Reconozco no haber leído todo lo que has colgado a este respecto. Pero un resumen básico para dummies nos vendría bien, ciertamente.
Reconozco no haber leído todo lo que has colgado a este respecto. Pero un resumen básico para dummies nos vendría bien, ciertamente.
Aquí corresponde hablar de aquella horrible y nunca bastante execrada y detestable libertad de la prensa, [...] la cual tienen algunos el atrevimiento de pedir y promover con gran clamoreo. Nos horrorizamos, Venerables Hermanos, al considerar cuánta extravagancia de doctrinas, o mejor, cuán estupenda monstruosidad de errores se difunden y siembran en todas partes por medio de innumerable muchedumbre de libros, opúsculos y escritos pequeños en verdad por razón del tamaño, pero grandes por su enormísima maldad, de los cuales vemos no sin muchas lágrimas que sale la maldición y que inunda toda la faz de la tierra.
Encíclica Mirari Vos, Gregorio XVI
De todas maneras, insisto en que hay que tener mucho cuidado al aumentar artificialmente la oferta monetaria sin tener en cuenta la producción de bienes; ya sea mediante "dividendos nacionales", subsidios, compra de Deuda Pública a las entidades de crédito o bajadas en los tipos de interés, ya que indudablemente todas estas medidas tienen una repercusión en los precios.
En mi opinión, lo más adecuado si se quiere aumentar el poder adquisitivo, sigue siendo bajar los impuestos; pero para ello, primero es necesario saber que gastos hay que bajar.
Si por "aumentar artificialmente la oferta monetaria" se refiere usted a aumentar "alegremente" o "sin limitación alguna" la creación de crédito financiero, evidentemente eso no es lo que decía Douglas (simplemente hago este comentario para aclararlo).De todas maneras, insisto en que hay que tener mucho cuidado al aumentar artificialmente la oferta monetaria sin tener en cuenta la producción de bienes; ya sea mediante "dividendos nacionales", subsidios, compra de Deuda Pública a las entidades de crédito o bajadas en los tipos de interés, ya que indudablemente todas estas medidas tienen una repercusión en los precios.
Lo irónico de todo esto es que desde la creación de la banca moderna en el siglo XVII (Banco de Inglaterra, Banco de Holanda, etc...) en adelante, eso es precisamente lo que ha estado haciendo el sistema financiero en los países occidentales durante estos últimos 250 años..., y hoy en día, por supuesto, lo siguen haciendo: el ritmo de creación de crédito financiero continúa siendo brutal y, por supuesto, sin tener en cuenta la realidad física ecónomica, tanto en su vertiente productiva (o, como usted dice, "sin tener en cuenta la producción de bienes") como en su vertiente consumidora.
Esto por lo que se refiere a la primera parte subrayada.
En cuanto a la segunda parte que he subrayado, no entiendo por qué considera usted que un subsidio para la rebaja de precios pueda ser algo que tenga "una repercusión en los precios" (entendiendo está última frase como sinónima de inflación). Evidentemente "tendrá una repercusión en los precios", pero no como algo malo (inflación) sino como algo bueno (bajada general de precios sobre bienes de consumo o cesta de la compra).
Yo podría entender que una medida técnica como, por ejemplo, la de subida del IVA, "tenga una repercusión en los precios" mala (suponiendo claro está, como es lo normal que ocurra, que ese pago del impuesto lo repercuta el empresario al consumidor-usuario); pero no puedo entender que un subsidio para una rebaja general de precios en los bienes finales o de consumo (no confundirlos con los bienes de capital) pueda ser algo que "tenga una repercusión en los precios" mala, más bien creo, al contrario, que la repercusión sería buena.
Al menos, como hipótesis, ha de entenderse que si, hoy en día, los órganos públicos toman medidas técnicas de este tipo mediante las cuales se subvencionan determinados productos para que los empresarios los vendan a menor precio a los compradores (pagándose la diferencia entre coste y precio final con la subvención), será porque dichos órganos lo consideran como algo que, ciertamente, sirve como medida para un aumento del poder adquisitivo general de la población.
