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Tema: Demostrando la existencia de Dios

  1. #1
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    Demostrando la existencia de Dios

    Definiendo términos. (I parte).

    Antes de argumentar contra el ateísmo, conviene creo definir dicho término, debido a que últimamente ha sido redefinido creo que de un modo sino engañoso, al menos inexacto en cuanto a lo que históricamente se ha querido decir con dicho término.

    El ateísmo suele definirse algunas veces como la falta de creencia en Dios o la creencia que no hay Dios, con respecto a esto me parece muy acertado el símil que hace el Dr.William Lane Craig: “Compare lo que digo: “Yo creo que no hay oro en Marte” a cuando digo: “Yo no creo que hay oro en Marte.” Si no tengo opinión al respecto, entonces no creo que hay oro en Marte y yo no creo que no haya oro en Marte. Hay una diferencia en decir: “No creo que (p)” y “Yo creo (no-p).” Lógicamente donde usted coloca la negación hace un mundo de diferencia.” En efecto como bien señala el Dr.Craig, en este caso el ateísmo se definiría como un desconocimiento sobre la existencia o no de Dios, lo que desde siempre se ha conocido como agnosticismo. La clave de esto, es que mediante esta nueva definición del ateísmo, se nos quiere presentar este como la postura por defecto ante la cuestión de la existencia de Dios, siendo el teísta quien tuviera la carga de la prueba de demostrar su postura, por tanto mientras no se proporcionara evidencia positiva a favor de Dios, la postura por defecto sería el ateísmo o no meramente el agnosticismo. El problema es que como hemos visto, el ateísmo no es una simple falta de creencia en Dios, es una afirmación de su inexistencia, por tanto esta debe ser también racionalmente justificada, o bien ofreciendo evidencia de la inexistencia de Dios, o exponiendo por que el ateísmo debe ser la postura por defecto sino se provee evidencia de la existencia de Dios, pero hasta que eso no se haga, la postura por defecto es el agnosticismo débil, el cual expone que no se sabe si Dios existe o no, pero podría saberse.

    Llegado a este punto podemos por tanto establecer cuales son las posibles posturas ante la existencia de Dios:

    Teísmo: Afirmación de la existencia de Dios.
    Ateísmo: Afirmación de la inexistencia de Dios.
    Agnosticismo fuerte: Afirmación de la imposibilidad de conocer si Dios existe o no.
    Agnosticismo débil: Las evidencias a favor y en contra de la existencia de Dios no son convincentes, pero pudiera encontrarse en un futuro alguna evidencia de su existencia o inexistencia.
    Como vemos, el teista debe defender que Dios existe, el ateo que Dios no existe, el agnóstico fuerte que no puede saberse si Dios existe o no y el agnóstico débil que no hay ninguna evidencia convincente acerca de la existencia o no de Dios.
    Valmadian y César Ignacio dieron el Víctor.

  2. #2
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    Re: Demostrando la existencia de Dios

    ¿Los negativos se prueban? (II parte).

    En esta entrada voy a tratar de hacer frente a un argumento comúnmente usado por muchos defensores del ateísmo, para defender que el ateísmo es la posición por defecto ante la cuestión de la existencia de Dios, el argumento básicamente consiste en lo siguiente:

    Premisa 1: El ateísmo es un negativo.

    Premisa 2: Los negativos no pueden probarse.

    Conclusión: Por tanto el ateísmo no necesita ser probado y se convierte en la posición por defecto.

    Creo apreciar dos fallos en este manido argumento, el primero es que la conclusión no se sigue lógicamente de las premisas y el segundo es que la premisa 2 no la considero cierta.

    Así que argumentemos ahora estas objeciones:

    Objeción 1: La conclusión no se sigue lógicamente de las premisas.

    Este argumento casi nunca es presentado en forma de un silogismo, pero en cuanto así se hace, puede apreciarse mucho mejor como no sigue una estructura lógica clara, si admitimos las dos primeras premisas, se llegaría en todo caso a la conclusión de que el ateísmo no puede probarse, pues se trata de un negativo y estos no pueden ser probados.

    El ateísmo es simplemente la visión de que

    1. No hay Dios.

    Esa afirmación es verdadera o es falsa. No hay término medio. Si usted no cree que (1) es verdadera, entonces usted no es, por definición, un ateo.
    Ahora es obvio que aunque (1) fuera indefendible, de esto no se deduce que no necesite defensa, sino como ya dijimos antes, que no se puede defender o probar, si no lo ven claro piensen en una teoría científica que no fuera posible probar, sería ridículo que se tomara como cierta, ya que si no se pudiera probar sería rechazada, no se argumentaría nunca que debido a que no se puede probar, no tiene necesidad de ser probada para ser tomada como cierta.

    Así que cuando el ateo dice: “Como ateo, yo afirmo que la carga de la prueba recae sobre el teísta ya que no puedo probar un negativo”, está esquivando su parte de la carga de la prueba. (1) es una afirmación de conocimiento y por lo tanto requiere una justificación.

    El ateo tiene razón en que sólo tengo que mostrar que Dios existe para demostrar que su afirmación es falsa. Pero si fracaso en ofrecer ese caso, ¿muestra eso que su afirmación es verdadera? ¡Obviamente no! Hasta que el ateo presente su caso, nuestro amigo agnóstico todavía se quedará suspendido en duda, sin saber si (1) es verdadera o falsa. Pensadores ateos sofisticados reconocen este punto. Por ejemplo, Austin Dacey y Lewis Vaughan escriben:

    “¿Qué pasaría si estos argumentos que pretenden establecer la existencia de Dios son un fracaso? . . . ¿Debemos entonces concluir que Dios no existe? No. La falta de motivos o evidencia para apoyar una proposición no muestra que la proposición sea falsa” (The Case for Humanism (El Caso para el Humanismo), 2003, p. 162).


    Objeción 2: Los negativos si pueden ser probados.

    Al final como se ve en la objeción 1, al ateo le conviene que los negativos (como el ateísmo) puedan ser probados, y para consuelo suyo admito esto.


    Se suele decir que es imposible probar que algo no existe, pero esto parece no ser cierto, podemos probar que no existe un perro en el sofá de mi casa o velociraptors viviendo hoy en la tierra mediante un sondeo inductivo, ahora bien, podría decirse que con Dios no puede hacerse dicho sondeo inductivo porque el dominio que habría de ser examinado es muy grande y nuestra muestra muy pequeña, sin embargo, hay otras maneras de llegar a un conocimiento de declaraciones negativas cuantificadas universalmente que haciendo un sondeo inductivo.

    También podemos demostrar que algo no existe si su existencia fuera a llevar a a cabo contradicciones lógicas, como un circulo cuadrado, un triángulo de 4 lados, una pareja de tres personas o un soltero casado. Algunos ateos tratan de hacer esto para negar la existencia del Dios del teísmo clásico, diciendo por ejemplo en el problema del mal que la coexistencia del mal en el mundo y de un Dios omnipotente y omnibenevolente es una contradicción lógica. Un ejemplo de un planteamiento típico del problema del mal es el siguiente:

    1.Si Dios existe, la maldad gratuita (innecesaria, sin propósito) no existe.

    2. La maldad gratuita existe.

    3. Por lo tanto, Dios no existe.


    Si las premisas de este argumento son verdaderas, entonces se deduce que Dios no existe. El punto es que no es del todo imposible probar los enunciados negativos cuantificados universalmente y los ateos han tratado históricamente de presentar argumentos no inductivos para demostrar que no hay Dios.
    Valmadian y César Ignacio dieron el Víctor.

  3. #3
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    Re: Demostrando la existencia de Dios

    La tetera de Russell. (Parte III).


    La tetera de Russell es el segundo argumento usado para fundamentar que el ateísmo es la posición por defecto con respecto al tema de la existencia de Dios.
    Bertrand Russell fue un filósofo británico del siglo XX, al que en 1952 la revista Illustrated le pidió opinión sobre los dogmas de la religión. En su artículo “Is there a God?” (¿Habrá un Dios?) postuló su famosa tesis que pasó a llamarse “la tetera de Russell”:

    Si yo sugiriera que entre la Tierra y Marte hay una tetera de porcelana que gira alrededor del Sol en una órbita elíptica, nadie podría refutar mi aseveración, siempre que me cuidara de añadir que la tetera es demasiado pequeña como para ser vista aún por los telescopios más potentes. Pero si yo dijera que, puesto que mi aseveración no puede ser refutada, dudar de ella es de una presuntuosidad intolerable por parte de la razón humana, se pensaría con toda razón que estoy diciendo tonterías. Sin embargo, si la existencia de tal tetera se afirmara en libros antiguos, si se enseñara cada domingo como verdad sagrada, si se instalara en la mente de los niños en la escuela, la vacilación para creer en su existencia sería un signo de excentricidad, y quien dudara merecería la atención de un psiquiatra en un tiempo iluminado, o la del inquisidor en tiempos anteriores.
    Básicamente Russell expone que en el caso de Dios al igual que con la tetera, la ausencia de evidencia es evidencia de ausencia, pero ahora habría que preguntarse: ¿Es esto siempre así?

    Debido a que he encontrado una respuesta a la tetera de Russell mucho mejor a la que yo podría hacer, voy a usar el carácter divulgativo de este blog para exponer con su correspondiente fuente, la respuesta a este argumento, tomada de otra página web que recomiendo encarecidamente que visiten.

    Hay argumentos sólidos a favor de la existencia de Dios. Algunos de ellos son muy buenos. Pero supongamos que no fuese así, supongamos que todos los argumentos a favor de Dios fracasen y que no haya ninguna razón más para creer en Dios. ¿Qué sigue? ¿El ateísmo? Es muy importante darse cuenta de que la respuesta a esta pregunta es NO. Lo que sigue es, como más, el agnosticismo suave.

    2. ¿Cuándo la Ausencia de evidencia = Evidencia de Ausencia? (O, cuando es la inferencia de “No veo ninguna” a “no hay ninguna” válida?)
    Lo que he dicho hasta ahora plantea la pregunta: ¿Cuándo es que la ausencia de evidencia se vuelve evidencia de ausencia? Esta es una buena pregunta porque a veces (pero no siempre) la ausencia de evidencia implica la evidencia de ausencia. Vamos a empezar a trabajar con algunos ejemplos.
    Ejemplo 1. Elefantes en la Habitación (Ausencia de Evidencia = Evidencia de Ausencia). Alguien pregunta: “¿Hay algunos elefantes en la habitación?” Después de mirar alrededor y no ver ninguno, yo digo: “No, no veo ninguno. No hay elefantes en la habitación.”

    La inferencia de “No veo ninguno” a “No hay ninguno” en este ejemplo está justificada. Con respecto a los elefantes en la habitación, yo no soy agnóstico, en lugar de positivamente afirmar: No hay elefantes en la habitación. En este caso, la ausencia de elefantes en la habitación es evidencia de su ausencia. Pero esta inferencia no es válida para el ejemplo 2.

    Ejemplo 2. La mosca del Gran Cañón (Ausencia de evidencia ≠ Evidencia de Ausencia)
    Estamos de pie en la cima del Gran Cañón y alguien pregunta a, “¿Hay una mosca allá abajo?” Después de una rápida mirada yo digo, “No, no veo ninguna. No hay mosca allá abajo.”

    Al igual que en el último ejemplo que pasamos “No veo ninguna” a “No hay ninguna,” pero a diferencia del ejemplo anterior, la conclusión es injustificada. El agnosticismo con respecto a la mosca es la respuesta apropiada aquí. Así que en el ejemplo del Elefante, no tenemos que ser agnósticos. Sin embargo, en el ejemplo de la Mosca del Gran Cañón si tenemos que serlo. ¿Por qué? Tenga en cuenta que no es el tamaño relativo del objeto lo que crea la diferencia (El cuidador del zoológico le podría haber preguntado en su viaje al zoológico, “¿Cree usted que hay un elefante en la jaula en el sala del lado?” Para lo cual su respuesta podría ser el agnosticismo: “no tengo ni idea. Tal vez”.

