O, al menos, la ingenuidad liberal de sus argumentaciones. ¡Qué pereza refutarlas! Sea en economía, como ahora; en política o en religión, Maese Cirujeda recurre habitualmente a los tópicos más resobadicos de los liberalotes de tomo y lomo. Lo peor es que, ¿sin quererlo?, defiende todo aquello contra lo que las Españas lucharon.