¿Cuál sería el efecto colateral perjudicial de una subvención aplicada a los precios? ¿Dónde "está la trampa"?
Última edición por Martin Ant; 19/09/2014 a las 18:48
Martín Ant; subvencionar los precios, que como medida puntual puede tener su sentido con algunos productos, en un entorno de escasez generalizado, puede NO SERVIR de nada. Venezuela, en los dos últimos años ha sufrido una subida en la cesta de la compra de 150%, superando el salario mínimo interprofesional; aunque el simiesco gobierno de ese país, subvencione precios de este tipo de productos para establecer un "PRECIO MÁXIMO" (que se llama en microeconomía) lo que se va a producir es DESABASTECIMIENTO (el ejemplo canónico sería Chile en la época de Allende). El precio al que debemos acercarnos lo más posible (y esto es de primero de carrera, para los que hemos estudiado Economía o ADE), es el llamado "PRECIO DE EQUILIBRIO", que es la intersección de la curva de la Demanda con la curva de Oferta. Cualquier precio que se sitúe por debajo generará escasez, y por lo tanto sería ineficiente.
Una demostración matemática de este principio, la podemos ver en este vídeo del profesor Cantero:
Precios maximos y minimos
Se puede argumentar, que determinados bienes de primera necesidad puedan tener precios subvencionados, (medicamentos, algunos alimentos etc), PERO, si la escasez es grande, y no se dispone de ningún medio para aumentar inmediatamente la producción de los mismos, lo que vamos a originar es un problemón de dos pares de narices. Por otra parte, establecer subsidios es necesario para atender las necesidades de la población en riesgo de supervivencia; pero es altamente contraproducente generalizarlos en la economía de un país, porque puede llegar a ocurrir que gran parte de población se conforme con LA ASIGNACIÓN y no busque trabajo; los ejemplos más evidentes serían Argentina (ejemplo secular), o más modernamente y en Europa, Grecia; con las consecuencias por todos conocidas.
Última edición por DOBLE AGUILA; 21/09/2014 a las 03:13
¡Leñe! ¡Pues claro que en un entorno donde no hay bienes -ni capacidad física para generarlos o importarlos- no servirá de nada cualquier medida de tipo financiero que se intente aplicar para una más fluida distribución de bienes a la población!Martín Ant; subvencionar los precios, que como medida puntual puede tener su sentido con algunos productos, en un entorno de escasez generalizado, puede NO SERVIR de nada
Todo sistema financiero, considerado en su función facilitadora de distribución de bienes, supone o requiere la previa existencia material de una realidad física que permita la generación actual o potencial de dichos bienes, pues de lo contrario no tendría sentido el ajuste de dicho sistema financiero para facilitar la distribución de algo que no existe. Todo sistema financiero no funciona por su cuenta de manera independiente, sino que va anejo a un sistema económico físico existente que es el que, en último término, le marca la pauta y los límites a aquél.
Evidentemente si caigo en una isla desierta en donde no haya más que rocas, ya puedo haber naufragado con un maletín con un millón de dólares, que mi poder adquisitivo será cero. Pero es que yo estaba partiendo de la situación normal de capacidad productiva que tenemos en la mayor parte de los países occidentales, en donde no existe ningún problema físico de abastecimientos, en tanto que no hay ningún problema físico de capacidad productiva o importadora. Y que, por lo tanto, si a pesar de esa realidad física, sin embargo surgen problemas de distribución, entonces el origen de esos problemas de distribución habrá que buscarlos en fallos que son de la exclusiva responsabilidad del sistema financiero actuante (es lo que se conoce como la paradoja de "la pobreza en medio de la abundancia").
Partiendo de este marco físico, por tanto, no veo qué problema colateral pueda surgir de una subvención generalizada hecha a los vendedores de bienes de consumo aplicada sobre los precios finales de dichos bienes de consumo con vistas a cubrir la diferencia entre el coste del vendedor y el precio al consumidor rebajado de esta forma.