    La destacada diferencia entre esos dos ejemplos tiene todo que ver con su situación epistémica—que es, aproximadamente, la extensión y los límites de su capacidad de conocer algo a través de sus fuentes principales de conocimiento (la percepción, memoria, introspección, testimonios, etc.)—y el hecho de que sólo en una situación (los elefantes en la habitación) es que esperamos tener el conocimiento, el cual nos falta. Mi situación epistémica con respecto a saber si un elefante esta en la habitación es bastante buena, aunque mi situación epistémica con respecto a saber si una mosca vive en el fondo del Gran Cañón es bastante pobre. ¿Por qué? Cuando estamos en una situación epistémica buena para poder decir, “No hay X”? ¿Cuáles condiciones se deben cumplir? Por lo menos dos. En ausencia de evidencia de un objeto O, usted puede negar que O existe ,em>sólo si estos criterios se cumplen:

    Criterio de Expectativa de Evidencia. Si un objeto O existiera, entonces podemos esperar que haya evidencia para ello.
    Criterio de Expectativa de Conocimiento. Si hubiera evidencia de un objeto O, entonces esperaríamos tener un conocimiento de las evidencias.

    En resumen, en ausencia de evidencias, podemos negar la existencia de algo O sólo si deberíamos esperar tener evidencias suficientes para saber que O existe, pero en realidad carecemos de ellas.

    (Dos observaciones técnicas. En primer lugar, cuando digo “evidencia” sólo quiero decir cualquier tipo de consideraciones epistémicas positivas a favor del objeto O. De este modo, tener consideraciones no-preposicionales para algo podría, muy bien, contar como “consideraciones epistémicas positivas.” Ese punto se vuelve importante en vista de la Epistemología Reformada y del hecho de que la creencia en Dios puede ser “propiamente básica,” lo cual puede contar como “consideraciones epistémicas positivas. Ese tipo de consideraciones epistémicos positivas también incluyen una noción de ser lógicamente incoherente. Si la idea de algo es lógicamente incoherente—como un “soltero casado” o un “círculo cuadrado” – entonces realmente no tenemos un ejemplo relacionado con la ausencia de evidencia, ya que tenemos las consideraciones epistémicas positivas máximas para su no-existencia. (Este punto también refuta la objeción que a veces se hace de que “Dios existe” no es falsable. Ignoro esto para nuestros propósitos, ya que ningún ateo ha sido capaz de demostrar que la idea de Dios es lógicamente incoherente). En segundo lugar, estas son condiciones necesarias para estar en una buena situación epistémica para negar la existencia de algo, pero no son condiciones suficientes. En otras palabras, sólo porque (aún si) alguien cumple con ambos criterios, eso de ninguna manera le obliga a negar la existencia de O).

    Para demostrar su posición, el ateo tiene su tarea cortada: Lo que debe hacer es demostrar que (a) la situación epistémica en que nos encontramos con respecto a la creencia en la existencia de Dios satisface los Criterios citados arriba, y (b) demostrar que no tenemos suficientes evidencias para saber que Dios existe. De manera equivalente, él debe demostrar que todos los argumentos a favor de Dios no son sólidos y luego discutir que si Dios existiera, entonces podemos esperar estar en una posición de saber si Dios existe. Pero, como veremos, hay una buena razón para pensar que (a) es falso porque nuestra situación epistémica en la que nos encontramos con respecto a la creencia en la existencia de Dios no satisface el criterio anterior.

    3. Problemas Satisfaciendo los Criterios para la Pregunta de Dios.

    Vamos a aplicar estos criterios a Dios y a la distinción del ateísmo/agnosticismo. En cuanto a Dios, si cualquiera de esas condiciones no se cumplen, incluso si una de ellas falla — el ateísmo no puede ser concluso en la ausencia de un argumento sólido a favor del ateísmo.

    Los ateos dicen que ambos criterios se cumplen en lo que respecta a la pregunta de Dios, y ellos dicen que no tienen evidencia suficiente para saber si Dios existe. Ahora, ya que muchos ateos reconocen con frecuencia (como lo hizo Russell) que no hay argumentos sólidos para el ateísmo, esto deja el caso del ateo dependiendo por completo de los criterios.

    Pero se puede argumentar que la situación epistémica de alguien con respecto a la creencia en Dios no siempre cumple esos criterios y por lo tanto uno no puede concluir que el ateísmo es verdadero al frente de la (aparente) falta de evidencia para Dios. Aquí hay otra manera de pensar acerca de esto: Supongamos, por amor al argumento, que no hay buenos argumentos o evidencia para Dios, luego, en cuanto a los ejemplos dados mas arriba, la propia situación epistémica para Dios está más cerca al ejemplo de la Mosca en el Gran Cañón que a la del ejemplo de los elefantes en la habitación—y por lo tanto, la mayoría de los casos, el agnosticismo (suave) es la postura que debe ser tomada, no el ateísmo, en frente a la (aparente) falta de evidencia para Dios.

    A. ¿Por qué el “Criterio de Expectativa de Evidencia” No siempre se Cumple?

    El Criterio de Expectativa de Evidencia—el cual usted recordará dice que si un objeto O existe, entonces podemos esperar que haya evidencia para él—no siempre se cumple en nuestra situación epistémica en cuanto a saber si Dios existe.

    Se puede poner en duda de que Dios cumpla con el Criterio de Expectativa de Evidencia si usted piensa por un momento sobre la naturaleza fugaz de las evidencias. Sólo en los últimos 20 años hemos descubierto el increíble e incalculable ajuste fino de nuestro universo para la vida inteligente (véase la discusión del Argumento Teleológico en el capítulo 4 deReasonable Faith(Fe Racional), 3ra edición), y sólo en los últimos 80 años hemos aprendido científicamente que el universo se está expandiendo y que debió haber empezado a existir (véase el análisis del Argumento Cosmológico Kalam – capítulo 3 de Reasonable Faith (Fe Racional), 3ra edición).
    Por siglos y siglos de la historia, esta evidencia simplemente no estaba disponible para nuestros antepasados. Pero ya que el progreso futuro en el conocimiento requiere de la ignorancia del presente, esto significa que nuestro entendimiento actual será incompleto o falso. Por lo tanto, no siempre es el caso de que “Si hubiera evidencia para Dios, entonces esperaríamos tener evidencias de eso.” Una objeción y una réplica.

    Pero podemos imaginar al ateo objetando:

    Cierto, cierto, la evidencia y los buenos argumentos, a favor del teísmo y muchas otras cosas, fluctúan de acuerdo al tiempo y lugar. Pero si Dios existe, entonces él tiene un deber moral de revelarse a sí mismo con claridad a todas las personas independientemente del tiempo y lugar. Ya que no ha hecho eso – ya que él ha desobedecido su deber moral en revelarse con claridad a todas las personas – podemos decir de manera segura que Dios no existe.

    Tuve un profesor ateo que estaba de acuerdo con ese sentimiento. Él decía que si Dios quería que nosotros creyéramos en él, estaría por ahí en el cielo saludando con las manos y diciendo adiós a todos, separando más los mares y elevando objetos masivos.

    El problema con este razonamiento es que Dios no está interesado en realizar trucos de fiestas para que podamos decir: ¡Ah! eso es realmente algo” y continuar adelante y vivir una vida sin cambios, continuando en nuestros caminos pecaminosos centrados en nosotros mismos. Dios tendría una obligación moral de realizar más acciones milagrosas sólo si, al hacerlos, más personas entran en una relación de salvación, personal con él. ¿Pero lo harían ellos?

    No tenemos ninguna buena razón para pensar que lo harían, el ateo no nos ha proporcionado una razón para pensar que si Dios se revela más abiertamente, entonces más personas vendrían a disfrutar de una relación salvadora con él de las que lo harían de otro modo (si Dios no lo hubiera hecho). Mientras que los entretenimientos y los trucos de magia posiblemente resultarían en que gente llegue a creer la proposición “Dios existe,” ¿cómo podríamos saber que resulte en el cambio del corazón de uno (cf. Lucas 16:30-31)? El Nuevo Testamento dice: “¿Tú crees que hay un solo Dios? ¡Magnífico! También los demonios lo creen, y tiemblan” (Santiago 2:19), y es simple que los demonios carecen de una relación personal con Dios. Por otra parte, el Antiguo Testamento describe a Dios revelándose a través de varios prodigios milagrosos—a través de las plagas sobre Egipto, la columna de fuego y humo, la separación del Mar Rojo, entre otros—sin embargo, esos acontecimientos, tan milagrosos que fueron, no propusieron a largo plazo un cambio en el corazón de los israelitas. Una y otra vez cayeron en la apostasía.

    Por lo tanto, incluso si Dios fuera abrir más el mar o levantar objetos masivos, no hay ninguna razón para pensar que la mera producción de conocimiento proposicional de Dios (como creer la afirmación de que la población de China supera un billón) daría como resultado una relación personal con él que transforma la vida. El ateo no ha demostrado que Dios tiene la obligación moral de revelarse de manera para todas las personas, el hacer eso podría ser un mero entretenimiento.

    B. ¿Por qué el “Criterio de Expectativa de Conocimiento” No siempre se cumple?

    Considere el segundo criterio, el Criterio de Expectativa de Conocimiento, que dice que si hubiera evidencia de algo, entonces podemos esperar tener conocimiento de dicha evidencia. Se pueden dar por lo menos tres razones del por qué nuestra situación epistémica sobre saber si Dios existe, no puede satisfacer este criterio, esto es porque hay veces en que no debemos esperar a conocer la evidencia de la existencia de Dios. Decir esto es probable que suene ilógico, al principio, pero escúcheme.
    En primer lugar, dada la universalidad del pecado y su efecto en nuestra situación epistémica, no es en lo absoluto sorprendente que la existencia de Dios no sea evidente y que no siempre cumplamos con el Criterio de Expectativa de Conocimiento. Según el Cristianismo tradicional, uno de los efectos de nuestra pecaminosidad humana es el mal funcionamiento de la facultades cognitivas: ellas no siempre funcionan como para conducirnos a las conclusiones no auto-centralizadas.

    Esto significa que ellas no siempre pueden ser útiles en la interpretación de la evidencia a una luz favorable y verdadera porque muchas verdades tienen conflicto con nuestro egoísmo. (Jesús dijo: “El mundo… me aborrece porque yo testifico que sus obras son malas” (Juan 7:7)). Estos efectos sobre nuestras facultades cognitivas son llamados “efectos de notificación” del pecado y pueden distorsionar la evidencia de Dios, incluyendo el testimonio del Espíritu Santo, así como otras cosas mucho más mundanas en la vida (por ejemplo, es más fácil tergiversar nuestros oponentes que tomar tiempo para entenderlos). Profesor Plantinga describe muy bien estos efectos noéticos:

    Los efectos noéticos del pecado están concentrados con respecto a nuestro conocimiento de otras personas, de nosotros mismos y de Dios…el pecado afecta mi conocimiento de otras personas de muchas formas. Debido al odio o disgusto de algún grupo de seres humanos, yo podría pensar de ellos como inferiores, de menos valor que yo y que mis amigos que han obtenido más logros. Por causa de la hostilidad y resentimiento, yo puedo subestimar o completamente mal entender la actitud a alguien más hacia mí…debido a ese básico y primitivo orgullo de pecado, yo puedo sin pensar y casi sin notar asumir que yo soy el centro del universo (por supuesto si usted me pregunta, yo le voy a negar pensar dicha cosa), exagerando bastantemente la importancia de que me sucede como opuesto de lo que le sucede con los otros…
    Además, Plantinga añade que:

    El efecto noético más serio del pecado tiene que ver con nuestro conocimiento de Dios. Si no fuese por el pecado y sus efectos, la presencia y la gloria de Dios serían obvias y no controversiales para todos nosotros como la presencia de otras mentes, objetos físicos y el pasado…Nuestro conocimiento de su de su carácter y su amor hacia nosotros puede ser apagado: hasta puede ser transformado en un pensamiento resentido de que Dios tiene que ser temido y desconfiado; podría verle como indiferente y hasta malévolo.

    En la taxonomía tradicional de los siete pecados capitales, hay una que es la pereza. La pereza no es simplemente estar ocioso, como la inclinación de acostarse y mirar televisión en lugar de salir y hacer los ejercicios que uno necesita; al contrario es un tipo de muerte, ceguera, imperceptibilidad, acedia, torpor espiritual y una falta de estar conciente de a presencia, de su amor y de los requisitos de Dios.2

    Plantinga pasa a explicar cómo las deliberaciones de la instigación interior del Espíritu Santo (con lo que el Espíritu Santo obra convenciéndonos de la existencia de Dios, entre otras verdades) pueden ser suprimidas o impedidas al cambiar el enfoque lejos de Dios, por ejemplo, el deseo de vivir una vida que Dios no aprueba. Esta fue la razón auto-admitida por Aldous Huxley por su incredulidad. Él dice que él tenía “motivos” para no querer creer en Dios y por lo que “asumió” que Él no existía y que “pudo sin ninguna dificultad de encontrar razones satisfactorias para esta suposición.” Él confesó:

    La mayoría de la ignorancia es ignorancia vencible. No sabemos porque no queremos saber. Es nuestra voluntad que decide cómo y en qué asuntos usaremos nuestra inteligencia. Aquellos que no detectan ningún significado en el mundo en generalmente lo hacen porque, por una u otra razón, encaja sus ideas (libros) de que mundo no debería tener sentido.3

    Más recientemente, el Profesor de la Universidad de Nueva York Thomas Nagel ha dijo algo similar: “Yo quiero que el ateísmo sea verdadero y me incomoda por el hecho de que algunas de las personas más inteligentes y bien informadas que conozco son creyentes religiosos.” Y continúa: “¡no es sólo que yo no crea en Dios y, por supuesto, espero tener la razón en mi creencia. Es que espero que no haya Dios! Yo no quiero que haya un Dios, yo no quiero un universo como ese.”

