
Iniciado por
Reke_Ride
Todo el mundo se subía al carro, hablando en plata. Vamos, que cualquier monarca hispano (no solo asturiano-godo) se consideraba legítimo continuador y heredero de la Monarquía visigótica. No solo el batallador (nieto del "navarro de sangre" Ramiro) estaba el rey aragonés don Jaime I de la Casa de Barcelona (de raices góticas igualmente como la dinastía cántabro-astur)...e incluso el padre de los dos grandes reinos (Castilla y Aragón) Sancho Garcés III el Mayor, de la dinastía vascona Jimena, que se autonombraba "Rex Hispaniarum".
Vamos, había varios reinos, pero la meta de todos ellos siempre fue la misma: España.
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