Última edición por Martin Ant; 21/09/2014 a las 13:59
Martín, pero es que esa "situación normal de capacidad productiva" de la que hablas, se puede degradar por muchos causas, por ejemplo, nuestra capacidad productiva para producir viviendas en 2008 era potentísima, y la financiación era extraordinaria (de hecho excesiva en extremo), y sin embargo el sector colapsó.
Se pueden TAMBIÉN de la noche a la mañana, disminuir drásticamente las importaciones (guerras, crisis internacionales, crisis petróleo etc). Subvencionar precios puede ser una medida necesaria; pero hay que analizar primero que tipos de bienes vamos a subvencionar, y ver si son totalmente imprescindibles. En cualquier caso, en una situación de escalada de precios sobre determinados productos, lo primero que hay que estudiar es si es podemos aumentar o no la producción de esos bienes, si podemos importar, o si existe disponibilidad de "productos sustitutivos" que puedan paliar la "escasez" de poder adquisitivo.
Tomar como PRIMERA opción esa medida, personalmente no lo recomendaría; porque no deja de ser un problema subvencionar a unas empresas y a otras no. Para ser justos creo que hay que afinar MUCHÍSIMO en esta cuestión.
Última edición por DOBLE AGUILA; 21/09/2014 a las 23:03
Y esa misma capacidad física o real productiva sigue siendo potencialmente potentísima. Nada ha cambiado físicamente hablando. Por lo tanto, eso sugiere que si queremos encontrar la causa radical o de raíz de los problemas o trastornos sociales, ésta habrá de buscarse en el ámbito financiero y sólo en él.Martín, pero es que esa "situación normal de capacidad productiva" de la que hablas, se puede degradar por muchos causas, por ejemplo, nuestra capacidad productiva para producir viviendas en 2008 era potentísima, y la financiación era extraordinaria (de hecho excesiva en extremo), y sin embargo el sector colapsó.
El colapso al que usted se refiere no solamente es del sector de la construcción sino de cualquier otro sector (tanto actual como potencialmente). El mismo problema contable-financiero se da en cualquier sector productivo de bienes o servicios de la comunidad política. Es una especie de "espada de Damocles" que el actual funcionamiento del sistema financiero hace pender sobre la "cabeza" de cualquier sector productivo.
La única razón por la que se producen esos colapsos es porque, si bien previamente se financió (sin ningún problema) la producción de toda esa ingente cantidad de viviendas (o de cualquier otro bien o servicio), sin embargo no se ha financiado el consumo de todas esas mismas viviendas. Los empresarios (promotores-constructores) construyen todo ese parque de viviendas y todos los costes acumulados entran en el precio de venta; al mismo tiempo, los consumidores-usuarios (la población con demanda psicológica de vivienda) carece de poder adquisitivo suficiente para adquirir todo ese ingente parque producido. Los empresarios entran en quiebra pues, al no poder vender, no pueden hacer frente a las deudas que tienen con los bancos que les financiaron la producción por medio de préstamos que deben devolver. Conclusión final: los bancos, al ejecutar las garantías reales, han conseguido POR NADA una cantidad enorme de bienes materiales, al mismo tiempo que una enorme cantidad de población gime por una vivienda (o por cualquier otro bien o servicio, el esquema trazado es el mismo).
Ahora bien, ¿realmente me dice usted que la emisión de una determinada cantidad de crédito que cubriera la diferencia entre el coste acumulado del empresario y el precio rebajado para hacer la vivienda más asequible al ciudadano no hubiera solucionado el asunto (saliendo ganando tanto el empresario que, cubriendo los costes no habría entrado en quiebra con los bancos, como el consumidor que habría podido efectivamente adquirir la vivienda a un precio ya asequible a sus posibilidades de poder adquisitivo)? Con todos los respetos, DOBLE ÁGUILA, pero cuesta creerlo.
