Tarradellas desde su exilio francés se autoproclamaba "presidente de Cataluña", y regresaría como tal triunfalmente a España, antes que el gobierno centrista de Suárez apresurase un decreto ley para reconocerlo de facto, sin elección democrática de ningún tipo. Nadie rechistó.
Y lo peor, creando una legión de imitadores-vividores por toda la geografía española...
Ver sobre las anteriores andanzas de Tarradellas http://hispanismo.org/catalunya/2836...rra-civil.html
Revista FUERZA NUEVA, nº 555, 27-Ago-1977
Editorial
El tema de las autonomías puede parecer reiterativo, pero es evidente su rabiosa y permanente actualidad.
Y hablamos de autonomías por seguir la corriente -una actitud que muchas veces es suicida, sobre todo en la proximidad de cascadas en donde todo se despeña-, aunque estamos tristemente convencidos del gran porcentaje de casos en los que nos hallamos ante un fenómeno que tiene un nombre liso y llano, por muy trasnochada que la palabra pueda parecer: separatismo.
El separatismo, quizá veladamente, busca bajo capas económicas, bajo capas folklóricas que entran de lleno en aquella imagen magistral que José Antonio trazara de “la gaita y la lira”, la desintegración de la unidad histórica constituida por la nación española.
Es por ello por lo que toda conversación “a solas”; toda “negociación” que se haga entre asesores y honorables caballeros residentes “en el exterior” (J. Tarradellas) desde que su honorabilidad estuvo sobre el mismo tapete que el crimen, el saqueo, el incendio y toda depredación en la infeliz población sometida al dominio rojo; todo cabildeo (el cabildeo es una intriga en los asuntos de una corporación) basado en el supremo argumento de “ser partidario”, puede conducir, como lo ha denunciado Jesús Aizpún en toda la prensa, a un flagrante contrafuero.
¿Se va, a pesar de todo ello, a llevar al Consejo de Ministros un nuevo Real Decreto-Ley? No ha esperado a ello el llamado “honorable presidente” (J. Tarradellas) desde Perpiñán, sino que ya ha lanzado -por supuesto, en catalán-su “Diario Oficial de la Generalitat de Catalunya”, del mismo formato que el del “Estado español”.
Que nos hallamos ante una regresión en la rueda de la historia es algo que FUERZA NUEVA en Barcelona ya ha hecho público. Pero mientras tanto, en “La Vanguardia” (española) un acaramelado reportaje de Jaime Castell se extasía ante la “residencia presidencial del Palau” (…) En el mismo número, se informaba acerca de “dos presidentes exiliados en busca de la autonomía para Euskadi y Cataluña” y de la situación político social de “una y otra nacionalidad”.
Demasiados presidentes. El primero de ellos ya ha establecido su oficina, consulado o cabeza de puente en Bilbao. Y otros muchos dispuestos a que haya juego para todos o se rompa la baraja, andan no ya con Andalucía, Galicia, Castilla León… sino con Cantabria (antes La Montaña), la Rioja, Tierra de Campos, etc. (…)
Espectáculo deplorable, en fin, aunque los obispos catalanes, a pesar de declararse independientes ante los hechos políticos, emitan su “juicio moral cuando lo exijan los derechos fundamentales de la persona y de los pueblos o la salvación de las almas”.
Apañadas están las almas con la que se nos viene encima. Para ir haciendo boca, en Estella, no contentos con quemar naturalmente que con la mayor impunidad, la bandera nacional y tirarla al río Ega, han destruido para “honrar” a su patrono, San Andrés, durante las fiestas, la lápida que rezaba: “Alabado sea Dios” (…)
Última edición por ALACRAN; 15/09/2023 a las 14:29
Hombre en su siglo. Los sujetos eminentemente raros dependen de los tiempos. No todos tuvieron el que merecían, y muchos aunque lo tuvieron, no acertaron a lograrlo. Fueron dignos algunos de mejor siglo, que no todo lo bueno triunfa siempre; tienen las cosas su vez, hasta las eminencias son al uso, pero lleva una ventaja lo sabio, que es eterno, y si éste no es su siglo, muchos otros lo serán. (Gracián)
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