    En segundo lugar problema surge con el Criterio de Expectativa de Conocimiento, ya que los ateos a menudo aplican inadecuadamente los altos patrones epistémicos—patrones que no tendrían en otros contextos “normales”—a la hora de evaluar la racionalidad de la creencia teísta, insistiendo en que la premisa del argumento teísta no se conoce. Por ejemplo, las intuiciones cotidianas y comunes de todo el mundo no nos llevarían a pensar que los objetos podrían surgir a la existencia de la nada, no causados—sin embargo, cuando se trata del argumento cosmológico Kalam, la existencia de Dios, por ejemplo, es afirmada por muchos ateos. Así que cuando se trata de los argumentos a favor del teísmo, muchos ateos cavan en sus talones, elevan el listón de la evidencia y dicen no saber si las premisas son verdaderas.

    En tercer lugar, porque Dios no está interesado en inculcar mera creencia proposicional en él (por ejemplo, creer en la proposición de que Dios existe), pero en un conocimiento filial, o personal de El, algunos filósofos piensan que Dios puede “esconderse” de los seres humanos cuando tratamos de divorciar la creencia proposicional en Dios de una relación personal con Dios. Cuando Dios hace eso, nuestra situación epistémica con respecto a Él no va a cumplir con el Criterio de Expectativa de Conocimiento.

    Déjeme explicar este último punto con más detalle. El Dios cristiano no quiere ser sólo algún “Fundamento de Ser” abstracto o sólo la “mejor explicación para el cosmos”—él quiere tanto ser el Señor de nuestras vidas como también un padre amoroso. El profesor Paul Moser, un eminente filósofo que ha realizado un trabajo considerable en el área del Ocultamiento Divino, describe este conocimiento filial:

    En el conocimiento filial de Dios, tenemos el conocimiento del sujeto supremo personal, no de un mero objeto para reflexión casual. Este no es conocimiento vago de una “primera causa,” “poder supremo”, “fundamento del ser,” o incluso “una mejor explicación.” Al contrario, es el conocimiento de convicción de un Señor y comunicador personal quien espera un compromiso de gratitud a medida que nosotros apropiemos la gracia redentora de Dios. Ese conocimiento de convicción incluye el que somos juzgado y encontrado culpables por el estándar de amor moralmente supremo de Dios. La voluntad de Dios de encontrar, convencer y de cambiar de dirección nuestra voluntad. Ambos lados de esta relación son personales…El conocimiento filial de Dios está reconciliando el conocimiento personal y de ese modo entramos en una relación apropiada de hijo-padre con Dios. Dicho conocimiento es personalmente transformador y no impersonalmente abstracto o moralmente impotente. Es comunicado por el Espíritu personal de Dios en una forma que demanda compromiso total.6

    ¿Por qué se puede, a veces, Dios esconderse de nosotros? Varias razones se han propuesto para responder a esta importante pregunta y no se le puede hacer justicia mediante la reducción de las respuestas a una o dos citas jugosas. Yo sólo puedo esbozar un par de respuestas aquí.
    Una primera razón se deriva de la observación de que si Dios se hiciera evidente o obvio a todos—tan obvio como las palabras en esta página—entonces para muchos, esto destruiría la posibilidad de desarrollar una libertad moralmente significativa (poder elegir libremente y con frecuencia entre un curso de acción el bien o el mal) porque el que estamos poderosamente conscientes de Dios nos obliga a obedecer sus mandamientos morales. (Compare a un niño que se le ha dicho que no coma de la lata de galletas, pero nunca se le ha dado la oportunidad de dejar de comer las galletas porque sus padres están siempre en la sala observando). El resultado global sería un carácter moral subdesarrollado.

    Una segunda razón para que Dios pudiera retirar la evidencia de sí mismo podría ser debido a la pecaminosidad humana, el orgullo, el egocentrismo y el desprendimiento personal. Esto nos lleva de nuevo al problema mencionados en la sección 3, “Una objeción y una respuesta”, es decir, si hay una buena razón para pensar que si Dios llevara a cabo más acontecimientos milagrosos (abriendo los mares para que el público mire, levantar objetos masivos), entonces más corazones de personas cambiarían a querer disfrutar de una relación personal con Dios que transforma vidas. Y aquí creo que las citas de Aldous Huxley y de Thomas Nagel son muy instructivas, ya que sus corazones parecen haber resuelto la pregunta de la evidencia y los argumentos de antemano. ¿Qué uso tiene más evidencia si uno, en las palabras de Nagel, “¡espera que Dios no exista!?” ¿Por qué él “no quiere un universo como ese?”

    Objeción: Algunos podrían preocuparse de que los que “van a ser” creyentes obtienen insuficiente evidencia mientras que los complacientes con Dios obtienen la evidencia “buena.” Del mismo modo, se podría pensar que Dios proveería tal evidencia con la esperanza y la posibilidad de que el ateo tenga un cambio de corazón.
    Respuesta: pero estas objeciones se cumplen si Dios posee “conocimiento medio.” La doctrina del conocimiento medio (divino) implica no sólo que Dios sabe si la gente respondería a más evidencias si Él se las diese, sino que también sabe si las evidencias serían ineficaces o talvez perjudiciales. Por lo tanto, Dios providencialmente podría arreglar el mundo para que los que “van a ser” creyentes se les de las evidencias, el argumento y los dones de la gracia suficiente para la creencia racional y libre. Y si Dios lo sabe todo eso, él no está bajo ninguna obligación de proporcionar más evidencias que esas que él ya ha dado.

    Así que realmente no tenemos ninguna razón para pensar que si Dios existiera entonces siempre tendríamos conocimiento de él y por lo tanto, no tenemos buenas razones para pensar que nuestra situación epistémica con respecto a si Dios existe siempre satisface el Criterio de Expectativa de Conocimiento. Y de esto se deduce que no se puede negar la existencia de Dios sin un argumento para su no-existencia a favor del ateísmo. Es por eso que Craig puede exigir a Hitchens un argumento a favor del ateísmo.

    4. Algunos ejemplos: Las Hadas de los Dientes, los Duendes, Papa Noel, Tetaras, y los Objetos Invisibles.

    Déjeme ver si puedo poner todo esto junto para responder a su pregunta con algunos ejemplos que se creen que representan un problema para la línea de pensamiento defendida hasta ahora. Su pregunta básicamente era que cuando la ausencia de evidencia cuenta como evidencia de ausencia. Responder a esto dependerá de que si nuestra situación epistémica satisface los Criterios de Expectativa de Evidencia y el de Expectativa de Conocimiento para el objeto en cuestión: ¿Deberíamos esperar tener suficientes evidencias para saber que el objeto O existe? Si un rinoceronte estuviera en la habitación, entonces la respuesta es “Sí”. Por lo tanto, cuando miro alrededor y no veo el rinoceronte, eso en sí es evidencia de que ninguno rinoceronte está presente.

    Pero ¿qué pasa con cosas como las Hadas de los Dientes, duendes y Papa Noel? Los ateos dicen que no es necesario refutar a Dios por la misma razón que no es necesario refutar la existencia de las Hadas de los Dientes, los duendes y a Papa Noel. El problema con la comparación con los dos últimos puntos es que, mientras nuestra situación epistémica en relación con Dios no siempre satisface los Criterios de Expectativa de Evidencia y Expectativa de Conocimiento, nuestra situación epistémica con respecto a los duendes y Papa Noel—podemos (y lo hacemos) refutarlos todo el tiempo, es sólo que hay pocas personas, si alguna, argumentando a favor de sus existencias, por lo que nunca se nos llama a dar esas razones. Si Papa Noel existiera debemos esperar ver, pero no las vemos, mucha de la evidencia de ese hecho, incluyendo los almacenes en el Polo Norte, un trineo grande, y así sucesivamente. También debería haber allí seres humanos biológicamente pequeños en ese planeta, pero no lo vemos, su evidencia sería: los pueblos en miniatura, los productos de desecho, los huesos de sus muertos—evidencia similar a lo que tenemos para los ratones, hámsters y otros bichos pequeños. Si hubiera más gente hoy que formara un caso a favor de los duendes y de Papa Noel, entonces sería totalmente apropiado para nosotros entrar en un diálogo con ellos, dando razones para su no-existencia.

    En este punto, un ateo podría objetar de que el hada de los dientes es diferente de los duendes y Papa Noel, porque es invisible. (¿Es ella invisible en los cuentos?) Supongamos que ella sea invisible. Según el relato, ella recoge los dientes dejados debajo la almohada de los niños. Ella deja atrás una recompensa (generalmente dinero). Evidencias que deberíamos esperar ver, si existiera, sería el dinero que deja, dientes robados, etc. ¿Encontramos tal evidencia? Bueno, no lo hacemos, pero deberíamos esperarlo si existiera. Así que hasta el hada de los dientes cumple con los criterios de la Expectativa de Evidencia y Expectativa de Conocimiento. Así que porque no tenemos evidencias de ella, decimos que ella no existe (lo siento niños).

    Supongamos que el ateo esté de acuerdo que la razón por la que negamos las Hadas de los Dientes, los duendes y Papa Noel se debe a que tenemos la evidencia de su ausencia. Él, sin embargo, podría insistir en que la situación es muy diferente de otros objetos que están causalmente aislado de nosotros. Un ejemplo de ellos es la famosa tetera de Russell, que circula alrededor del sol, un objeto que está (en su mayor parte) causalmente aislado de nosotros. ¿Tenemos que ser agnóstico al respecto? ¿Podemos decir que no existe? Creo que sabemos que no existe porque no fue puesto allí por los astronautas Rusos o Norteamericanos y sabemos que la materia en el universo no se auto-organiza en forma de tetera. Así que en realidad, tenemos una gran cantidad de evidencias de que la tetera de Russell no existe y puesto que nuestra discusión está limitada a los casos que se infieren la no existencia de algo simplemente sobre la base de la ausencia de evidencia de ello, el ejemplo es irrelevante.

    Otra Objeción y una Respuesta.

    Pero ahora imaginemos a una ateo objetando:

    Pues, muy bien, le concedo todo lo que usted ha dicho hasta ahora sobre Papa Noel y todos los demás, pero no tenemos que cumplir con sus Criterios cuando se trata de objetos que son ambos invisibles (como el Hada de los Dientes) causalmente indetectables (como la tetera). Por ejemplo, un elefante color rosa invisible flotante sobre mi cabeza. No hay tal cosa.

    El teísta podría responder:

    Su ejemplo es encantador y retóricamente inteligente, pero es incoherente. ¿Puede algo que sea invisible ser aún un elefante? Si es así, entonces seguramente no es muy parecido a un elefante normal—un objeto masivo, material el cual exhibe todos los tipos de propiedades físicas. Su pregunta del “elefante invisible” es en realidad sólo un truco retórico de mano inteligente: la pregunta no tiene mucho sentido en el primer lugar y talvez debería reformularse como algo así: “¿Sabemos que no hay cosas inmaterialesalrededor nuestro?” Para lo que la respuesta debería ser “No” en uno de dos sentidos: (i) No, porque no tenemos ninguna evidencia de que existan cosas inmateriales, o No (ii) porque hay cosas inmateriales alrededor de nosotros, por ejemplo, Dios, los ángeles, mentes inmateriales, conciencia o experiencia, objetos abstractos como los números o proposiciones, etc.