Martín, en el hundimiento de la construcción, la FINANCIACIÓN no era el problema, de hecho, como buena burbuja, estaba financiada excesivamente tanto por el lado de la oferta(promotores-constructores), como por el lado de la demanda (compradores), y esto era así porque a los bancos y al gobierno les interesaba que siguiera esa situación; pero el problema NO es sólo financiero, es ECONÓMICO, y es así, porque la demanda no es fija, sino que es variable, y además añado yo que es caprichosa; cualquier economista medianamente serio te lo podrá corroborar.
En EEUU financiaron a todo el mundo con "hipotecas sub-prime", les dieron préstamos a sectores enteros de la población (famoso ejemplo el del "negro de Alabama"), que no estaban en condiciones de hacer frente a sus obligaciones financieras a largo plazo; y llegó un momento en que la economía empeoró, subieron los tipos de interés, y cuando mucha de esa gente se quedó sin trabajo entregó las llaves de su casa al banco y adiós. Resultado: Unas pérdidas estimadas de la noche a la mañana de 100.000 millones de dólares por "Activos Tóxicos".
No se puede tampoco subvencionar a todo un sector de la economía, con la escusa de que no suban los precios; porque además de la ingente cantidad de dinero (a ver de donde sale), y de que no se puede subvencionar a sí como así a unas empresas de un tipo, y no a otras de otro, provocaría igualmente una inflación evidente en el resto de productos al aumentar fuertemente la masa monetaria. Por el mismo problema, supongo que a estos también habría que subvencionarles los precios, con lo que entraríamos en una espiral que la verdad no me gustaría imaginar.
Esa medida puede ser buena en determinadas circunstancias, y en determinados productos, pero desde luego no es el "Bálsamo de Fierabrás" que todo lo cura, y existen otra opciones para aumentar el poder adquisitivo de los consumidores; quizá la más recomendable es bajar los impuestos, que no suele ser malo.
Última edición por DOBLE AGUILA; 22/09/2014 a las 21:15
¡Claro que el problema estaba (y sigue estando) en la FINANCIACIÓN! (y no sólo en bienes de casas sino también en cualquier otro sector productivo de bienes o servicios). La financiación por el lado de la producción fue más o menos la que tenía que ser para poder realizar todos esos bienes, como lo corrobora el propio hecho físico de que hayan sido, efectivamente, producidos. El problema de FINANCIACIÓN al que me refiero yo, por tanto, no radica, en estos casos, en el lado de la producción o de la oferta (pues los bienes, efectivamente, se han construido) sino en el lado del consumo o de la demanda. Ha sido en el lado de la demanda en donde no se ha hecho la correspondiente FINANCIACIÓN necesaria para que puedan distribuirse efectivamente los bienes producidos.Martín, en el hundimiento de la construcción, la FINANCIACIÓN no era el problema, de hecho, como buena burbuja, estaba financiada excesivamente tanto por el lado de la oferta(promotores-constructores), como por el lado de la demanda (compradores), y esto era así porque a los bancos y al gobierno les interesaba que siguiera esa situación; pero el problema NO es sólo financiero, es ECONÓMICO, y es así, porque la demanda no es fija, sino que es variable, y además añado yo que es caprichosa; cualquier economista medianamente serio te lo podrá corroborar.
Esto está clarísimo. Por un lado tenemos a los empresarios locos por vender (pues los bancos los achuchaban exigiéndoles la devolución de las deudas contraídas con ellos en virtud de los préstamos concedidos que sirvieron -y, efectivamente, sirvieron como ya he dicho- para la realización de todos esos bienes materiales), y por el otro lado tenemos una población loca por querer comprar esos bienes producidos por los empresarios. Por tanto, ¿cuál es la causa que impide que ambos deseos recíprocos sean satisfechos? ¿Cuál es la única barrera que impide esa distribución efectiva de los bienes? La única barrera existente es una barrera puramente FINANCIERA, es decir, los precios de los bienes ofertados, por un lado, y el poder adquisitivo existente de la población demandante, por otro lado, no cuadran, y eso es lo que hace que no se produzca esa distribución. ¿Solución para que se produzca efectivamente esa distribución? Cualquier medida técnica que haga subir el poder adquisitivo de la gente, siendo una de ellas, por ejemplo, la creación de nuevo crédito que sirva para rebajar el precio de los bienes producidos al nivel del poder adquisitivo existente en la población demandante (aumentando de esta forma su poder adquisitivo en una cantidad equivalente a la rebaja general del precio operada en los susodichos bienes, permitiendo, así, su compra-distribución).
