Si de verdad estaba mal el mestizaje, ¿cómo es que la Iglesia y la Corona lo permitieron y no dijeron ni pío? ¿Cómo es que, aunque en Hispanoamérica haya millones de indios y de negros todavía, haya muchos más millones de mestizos, mulatos y zambos? A lo largo de tres siglos de virreinato y dos siglos más de supuesta independencia no se tomaron medidas para impedirlo. Además, el racismo es un concepto moderno, tal como se entiende hoy. Y le digo una cosa: yo no entiendo eso de que siempre tendremos más en común con los ingleses que con un mestizo. ¿Qué hay en común con nuestros enemigos ancestrales, que en su mayoría no son católicos, tan diferentes en personalidad, gustos y maneras? No tengo nada contra los europeos del norte en sí, como personas. Sin embargo, cuando he estado en el Reino Unido he estado en un país interesante y bonito, pero muy diferente en cultura y en todo, aunque por ser europeos, lógicamente, hubiera bastante en común. Era como estar de visita en casa ajena; hay relación cordial con la gente de la casa, pero no existe la afinidad que se tiene con los de la familia. Pero en Hispanoamérica o en Portugal, fuera donde fuera, siempre me sentía en casa: estaba entre personas que hablaban como yo (y, siendo andaluz, la afinidad lingüística era mucho mayor), pensaban como yo, tenían costumbres similares y, algo más importante, compartíamos una misma religión. Eran de la familia. Por eso siempre hemos considerado en España hermanos a todos esos pueblos, y ellos, en tanto que no estén muy envenenados por los anglosajones de los que actualmente son una colonia disimulada, siempre nos han llamado la Madre Patria. La afinidad espiritual que existe entre los pueblos hispanos no existe en el mundo anglosajón, y en el francés se queda en el idioma: no pasa de la llamada Francophonie, mientras que nosotros tenemos la Hispanidad. Y si vamos a Europa, cualquier afinidad entre tanta variedad de pueblos es imposible. La Unión Europea es un ente artificial, político y económico, pura burocracia. Nada espiritual, como sí lo fue la Europa medieval, entonces conocida como Cristiandad. Le falta además ese elemento familiar, ese espíritu de familia. Yo no veo mucho en común con otros países europeos; sí, hay un denso y valioso sustrato cultural, fruto de siglos de cultura católica levantada sobre las raíces de Grecia y Roma, pero eso es patrimonio común de todo Occidente.
Estas ideas racistas son cosa de la modernidad, de pueblos germánicos y anglosajones. No son católicas.
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