Kontrapoder, yo creo que puede ser lo mismo: un amante de la paz. Lo problema es que de tanto vivir en la boca de los enemigos de Cristo, la palabra pacifista se cambió sucia para muchos de los cristianos. No que lo sea de orígen.
Exactamente lo que pasa con las lenguas y culturas en España: hoy muchos españoles patriotas las veen como señales o armas de nacionalismo separatista, porque se dejó que los separatistas, (que son todo menos tradicionalistas), empezasen a ser vistos como abanderados de la herencia de los pueblos, herencia que molestan todavía a su contento y conveniencia.
No podemos culpar el pacifismo de lo mal que algunos "mal llamados pacifistas" le hicieron. Del mismo modo que no debemos confundir pacifismo con rendición a los enemigos de Cristo y de nuestras vidas (cuerpos y almas). A todo lo tiempo debemos luchar por ellas de las más diversas maneras - y matar por ellas, si necesario. Pero siempre en defensa.
Marcadores