El problema fundamental es que, mientras la financiación de la producción de bienes más o menos es correcta (y digo que es correcta pues el objetivo final es alcanzado en tanto en cuanto los bienes son, efectivamente, producidos), en cambio la financiación del consumo, bajo el actual sistema financiero, es completamente insuficiente, por no decir inexistente (y eso es lo que hace que los bienes producidos, en lugar de llegar a la gente -pues no para otra cosa fueron producidos- se vayan pudriendo o deteriorando poco a poco sin que nadie tome posesión o se aproveche de ellos).
La rebaja se aplicaría a todas aquellas empresas que, voluntariamente, quisieran entrar dentro de ese programa de subvención a los precios de los bienes o servicios de consumo. Obviamente el resultado final sería que todas las demás empresas no participantes del programa poco a poco se animarían a entrar en él ya que serían incapaces de poder competir con los precios rebajados de las empresas participantes del programa.No se puede tampoco subvencionar a todo un sector de la economía, con la escusa de que no suban los precios; porque además de la ingente cantidad de dinero (a ver de donde sale), y de que no se puede subvencionar a sí como así a unas empresas de un tipo, y no a otras de otro, provocaría igualmente una inflación evidente en el resto de productos al aumentar fuertemente la masa monetaria. Por el mismo problema, supongo que a estos también habría que subvencionarles los precios, con lo que entraríamos en una espiral que la verdad no me gustaría imaginar.
El crédito financiero aplicado a la rebaja de los precios provendría de la misma fuente de la que nace hoy en día cualquier otro crédito: de la potencialmente ilimitada capacidad del sistema financiero para crear créditos financieros. La diferencia con los créditos a la producción, es que estos créditos para el consumo se emiten sin la obligación de tener que devolverlos (son como un beneficio o dividendo que se emite o crea en favor de la población).
No entiendo por qué considera usted que una creación de crédito nuevo, aplicado a una rebaja de precios, puede producir inflación o subida de precios. Si se aplica a una rebaja de precios, entonces ¡es justamente lo contrario de una subida de precios! Me temo que usted ha asumido acríticamente la teoría del dinero (MV = PQ) como un axioma y, así, resulta lógico que usted no conciba la posibilidad de realizar un aumento de oferta monetaria que produzca al mismo tiempo una rebaja general de precios. Para usted, todo aumento del dinero lleva aparejado un consiguiente aumento del nivel general de precios, pero eso no es así, en absoluto.
Pero entonces me está usted dando la razón. El principio que anima una rebaja de los precios de los bienes-servicios de consumo es exactamente el mismo que anima a una rebaja de los impuestos. Basta con considerar a los impuestos (o a la cuota de un seguro, -ya sea privado, corporativo o estatal-, por poner otro ejemplo) como un precio más para la población. Pues bien, ¿qué diferencia hay en que esa creación de nuevo crédito financiero sea aplicada, o bien a los precios privados de los bienes-servicios puestos a la venta u ofertados por los empresarios, o bien a los precios públicos (léase impuesto o cuota de seguro estatal) exigidos por los distintos entes estatales? El principio, como digo, es exactamente el mismo en uno y en otro: aplicando la nueva creación de crédito a la rebaja de los unos o de los otros se consigue el mismo objetivo: aumentar el poder adquisitivo de la población, objetivo esencial para poder cumplir con el fin propio de toda economía: la distribución efectiva de los bienes y servicios a la población.Esa medida puede ser buena en determinadas circunstancias, y en determinados productos, pero desde luego no es el "Bálsamo de Fierabrás" que todo lo cura, y existen otra opciones para aumentar el poder adquisitivo de los consumidores; quizá la más recomendable es bajar los impuestos, que no suele ser malo.
