Ley de "muerte digna"
EL Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía aprobó ayer el proyecto de la comúnmente conocida como «ley de la muerte digna». En ocasiones, las labores de gobierno de las comunidades humanas no se circunscriben a la adopción de unas medidas instrumentales que hagan más dinámica y llevadera una convivencia a menudo salpicada por la conflictividad. Por el contrario, la Administración intenta con frecuencia creciente llegar a lo que Unamuno llamaba «el hondón del alma». Es lo que parece perseguir el Gobierno andaluz con este exhaustivo texto legal que, finalmente, se ha visto forzado a desechar la promulgación de un régimen de sanciones, probablemente merced a los informes de los servicios jurídicos, pero que no ha renunciado a regular hasta el último aliento de las personas que agonicen en Andalucía. Se ignora la objeción de conciencia de los médicos, exclusión que abre una peligrosa puerta en tan agrio debate.
El pretexto es preservar los derechos de «autonomía» de los moribundos. Pero hasta hoy los andaluces han muerto, en sus casas o en los hospitales, sin necesidad de que una normativa meticulosa y entrometida les reconozca sus facultades para el bien morir. La insensibilidad de un legislador que en lugar de emplear sus vigilias en evitar el millón de parados juega con la vida y la muerte de los seres humanos produce desazón. Se nos exhibe un escaparate de rebajas del dolor como panacea para las angustias del tránsito final, algo que ni los más penetrantes pensadores han logrado desentrañar. Sin el menor reparo, la consejera de Salud afirma haber despejado todas las dudas, simplemente con acelerar y sedar los últimos momentos de una vida. ¡Qué gran ligereza! ¡Qué imperdonable frivolidad!
El mandato del Estatuto de Autonomía, pobremente refrendado por los andaluces, es el imperativo categórico que va a regir la formulación de la llamada «muerte digna». La terminología ha sido siempre una coartada perfecta para perpetrar los mayores males. El proyecto remitido ayer al Parlamento andaluz es un nuevo paso en falso, que confunde las máximas prioridades en una mente sana. Vuelve a estar el PSOE obsesionado con la cultura de la muerte, y lo mismo que finge ignorar cuándo hay ya un ser humano, presta a la anestesia un protagonismo casi operístico, como si en la vida y en la muerte todo fuera cuestión de adormidera. Andalucía vuelve a ser pionera en esto como lo fue en la manipulación legal de embriones. El aventurerismo en punto a principios ontológicos del Hombre parece haberse convertido en bandera de progreso para la Junta de Andalucía.
"QUE IMPORTA EL PASADO, SI EL PRESENTE DE ARREPENTIMIENTO, FORJA UN FUTURO DE ORGULLO"
"QUE IMPORTA EL PASADO, SI EL PRESENTE DE ARREPENTIMIENTO, FORJA UN FUTURO DE ORGULLO"
La única muerte digna es la que se hace en Gracia de Dios. Es digna porque la muerte forma parte del proceso vital, y es digna por ser el paso a la vida eterna en la contemplación de Dios. Todo lo demás son montajes progres de su cultura de la muerte , muerte sin vida y sin esperanza.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
Al menos cuatro personas desistieron del suicidio tras leer a Olga Bejano”
Ciento cincuenta personas acudieron al homenaje en la parroquia de S. Gabriel de Madrid.
10/06/2009 | ALBAdigital
Alcaraz, Domínguez, Szumlakowska, Fdez. del Cacho, Calavera, Ángel y Rosal.
No podía ver, hablar, moverse, ni respirar sin asistencia. Necesitaba ayuda para todo, y así pudo escribir, con increíble paciencia, cuatro libros, haciendo unos leves garabatos con su mano derecha que su enfermera interpretaba. Olga Bejano, la pentapléjica más querida de España; la mujer que se carteaba con Ramón Sampedro dándole ánimos para que no cruzara la frontera de la desesperanza, murió en diciembre, dejando listo su cuarto libro: ‘Alas rotas’ (Ed. Libros Libres), su testamento vital. Ciento cincuenta personas asistieron a una presentación-homenaje que se celebró en la parroquia de San Gabriel, de Madrid.
Tras escribir ‘Voz de Papel’ y ‘Alma de color salmón’, empezaron a llegar cientos de cartas, miles con los años, al buzón de Olga. “Y entre esas cartas -recuerda su madre, Mª Carmen Domínguez- había por lo menos cuatro que contenían una experiencia vital estremecedora: habían pensado en quitarse la vida y tras leer los libros de Olga contaban que habían cogido gusto por la existencia“. “Sólo por esas personas valió la pena que Olga escribiera los libros”, dijo emocionada la madre de la autora en la presentación de ‘Alas rotas’. “¿Cuál ha sido la misión de Olga en esta vida? Acercar a la gente a Dios. No tengo dudas de que Dios la eligió para esa misión y los frutos que dio son innumerables”, aseguró.