    5. Resumen y Conclusión

    Su pregunta es una muy buena, Steven. He tratado de explicar todos los antecedentes y hacerla lo más accesible posible. Usted pidió pruebas de la no existencia de Papá Noel, las Hadas de los Dientes y así sucesivamente y el pensamiento de que era injusto por parte de Dr. Craig de pedir evidencias a Christopher Hitchens a favor del ateísmo. Yo argumenté que eso no fue así. Si Hitchens o cualquier otra persona trata de establecer el ateísmo, él o ella necesita proporcionar un argumento.
    Después de contestar una pregunta más amplia que se planteaba en el fondo—es decir, cuales condiciones son necesarias para negar algo en ausencia de evidencias—encontramos que todo se reducía a si su situación epistémica cumple con los criterios de Expectativa de Evidencia y Expectativa de Conocimiento. En resumen: en la ausencia de evidencias, podemos negar la existencia de algún O sólo si esperamos poseer suficiente evidencia para saber que O existe, pero que de hecho no la tenemos.

    Cuatro razones fueron dadas de por qué nuestra situación epistémica no nos permite pensar que, si Dios existe, entonces podemos esperar tener evidencia suficiente para saber que él existe: (1) la naturaleza efímera de la evidencia demuestra que nuestra situación epistémica es volátil de acuerdo al tiempo y lugar (contra el Criterio de Expectativa de Evidencia); y (contra el Criterio de Expectativa del Conocimiento) (2) los efectos noéticos del pecado distorsionan la evidencia hacia nuestros fines egoístas; (3) los irrazonable altos estándares ateos epistémicos aplican hacia las pruebas teístas, y (4) Dios podría esconderse en respuesta a los intentos de divorciar el conocimiento proporcional de Dios con una relación personal transformadora de vida con Él. Después de hacer todo esto, finalmente respondo a su pregunta y le dio algunos ejemplos de lo que debe parecer la evidencia para los objetos no-existentes.


    Fuente: http://www.reasonablefaith.org/spani...#ixzz3dbsyn2Dt
    Última edición por Pious; 08/02/2018 a las 18:08
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    Re: Demostrando la existencia de Dios

    Argumento cosmológico Kalam. (Parte IV).

    El Argumento Cosmológico Kalam versa sobre la creación del universo, su estructura es la siguiente:

    Premisa 1: Si el universo comenzó a existir, tuvo que tener una causa que solo puede ser Dios.
    Premisa 2: El universo comenzó a existir.
    Conclusión: El universo tiene una causa que es Dios.

    Pasemos ahora a la justificación de las premisas:

    Justificación Premisa 1:

    La primera premisa realiza dos afirmaciones, la primera es que si el universo comenzó a existir tuvo que tener una causa y la segunda es que la causa del universo solo puede ser Dios, analicemos en primer lugar la primera afirmación.

    La afirmación de que si el universo comenzó a existir debe tener una causa, se basa en el principio metafísico “Ex nihilo nihil fit” (Nada surge de la nada), este es uno de los principales principios metafísicos. La nada es el no ser, no tiene propiedades, y de ella no puede surgir el ser, la existencia.
    Esta intuición metafísica se ve confirmada en nuestra experiencia, si las cosas pueden surgir de la nada, es inexplicable que no veamos surgir de la nada todo tipo de cosas y todo el tiempo, no es legítimo decir que de la nada solo puede haber surgido el universo o cosas que no son imperceptibles, ya que al carecer la nada de propiedades, no existe ninguna razón para que sea tan restrictiva, deberían poder surgir todo tipo de cosas en cualquier momento, montañas, caballos, maquinas de helado, estadios de fútbol etc.

    Decir por tanto que de la nada pueden surgir cosas como el universo, es dejar de lado la lógica y la metafísica y recurrir a algo más impresionante que la magia, en la magia el mago saca un conejo de la chistera, existe al menos un mago que hace surgir al conejo, quienes niegan el principio “Ex nihilo nihil fit” no tendrían problemas en asegurar que el mago es innecesario, que el conejo o cualquier cosa pueden surgir de la chistera sin necesidad de palabras mágicas, por tanto tampoco deberían tener ningún problema con la magia.

    Ahora bien, ¿Por qué la causa del universo debería ser Dios? El universo es toda la realidad espacio-temporal, por lo tanto la causa del universo no puede estar en dicha realidad espacio-temporal al menos antes de crear el universo, debido a esto la causa debe ser atemporal y por lo tanto eterna y aespacial y por lo tanto inmaterial. Debido a que no se puede llegar a una regresión infinita de causas, la causa del universo debería ser también incausada.

    Una vez definidas estas propiedades, vemos dos posibles candidatos, objetos abstractos (En el caso de admitir la existencia de estos) o una mente personal, si el universo comenzó a existir, significaría que no es eterno, más como hemos visto anteriormente, la causa del universo si debe ser eterna, ¿Cómo es posible que una causa eterna genere un efecto no eterno? Si la causa del universo fuera simplemente un conjunto de condiciones que son eternas y por lo tanto han existido de forma permanente, su efecto (El universo) debería de igual manera haber existido de forma permanente, es decir, ser eterno, como propone William Lane Craig, si la causa de que el agua se congele es una temperatura de 0 grados, si la temperatura hubiera estado por debajo de cero grados desde la eternidad, entonces el agua que estuviera cerca hubiera estado congelada desde la eternidad. Sería imposible que el agua comience a congelarse en algún punto del pasado finito.
    Si la causa está presente, entonces el efecto también está presente. Por tanto las causas eternas tienen ese problema, y la única respuesta, como decía Al Gazhali, es que la causa sea un Ser Personal, que creara dentro su eterno presente, y por tanto, produzca un efecto temporal. Entonces concluimos que la causa del universo también es Personal.

    Justificación premisa 2:

    Puede que al leer la justificación de la primera premisa donde hablaba de que la causa del universo debe ser eterna e incausada, muchos se preguntaran que debido a que tenía que recurrir a Dios y no establecer directamente que el universo es incausado y eterno, bueno es importante recordar que la primera premisa empieza con “Si el universo comenzó a existir” que es lo mismo que decir que no es eterno y tiene por tanto una causa como se ha justificado anteriormente. La clave es pues argumentar por que el universo no puede ser eterno y por lo tanto incausado.

    Existen argumentos filosóficos y científicos que defienden que el universo debe haber comenzado a existir, empezaré con los argumentos filosóficos.

    Primer argumento:

    Si el universo fuera eterno nunca se podría llegar al momento presente, ya que antes de llegar al momento presente debería haber pasado un número infinito de momentos pasados, puesto que el pasado del universo sería un infinito real y no potencial como es el futuro, debido a que es imposible llegar al fin de una secuencia infinita somo serían en este caso los eventos pasados, nunca se podría llegar al momento presente, más como estamos actualmente en el momento presente, se deduce que el universo no tiene una serie infinita de eventos pasados y es por lo tanto finito, lo que implica que tuvo que comenzar a existir.

    Segundo argumento:

    Los matemáticos reconocen que la existencia de un número infinito real de las cosas lleva a la auto-contradicción. Por ejemplo, ¿cuánto es infinito menos infinito? matemáticamente se obtienen respuestas contradictorias. Esto demuestra que el infinito es sólo una idea en tu mente, no es algo que existe en la realidad. David Hilbert, tal vez el más grande matemático del siglo XX, escribió:

    “El infinito no está en ninguna parte que pueda encontrarse en la realidad. Tampoco existe en la naturaleza, ni tampoco ofrece una base legítima para el pensamiento racional.”

    Entonces el infinito es tan solo una idea, pero los eventos pasados no son ideas son cosas reales, por lo tanto el universo debe tener un número finito de eventos pasados, lo cual implica un comienzo.

    Nota:

    Antes de exponer los argumentos científicos, me gustaría exponer que si los argumentos filosóficos antes dados no tienen fallo alguno, estos deben corresponderse con la realidad y demostrarían que el universo no tiene un pasado infinito y por lo tanto comenzó a existir, así que incluso aunque científicamente se admitiera la posibilidad de modelos coherentes del universo con un pasado infinito, estos deberían de ser rechazados en base a los argumentos anteriormente mencionados, ya que si el universo fuera eterno, los argumentos dados serían erróneos, si no son erróneos, el universo no es eterno y por lo tanto la mera existencia de modelos coherentes de un universo con un pasado finito, bastaría para elegir estos modelos en vez de modelos del universo con un pasado eterno.

    Tercer argumento:

    El segundo principio de la termodinámica o segunda ley de la termodinámica, expresa que la cantidad de entropía del universo tiende a incrementarse en el tiempo. El universo llegará por tanto finalmente a la muerte térmica debido a dicho incremento de la entropía, pero si el universo fuera eterno, el universo ya debería haber llegado a la muerte térmica, debido a que habría pasado un tiempo infinito que es obviamente suficiente para que la entropía aumente lo necesario para llegar a dicha muerte térmica, más como no se ha llegado a la muerte térmica, se deduce que ha pasado un tiempo finito y que por lo tanto el universo comenzó a existir.

    Cuarto argumento:

    Hay suficiente evidencia que sitúa al universo aproximadamente hace 13 000 millones de años. Existe evidencia abundante para apoyar esto, como la expansión expresada en la ley hubble, la radiación cósmica de fondo, la abundancia de elementos primordiales y la evolución y distribución galáctica. Todas éstas con grandes estudios que las soportan, y por tanto, el inicio del universo, de acuerdo a la evidencia que poseemos, lo podemos considerar un hecho. Aquel que diga lo contrario, simplemente está en contra de la evidencia.

    Quinto argumento:

    En el 2003, tres de los principales cosmólogos, Arvin Borde, Alan Guth, y Alexander Vilenkin pudieron demostrar a través del teorema BVG que cualquier universo que, en promedio, se haya expandido a lo largo de su historia no puede ser infinito en el pasado, sino que debe tener un límite pasado del espacio-tiempo.
    Lo que hace que su prueba sea tan poderosa es que se sostiene sin importar la descripción física del universo antes del tiempo de Planck. Debido a que todavía no podemos proporcionar una descripción física del universo muy temprano, ese breve momento ha sido un terreno fértil para hacer especulaciones. (Un científico lo ha comparado con las regiones en los mapas antiguos con la etiqueta “Aquí hay dragones”- puede ser llenado con todo tipo de fantasías.) No obstante, el teorema de Borde-Vilenkin-Guthes es independiente de cualquier descripción física de ese momento. El teorema de ellos implica que, incluso si nuestro universo es solamente una parte pequeña de un llamado “multiverso” compuesto de muchos universos, el multiverso debe tener un comienzo absoluto.
    Vilenkin es directo acerca de las implicaciones:

    “Se dice que un argumento es lo que convence a los hombres racionales y una prueba es lo que se toma para convencer incluso a un hombre irracional. Con la prueba ahora en su lugar, los cosmólogos ya no pueden esconderse detrás de la posibilidad de un universo eterno en el pasado. No hay escapatoria, tienen que enfrentar el problema de un principio cósmico (Many Worlds in One (Muchos Mundos en Uno) [Nueva York: Hill and Wang, 2006], página 176).”


    Se han tratado de llevar a cabo modelos del universo que en un promedio no se expanden sobre su pasada historia, evitándose por tanto el teorema, aunque por ahora todos estos han fracasado como veremos en otra futura entrada porque o bien no consiguen evitar el teorema o no evitan un comienzo del universo aun evitando el teorema BVG.

    Conclusión:

    Una vez dada la justificación para las dos premisas, defiendo por tanto que el universo tiene un comienzo, lo que implica la existencia de una causa que deber ser atemporal, eterna, incausada, aespacial, inmaterial, personal y enormemente poderosa, atributos que son propios del Dios del teismo clásico.
    Valmadian y César Ignacio dieron el Víctor.

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    Re: Demostrando la existencia de Dios

    Argumento Teleológico. (Parte V).

    Este argumento versa sobre el ajuste fino del universo y la necesidad de un diseñador para dicho ajuste fino, su estructura es la siguiente:

    Premisa 1: El ajuste fino del universo puede ser debido al azar, la necesidad física o al diseño.

    Premisa 2: El ajuste fino del universo no puede ser debido al azar o la necesidad física.

    Conclusión: El ajuste fino del universo se debe al diseño.

    Pasemos ahora a la justificación de las premisas:

    Justificación premisa 1:

    Antes que nada es primordial entender el concepto de ajuste fino del universo, este concepto no es exclusivamente teísta, de hecho es aceptado por todos lo estudiosos del tema sea cual sea su cosmovisión.