Última edición por Martin Ant; 23/09/2014 a las 13:09
No Martín, no tiene nada que ver subvencionar los precios de todo un sector de la economía (en este caso la construcción), con la enorme cantidad de miles de millones de euros que eso supondría, y que vendrían directamente de la creación artificial y a gran escala de liquidez (darle a la maquinita); que aumentar el poder adquisitivo bajando los impuestos. Por la sencilla razón, de que el dinero de los impuestos YA ESTÁ EN la economía real, y va ligado a la producción, y al nivel de empleo, el otro NO.
Es algo evidente, que el exceso de financiación de la burbuja inmobiliaria, no sólo venía del lado de la oferta, sino también de la demanda; de hecho si no fuera así, NO hubiera existido tal burbuja, sencillamente a la gente no le hubieran concedido hipotecas para comprar casas. Por el contrario, se concedieron sin ningún tipo de control (para responsabilidad directa del Banco de España), aquí y en muchos países, el resultado de tal despropósito es por todos conocido.
Si empezáramos a subvencionar a todos los constructores y promotores que había en 2008, con la excusa de que se moderen los precios, estaríamos echando leña al fuego, inflando la burbuja mucho más, dándole dinero a esos especuladores (como el "Pocero" y todos los demás), el exceso de viviendas que crearían sería aún mucho mayor, sin entrar en las implicaciones morales que eso conlleva. En Irlanda, llegaron incluso a destruir viviendas, con tal de destruir el imponente exceso que existía. Vería yo más interesante, si hay una demanda considerable, que el estado pusiera a disposición de la gente terrenos de los Ayuntamientos, a precio barato, construidos por el Ministerio, como hace 50 años, y desde luego calculando MUCHO cuántas se construyen, para no incurrir en gastos descontrolados.
Por último, si piensas que aumentar la masa monetaria (y más a estos niveles tan grandes) no tiene porqué aumentar los precios, te recomiendo que examines la historia económica; en concreto, por ejemplo el caso de Chile en tiempos de Salvador Allende cuando nacionalizó la banca y gran parte de las empresas, subvencionó muchos precios y provocó un desabastecimiento bestial, y a la larga una inflación (oficial del 353%) con un mercado negro que lo inundaba todo.
Sí. Sí que es lo mismo. A efectos prácticos de contabilidad financiera una entidad estatal funciona como cualquier empresa. Y en este sentido, como cualquier otra empresa, también tiene en su contabilidad costes financieros de los cuales, igual que ocurre con las empresas, los principales son las deudas bancarias.No Martín, no tiene nada que ver subvencionar los precios de todo un sector de la economía (en este caso la construcción), con la enorme cantidad de miles de millones de euros que eso supondría, y que vendrían directamente de la creación artificial y a gran escala de liquidez (darle a la maquinita); que aumentar el poder adquisitivo bajando los impuestos. Por la sencilla razón, de que el dinero de los impuestos YA ESTÁ EN la economía real, y va ligado a la producción, y al nivel de empleo, el otro NO.
Ahora bien, igual que las empresas toman préstamos bancarios y, en el ejercicio de la producción de los bienes, distribuyen poder adquisitivo a la población (en forma de salarios, beneficios, etc...), del mismo modo las entidades estatales pueden endeudarse con las instituciones financieras y distribuir ese dinero obtenido a la población como poder adquisitivo (en forma de salarios, subvenciones, etc...).
Ahora bien, tanto la empresa privada como la entidad estatal incurren igualmente en costes financieros (deudas bancarias) que han de sufragar o liquidar de alguna forma: las empresas por medio de los precios que adjuntan a los bienes producidos, y las entidades estatales por medio de los impuestos. En este sentido, a efectos prácticos, son lo mismo: se generan unos precios privados así como unos precios públicos (= impuestos), y el poder adquisitivo de la población (lo que ha recibido por medio de los salarios, beneficios, subvenciones, etc... distribuidos tanto a través de las empresas privadas como de las entidades públicas) no es suficiente para sufragar esos precios privados y esos precios públicos, por lo que se precisa, para que realmente puedan ser liquidados por la población, la creación de créditos adicionales para el consumo que cubran la diferencia entre esos precios (privados y públicos) y el poder adquisitivo insuficiente existente en la población. Y esta creación suplementaria de crédito es la que permite que, aplicándola, o bien a una reducción de los precios de los bienes-servicios de consumo (estoy hablando en términos generales, no me refiero sólo exclusivamente al sector constructor de casas), o bien a una reducción de los impuestos, o bien una parte a ambas por igual; es la que permite, digo, que haya un aumento del poder adquisitivo (pues una reducción del precio es equivalente a un aumento del poder adquisitivo) y se favorezca la distribución de los bienes y servicios.
