sobra para touroperadores españoles y la hosteleria que consigue sus contratas a base de precios ridículos (compara precios de hoteles en Lloret de Mar y el Báltico o Brighton, p.ej.) y pago de comisiones –otra vez- a los touroperadores y lineas aereas extranjeras que traen las hordas de turistas.


De verdad tenemos que creer que le debemos algo a los turistas que duermen a precios ridículos en España y se toma unos pinchos y copas en nuestro pais? Esa es la economía que deseamos para una España grande?

Al margen de este gran negocio nada redonde para los españoles hay una masa de camareros y recepcionistas en régimen temporal y muchas veces precario, asi como tres grupos reducidos de beneficiarios: 1) ejecutivos de la hosteleria y touroperadores, que podrían desempeñar su función en otros sectores más beneficiosos para la Nación; 2) pequeños propietarios y autónomos cuyo empleo proviene directamente el turismo (50.000 personas, según hemos visto); 3) particulares que tienen la suerte de alquilar o vender alguna propiedad inmobiliaria, lo cual no puede ser considerado como industria.



4. Principios económicos: alternativas.


las naciones e imperios no crean economías dominantes y prósperas gracias a su sector servicios, sino a la industria y bienes de consumo de alto valor añadido con que otros apises apenas pueden competir: Alemania 1956-73, Japón 1955-90, Industria informáitca norteamericana 1960s-1991, etc. El turismo españolito y fragoso tiene escaso valor añadido para la carga social, ecológica y cultural que supone: que unos bárbaros se llenan de cerveza barata en una playa. Las Españas deben combinar los sectores puntas de hoy, como la biomedicina, con otros ya “entregados” al outsourcing hace décadas como astilleros, aeronáutica, automoción, industria militar, etc. Además, para firmar Maastricht España claudicó ante la UE totalmente en el sector alimenticio, enpequeñeciendo toda la industria lechera, pesquera y cárnica para beneficio de industrias alimentarias sobredimensionadas como la holandesa y la alemana, que si producen lo que desean y lo introducen en España (esta política empezó ya empero en el Franquismo). Es decir, hay muchas cosas mucho mejores con que substituir, en gran parte, el monocultivo del turismo barato de masas.


5. Una nota
Las estadísticas son harto “conservadores”, no reflejando la realidad, un ejemplo: En el informe de “Turismo y empleo. Tercer Trimestre 2004” del MITC, se dice (págs. 5-6): El 43,3% de turistas declaró haber realizado actividades culturales. La diversión nocturna es la segunda actividad, con un 20,8% --Vale, ¿por dónde empezamos a reirnos?



Para consultar fuentes y estadísticas del sector:
Instituto de Estudios Turísticos del MITC
http://www.iet.tourspain.es/Index.as...=132&idioma=es
Estadísticas:
http://www.iet.tourspain.es/Index.as...=132&idioma=es