La experiencia de Olga Bejano fue un canto a la vida. “Se puede defender la vida de muchas maneras, pero la mejor es saber vivirla”, apuntó su madre. Recordó que su hija tenía un carácter “de empuje, arrojo, tenacidad, y una espiritualidad crecida y renovada”. Y explicó, conmovida, que este es el primer libro en el que la autora habla de una experiencia especialmente dolorosa: la renuncia a su amor por la enfermedad: “Es el primer libro en el que habla de su amor y escribe: ‘Estando enamorada hasta las trancas, le dije: ‘Haz tu vida, que no sé lo que me va a ser de mí. Y le convencí’. Eran cuatro años de relación estable. Y ese sufrimiento, el de los sentimientos, no lo quita la morfina”.
Lucha titánica por los derechos de los enfermos
Subrayó que Olga luchó por los derechos de los enfermos dependientes con “un empeño de titanes“. “Olga o un enfermo terminal es un bulto que supone gasto, en el que a la Sanidad no le interesa invertir -aseguró-. Y no le dan un hachazo porque estaría mal visto. Antes, si necesitabas, por ejemplo, una sonda de aspiración de secreciones, no te la daban con receta, por ser material hospitalario. Hoy todo enfermo que está en domicilio tiene el material hospitalario que necesite porque Olga lo ha conseguido. Ella ha ido abriendo camino y ha conseguido cosas siempre en plural. Ese es el orgullo que yo tengo, que ha luchado por los derechos y sintiendo las penas de los demás, haciéndolas suyas“.
La madre de la pentapléjica que ha conmovido a España contó que Olga aceptó el sufrimiento de su enfermedad por amor. “¿Quería seguir viviendo? Os aseguro que no. A mí me ha enseñado que no hay que tener miedo a la muerte -señaló-. Ella vivió la experiencia del túnel y decía: ¡Ay mamá, con lo bien que se estaba allí! Volvió por amor, porque oía la voz de su hermano que la llamaba y le daba mucha pena. No tenía ningún miedo a la muerte, pedía incluso a su confesor que no pronunciara esa palabra: ‘Se llama la otra orilla, el otro lado, el viaje, el más allá, porque no la muerte no existe’, decía”.
Su madre sabe ahora que Olga sigue estando con ella, aunque no la vea: “Me siento muy orgullosa de mi hija y muy feliz porque haya terminado de sufrir. Que mi hija está descansando, lo tengo clarísimo. ¿La echo de menos? No. Tengo su silencio y sé que no está, pero no estoy triste en ningún momento. Después de marcharse mi hija me he sentido aprobada ella. Y la sé y la siento feliz y por eso no me siento sola”.
Mª Carmen citó a Alberto Cortez para describir la actitud de su hija ante la vida: “Ella eligió ser lluvia en vez de ver llover”, apuntó. Y leyó unas líneas de ‘Alas Rotas’ que recogen bien el espíritu generoso y valiente con el que Olga afrontó, abandonándose en manos de Dios, todos los retos que encontró en su camino: “Vivir siempre merece la pena, hasta el final, hasta que el maestro de nuestra acuarela decide que está terminada a su gusto y sólo le queda poner la fecha y la firma”.
Intervinieron también Pepe Fernández del Cacho, sacerdote pasionista, escritor y poeta, que lleva a gala la distinción que en su momento le otorgó Olga como su “hermano adoptivo”; el cantautor José Luis Pardo, que cantó dos canciones compuestas para Olga; el catequista Juan Pedro Alcaraz; la subdirectora de la ALBA, Sonsoles Calavera, Marysia Szumlakowska, (viuda de Narciso Yepes) y Pilar Ángel, amigas de Olga y, por último, cerró el acto el editor de LibrosLibres, Álex Rosal.
“Olga Bejano ha dado sentido a la vida de muchas personas”
“Nunca le he preguntado a Dios ‘¿por qué´?’, sé que Él sufría con nosotros”
"QUE IMPORTA EL PASADO, SI EL PRESENTE DE ARREPENTIMIENTO, FORJA UN FUTURO DE ORGULLO"
"QUE IMPORTA EL PASADO, SI EL PRESENTE DE ARREPENTIMIENTO, FORJA UN FUTURO DE ORGULLO"
La muerte no es sino tránsito a otra realidad. En ocasiones da miedo, todos lo hemos sentido, incluso Cristo Nuestro Señor "flaqueó" por un instante: "Si es posible aparta de mi este cáliz", pero otras veces es la presencia de un pálido amanecer.
Sentirla al lado de modo permanente, es el mejor modo de no temerla. Y el caso es que para todos es igual, está presente en nuestras vidas las 24 horas del día, el más mínimo fallo orgánico y..., cualquier accidente o imprevisto y...
