Yo confieso que mi tendencia a usar la expresión "sedicente" viene por la lectura de los artículos de Manuel de Santa Cruz en los que desenmascara por ejemplo la actual organización de las limosnas. Las organizaciones filantrópicas y humanitarias como Manos Unidas, Caritas, etc... son "sedicentes" católicos, pero no su acción e inspiración, volcada a la asistencia material, pero no espiritual.Iniciado por Kontrapoder
Nuestras diferencias con la CTC son basicamente doctrinales, de las que deriva la confrotnación en aspectos tácticos. Muy por encima: la CTC en una correa de transmisión de la democracia-cristiana "dura", la que habla de herencia y valores católicas en lugar de confesionalidad y Unidad Católica. La que ejerce el seguidismo de los Obispos y la Jerarquía (confundiendo ámbitos, pues existe un amplio margen de actuación en libertad para los católicos). De esa mentalidad derrotista deriva que no puedan ver a Don Sixto, porque es defensor del tradicionalismo íntegro, incluso del religioso y fue seguidor de Lefevbre, lo cual no lo ven nada bien los Obispos. Aparte el discurso de la CTC no se ha sabido adaptar bien a los nuevos tiempos en cosas que si son susceptibles de evolcuionar (la confesionalidad católica desde luego que no), como por ejemplo el papel del Estado. Una vieja tesis carlista es "más sociedad y menos estado". Como queda bien y parece que no ofende a nadie la CTC la enarbola en su web, propaganda, etc... Lo cual a día de hoy es un disparate, pues la enunciación de esa tesis partía de la existencia de una sociedad católica, que hoy se ha descatolizado por el efecto de una política. Además, el estado a pesar de su genésis antitradicional custodia mejor la natural politicidad del hombre que las organizaciones supraestatales controladas por la gran finanza y la sinarquia. Por ello, hoy día el estado podria llegar a jugar un papel dentro del católico principio de subsidiariedad frente a las organizaciones mundialistas. Ejemplos como este hay bastantes.
Yo por Falange tengo una simpatía que he de confesar es decreciente. Admiro el ejemplo personal de muchos falangistas, pero lamento que no se cerrase un minimo corpus doctrinal. El Carlismo en un principio no lo necesitó, pues su lucha era una reclamación de algo que se vivía hasta la Revolución. Falange por contra se mueve entre la abstracción, la indefinición y la utopía, que para mi son posturas que no conducen a nada. Pero bueno, algún pacto ha habido y puede haber con sectores falangistas. ¿Por qué no en la común reivindicación de la memoria de los civiles asesinados por los rojos durante la II República y la Cruzada?
Desconozco el artículo que comentas, pero me resultaría muy interesante tenerlo. Si lo encuentras cuelgalo, por favor. También a título de inventario se podrian sacar algunos textos ramiristas en los que se ensalza el Carlismo.
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