Estimado Francisco:
El ejemplo que pones demuestra acabadamente los signos relativistas de estos oscuros y babélicos tiempos.
La cabeza de la Iglesia no puede ignorar lo que significa e implica besar el Coran.
El beso desde la más remota antigüedad es el "símbolo de unión y adhesión mutuas".
San Bernardo en su comentario al Cantar de los Cantares habla del "osculum que resulta de la unitas spiritus".
Tambien trata en profundidad el ontico simbolismo del beso, y su significación mística.
San Pablo en cinco de sus epístolas las finaliza exhortando a saludarse unos a otros con un "osculo santo" u "osculo de amor".
En el Antiguo Testamento se habla del beso como acto de adoración religiosa, y como expresión de amor.
Obtener permiso para besar la mano de un superior constituía un honor.
La forma de salutación quedaba santificada por el beso.
A los sacerdotes Católicos se les besaba las manos y por supuesto era común el beso a la Cruz, al Niño Dios, etc.
Antes de la destrucción del Culto Litúrgico de la Santa Misa, se besaba el Evangelio.
En fin no he de agotar tu paciencia, pero los ejemplos son innumerables.
De modo que el Beso de Juan Pablo II al Coran es algo inconcebible.
Por mucho menos que ese "gesto", a un Católico medieval lo hubieran excomulgado.
Después como quieren que no se pierda la fe, que no se relativice todo, si al final somos todos iguales, incluso algunos son más que iguales... como por ejemplo "nuestros hermanos mayores" (???), (otra vez la herejía "judeocristiana"!), los hermanos separados, los hermanos tres puntos...
Recuerdo que Juan Pablo II se dejo "ungir" y "bendecir" en su frente por una "sacerdotisa" en nombre de la diosa Shiva en la India (tengo la foto).
Ahora los únicos perseguidos son los Tradicionalistas.
Para ellos no hay diálogo que valga, ni caridad, ni hermandad.
Solo, "palo y a la bolsa".
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