Pero esta sociedad "enseña" (?) a mirar hacia otro lado, a rehuir esa presencia como si no existiera y cuyo momento cumbre no hubiese de llegar jamás. ¡Qué absurda existencia es esa! Fábrica de cobardes e inánimes, patéticos egoístas que por querer tenerlo todo acaban por no tener nada: cuando sus días se acaban se marchan con las manos vacías.
Yo perdí a mi padre hace ocho años. Lógicamente no he vuelto a verlo si no es en fotografía, pero su presencia siempre la he notado. Es la sensación de un velo sutilísimo e invisible, absolutamente inaprensible, pero desde el que mi padre parece estar ayudando siempre a mi madre en todas sus dificultades y ayudando a sus hijos. Es inexplicable pero algo así sucede, sé que está aquí mismo, a mi lado mientras escribo. Y es que lo que se encuentra al otro lado creo que se mantiene solamente a una ínfima distancia, pero en otra realidad.
Soy plenamente consciente de que estos términos llevarían a que cualquier psicólogo o psiquiatra materialista, se pronunciase acerca de "alucinaciones". Pero no, no hay alucinación que valga, ni visión incluso beatífica. Sólo hay una sensación involuntaria que ocasionalmente se nota y otras veces permanece oculta.
Extraordinario caso el de Olga, toda una lección de fe y humildad al egoísmo de esos materialistas ateos. Muchas veces me he preguntado, a la luz de las palabras de Cristo, si hay esperanza de vida futura para este tipo de incrédulos... "Quien cree en Mí vivirá..."
Última edición por Valmadian; 12/06/2009 a las 19:24
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
¿La Iglesia permite el uso de la morfina en el caso de sufrimiento de la persona para evitar la agonía?
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
Otra duda: ¿La Iglesia permite el alargar la vida si no existe esperanza de que no se recupere la persona?
Esa recuperación ¿qué naturaleza tendría y en qué grado? La verdad es que no recuerdo si esta cuestión abrió algún debate en el seno de la Iglesia con el caso de Franco. En la sociedad de entonces evidentemente sí, pero dentro de la Iglesia no me suena que se hiciera. Y es que lo que se hizo con Franco fue terrible. Otra cuestión es que se le mantuviese en estado prácticamente vegetativo por presuntas razones de orden político.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
La posición de la Iglesia católica ante la eutanasia
En la actualidad la Iglesia católica se erige como la institución que rechaza y combate la eutanasia. Al respecto, la Comisión Permanente Episcopal ha hecho las siguientes declaraciones: «Respetamos sinceramente la conciencia de las personas, santuario en el que cada uno se encuentra con la voz suave y gente del amor de Dios. No juzgamos el interior de nadie. Comprendemos también que determinados condicionamientos psicológicos, culturales y sociales pueden llevar a realizar acciones que contradicen radicalmente la inclinación innata de cada uno a la vida, atenuando o anulando la responsabilidad subjetiva. Pero no se puede negar la existencia de una batalla jurídica y publicitaria, con el fin de obtener el reconocimiento del llamado ‘derecho a la muerte digna’, es esta postura pública la que tenemos que enjuiciar y denunciar como equivocada en sí misma y peligrosa para la convivencia social. Una cosa son la conciencia y las decisiones personales y otra lo que se propone como criterio ético legal para regular las relaciones entre los ciudadanos.
La Iglesia católica considera que el aprecio por toda vida humana fue un progreso introducido por el cristianismo, lo que supone que se vive en la actualidad es un retroceso. Un retroceso que hay que colocar en lo que el Papa denomina “cultura de la muerte”. De esta manera, la Iglesia considera a la eutanasia como aquella actuación cuyo objeto es causar la muerte a un ser humano para evitarles sufrimientos, bien a petición de éste, bien por considerar que su vida carece de calidad mínima para que merezca el calificativo de digna. Esta práctica convertiría a la eutanasia en una forma de homicidio, pues implica que un hombre da muerte a otro, ya mediante un acto positivo, ya mediante la omisión de la atención y cuidados debidos.
De la eutanasia, así entendida, el Papa Juan Pablo II enseña solemnemente: ‘De acuerdo con el Magisterio de mis Predecesores y en comunión con los Obispos de la Iglesia católica, confirmo que la eutanasia es una grave violación de la Ley de Dios en cuanto eliminación deliberada y moralmente inaceptable de una persona humana’.
