Respuesta: Un 23 de Febrero
¿Que no se atreven a airear? Estos tienen una fábrica de "cemento blindado facial", lo que les pasa es que no les importa y les interesa un pito que se hable de este tema. Y ahí tienes el caso, tú mismo has colgado la fotografía de un caballero, Capitán de Navío D. Camilo Menéndez Vives, carlista y que en Gloria de Dios esté; y ahí tienes a su "hijita", supongo que fue muy querida por él, la cual después de pasar por las aulas de "Fuerza Joven", ha acabado por ser la Portavoz del PSOE en la Asamblea de Madrid. Es la misma ordinaria, que jalea a Esperancita y que ésta vapulea a conciencia pues le da cien vueltas en todo, menos en mala leche y demagogia. Si su padre levantara la cabeza.
La realidad es que España necesita con toda urgencia un cambio total de rumbo después del "franquismo anterior y su secuela del tardo-franquismo degenerado actual". Estamos viviendo las dos caras de una misma moneda, y ya está llegando la hora de un cambio secular que acabe de una vez con esta guerra iniciada en 1931, consecuencia y continuadora de la de 1833, que iniciase aquél engendro de monarquilla de infausto y maldito recuerdo.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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