Mire usted, señor Valderrábano. En la guerra civil del 36 luchó España contra la anti-españa. España eligió a Franco como su Caudillo, mientras la anti-españa jamás tuvo un líder bien definido. Tanto España como la anti-españa, en su interior, existían diferentes tipos de sensibilidades y podían existir enfrentamientos, pero lo que sí diferenciaba a unos y a otros, es que mientras en el bando nacional el patriotismo y el catolicismo eran compartidos por todos, en el bando que perdió esas virtudes no existían.
Terminada la guerra, solamente continuaba odiando a Franco la anti-españa, mientras España lo siguió aclamando como su Invicto Caudillo. Otra cosa es que, transcurrido el tiempo, y tal y como ha dicho Hyeronimus, existieran sectores de entre aquellos que lucharon unidos por defender el catolicismo y la tradición de la Patria, que se llevaran una desilusión. Eso es historia y no puede ser discutido, ya que los hechos no son discutibles, ni pueden ser sometidos a referendum. La historia se estudia, y punto. Franco, Caudillo de España venció a las hordas diversas que conformaban la anti-españa. En aquellos tiempos todo el mundo tenía muy claro ésto. Por eso, terminada la guerra, solamente estaban en contra de Franco las huestes que conformaron la anti-españa, y el único nexo de unión que tenían era su común hispanofobia y su odio al catolicismo. El resto, españoles todos... inmediatamente concluída la contienda, siguieron aclamando a Franco como su Caudillo. ¿Con cuál de aquellos dos bandos se hubiera identificado usted de haber vivido en aquellos días, señor Valderrábano?.
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Mire usted cómo los españoles 'odiaban' al Caudillo en toda España.
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No-DO del 08 de octubre de 1962 - Nº 1031C - RTVE.es
¿Qué otro plebiscito popular, que el que demuestran estas imágenes filmadas en diferentes épocas, necesita usted para comprobar que España ENTERA, dentro de sus particularidades y lógicas diferencias, aclamaba a su Caudillo?.
Un saludo
Última edición por jasarhez; 01/06/2013 a las 09:08
No me engaño, y tengo la conciencia tranquila ante Dios de que no engaño a nadie. Yo he conocido la época de Franco por experiencia, no de leídas ni de oídas. Yo sé que en sus frecuentes visitas a las distintas ciudades aquellas multitudes que lo aclamaban no eran un montaje del NO-DO, como no lo son tampoco los numerosos YouTube que se encuentran por internet en los que se verdaderas mareas humanas que reciben entusiasmadas a los nacionales al se liberadas Madrid, Barcelona y otras ciudades. Yo he visto a esas multitudes en las visitas de Franco a las ciudades. Creo haber dejado claro (y basta ver muchos de los posteos que llevo puestos en Hispanismo desde hace seis años) que no soy franquista. No estoy de acuerdo con la ideología. No me parece justo el trato que dio a los carlistas y a algunos otros. Soy consciente de que cometió muchos errores. Y he dejado constancia del mal fruto de muchas de sus políticas y decisiones. Pero la gente común estaba agradecida (en un época en que la virtud de la gratitud no se había perdido, y todavía había devotio iberica) por la paz, porque les había proporcionado vivienda digna, trabajo (no se sabía lo que era el paro), dos pagas extras, un mes de vacaciones sin descontarse del sueldo (si hoy pueden tomarse una o dos semanas ya pueden dar gracias a Dios), mejor nivel de vida y muchas otras cosas que no voy a repetir. Si esto no tiene nada de nuevo. Ya hace dos mil años los que un día gritaban "¡Hosanna!" a los pocos días exclamaban : "¡Crucifícalo!" La humanidad no ha cambiado.
No engaño a nadie ni me engaño. Es más bien usted el que se engaña. Eso sí, no voy a decir que usted engañe adrede a los demás. En la duda y para no pecar contra el octavo mandamiento prefiero pensar que usted simplemente es una víctima más de los tópicos impuestos, de la propaganda imperante.
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