Por lo que se ve la putrefacción moral está corropiendo la sociedad argentina, igual que la nuestra.
No queda otro remedio que combatir a "est@s heterófob@s" (aconsejo encarecidamente emplear este término en lo sucesivo para contrarrestar el suyo). Al tiempo podemos echarles en cara su degeneración, (luego explicaré porqué son degenerados), usando otros epítetos que nos permitan eludir expresiones como "maricón, maricona" que tanto les molesta, algo que aprovechan para atacarnos. Así, son muy expresivos términos como coprófilos, penéfilos y aunque menos "técnico" les queda muy bien el de meticulosos.
Estoy de acuerdo con que éstos no son enfermos mentales. De hecho los hay de dos clases: de nacimiento, y sociales.
A) Los de nacimiento sencillamente tienen un desajuste en sus cromosomas, por tanto, su problema no es mental sino somático y hoy por hoy no se conoce remedio alguno. A éstos se les debe todo el respeto pues no eligieron tener ese problema. Peculiarmente, la mayoría son personas sensatas y no suelen protagonizar bochornosos espectáculos.
B) Los que lo son por cuestión social, se transforman en lo que son por moda, por pura juerga, por aburrimiento en sus anodinas vidas, por vicio, por ser unos cerdos, es decir, eligen consciente y deliberadamente ser lo que son. Prácticamente el factor común de ellos es el de carecer de la más elemental noción de moralidad.
Son una burla del sexo masculino al que reniegan por la práctica de sus cerdadas y su afición a la mierda (perdón por la palabra); son una deleznable parodia de la mujer a la que ni siquiera imitan, pues la mujer es total y absolutamente diferente de lo que estos sodomitas quieren transmitir. Ni siquiera se parecen a las putas pues, éstas en un buen número, intentan ser como las demás llevando una vida digna cuando no están forzadas a tener que ganarse la vida. Son un sarcasmo intolerable e injustificable, porque para su total bajeza se inspiran en aquéllos que han tenido la desgracia de nacer así provocando el rechazo social hacia éstos. Por tanto, no se portan como hombres, ni como mujeres, ni como homosexuales cromosómicos... ¿qué son pues sino degenerados?
Por supuesto, pretenden la corrupción de la infancia y la juventud, pues son pedófilos por su propia condición. En definitiva no son sino unos parásitos sociales que, en nombre de sus depravaciones covierten éstas en reclamaciones de supuestos derechos. ¡ Derechos ! ¿a cambio de qué? Todo derecho, excepto el de la vida, devenga necesariamente de un deber, de una obligación previamente cumplida o en proceso de permanente cumplimiento.
En cuanto a esos politicastros y politicastras que los justifican, apoyan, defienden, etc., etc., hay que encuadrarlos en las mismas filas, y es que al igual que tan maricón es el que da como el que toma, y lo es sin duda, el que a éstos envalentona. Es esencial montar la gorda, allá sois muy aficionados a las caceroladas, pues ya se sabe, cacerolada al canto el día que quieren institucionalizar para la perversión de menores.
Respecto a lo relativo a la frase de Jesús, también nos dijo que la venganza es mía. Acá decimos que a todo cerdo le llega su sanmartin. Descuida éstos puercazos no escaparán impunes.
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