"QUE IMPORTA EL PASADO, SI EL PRESENTE DE ARREPENTIMIENTO, FORJA UN FUTURO DE ORGULLO"
Está claro, y para los católicos no ha de haber duda alguna, que la eutanasia, activa o pasiva, no sólo es rechazable sino que es condenable. Sin embargo, de la lectura del texto que has colgado, Toronjo, se puede deducir que las dudas que plantea Muñoz sobre la morfina o el alargamiento artificial de la vida quedan a la conciencia de cada persona. Al menos así me ha parecido que se pueden interpretar las palabras del texto. Serían interesantes más opiniones.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
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Nada sin Dios
El problema de la sedación viene cuando esta acorta la vida de la persona ingresada...lo cual da situaciones curiosas, de personas que no desean ser sedados por razones religiosas y capellanes que no tienen inconveniente en aconsejar que se seden.
Yo también desconozco la posición oficial, y creo que la mayoría de católicos de base también, ahora, en los hospitales yo he recurrido al capellán para que hablara con una familia cuyo padre debía ser sedado (tanto por dolor como porqué era imposible administrarle tratamiento en ese estado) y no querían, y habló con estos sin problemas, y los convenció, aun a riesgo de que ello iba a reducir el tiempo que le quedaba. Por ello deduzco que podría ser favorable, pero no lo sé.
P.D: A mi me cuesta mucho ver a alguien aguantar el dolor, y para mi entra dentro de la caridad "cristiana" impedirlo, el dolor no lo acercará a Cristo cuando está a las puertas de este (opino yo).
Gracias a Dios no me he visto en ninguna de las situaciones que se han planteado o mencionado aquí. Por ello, y por un casi nulo desconocimiento del asunto, supongo que en los hospitales informarán de los verdaderos riesgos de cada tratamiento específico con los que se supone se aliviarán los sufrimientos de la persona enferma.
La visión del dolor extremo en otras personas es algo que nos pone a prueba. Digo yo que será natural una mezcla entre la caridad, una cierta rebeldía ante posiciones aparentemente poco piadosas, una aceptación de lo que como católicos hemos de acatar proveniente de La Iglesia y una resignación ante los designios de Dios.
La cuestión me parece mucho más profunda cuando el dolor se produce en nosotros. Por supuesto, no es lo mismo un rabioso dolor de muelas, que el dolor de la enfermedad en estado terminal. ¡Buff! vaya tema, a estas horas no me siento muy animado a reflexionar sobre aspectos tan trascendentales.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
Valmadian,
El texto bajo mi punto de vista esta claro.
"Esta práctica convertiría a la eutanasia en una forma de homicidio"
"confirmo que la eutanasia es una grave violación de la Ley de Dios en cuanto eliminación deliberada y moralmente inaceptable de una persona humana"
Un abrazo
"QUE IMPORTA EL PASADO, SI EL PRESENTE DE ARREPENTIMIENTO, FORJA UN FUTURO DE ORGULLO"
No, si el asunto respecto a la postura de La Iglesia sobre la eutanasia está clarísima. Aquí lo que se ha apostillado es la cuestión de la sedación. Supongamos el caso de una persona con un cáncer terminal, persona por la cual la medicina no puede hacer ya nada, salvo sedarla para evitarle sufrimientos innecesarios hasta el mismo instante del óbito. Muñoz planteaba la moralidad o no de una sedación a base de morfina y cuál es la postura de La Iglesia ante esta cuestión. O al menos así lo entendí, quizás él quiera corregir o apostillar la cuestión. Entonces, el texto de la declaración de los obispos que has colgado es muy claro en lo relativo a la orientación sobre la eutanasia, pero no especifica sobre la sedación, o si lo hace es tan sutil que casi hay que adivinarlo. Y a eso es a lo que yo me refiero.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
"QUE IMPORTA EL PASADO, SI EL PRESENTE DE ARREPENTIMIENTO, FORJA UN FUTURO DE ORGULLO"
Si lo has dejado claro, y esas eran las dudas que tenía Muñoz y yo mismo. Pero ahora viene el punto más controvertido: ¿y si sólo se quiere paliar el sufrimiento, no habiendo intención de ninguna otra cosa, pero dicha sedación acorta el tiempo de vida del enfermo? ¿Un caso así podría ser llamado eutanasia? Y lo planteo imaginando un escenario familiar católico, para quienes la eutanasia no existe, pero..., si se le aplica este tratamiento con estos sedantes sentirá mucho menos los dolores, "aunque las probabilidades de fallecer antes se incrementan considerablemente porque..."
Por otra parte, ¿hay verdadera conciencia entre nosotros los católicos de lo que significa todo esto?
Te pido disculpas si consideras que soy un pelmazo.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
Eutanasia no es, desde un punto de la ética médica o bioética como lo llaman ahora. Y por desgracia, entre los cristianos de base hay mucha confusión respecto a este supuesto, que es el más habitual en los hospitales y donde normalmente se suele terminar sedando al paciente, no puedes tenerlo con una sonda vesical, otra nasogástrica, su bolsa de orina y el goteo retorciéndose de dolor. Para el propio médico resulta imposible estabilizarlo y hay que verlo para entenderlo que el sufrimiento ajeno resulta muy duro.
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