    Con ajuste fino del universo no me refiero a que el universo este diseñado, sino que las constantes y cantidades fundamentales de la naturaleza, se encuentran en un rango asombrosamente estrecho de valores que hace que nuestro universo permita la vida de seres interactuantes como nosotros, el ajuste fino no es por tanto más que admitir que el rango de valores posibles para que exista un universo que permita la vida como el nuestro, es exquisitamente estrecho, ahora bien, esto no significa imperiosamente que el universo este diseñado, como se ve en la premisa 1, pueden tomarse tres posturas al respecto, puede tomarse como un hecho en bruto, diciéndose que ha sido por azar, puede también argumentarse que no pudo haber sido de otra manera, es decir, el universo debe permitir la vida, los valores de las diversas constantes y cantidades cósmicas, no pueden ser otros y por último esta la opción de recurrir a un diseño del universo, que es la que voy a defender seguidamente.

    Concluir diciendo de nuevo, que el universo está finamente ajustado para la existencia de vida inteligente es un hecho que está sólidamente establecido y no debería ser un tema de controversia.

    Justificación premisa 2:

    Analicemos ahora dos de las posibles explicaciones al ajuste fino del universo:

    -Necesidad física:

    Ya fue definida en la justificación de la premisa 1, veamos ahora si es una explicación plausible para el ajuste fino del universo.
    ¿Es imposible un universo que no permita la vida? Las constantes y cantidades cósmicas no pueden ser precedidas bajo la teoría física actual por supuesto y tampoco bajo ninguna posible extensión de esta, la teoría M o teoría de supercuerdas, postula la existencia de 10 a la potencia de 500 universos posibles totalmente diferentes, la inmensa mayoría de ellos con valores que prohíben la vida.

    El mismo Sthephen Hawking decía al respecto:

    La teoría M no puede predecir los parámetros del modelo estándar. Es obvio que los valores de los parámetros que medimos deben ser compatibles con el desarrollo de la vida…Pero entre la gama antrópicamente permitida, los parámetros pueden tener cualquier valor. ¡Basta ya con que la teoría de cuerdas predice la constante de estructura fina.

    Aun cuando entendemos la teoría suprema, no nos va a decir mucho acerca de cómo comenzó el universo. Esto no puede predecir las dimensiones del espacio tiempo, el grupo de simetría o grupo Gauge, o otros parámetros de la teoría efectiva de baja energía…No va a determinar cómo esta energía está dividida entre materia convencional, y una constante cosmológica, o quintaesencia…Así que para regresar a la pregunta… ¿La teoría de cuerdas predice el estado del universo? La respuesta es que no lo hace. Esta permite un paisaje vasto de posibles universos, en los que ocupamos una localización antrópicamente permitida.

    Esto último se dice respecto a las constantes físicas, aun quedaría incluso por poder predecir las cantidades arbitrarias que se ponen como condiciones iniciales, como la condición inicial de baja entropía del universo por ejemplo.
    Parece razonable admitir que las constantes y cantidades cósmicas no están determinadas por las leyes de la naturaleza, no tenemos evidencia alguna que fundamente esta afirmación.

    -Azar:

    Analicemos ahora la segunda posible explicación, ya definida igualmente en la justificación de la primera premisa, el problema obvio con esta hipótesis, es que las probabilidades que entran en juego al hablar del ajuste fino del universo son astronomicamente ínfimas, llegando a resultar absurdo defender que se cumplieron todas de la manera correspondiente, veamos ejemplos de las probabilidades a las que me refiero.

    La fuerza de la gravedad esta determinada por la constante gravitacional G, cuyo valor es 6.67 a la potencia de -11, si este valor variara solo por 1/10 a la potencia de 60, se haría imposible cualquier tipo de vida interactuantes, para hacer ver cual es la magnitud de los números que se están exponiendo, decir que el número de células del cuerpo humano es de 10 a la potencia de 14, o que los segundos que han pasado desde el comienzo del universo son 10 a la potencia de 20, estos números son ridículamente más pequeños que 10 a la potencia de 60, que es el rango que afecta solo a un a constante, para el cual ya no se permite la vida interactuante en el universo. Si G hubiera sufrido una variación de 1/10 a la potencia de 60, el universo se habría expandido y hecho denso demasiado rápido para que se formaran las estrellas, y absolutamente ningún tipo de vida habría sido posible.

    La tasa de expansión del universo esta determinada por otra constante, para la cual si su valor variara solo por 1/10 a la potencia de 120, causaría que la expansión del universo fuera demasiado rápida o demasiado lenta para permitir cualquier tipo de vida.

    Si la masa o la energía del universo temprano no estuviera repartida de una forma equitativa con una precisión de 1/10 a la potencia de 10 a la potencia de 123 (Un número astronómicamente mayor que el de la anterior constante que es a su vez astronómicamente mayor que el de la primera constante que se expuso) sería imposible cualquier forma de vida en el universo.

    Reflexionando sobre esto, el ex-agnóstico físico P C.W. Davies comenta:

    A través de mi trabajo científico he llegado a creer cada vez más decididamente que el universo físico fue creado con una ingeniosidad tan asombrosa que no lo puedo aceptar simplemente como un hecho bruto.
    El mismo Stephen Hawking expone:

    “El hecho extraordinario es que los valores de estos números parecen haber sido ajustados finamente para hacer posible el desarrollo de la vida”

    La única manera de mantener a flote la hipótesis del azar es recurrir a la existencia de un multiverso, sobre la cual pueden hacerse cuatro objeciones principales:

    Primera objeción:

    El multiverso no puede ser detectado, observado, medido ni probado, no existe evidencia alguna a favor de la existencia de un multiverso, es abandonar la física para pasar a una especulación cuasi metafísica.

    Segunda objeción:

    Incluso si admitimos la existencia de un multiverso, debe existir un mecanismo para crear tales universos que den lugar al multiverso, este mecanismo generador de universos requeriría de igual manera de una impresionante dosis de ajuste fino, por tanto el problema tan solo se retrasaría un paso más.

    Tercera objeción:

    Dicho mecanismo generador de universos no podría ser eterno, por razones filosófica ya expuesta en el argumento cosmológico kalam contra la posibilidad de un pasado infinito y por razones científicas como que si dicho mecanismo generador de universos fuera eterno, el multiverso ya habría alcanzado el máximo grado de equilibrio térmico y no podría existir la vida (pues la segunda ley de la termodinámica nos dice que la energía busca el “equilibrio”, lo que significa que la energía útil del universo, con el tiempo, se vuelve “inútil” y sin energía no hay vida).

    Esto último nos lleva a que el número generado de universos no puede ser infinito, sino finito, y como hemos visto anteriormente con unos pocos ejemplos de los cientos que existen sobre el extremadamente estrecho rango en el que se sitúan los universos que permiten la vida, seguiría siendo por tanto prácticamente igual de improbable que se diera lugar a un universo que permitiera la vida.

    Cuarta objeción:

    Estas exiguas probabilidades que comentaba en la anterior objeción, se verían además aún más drasticamente reducidas, según una acertadísima observación del físico, matemático y filósofo Robins Collins, que expone que cuando los defensores del multiverso se adhieren al principio de auto-selección por parte de los observadores, es decir, Los observadores pueden ver sólo los mundos que se caracterizan por los parámetros que les hacen aptos para permitir y sostener vida, comenten un error al suponer que todos los mundos observables deben tener un ajuste fino. Collins señala por ejemplo, que es físicamente posible tener un mundo observable en el cual un sólo cerebro forme, por medio de un quantum, fluctuación en el vacío, lo que sería el famoso cerebro de Boltzman, que puede existir en mundos que no están finamente ajustados para permitir la existencia de agentes interactuantes como nosotros, por tanto apelar al principio de auto-selección del observador apoyándose en la hipótesis del multiverso, no explicaría porque estamos observando un mundo finamente ajustado para la existencia de vida interactuante, cuando otros universos igualmente observables son mucho más probables.
    Robins Collins lo expone de esta manera:

    “La dependencia en el principio de selección del observador presenta un problema enorme con las explicaciones del multiverso del ajuste-fino: los datos del ajuste fino no tienen que ver con que vivamos en un universo estructurado para observadores, por el cual quiero decir un universo estructurado de una manera que un gran número de observadores surgirán. Al contrario, los datos tienen que ver con que existimos en un universo que está hecho, precisamente, de modo que el tipo predominante de observadores que es probable que surjan son agentes encarnados concientes que puedan afectar significativamente el bienestar del otro, ya sea para bien o para mal.. . . Por lo tanto, el problema del Cerebro de Boltzmann muestra que las constantes no están bien ajustadas para los observadores, sino para los agentes interactuantes que surgen por medio de un proceso evolutivo normal. Sin embargo, debido a su dependencia en el principio de selección de observadores, la hipótesis del multiverso podría explicar, como más, el ajuste fino para la existencia de los observadores y no el ajuste fino para los agentes interactuantes.

    Para salvar la apelación al Conjunto de Mundos, el partidario de la casualidad debe proveer alguna razón para pensar que la mayoría, o por lo menos una porción significativa, de los mundos con observadores son mundos que están bien ajustados para la existencia de agentes encarnados e interactuantes. De lo contrario, la explicación ni siquiera despega de la tierra. Pero no hay manera de hacer eso.”

    Si nuestro universo no fuera por tanto más que un universo entre una gran colección azarosa de universos que formarían el multiverso, es inmensamente más probable que deberíamos estar observando un universo radicalmente distinto al nuestro, deberíamos estar observando acontecimientos altamente extraordinarios, como caballos que entran y salen de la existencia por colisiones al azar, o máquinas de movimiento perpetuo, ya que éstos son mucho más probables que todas las constantes y cantidades de la naturaleza que caen por casualidad en el campo virtualmente infinitesimal viable para permitir la vida.
    Debido a que no observamos tales fenómenos que en un multiverso serían mucho más probables que lo que observamos, para el naturalismo es extremadamente improbable que existe un multiverso.

    Conclusión:

    Por tanto una vez rechazadas las posibilidades de que el ajuste fino sea debido a la necesidad física o al azar, nos queda la opción más intuitiva de todas, que el universo esta diseñado.

    Tal como dijo Fred Hoyle, que fue un astrofísico y matemático británico, fundador del Cambridge Institute of Theoretical Astronomy y miembro asociado de la American National Academy of Sciences.

    “Una interpretación juiciosa de los hechos nos induce a pensar que un superintelecto ha jugado con la física, la química y la biología, y que en la naturaleza no hay fuerzas ciegas dignas de mención. Las cifras obtenidas a partir de los hechos me parecen tan rotundas que convierten esta conclusión en casi incuestionable”.

    “Más bien que aceptar la probabilidad fantásticamente pequeña de que las fuerzas ciegas de la naturaleza hubieran producido la vida, parece mejor suponer que su origen se deba a un acto intelectual deliberado”.
    “No creo que científico alguno que examine las pruebas pueda llegar a otra conclusión que esta: las leyes de la física nuclear se han formulado a propósito”.
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    Re: Demostrando la existencia de Dios

    Argumento Ontológico Modal. (Parte VI).

    Los orígenes de este argumento corresponden al argumento ontológico de San Anselmo, el cual creo que falla al cometer una petición de principio entre otras cuestiones, pero por suerte esta de vuelta gracias al filósofo y teólogo estadounidense Alvin Plantinga con su reformulación del argumento usando la lógico modal.


    La estructura del argumento es la siguiente:


    1. Es posible que Dios exista.


    2. Si es posible que Dios exista, entonces existe en algún mundo posible.


    3. Si Dios existe en algún mundo posible, entonces existe en todos los mundos posibles.


    4. Si Dios existe en todos los mundos posibles, entonces existe en el mundo real.


    5. Si Dios existe en el mundo real, entonces Dios existe.


    Ahora bien, al leer esto por primera vez, tal vez estés diciendo que esto no tiene ningún sentido, la lógica de algunas premisas no son claras. Pero eso esta bien, porque una vez que las veamos más de cerca podrás entenderlas.


    Primero tienes que entender que es lo que se refieren los filósofos con mundos posibles, ellos quieren decir una situación hipotética, es generalmente una manera para los filósofos de probar una idea, al ver si es lógica preguntando si existe en algún posible como el nuestro.


    Sin embargo lo que la gente no entiende en la mayor parte del argumento, es como está definido Dios. Algunos ateos dicen que es solo imaginar a Dios en la existencia, y entonces te invitan a cambiar la palabra Dios en el argumento por la de unicornio, si lo haces podrás ver que el argumento no tiene ningún sentido.


    Bueno el problema aquí es que se sigue el típico error en como está Dios definido, y se concluye que el argumento no funciona, así que tenemos que ver como está Dios definido y se diferencia de un unicornio.


