El artículo me parece excelente y no quisiera que lo que voy a decir se interpretase como una crítica al fondo del mismo.
Pero sí quisiera hacer una crítica al anacronismo que veo en algunas de sus citas de Cortes y Reinos.
Esto debería matizarse. Eso fue, en cierto sentido, la Castilla de los siglos XI, XII y XIII, pero eso, propiamente, no lo fue ninguno de los otros reinos, básicamente, porque esa fue la época poderosa de los municipios y ciudades y concejos castellanos."España -dice- fué una federación de repúblicas democráticas en los municipios
Me parece exagerada la expresión. ¿Ocurría tal federación de “cientos de reinos” durante los siglos XVI al XIX? ¿Hasta qué revolución? ¿hasta las Cortes de Cádiz? Pero, es que incluso en nuestra Edad Media hispánica ¿hubo… ¡¡¡cientos de reinos!!!? ¿o hubo más bien sólo cinco?nuestra Patria… fué siempre, hasta la revolución, una federación de cientos de reinos por la monarquía
Bueno, esa parece ser la Castilla anterior al siglo XIII, pero que en siglos posteriores, y muchísimo antes de la Revolución, ya había mutado precisamente hacia todo lo contrario.la antigua Castilla "era una especie de confederación de repúblicas administrativas presididas por la monarquía
No especifica el autor de qué “antigua Castilla” se trata, y ronda, como siempre, el perpetuo equívoco sobre el significado de “Castilla”.
Falta hablar de lo acaecido entre el "truncamiento del proceso medieval federativo" y la llegada de la Revolución: o sea, cuatro o cinco siglos por lo menos…Y en lo acaecido después de truncarse el proceso medieval federativo puede verse una realización de lo que Mella llamaba ley de necesidades, que ya hemos visto: la Revolución consagró el principio de las nacionalidades cerradas
Por tanto, como observo en este tipo de artículos, siempre reina el equívoco: hacer coincidir en el tiempo la Castilla alto-medieval (y muy idealizada) junto con el resto de la Corona de Aragón y Navarra, haciéndolas a todas “forales” hasta la llegada de la “Revolución”.
Pero se pasa por alto que la Corona de Castilla, desde el siglo XIII fue todo lo contrario: fue un Reino en el que el poder de sus Cortes, sobre todo a partir de Carlos I, fue reduciéndose más y más hasta prácticamente no ser convocadas durante el reinado de los Borbones. Asímismo su legislación fue quedando uniforme territorialmente en todo ese proceso.
Y quizá es por eso que, cuando la Revolución llegó por fin a España, en 1810, con las Cortes de Cádiz, y en plena Guerra de la Independencia, los territorios de la Corona de Castilla, como tales, no ofrecieron resistencia de ningún tipo a esa Revolución (...que en Castilla sólo significaba, con respecto a la situación anterior, que el rey, los curas, y los obispos pasaban a mandar menos); asímismo tampoco posteriormente sintieron como suya, en general, la causa del carlismo.
¿Y por qué? Pues porque fue una Revolución aparentemente inocua, presentada benignamente, y en que (como siempre) los “moderados” y los “bienpensantes” (los del “mal menor”) adormilaban a las masas hablando de “reformas dentro de un orden”. Además efectivamente se daba otra circunstancia: que en los territorios de Castilla se daban entonces los síntomas que Mella denuncia en este artículo: de atonía social y de muerte de las sociedades intermedias.
Porque todo continuaba igual tras el trascendental cambio: el pueblo, en “Castilla”, aceptaba sumisamente y sin protestar, (al igual que como en el Antiguo Régimen que se desvanecía) las directrices de arriba, aunque las nuevas directrices, ya liberales, fueran descaradamente anticatólicas y destructoras de esa sociedad.
Para finalizar y resumiendo mi crítica:
esa Castilla “república democrática” medieval (y en permanente guerra de reconquista, entonces, contra los musulmanes…) NO coincidió en el tiempo con la Corona de Aragón bajo-medieval y moderna, y ni mucho menos fue aniquilada por la Revolución.
Es un puro anacronismo hablar de que existió una "España": “federación de repúblicas democráticas”; en ningún momento coincidió esa “federación” con esa “democracia”. Para cuando Aragón fue “federación”, Castilla ya no era ni "federación" internamente, ni era ya “democrática” y caminaba hacia la Monarquía absoluta.
Y para cuando se "federaron" Aragón y Castilla, los territorios de Castilla no estaban internamente federados sino uniformados (excepto, en cierto sentido, los territorios vascos). Salvo que entendamos en esa “federación” a Castilla por “un todo homogéneo” como p.ej. Navarra; o Cataluña, dentro de Aragón.
Otra cosa es que ese hubiera sido, a grandes rasgos, la España ideal como modelo político que hubiera debido seguirse.
Pero, en fin, queda claro que el fin y el contenido del artículo es filosófico-político.
Y, como tal, su fondo y su diagnóstico son correctos.
Marcadores