Todo ese crédito financiador del consumo, que sirve para rebajar los precios, es utilizado, a su vez, por la empresa o la entidad estatal para sufragar el coste financiero (deuda bancaria) que aparece en sus respectivos balances contables (pues en caso de que rebajaran sus respectivos precios sin que se les diera esos nuevos créditos creados, entonces serían incapaces de recuperar el dinero suficiente para liquidar los susodichos costes). Y una vez que sufragan esas deudas bancarias, el dinero creado que sirvió para reducir los precios privados o públicos (= impuestos), desaperece en la contabilidad de los bancos que lo reciben (pues toda devolución de préstamo equivale a una destrucción de dinero), y por lo tanto, esos créditos nuevos que se crean para favorecer el consumo no quedan dentro del sistema económico sino que desaparecen inmediatamente en la devolución de los costes-préstamos bancarios por parte de las empresas o de las entidades estatales.
Me temo que también en esto no conoce usted el mecanismo por el que funciona el sistema financiero. El sistema financiero está continuamente "dándole a la maquinita", pero no en la forma burda de billetes y monedas, sino de crédito financiero. Si a eso le llama usted creación artificial de dinero, pues entonces ¡narices! eso es lo que han estado haciendo los sistemas bancarios en los últimos 250 años..., y siguen a día de hoy haciéndolo. Pero también al mismo tiempo el sistema financiero está continuamente destruyendo dinero o crédito financiero. Todo ese dinero que se va creando no se queda en el sistema económico "inundándolo" sino que está continuamente desapareciendo, y es la tasa entre el ritmo de creación de dinero y el ritmo de destrucción de dinero la que marca, en última instancia, la que señala o expresa la pauta política seguida por los que controlan el sistema financiero de una comunidad política.
Sí. El endeudamiento era (y es) igual en empresas y en particulares. Pero eso no cambia nada. El hecho de que la población se endeude, por ejemplo, en una cantidad igual al precio de todas las casas producidas lo único que hace es trasladar la carga de la deuda de los "hombros" de los empresarios sobre los "hombros" de los particulares, pero los costes financieros totales siguen siendo los mismos y, en ese sentido, no se puede hablar en rigor de una financiación del consumo verdadera pues ésta implica siempre la liquidación de costes sin que al mismo tiempo se incurra paralelamente en otros nuevos costes.Es algo evidente, que el exceso de financiación de la burbuja inmobiliaria, no sólo venía del lado de la oferta, sino también de la demanda; de hecho si no fuera así, NO hubiera existido tal burbuja, sencillamente a la gente no le hubieran concedido hipotecas para comprar casas. Por el contrario, se concedieron sin ningún tipo de control (para responsabilidad directa del Banco de España), aquí y en muchos países, el resultado de tal despropósito es por todos conocido.