    Ahora bien, hay tres formas de definir a una entidad en el argumento ontológico, una entidad puede ser:


    1. Imposible: No existe en ningún mundo posible, un ejemplo sería un circulo cuadrado.


    2. Contingente: Existe en algunos mundos posibles, un ejemplo sería el unicornio, puede existir en algunos mundos posibles, pero no en otros como el nuestro.


    3. Necesaria: Tiene que existir en todos los mundos posibles.


    Ahora, ¿Qué es lo que queremos decir con que una entidad necesaria tiene que existir en todos los mundos posibles? Ejemplos de entidades necesarias son: Números, verdades absolutas, y definiciones de formas. Por ejemplo toma el número 2, nadie puede decir que no existe necesariamente, no puede no existir. Toma una definición de forma como otro ejemplo, como un cuadrado debe tener 4 lados, un cuadrado no puede existir con 3 lados, porque esto sería ilógico en todos los mundos posibles. Así que una entidad necesaria es algo que no puede ser falso o que fracase en existir en cualquier mundo posible, así que necesariamente tiene que existir en todos los mundos posibles.


    Así que cuando tomamos a Dios en este argumento, estamos diciendo que si existe, tiene que ser una entidad necesaria, porque Dios está definido como el ser máximamente grande, un ser máximamente grande, es aquel que posee todas las cualidades que son mejores a tener, las cuales definimos como grandes propiedades de construcción. Otros ejemplos son amor, sabiduría y poder, un ser máximamente grande como Dios tendría estas cualidades a su máxima expresión, absoluto amor, omnipotencia y omnisciencia. Tampoco puede poseer cualidades que no son mejores a tener, como corrupción o imperfección, las cuales están definidas como propiedades menores de construcción. Pero la mejor de todas, la propiedad que debes tener es la de necesidad, porque ser necesario sería la mejor propiedad a tener.


    Ahora veamos a los términos que definimos antes si Dios fuera contingente, entonces no sería un ser máximamente grande, porque solo existiría en algunos mundos posibles, sería menos grandioso que existir en todos los mundos posibles. Así que cuando los ateos tratan de ridiculizar este argumento haciendo pasar por las premisas a un unicornio en lugar de Dios, ellos tratan de definir a Dios como un ser contingente, mientras que cuando usamos a Dios en el argumento ontológico, estamos diciendo que es algo más que un ser contingente, es máximamente grande, en todo lo máximamente grande debe haber la entidad necesaria, o ser máximamente grande.


    Así que una vez como está definido Dios en el argumento, pasemos por las premisas de nuevo:


    1. Es posible que Dios (un ser máximamente grande) exista.


    2. Si es posible que Dios (un ser máximamente grande) exista, entonces existe en algún mundo posible.


    3. Si Dios (un ser máximamente grande) existe en algún mundo posible, entonces existe en todos los mundos posibles. Recuerda, si un ser máximamente grande existe, entonces debe ser una entidad necesaria, dado que un ser contingente no puede ser máximamente grande.


    4. Si Dios (un ser máximamente grande) existe en todos los mundos posibles, entonces existe en el mundo real. Porque el mundo real está contado en uno de los mundos posibles.


    5. Si Dios (un ser máximamente grande) existe en el mundo real, entonces Dios (un ser máximamente grande) existe.


    6. Dios (un ser máximamente grande) existe.



    Como de la segunda a la sexta premisa no hay ninguna discusión de su validez, el ateo debe intentar refutar la primera y única premisa discutida del argumento, es decir, debe demostrar que es imposible que un ser máximamente grande existe, o dicho de otra forma, debe demostrar la inexistencia de Dios.


    ¿Qué como puede hacer eso el ateo?, demostrando que la idea de Dios es como la de un circulo cuadrado o un soltero casado.


    Así que ahora la carga de la prueba la tiene el ateo que debe mostrar que estas cualidades son incompatibles, en el caso de que fueran compatibles, se pondría en marcha el argumento, y se demuestra que Dios (Un ser máximamente grande) existe.
    Valmadian y César Ignacio dieron el Víctor.

  7. #7
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    Re: Demostrando la existencia de Dios

    ¿Quién creó a Dios? (Parte VII).

    Junto con la imposibilidad de demostrar que algo no existe implica que el ateísmo no necesita defensa y las diversas formas de argumentación de la tetera de Russell (La ausencia de evidencia de Dios significa evidencia de ausencia de Dios), el famoso ¿Quien creo a Dios? es el argumento ateo más usado sobre todo a niveles populares.

    Normalmente se suele presentar esto como una respuesta al argumento cosmológico kalam o el argumento teleológico, pero debido a su popularidad, prefiero tratarlo como un argumento ateo por si solo y no como una objeción a un argumento teísta, básicamente se expone que si Dios creo al universo, ¿Quien creo a Dios?

    Esta pregunta no muestra nada más que un malentendido o ignorancia de las propiedades del Dios del teísmo clásico, que es el defendido por el judaísmo y el cristianismo en sus propiedades esenciales, el Dios del teísmo clásico es por definición necesario, propiedad que se justifica en el argumento ontológico modal debido a que es el Ser Máximamente Grande, por tanto al ser necesario, la explicación de la existencia de Dios está entonces en su propia naturaleza, debido a esto Dios es incausado. Las cosas que existen de manera necesaria existen por una necesidad de su propia naturaleza. Muchos matemáticos piensan que los números, los conjuntos y otras entidades matemáticas existen de esta forma. Otra cosa no causa que ellas existan, sino que existen sólo por la necesidad de su propia naturaleza. Dios también es por definición eterno, por tanto no comenzó nunca a existir y no precisa pues de causa para su existencia.
    Ante esto mucha gente objeta lo que expuso Bertrand Russell:

    “Si todo debe tener una causa, entonces Dios debe tener una causa. Si puede haber algo sin causa, tanto podría ser el mundo como Dios, así que ese argumento no tiene validez.”

    El problema es que ese “Todo debe tener una causa” necesita ser muy matizado, si con causa se refiere a una causa externa (Tal como se toma el concepto de causa en el argumento cosmológico Kalam) esto es falso, en dicho caso sería que todo lo que comienza a existir tiene una causa, si Dios es eterno, nunca comenzó a existir, pero si el universo si comenzó a existir, como se justifica en la segunda premisa del argumento cosmológico kalam, si debe tener una causa externa de su existencia que debería ser eterna e incausada.
    Valmadian y César Ignacio dieron el Víctor.

  8. #8
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    Re: Demostrando la existencia de Dios

    Argumento de la contingencia. (Parte VIII).

    Las premisas de este argumento son las siguientes:

    Premisa 1: Todo lo que existe tiene una explicación para su existencia (ya sea en la necesidad de su propia naturaleza o en una causa externa).

    Premisa 2: Si el universo tiene una explicación para su existencia, dicha explicación es Dios.

    Premisa 3: El universo existe.

    Premisa 4: El universo tiene una explicación para su existencia (se sigue de las premisas 1 y 3).

    Conclusión: Por consiguiente, la explicación de la existencia de universo e Dios (se sigue de las premisas 2 y 4).

    Aunque la peculiar estructura del argumento le haga poseer 4 premisas y una conclusión, el lector podrá comprobar que la premisa 4 es simplemente una derivación lógica de las premisas 1 y 3, que no necesita por tanto justificación, la validez del argumento depende de la validez de las 3 primeras premisas de las cuales la tercera es innegable, por tanto en esta entrada me dispongo argumentar en favor de las dos primeras premisas.

    Justificación premisa 1:

    La primera premisa expone que existen dos tipos de cosas:

    1. Cosas que existen por una necesidad de si mismas (Per se necessarium como decía Santo Tomás de Aquino), muchos matemáticos y filósofos piensan que objetos abstractos como los números o definiciones de formas (Un cuadrado tiene cuatro lados) existen de esta manera, es decir, por la necesidad de su propia naturaleza, ninguna causa externa los hace existir. Esto lo vimos por ejemplo en el argumento ontológico modal de Alvin Plantinga, donde también se definía a Dios como un ser máximamente grande y por lo tanto necesario per se.

    2. Cosa que existen de manera contingente, es decir, su existencia depende de una causa externa, objetos físicos como las estrellas, los planetas o los animales forman parte de esta lista de cosas.

    La premisa 1 me parece que es autoevidente, más que nada debido a que su negación implicaría que las cosas pueden salir de la nada, lo cual socava el principio metafísico “Ex nihilo nihil fit” (De la nada nada sale).

    La nada es el no ser, no tiene propiedades, y de ella no puede surgir el ser, la existencia.

    Esta intuición metafísica se ve confirmada en nuestra experiencia, si las cosas pueden surgir de la nada, es inexplicable que no veamos surgir de la nada todo tipo de cosas y todo el tiempo, no es legítimo decir que de la nada solo puede haber surgido el universo o cosas que no son imperceptibles, ya que al carecer la nada de propiedades, no existe ninguna razón para que sea tan restrictiva, deberían poder surgir todo tipo de cosas en cualquier momento, montañas, caballos, maquinas de helado, estadios de fútbol etc.

    Decir por tanto que de la nada pueden surgir cosas como el universo, es dejar de lado la lógica y la metafísica y recurrir a algo más impresionante que la magia, en la magia el mago saca un conejo de la chistera, existe al menos un mago que hace surgir al conejo, quienes niegan el principio “Ex nihilo nihil fit” no tendrían problemas en asegurar que el mago es innecesario, que el conejo o cualquier cosa pueden surgir de la chistera sin necesidad de palabras mágicas, por tanto tampoco deberían tener ningún problema con la magia.

    Justificación premisa 2:

    Al ser el universo toda la realidad espacio-temporal, la causa del universo debe ser inmaterial, a-espacial y atemporal. Pero solo existen dos cosas que se pueden adecuar a esta definición, o un objeto abstracto como un número o una mente personal, pero debido a que ser abstracto significa entre otras cosas no poder establecer relaciones causales, la única explicación posible es pues que la causa del universo sea una mente personal.

    Por lo tanto, el argumento prueba la existencia de un Creador del universo que es personal, necesario, no causado, atemporal, sin límite de espacio e inmaterial.
    La única objeción posible para el detractor de este argumento es admitir la premisa 1, es decir, que el universo tiene una causa para su existencia, pero acto seguido afirmar que el universo existe por una necesidad se su propia naturaleza, haciendo por tanto innecesaria la existencia de Dios para la existencia del universo.

    No creo que exista ningún filósofo ateo contemporáneo que haya argumentado esto, debido a que nada parece indicar que el universo existe de una manera necesaria per se. Podemos realizar tres objeciones a esta controvertida afirmación:

    1. Nuestra intuición modal nos sirve como justificación “prima facie” para creer que el universo no existe de una manera necesaria per se, el hecho de que no exista ningún filósofo que mantenga esta posición, creo que evidencia que disponemos de esta intuición modal acerca de la contingencia del universo, si confiamos en otras intuiciones modales como la contingencia del sol o la tierra aunque nunca hayamos experimentado su no existencia, me parece que para desconfiar en este caso de nuestra intuición modal acerca del universo, se debería ofrecer alguna razón para ello. Parece ser pues totalmente concebible (que no es lo mismo que imaginable) la no existencia de este universo.

    2. No existe tampoco razón alguna para pensar que los constituyentes fundamentales del universo no son contingentes, según la física sub-atómica toda la materia del universo esta constituida por unas partículas llamas quarks, el universo es pues el conjunto de quarks organizados de una determinada manera. Ante esto puede hacerse una pregunta, ¿Pudo un conjunto diferente de quarks ordenados de diferente manera haber existido en lugar del conjunto actual con su orden actual?

    El problema aquí es que el detractor del argumento no puede decir que el conjunto de quarks ordenados de una determinada manera pudo haber sido diferente, pero los componentes de los quarks ser necesarios y permanecer inalterados, debido a que nada compone los quarks, los quarks son las unidades básicas de la materia, si los quark no existen, la materia no existe.

    Pero parece seguro que pudo haber existido un conjunto diferente de quarks ordenados de diferente manera, se deduce por tanto que el universo no existe por una necesidad de su propia naturaleza.

    3. Todo indica que el universo comenzó a existir, mas eso implica pues que antes no existía, es decir, que no ha existido por siempre, lo cual indica que no puede existir por una necesidad de su propia naturaleza, debido a que si así fuera, debería haber existido eternamente.

