Re: Conozcamos cuales son nuestras aficiones.

Iniciado por
DON COSME
Debieras hacerlo, me encantaría ver el resultado.
¿Conoces las torres del Valle del Baztán concretamente en Arizkun?
Tu torre del homenaje, aunque mucho más esbelta, me recuerda un poco a ellas. También me recuerda y más, a las torres de cualquier ciudad medieval germánica: Nuremberg, Esslingen, Rothenburg ob der Tauber...
Lo cierto es que no las conozco, pero dada mi afición a los castillos creo que me estoy perdiendo algo
. Aunque ya sabemos que hay personas "non muy gratas" para los tradicionalistas, ello cuando se trata de individuos de verdadera valía, no debería ser obstáculo para que conozcamos su obra. Estoy pensando en el excelente ensayo de Ortega y Gasset, "Ideas sobre los castillos" dentro del más amplio "Notas del vago estío". Leyendo esas páginas de la vida castellana disfruto a base de bien, aunque por partes pienso que idealizaba bastante algunos pasajes.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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