Uno de los conceptos más importantes del análisis económico de Douglas es el de la denominada herencia cultural. Douglas, alejándose de la interpretación materialista de la economía, señalaba que el doble factor principal de la producción en una comunidad política eran la herencia cultural y la que él denominaba plusvalía de la asociación (esta última vendría a ser aproximadamente el equivalente a lo que en la terminología económica actual se denomina fondo de comercio), y no la clásica tripartición materialista de tierra, trabajo y capital (que en realidad vendrían a ser actualización o encarnación de aquel doble factor antes señalado, es decir, serían más bien efecto que causa en la producción general de la comunidad política).
Valderrábano hace referencia al saber hacer. Creo que este importantísimo concepto (o su equivalente anglosajón know-how) vendría a ser el equivalente al de la herencia cultural douglasiana (de ahí su importancia). Es decir, es el conjunto de habilidades, técnicas y conocimientos que hacen posible la creación y reproducción -en caso de destrucción- de la industria (entendida en términos generales), así como su perfección, de manera constante en una comunidad política.
Sé que esta afirmación que voy a hacer ahora parecerá un poco increíble, pero lo cierto es que la comunidad política española ha sido siempre rica desde el punto de vista material o real. Desde el punto de vista real no ha habido ningún problema entre los españoles para autoabastecerse y mejorar (con el progreso de los conocimientos en la automatización industrial y el uso de energías alternativas a la humana y la animal) la condición social o material de los mismos (incluyo, en esto, por supuesto, todo el periodo revolucionario que se extiende desde 1833 hasta hoy en día).
Otra cosa distinta es que esa riqueza realmente existente se malograra y desperdiciara socialmente para los españoles (entendido esto último, desde el punto de vista social, en lo que ha venido a describirse y denominarse de manera muy resumida como cuestión social) por culpa del sistema financiero que acompañaba paralelamente a dicha realidad de riqueza material (tanto actual como potencial, esto último es importante recalcarlo).
Dicho con otras palabras, la sensación real de pobreza (con sus correspondientes distensiones y miserias sociales) venían provocadas no principalmente y de manera permanente por causas naturales (sequías, terremotos, etc...) o humanas (guerras) - pues éstas eran causas de pauperización social coyunturales y pasajeras- sino por la manipulación que el sistema financiero hacía mediante una contínua política restrictiva del crédito (tanto para la producción como para el consumo por igual) completamente divorciada -en la contabilidad- de la riqueza comunitaria, y sólo provisionalmente suspendida (y esto es importantísimo a la hora de juzgar con criterio cualquier periodo de auge o boom -en terminología anglosajona- de la época moderna, sea en suelo español o extranjero, sea en el tecnocratismo franquista o en el aznarismo juancarlista) en los breves períodos del primer u original desarrollo industrial en las diferentes comunidades políticas (huelga decir, que esto mismo ocurría por lo tanto, bien al recomenzar dicho industrialización después de un periodo destructivo de guerra, bien como política de parche para impulsar una nueva tanda industrializadora innecesaria para la comunidad pero impulsadora de su consumo, que es la famosa pseudosolución keynesiana o política de pump-priming en terminología anglosajona).
Las razones económico-técnicas de todo esto vienen ampliamente explicadas en otros hilos. Aquí simplemente quería dejar un esbozo o resumen introductorio que permitan valorar correctamente en su justa medida y con conocimiento de causa las realidades económicas sin necesidad de caer en leyendas rosadas autojustificativas de ningún régimen revolucionario ni de ninguna personalidad que lo encarnara. Siempre a la hora de realizar los análisis económicos respectivos debemos hacer abstracción de todos esos elementos ideológicos sobreañadidos.
Por supuesto, como corolario, huelga decir que la comunidad política española continúa siendo a día de hoy en términos reales rica. Otra cosa distinta, como digo, es que la política financiera actual (por imposición o no de la troika me es indiferente, simplemente me atengo a la realidad económica) destruya, impida o haga por ahora imposible que dicha riqueza se traduzca realmente en una mejora de las condiciones sociales de la población. Es decir, en pocas palabras, la pobreza y malestar social tienen su origen en causas exclusivamente artificiales perfectamente salvables y solucionables al instante.
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