Es que, independientemente del juicio que nos merezca la democracia como tal, a los que no aceptamos la democracia por principio, hay otro problema gravísimo en España que viene desde la transición y es que no se constituyó realmente una democracia, sino una partitocracia, a medida y diseño de los partidos políticos y donde los ciudadanos, dado el bochornoso sistema electoral existente, no eligen realmente representantes, como en EEUU, Reino Unido o Francia, sino que plebiscitan partidos.
Y la diferencia entre ambas cosas es brutal.
Cada circunscripción debería elegir un representante real de carne y hueso (o sea en España debiera haber 350 circunscripciones, una por diputado), y no 3, 5, 9 ó 20... sujetos por circunscripción, de una lista cerrada provincial : simples robots de su respectivo partido, que representan sólo a su partido, NO a los ciudadanos, que simplemente han "plebiscitado" un partido X, pero no un representante en sentido propio.
Si no existe esa representación y ni tampoco hay un presidente democráticamente elegido no cabe hablar de democracia en sentido liberal (ni en ningun otro sentido) en España.
Al fin todo es alternancia de mafias en el desgobierno. Eso sí mediante un plebiscito.
Pero tal sistema, por ejemplo, en EEUU, NO se consideraría allí como democracia .
Marcadores