    Las razones a favor del comienzo del universo ya fueron expuestas en el argumento cosmológico kalam, y aquí las vuelvo a recoger:

    Primer argumento:

    Si el universo fuera eterno nunca se podría llegar al momento presente, ya que antes de llegar al momento presente debería haber pasado un número infinito de momentos pasados, puesto que el pasado del universo sería un infinito real y no potencial como es el futuro, debido a que es imposible llegar al fin de una secuencia infinita somo serían en este caso los eventos pasados, nunca se podría llegar al momento presente, más como estamos actualmente en el momento presente, se deduce que el universo no tiene una serie infinita de eventos pasados y es por lo tanto finito, lo que implica que tuvo que comenzar a existir.

    Segundo argumento:

    Los matemáticos reconocen que la existencia de un número infinito real de las cosas lleva a la auto-contradicción. Por ejemplo, ¿cuánto es infinito menos infinito? matemáticamente se obtienen respuestas contradictorias. Esto demuestra que el infinito es sólo una idea en tu mente, no es algo que existe en la realidad. David Hilbert, tal vez el más grande matemático del siglo XX, escribió:

    “El infinito no está en ninguna parte que pueda encontrarse en la realidad. Tampoco existe en la naturaleza, ni tampoco ofrece una base legítima para el pensamiento racional.”

    Entonces el infinito es tan solo una idea, pero los eventos pasados no son ideas son cosas reales, por lo tanto el universo debe tener un número finito de eventos pasados, lo cual implica un comienzo.

    Nota:
    Antes de exponer los argumentos científicos, me gustaría exponer que si los argumentos filosóficos antes dados no tienen fallo alguno, estos deben corresponderse con la realidad y demostrarían que el universo no tiene un pasado infinito y por lo tanto comenzó a existir, así que incluso aunque científicamente se admitiera la posibilidad de modelos coherentes del universo con un pasado infinito, estos deberían ser rechazados sobre la base de los argumentos anteriormente mencionados, ya que si el universo fuera eterno, los argumentos dados serían erróneos, si no son erróneos, el universo no es eterno y por lo tanto la mera existencia de modelos coherentes de un universo con un pasado finito, bastaría para elegir estos modelos en vez de modelos del universo con un pasado eterno.

    Tercer argumento:

    El segundo principio de la termodinámica o segunda ley de la termodinámica, expresa que la cantidad de entropía del universo tiende a incrementarse en el tiempo. El universo llegará por tanto finalmente a la muerte térmica debido a dicho incremento de la entropía, pero si el universo fuera eterno, el universo ya debería haber llegado a la muerte térmica, debido a que habría pasado un tiempo infinito que es obviamente suficiente para que la entropía aumente lo necesario para llegar a dicha muerte térmica, más como no se ha llegado a la muerte térmica, se deduce que ha pasado un tiempo finito y que por lo tanto el universo comenzó a existir.

    Cuarto argumento:

    Hay suficiente evidencia que sitúa al universo aproximadamente hace 13 000 millones de años. Existe evidencia abundante para apoyar esto, como la expansión expresada en la ley hubble, la radiación cósmica de fondo, la abundancia de elementos primordiales y la evolución y distribución galáctica. Todas éstas con grandes estudios que las soportan, y por tanto, el inicio del universo, de acuerdo a la evidencia que poseemos, lo podemos considerar un hecho. Aquel que diga lo contrario, simplemente está en contra de la evidencia.

    Quinto argumento:

    En el 2003, tres de los principales cosmólogos, Arvin Borde, Alan Guth, y Alexander Vilenkin pudieron demostrar a través del teorema BVG que cualquier universo que, en promedio, se haya expandido a lo largo de su historia no puede ser infinito en el pasado, sino que debe tener un límite pasado del espacio-tiempo.
    Lo que hace que su prueba sea tan poderosa es que se sostiene sin importar la descripción física del universo antes del tiempo de Planck. Debido a que todavía no podemos proporcionar una descripción física del universo muy temprano, ese breve momento ha sido un terreno fértil para hacer especulaciones. (Un científico lo ha comparado con las regiones en los mapas antiguos con la etiqueta “Aquí hay dragones”- puede ser llenado con todo tipo de fantasías.) No obstante, el teorema de Borde-Vilenkin-Guthes es independiente de cualquier descripción física de ese momento. El teorema de ellos implica que, incluso si nuestro universo es solamente una parte pequeña de un llamado “multiverso” compuesto de muchos universos, el multiverso debe tener un comienzo absoluto.
    Vilenkin es directo acerca de las implicaciones:

    “Se dice que un argumento es lo que convence a los hombres racionales y una prueba es lo que se toma para convencer incluso a un hombre irracional. Con la prueba ahora en su lugar, los cosmólogos ya no pueden esconderse detrás de la posibilidad de un universo eterno en el pasado. No hay escapatoria, tienen que enfrentar el problema de un principio cósmico (Many Worlds in One (Muchos Mundos en Uno) [Nueva York: Hill and Wang, 2006], página 176).”


    Se han tratado de llevar a cabo modelos del universo que en un promedio no se expanden sobre su pasada historia, evitándose por tanto el teorema, aunque por ahora todos estos han fracasado como veremos en otra futura entrada porque o bien no consiguen evitar el teorema o no evitan un comienzo del universo aun evitando el teorema BVG.

    Conclusión:

    Si las tres premisas son ciertas como se ha argumentado, la conclusión es lógicamente ineludible so pena de irracionalidad, Dios es la explicación de la existencia del universo. Además, el argumento implica que Dios es una Mente no causada, incorpórea, a-espacial, atemporal y que existe necesariamente.
    Valmadian y César Ignacio dieron el Víctor.

  9. #9
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    Re: Demostrando la existencia de Dios

    Argumento moral. (Parte IX).

    La estructura de este argumento son las siguientes:

    Premisa 1: Si Dios no existe, los valores morales objetivos no existen.

    Premisa 2: Los valores morales objetivos existen.

    Conclusión: Dios existe

    Analicemos ahora las dos premisas.

    Justificación premisa 1:

    En primer lugar es importante definir lo que significan al menos en este argumento el concepto de “Valores morales objetivos”. Por valores morales objetivos se entienden que estos son ciertos de manera independiente a lo que se piense acerca de ellos, es decir, su existencia es real a pesar del conocimiento epistemológico que se tenga acerca de su existencia, no son pues construcciones ficticias del ser humano.

    Usamos este concepto de valores cuando condenamos por ejemplo la ablación genital femenina, a pesar de que en los lugares donde se practica no se vea como algo moralmente malo, es decir, reconocemos que no es simplemente que sea malo para nosotros y bueno para otros, sino que la ablación genital femenina es una acción objetivamente mala a pesar de lo que pueda pensarse acerca de ella, incluso si todos pensáramos en un futuro que esa práctica no esta mal, seguiría estando mal.

    Antes de nada hay que entender bien que esta premisa no afirma que tenemos que creer en Dios para tener vidas morales, o que si no podemos reconocer los valores morales objetivos sin creer, la cuestión es si en ausencia de Dios, pueden existir o no los valores morales objetivos.

    Ahora bien, ¿Que base puede proporcionarnos el ateísmo para justificar la existencia de los valores morales objetivos? En el naturalismo el ser humano no es más que un sub-producto accidental de una evolución biológica y sociológica,su moralidad no sería más que una moralidad evolutiva, útil para la supervivencia, ¿Por qué esta debería ser objetiva?

    Me gustaría exponer tres citas de filósofos y biólogos ateos que defienden esta cuestión:

    Bertrand Russell: “La ética aparece por la presión que ejerce la comunidad sobre el individuo, el hombre no siempre instintivamente siente deseos que son útiles para su manada. La manada, esperando ansiosamente que el individuo actúe a favor de sus intereses, ha inventado varios dispositivos para producir que los intereses del individuo estén en armonía con los de la manada y uno de estos dispositivos es la moral”.

    Richard Dawkins: “En el fondo de todo no hay diseño, ni propósito, ni mal, ni bien, nada salvo absurda indiferencia, somos máquinas de propagación de ADN, es la única razón para vivir de todo objeto vivo”

    Michael Ruse: “La moral es una adaptación biológica, no menos que nuestras manos, pies y dientes. Considerada como un conjunto racional y justificable de afirmaciones acerca de un algo objetivo, la ética es ilusoria. Me doy cuenta de que cuando las personas dicen ‘ama a tu prójimo como a ti mismo’ ellos creen que están hablando de un tema que es trascendente, sin embargo, aquella apreciación francamente no tiene fundamento, la moral es simplemente una ayuda para la supervivencia y reproducción, cualquier otro significado es ficticio”

    La moral humana sería por tanto una especie de adaptación biológica que se desarrolla la “manada” para que esta no desaparezca, ahora esto no tiene fundamento para ser una moral objetiva, es simplemente útil para sobrevivir, no tiene por qué ser objetivamente cierta.

    Se puede argumentar como de hecho hacen bastantes filósofos, que lo bueno objetivamente hablando, es decir, el Bien, es lo que sea útil o ayude a reducir el sufrimiento del ser humano o aumentar su felicidad. Esta visión comete un especismo, es decir, una discriminación irracional a favor de una especie. Si desde el punto de vista naturalista, el ser humano no es más que un primate más desarrollado en el proceso evolutivo, ¿Por qué la prosperidad de la especie humana es el Bien objetivo y no la de otras especies? ¿Por qué el Bien objetivo no se encuentra en aquello que mejore la prosperidad de los canguros o del maíz?

    Algunos esgrimen que los valores morales objetivos existen como entes abstractos e independientes de cualquier ser, aunque pueda haber problemas de coherencia con esta concepción de los valores morales, me parece que su debilidad más apreciable es que aunque justifique los valores morales objetivos, no puede hacer lo propio con los deberes morales, pues para que exista un deber debe existir un legislador que imponga dicho deber, la mera existencia de valores morales objetivos como la caridad o la justicia, no conllevan ningún tipo de deber moral, además dentro de esta visión existirían también valores morales objetivos malos, como la venganza, la ira etc. ¿Qué me obliga a seguir los valores morales objetivos buenos y no los malos? Además, si la moral humana no es más que el fruto de un proceso evolutivo sin dirección determinada alguna, que simplemente busca lo más útil para la supervivencia, ¿Por qué lo más útil para la supervivencia debe coincidir con los valores morales objetivos buenos? Es tremendamente ingenuo pensar que un proceso evolutivo ciego produzca accidentalmente una especie cuyo sistema moral coincida con los valores morales objetivos buenos que existen de una manera abstracta e independiente.

    Debe existir un Ser que fundamenta en su naturaleza los valores y deberes morales objetivos, en el cual la dimensión natural y la dimensión moral estuvieran bajo su dominio, con lo cual Él pudo haber creado a seres con unas determinadas obligaciones morales que coincidan con los valores morales objetivos.
    Al ser Dios el Ser Máximamente Grande, Dios debe ser moralmente perfecto, ya que es mejor ser moralmente perfecto que ser moralmente imperfecto. La naturaleza de Dios actúa pues como paradigma moral y fundamento de los valores morales objetivos.

    Justificación premisa 2:

    La segunda premisa esta justificada debido a que todos nosotros aprehendemos de forma clara la existencia de valores morales objetivos y no hay ninguna buena razón para negar aquello que percibo con claridad.

    Nuestra experiencia moral nos indica claramente la existencia de valores y deberes morales objetivos y por tanto en ausencia de una buena razón para negar la realidad de dicha experiencia, estamos perfectamente justificados para creer racionalmente en la veracidad de dicha experiencia moral.

    Nuestra experiencia moral es comparable en este punto con nuestra experiencia acerca de la realidad física, de la misma manera que no podemos salir fuera de nuestras percepciones sensoriales para justificarlas, tampoco podemos salir fuera de nuestras percepciones morales para justificarlas. Hasta que no se nos provea de una buena razón en contra de nuestras percepciones sensoriales o morales, debemos creer en la existencia de la realidad física y de una esfera de valores y deberes morales objetivos.

    Ahora bien, es preciso aclarar que al referirme a que todos tenemos una clara experiencia moral, esto no significa que todos debamos tener la misma experiencia moral, la experiencia acerca de la realidad física es también comparable en este punto con la experiencia moral.