No. No se estaría inflando la "burbuja" por la sencilla razón antes apuntada de que estos nuevos créditos son utilizados inmediatamente por las empresas (o por las entidades estatales, me da igual) para liquidar sus costes financieros, es decir, para devolver sus préstamos bancarios, es decir, para destruir dinero o sacar dinero fuera de la economía. Si una "burbuja" se caracteriza por una continua acumulación de costes ¡cómo diantres va a favorecer el aumento de la misma la creación de nuevos créditos que sirven precisamente para disminuir esa "burbuja" en el sentido de disminuir los costes acumulados de las empresas y que, en el mismo acto de la liquidación del coste financiero (= deuda bancaria) desaperece de la circulación de la economía dichos créditos creados!Si empezáramos a subvencionar a todos los constructores y promotores que había en 2008, con la excusa de que se moderen los precios, estaríamos echando leña al fuego, inflando la burbuja mucho más, dándole dinero a esos especuladores (como el "Pocero" y todos los demás), el exceso de viviendas que crearían sería aún mucho mayor, sin entrar en las implicaciones morales que eso conlleva. En Irlanda, llegaron incluso a destruir viviendas, con tal de destruir el imponente exceso que existía. Vería yo más interesante, si hay una demanda considerable, que el estado pusiera a disposición de la gente terrenos de los Ayuntamientos, a precio barato, construidos por el Ministerio, como hace 50 años, y desde luego calculando MUCHO cuántas se construyen, para no incurrir en gastos descontrolados.
Quiero dejar claro que aquí no hay implicación moral de ningún tipo, me limito a señalar fríamente el mal funcionamiento del sistema financiero, que es el que hace que, por ejemplo, la construcción de viviendas no sirvan para ser distribuidas a la población sino que tengan que ser destruidas, aún existiendo demanda psicológica que desea la adquisición de dichas viviendas pero que es incapaz de hacer efectiva esa demanda por culpa de una causa, ésta sí, totalmente artificial como es la de carecer de poder adquisitivo suficiente.
Sí que se puede crear nuevo crédito con el fin de rebajar el nivel general de precios. El ejemplo que usted pone no tiene absolutamente nada que ver con la emisión de nuevo crédito (libre, no como deuda) para aplicarlo a una rebaja del nivel de precios de los bienes-servicios, o para una rebaja de los impuestos, o para ambos a la vez, de tal forma que así se consiga un aumento del poder adquisitivo de la población, permitiendo cumplir así el objetivo de toda producción, cual es su distribución efectiva a la población, satisfaciendo así su demanda real.Por último, si piensas que aumentar la masa monetaria (y más a estos niveles tan grandes) no tiene porqué aumentar los precios, te recomiendo que examines la historia económica; en concreto, por ejemplo el caso de Chile en tiempos de Salvador Allende cuando nacionalizó la banca y gran parte de las empresas, subvencionó muchos precios y provocó un desabastecimiento bestial, y a la larga una inflación (oficial del 353%) con un mercado negro que lo inundaba todo.
Ni el sistema financiero de Allende, ni el sistema financiero español de hace 50 años, ni el sistema financiero de ningún país (a excepción de la provincia de Alberta, Canadá, en los años ´30) ha funcionado de manera correcta, desde el punto de vista contable, en lo que se refiere a la función distributiva propia de toda economía (pues la economía no consiste sólo en una función productiva, sino también en la efectiva transferencia de la producción a la población).
Última edición por Martin Ant; 23/09/2014 a las 20:39
Madre mía Martín, con frases como "Toda devolución de préstamo, equivale a una destrucción de dinero" no te auguro mucho futuro como financiero. A los bancos lo que les interesa es que les devuelvan los préstamos, con ese dinero constituir sus reservas, y volverlo DESPUÉS a prestar para ganar más gracias al "Multiplicador Bancario". Si no devuelves prepárate.
Multiplicador monetario - Wikipedia, la enciclopedia libre
Si tu crees que el futuro de una economía, es que los costes de financiación (y el resto de costes) de las empresas, sean sufragados por el estado, y que eso no va a tener ninguna repercusión sobre la inflación, aunque se tengan que inyectar para ello centenares de miles de millones.......pues ya hemos terminado. Bienvenido a la utopía. Me veo calentándome las manos en la calle con billetes de 300 euros porque ya no valen nada (como aquella vez.....)
Los "Bálsamos de Fierabrás" están bien para el "Quijote", pero para hacer economía seria, es otro cantar. Lee un poco de historia económica, y no pienses que sabes mucho, que es un error; te falta mucho camino (NO TE OFENDAS).
Última edición por DOBLE AGUILA; 23/09/2014 a las 22:30
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