Excelente artículo, Hyeronimus. Y como el capitalismo que dice ser tan amigo de la propiedad privada... pero no de la propia... sino de la ajena (como muy bien nos recordaba Chesterton), para que toda esta sabia doctrina pueda ser llevada a cabo, lo primero que habría que hacer... sin duda, es acabar primero con este sistema que ha sido creado para apropiarse de la propiedad ajena y dejar desposeído a todo aquél que no forme parte de las familias Rothschild o Rockefeller. Y ésto sí habría que hacerlo por JUSTICIA y no por caridad... porque ésta ya vendrá luego, cuando los desposeídos tengan con qué ejercerla, ya que si no.. como tu muy bien nos dice, solo podrán ejercer la virtud de la paciencia.
Porque, como muy bien nos recordaba Juan Manuel de Prada, en un artículo que tan amablemente tu también compartiste con nosotros, y respondiéndose a la pregunta de cuál era el alma del capitalismo, él mismo, nos decía: "No es, como ingenuamente se cree, el mercado libre, la propiedad privada, ni la iniciativa individual: todo esto ya existía antes de que el capitalismo adquiriese credenciales como sistema económico; y en su evolución hacia un capitalismo internacional y financiero lo único que ha hecho ha sido erosionar tales pilares, hasta dejarlos inoperantes e irreconocibles". Ni tampoco la solución sería instaurar el orden comunista, que como todos sabemos, también es demasiado amigo de todo aquello que no es suyo... y en un grado mas avanzado de lo que es el anterior, ya que éste no es mas que la culminación de aquél.
Un saludo"Sea de ello, sin embargo, lo que quiera, vemos claramente, cosa en que todos convienen, que es urgente proveer de la manera oportuna al bien de las gentes de condición humilde, pues es mayoría la que se debate indecorosamente en una situación miserable y calamitosa, ya que, disueltos en el pasado siglo los antiguos gremios de artesanos, sin ningún apoyo que viniera a llenar su vacío, desentendiéndose las instituciones públicas y las leyes de la religión de nuestros antepasados, el tiempo fue insensiblemente entregando a los obreros, aislados e indefensos, a la inhumanidad de los empresarios y a la desenfrenada codicia de los competidores. Hizo aumentar el mal la voraz usura, que, reiteradamente condenada por la autoridad de la Iglesia, es practicada, no obstante, por hombres condiciosos y avaros bajo una apariencia distinta. Añádase a esto que no sólo la contratación del trabajo, sino también las relaciones comerciales de toda índole, se hallan sometidas al poder de unos pocos, hasta el punto de que un número sumamente reducido de opulentos y adinerados ha impuesto poco menos que el yugo de la esclavitud a una muchedumbre infinita de proletarios."
EXTRACTO DE LA CARTA ENCÍCLICA "RERUM NOVARUM"
DEL SUMO PONTÍFICE LEÓN XIII SOBRE LA SITUACIÓN DE LOS OBREROS
Por tanto, primero:
¡¡POR JUSTICIA, MUERTE AL CAPITALISMO!!
como primer estadio para poder ejercer el amor con nuestros hermanos.
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