    Una persona con un porcentaje notable de discapacidad auditiva (sin llegar a la sordera) y otra persona cuya capacidad auditiva sea optima, tendrán diferentes percepciones sensoriales acerca de los distintos sonidos, pero esto no implica que los sonidos no existan de una forma objetiva, sino que son captados de una manera u otra dependiendo del estado de nuestras percepciones sensoriales, lo cual no introduce subjetividad alguna a los sonidos, de hecho podemos decir claramente que la percepción sensorial correcta es la de la persona con una capacidad auditiva optima y que la persona con una discapacidad auditiva notable, no tiene una correcta percepción sensorial acerca de los sonidos. Esto mismo pasa con nuestra experiencia moral, que nuestras percepciones morales no se adecuen siempre a la realidad moral objetiva, no socava dicha realidad moral objetiva. Y al igual que una percepción sensorial equivocada nos permite aun así justificar la existencia de una realidad física (aunque la captemos de forma incorrecta), incluso una experiencia moral equivocada nos permite igualmente justificar la realidad moral objetiva, debido que aunque podamos estar equivocados en algunas percepciones morales, todos estamos de acuerdo en que incluso en esas percepciones morales incorrectas, aprehendemos la existencia de valores y deberes morales objetivos.

    Podría argumentarse que la evolución me ha hecho creer en la ilusión de que hay valores morales objetivos, pero la respuesta a esto seguiría siendo la misma, todos aprehendemos con claridad los valores morales objetivos y no tengo ninguna buena razón para negar aquello que percibo con claridad.

    De hecho esta argumentación es exactamente la misma que la argumentación a favor del escepticismo acerca de la realidad física cuando los escépticos preguntan: “¿Cómo sabes que tú simplemente no estas en Matrix y que todo lo que ves y experimentas es una ilusión, una realidad virtual?” No existe manera alguna de salir fuera de nuestra percepción sensorial para justificarla, como dije anteriormente, pero aprehendo con claridad una realidad física de personas, plantas, animales y casas a mi alrededor y no tengo buena razón para dudar de los percibo con claridad.

    El detractor del argumento podría en este punto argumentar que si existe evidencia de que el proceso evolutivo ha determinado nuestras percepciones morales y que eso nos provee de una buena razón para dudar de la realidad de nuestra experiencia moral.

    Pero esto es una clara falacia genética, esta falacia consiste en invalidar una creencia, exponiendo como se originó dicha creencia, un ejemplo sería decir que creemos que la tierra es redonda solo por qué hemos nacido en la época donde se enseña que la tierra es redonda, esto claro que es cierto, pero no hace nada para socavar la veracidad de que la tierra es redonda. De este argumento evolutivo podría como mucho inferirse que nuestra percepción subjetiva de los valores morales objetivos ha evolucionado, mas si como muchos dicen los valores morales se descubren gradualmente, es decir, existe una evolución moral y no un simple cambio moral, esto indica justamente que estos valores morales no son inventados sino que existen de forma objetiva.

    Los valores morales objetivos pueden existir aún si estamos programados por la evolución para creer en ellos, y estamos racionalmente justificados para creer que son objetivos porque todos los aprehendemos con claridad y el proceso evolutivo te da razón para dudar de tu sentido moral sólo si el naturalismo (ateísmo) es verdadero.

    Para socavar la garantía que le da nuestra experiencia moral a nuestras creencias morales, no basta con sostener la posibilidad de que el naturalismo podría ser verdadero. En ausencia de algún argumento a favor del naturalismo, estamos racionalmente justificados para quedarnos con nuestra experiencia moral y aceptar la objetividad de los valores y deberes morales objetivos.

    Conclusión:

    Una vez argumentadas las dos premisas, la conclusión no es más que una derivación lógica que no creo que haga falta matizar mucho, si los valores morales objetivos existen, debe existir un ser personal cuya naturaleza moral sea perfecta sirviendo así de paradigma moral, y que sea soberano del reino moral y natural para poder propiciar la existencia de los deberes morales objetivos.
    Valmadian y César Ignacio dieron el Víctor.

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    Re: Demostrando la existencia de Dios

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    El problema del mal. (X parte).

    Dentro del problema del mal, existen dos tipos, el problema lógico del mal y el problema evidencial del mal.
    El problema lógico del mal puede ser estructurado de la siguiente forma:

    Premisa 1: Si una deidad omnipotente, omnisciente y omnibenevolente existe, entonces el mal no existe.

    Premisa 2:Hay maldad en el mundo.

    Conclusión: Por lo tanto una deidad omnipotente, omnisciente y omnibenevolente no existe.

    El problema lógico del mal afirma que la co-existencia de Dios y el mal es algo lógicamente imposible, pero como vemos no existe contradicción explícita entre los conceptos de Dios y mal como afirma la primera premisa, no es como decir circulo cuadrado o soltero casado, por ello el ateo debe argumentar la existencia de contradicciones implícitas, que a su vez implica la existencia de discutibles supuestos acerca de Dios, que creo que son principalmente dos:

    Primer supuesto: Si Dios es todopoderoso entonces puede crear cualquier mundo que El desee.

    Segundo supuesto: Si Dios es omnibenevolente debe querer crear un mundo sin sufrimiento.

    Si tan solo uno de estos dos supuestos no se cumplen necesariamente, entonces la primera premisa no se cumple necesariamente y se demuestra que la co-existencia de Dios y el mal es lógicamente posible, fallando así el problema lógico del mal.

    El primer supuesto no se cumple si Dios quiere (como así quiere el Dios cristiano) la existencia del libre albedrío, es lógicamente imposible obligar a alguien a hacer algo libremente, y como la omnipotencia no implica poder hacer lo lógicamente imposible, hay mundos por tanto que Dios no puede crear, ya que esta condicionado por el libre albedrío. Puede que tener este mundo donde vivimos con libre albedrío y con todo el bien que observamos, implique al mismo tiempo aceptar la existencia del mal que padecemos. Mientras esta hipótesis sea al menos lógicamente posible, se demuestra que la co-existencia de Dios y el mal no es lógicamente imposible.

    El segundo presupuesto tampoco es necesario, Dios puede tener justificaciones morales suficientes para permitir el mal en el mundo, en el cristianismo el propósito de la vida no es carecer de sufrimiento, sino entablar una relación personal con Dios para finalmente ser salvos y gozar de la visión beatífica de Dios, que es la verdadera felicidad, por tanto es lógicamente posible que un mundo que contuviera menos sufrimiento que este, la relación entre salvos y caídos fuera menor, así pues, el hecho de que un mundo que implique sufrimiento no es en absoluto ilógico, es un mundo en el que Dios traerá en su forma óptima el mayor número de personas a una relación personal con Él, todos conocemos casos donde las personas se acercan a Dios a través del sufrimiento. Podría argumentarse que debido que Dios no crea un mundo sin sufrimiento donde todos se salvaran, pero eso es justo lo que se refuto en el primer supuesto, debido al libre albedrío, el hombre puede rechazar a Dios y la salvación, por tanto es perfectamente lógico que Dios usara el sufrimiento para que el mayor número posible de personas aceptaran libremente a Dios.

    Pasemos ahora al problema evidencial del mal, aquí el ateo modera su postura aligerando así su carga de la prueba, acepta que la co-existencia de Dios y el mal no es lógicamente imposible, pero afirma que es muy improbable que todo el sufrimiento observado en nuestro mundo este justificado, la conclusión del argumento no es pues que Dios no existe, sino que es improbable que Dios exista. Ante esto pueden hacerse dos objeciones.

    Primera objeción: No estamos en disposición de decir que Dios carezca de buenas razones para permitir el sufrimiento en el mundo.

    Esta objeción es brillantemente expuesta por el Doctor Craig en su web (ReasonableFaith.org), por tanto me limitare a exponer su argumentación:

    El punto central del argumento evidencial, es que Dios no tiene buenos motivos para permitir el mal.
    Cierto que mucho sufrimiento parece injustificado, No le vemos sentido ni necesidad. Pero, ¿es realmente injustificado o solo lo parece? ¿Tenemos garantía para pensar que porque el sufrimiento parezca injustificado y sin sentido lo sea de verdad? Llegar al fondo de la cuestión no parece estar a nuestro alcance. No estamos en una buena posición para dilucidar ese tipo de probabilidad con certeza. Somos seres limitados en inteligencia, en espacio y en tiempo. Pero Dios, ve el final de la historia desde el comienzo, y ordena providencialmente la historia para que llegue a un final que El desea pero a través de las acciones libres de los hombres. Y para un final de acuerdo a Sus objetivos, Dios puede muy bien tener que admitir una gran cantidad de sufrimiento en el camino. El dolor que dentro del marco de un tiempo limitado puede parecer como algo inútil, puede estar justamente permitido en el marco amplio del Ser Supremo. Veamos dos ilustraciones de este punto. La primera proviene de la Ciencia contemporánea.

    En la llamada teoría del caos, los científicos han descubierto que ciertos sistemas a gran escala, como el sistema del tiempo atmosférico, o sistemas de poblaciones de insectos, son extraordinariamente sensitivos a la más minúscula perturbación. Una mariposa moviendo sus alas sobre una pequeña hoja de una jungla en el oeste de África puede provocar vientos que terminen en huracanes en el océano Atlántico. Aún así, es imposible en principio para nadie que observara a la pequeña mariposa palpitando sobre esa rama, el poder predecir tal resultado. Simplemente, no tenemos forma alguna de saber, como la alteración de lo que parece un evento insignificante puede alterar el mundo.

    La segunda ilustración la extraemos de la cultura popular. La película “sliding doors” (dos vidas en un instante) protagonizada por Gwyneth Paltrow, cuenta la historia de una joven que se apresura por las escaleras para alcanzar el metro, y mientras se aproxima al tren, la película abre dos caminos diferentes que puede llevar su vida a partir de ahí. En una de sus vidas, las puertas del metro se cierran justo antes de que ella pueda entrar. En la otra, se las apaña para entrar en el tren antes de que las puertas cierren. Y basado en este evento aparentemente trivial, los dos caminos de lo que podrían ser sus vidas van divergiendo cada vez más. En una opción de vida, la protagonista es enormemente exitosa, prospera y feliz. En otra vida conoce el fracaso, miseria e infelicidad….todo por un segundo de diferencia que le permitió pasar a través de las puertas del tren. Y mientras ves la película no puedes dejar de preguntarte, cuantos otras innumerables trivialidades han estado implicadas para conducir a un desenlace u otro. Pero la parte más interesante del film, es su final. En la vida feliz y afortunada, la joven muere repentinamente en un accidente. En su otra vida mucha más desgraciada, la situación da un cambio, resultando al final ser la vida realmente buena.

    Dada la complejidad de la vida, lo cierto es que no estamos en disposición de juzgar si Dios tiene razones suficientes para permitir que se den momentos de sufrimiento. Todo evento ocurrido, inicia una cadena de efectos a través de la historia, de tal manera, que las razones morales suficientes que Dios pueda tener para permitir que un mal ocurra, podrían no emerger hasta siglos después, puede que incluso en otro país. Solo un Dios omnisciente puede aprehender las complejidades de dirigir un mundo de personas libres hacia sus objetivos previstos. El ser humano, sobrepasado por la complejidad de estos hechos, cree ver sufrimiento gratuito. No se trata de apelar al misterio. No decimos que los caminos de Dios son misteriosos. Mas bien apelamos a nuestras inherentes limitaciones cognitivas como seres finitos, lo que nos imposibilita decir, al vernos confrontados con momentos de sufrimiento, que Dios probablemente no tiene buenas razones para permitir ese dolor.

    Los no creyentes reconocen estas limitaciones en otros contextos. Por ejemplo, una de las objeciones decisivas a la teoría ética del “utilitarismo”, que dice que se debe perseguir la acción que suponga la mayor felicidad para el mayor número de personas, es que no tenemos idea en absoluto de las consecuencias ultimas de nuestras acciones. Un bien a corto plazo, puede a largo plazo conducir a un sufrimiento indecible, mientras que ciertas acciones que parecen desastrosas en un principio pueden resultar ser una bendición para la humanidad. Dado que no tenemos ni idea de qué es lo que traería mayor felicidad al mayor número de persona, esta opción es totalmente inútil para decidir opciones morales.

    Segunda objeción: Hay que tener en cuenta toda la evidencia para hacer un juicio de probabilidad total.

    Incluso aunque el problema evidencial del mal tuviera éxito (que no lo tiene si la primera objeción es válida), como mucho podríamos concluir que la existencia de Dios es improbable en relación al problema del mal, no en relación a todo la evidencia, lo que hay que ver realmente es si la existencia de Dios es probable en relación al conjunto completo de la evidencia disponible, los teístas pueden perfectamente argumentar que cualquier posible improbabilidad sobre la existencia de Dios que pueda proveer el problema evidencial del mal, es sobrepasada por los argumentos a favor de la existencia de Dios (Cosmológico, teleológico,moral…), aunque creo que esto no es necesario en este caso.
    Valmadian y César Ignacio dieron el Víctor.

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