¡Qué razón llevas Ordóñez!
Y hoy, con el espléndido día que hace en Andalucía, cuando uno da gracias a Dios por vivir y conocer a gente tan buena como la que en este foro lee y escribe, quiero transcribir un poema de D. Francisco de Paula Ureña y Navas (martirizado en 1936 por su fidelidad a la Santa Tradición) que sea un canto de amor a España, por mucho día de Andalucía que puedan celebrar los secuaces (todos ellos, inclusive el PP) del renegado Blas Infante y precisamente por eso: para exaltar nuestro tradicionalismo y fidelidad al hispanismo.
Se trata de una epístola en verso titulada: "A Ciodólar", escrita en enero de 1901, con el desastre de Cuba bien fresquito, y publicada en su poemario "Hojas y Flores" (1921). Como el poema es muy largo, lo iré publicando en dosis homeopáticas, cuando lo tenga entero, lo puedes publicar, Ordóñez, si es de tu agrado, en el blog de la Santa Alianza, ya escribiré una semblanza de mi paisano poeta:
A CIODÓLAR.
Epístola.
"A ti, Ciodólar, de mi humilde lira
se eleve el canto. Del amor nacido,
sólo a vibrar en tu redor aspira;
que a este pueblo, senil y empedernido,
llegarán los lamentos de mi musa,
cual eco sordo entre el frago perdido.
Sola tú has de escuchar. Frívola excusa
fuera negarte a lo que amor obliga:
obligación de amor no se rehusa.
Mas, ¡ay! ¿Por dónde enternecer consiga
tu pecho mi aflicción? No sé qué pena
la primera será que el labio diga.
¡Hay tantas que llorar! El alma, llena
de amarguras crueles, se carcome...,
¡mísero trigo que nació entre avena!
Ni díceme, aturdida, por cuál tome
sendero fácil, y, al azar rendido,
dejo al dolor que por la pluma asome.
¡Ah! ¡El dolor, el dolor! ¿Habré venido
para el dolor al mundo? No es la hora
de responder al funeral gemido.
Hablemos del dolor. Mas no dolora
llames al canto que el dolor me inspira;
di que es sátira triste y mordedora.
Dolor e indignación son de mi lira
las cuerdas ¡ay! que pulsaré entre llanto.
¿Tú no has visto, Ciodólar, llorar de ira?
¡Dolor e indignación! ¿Quién que ame tanto
de su Patria el honor no los consiente,
ni los vacia, a poder, en flébil canto?
¡La Patria! ¡Pobre Patria! Ayer potente,
hoy mendigo haraposo; ayer erguida,
hoy humillada la cerviz valiente:
reina del mundo ayer, hoy abatida;
ayer cuna de sabios y guerreros;
de cobardes y necios hoy guarida;
el sol fué ayer quien le marcó linderos;
hoy no tiene más ámbito que el corto
do se mueven sus tristes pordioseros;
ayer el mundo contemplaba absorto
sus naos invencibles por los mares,
del abismo creyéndolas aborto;
hoy le queman los barcos seculares,
y, con infame látigo, piratas,
de estirpe vil, la encierran en sus lares.
¡Alma, a llorar! ¡Que sean cataratas
la sangre de mis mejillas! Si no lloras,
matas al bardo y su esperanza matas.
Mas ¡no! ¡Quiero vivir, llorar!... Las horas
sean, de mi cuelísima existencia,
de tan hórrido mal expïadoras.
Y pues el llanto arranca la clemencia
del Dios de amor para el que en Él confía,
hagamos por la Patria penitencia.
Continuará...
Por escribir poemas tan bellos, los amantes del "arte degenerado" asesinaron a D. Francisco de Paula Ureña y Navas en 1936. Otro de los andaluces tradicionalistas que si no están en los orígenes del tradicionalismo, sí que debe brillar su nombre en los orígenes del Gran Retorno del Tradicionalismo en este siglo XXI... Esmaltando con su sangre de Mártir, la poesía llena de amor a Dios y a España que compuso. Pudieron matar al poeta, pero no matarán jamás su Canto, mientras haya un solo tradicionalista para reivindicarlo.
D.P.R.F.
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