Todo es es cierto pero no es el tema, lo que viene al caso es que la Iglesia pasó a vivir de los presupuestos del estado, y aquel movimiento bonapartista a todo el mundo le pareció muy gracioso en aquel momento porque el estado era amiguito. Luego pasó el tiempo y el estado dejó de ser tan amiguito (esto se ve que no lo pensaron aquellos papas tan inteligentes), pero no se quería perder eso de vivir de los presupuestos públicos, así que desde entonces la relación Iglesia-Estado ha consistido en ver a qué más renuncia la Iglesia para seguir manteniendo la pasta anual.

Y así llegamos al día de hoy, en que la que la campaña más importante que hace la Iglesia en todo el año, donde los obispos más hacen y dicen y ponen empeño en comunicar a los fieles su "correcto actuar", es la de marcar la X en la renta.