Detrás de este pesado debe de haber algún chaval traumatizado por García Moya, algún problema grave debe de tener el pobre contra el profesor alicantino pues no hace más que repetir cansinamente las mismas chorradas y mentiras ad personam sin aportar nada. El pobre además de oídas, se envala y se la pega, pues precisamente es ahora cuando los pancas de Valencia (cuatro gatos) están entrando en razón con el tema de la bandera. El último libro sagrado de la secta pseudocientífica de los pancas es el de Pau Viciano, Barres i Corones, en el que se defiende su uso como "bandera nacional del país valenciano", eso sí sin la corona. O sea, ¡que se cargan el elemento más esencial y fundamental (la Corona) los que se las dan de historicistas! Si al fin y al cabo la bandera que estos imbéciles desean para el Reino de Valencia es la de las barras de Aragón con el triángulo masónico y la bandera marxista roja, que apenas tiene cincuenta años de vida y nunca ha sido enarbolada en ningún hecho trascendente. Si hasta la bandera blavera (la primera estelada) ya les parece retrogada...