Cita Iniciado por Tizona Ver mensaje
Pienso que la esencia del ser español es su historia y que en ella algunos encontramos la catolicidad, el sentimiento de unidad de la patria, la vocación de imperio, el valorar a la persona como ser espiritual, las ansias de libertad, la justicia social...

Entiendo el nacionalsindicalismo como una forma concreta, contemporánea, de resolver los problemas de nuestra patria, como un método que casa bien con la esencia española.... y que a la vez es una forma de lucha revolucionaria por cuanto supone de cambio en la sociedad actual.

El problema esté quizás en las diversas tendencias o matices del nacionalsindicalismo, tantas y más como falanges existen hoy. Algunos se empeñan en generalizar llamándonos fascistas cuando muchos anteponemos a Dios y a la persona por encima del estado. Otros cuentan que aceptamos el liberalismo cuando nosotros sólo queremos combatir los problemas que trajo consigo. A veces nos llaman castellanistas cuando ello no supuso más que un matiz circunstancial de uno de nuestros mártires; o desprecian la labor sindical al no entenderla como la búsqueda de la justicia social, como medio para perfeccionar nuestra patria y al hombre que en ella trabaja.

Por desgracia, el nacionalsindicalismo no fue más que un incipiente proyecto que no pudo desarrollarse y por eso hoy día, quizás tengamos incluso que plantearnos asuntos que nuestros fundadores ni conocieron, como el problema de la inmigración.

Puede también que la época histórica en la que se gestó tuviera una influencia sobre el nacionalsindicalismo de corte paramilitar y fascista que hoy día cabría poner en su justo sitio sin temor a prostituir sus principios generales, inspiradores: "Patria, justicia y pan" (con la carga que cada palabra conlleva) y que, desde luego, hoy siguen siendo válidos.

Por último sólo decir, que los tradicionalistas como los de este foro estáis haciendo que conozca mejor nuestra patria, sus costumbres, tradiciones, cómo y por qué de las cosas que le han sucedido... para amar a la patria hay que conocerla y junto a vosotros, al menos, estoy aprendiendo a valorarla y a quererla más. No obstante, creo que la solución a la situación actual conecta bien con el espíritu revolucionario del nacionalsindicalismo, como más viable forma de combatir el liberalismo... pero en todo caso, lo que es seguro es que los ideales vuestros y los de "mi" nacionalsindicalismo, por ahora, no los veo tan incompatibles.
De nuevo muchos debates, y muchos interesantes, asi que comentaré solo los que más me ha llamado la atención.

En primer lugar, es cierto que el nacionalsindicalismo, tal y como fué concebido y no sólo en el famoso mitin de la Comedia el día 29 de octubre supone una respuesta, modernizadora a los problemas de España, pero supone sobre todo una misión.La medalla que debe ponerse Jose Antonio(aunque, sinceramente, dudo que lo hiciera jamás) es la de recordar que España es lo que es cuando tiene una vocaíón, una alta misión histórica, y por tanto, cuando todos los españoles se embarcan juntos en el mismo barco.Lo otro, lo del voto en las unidades tradicionales, es hijo de la época y de las lecturas de Jose Antonio, puesto que, Ramiro de Maeztu en 1928 y Vazquez de Mella en artículos de la epoca de la primera gran guerra, ya defendían argumentos similares.

En cuanto al debate teologico que hay por debajo, solo apunta que aunque es cierta la cita de Pablo VI que decía que "el humo del infierno ha entrado en el Vaticano", no se refería a normas, que mirándolas friamente, no suponen(y esto es lo importante) ni una sola frase de menoscabo o ataque a la integridad de la doctrina católica desde el primer concilio.Además que recuerdo que dudas semejantes solo se parieron en la mente de Lutero, Calvino, y otros adláteres, por lo que son herejías.Por lo demás, que la misa se dé en latin o castellano, ¿que añade o qué quita si por ejemplo, estás en Misa pero pensando en las monas de Pascua, o si no tienes claro que antes de comulgar debes confesar, etc? sinceramente, no importa tanto algunos detalles sino el fondo, y el fondo, aunque con cambios, repito que no cambia nada absolutamente nada del citado decorado general.