Tarek Aziz era cristiano, e independientemente de que Irak fuera una dictadura y hubiera represión y demás, al menos, a diferencia de lo típico en los países islámicos, podías ir por la calle con un crucifijo colgado del cuello, ser abiertamente cristiano y construir una iglesia, y no había leyes represivas para los misioneros. Dios tenga piedad de Tarek Aziz. Ojalá le permitan morir confesado.
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