Condenar a muerte a tres terroristas juzgados y confesos era una acción completamente lícita, dentro del ámbito de la justicia. En muchos otros países existía pena de muerte por aquellos días. Una cosa es eso y otra muy diferente torturar y asesinar a siete mil opositores, por muy terroristas que fueran, con procedimientos muy similares, casi idénticos, y desde luego igual de criminales, a los que empleaban los socialistas, anarquistas y comunistas en las terribles checas de la segunda república o mas recientemente, en la España de los ochenta, bajo el gobierno criminal de Felipe González y compañía, cuando se destaparon los casos del GAL.General Videla entrevistado por el periodista Ceferino Reato para LA NACION:
"La justicia española había condenado a muerte a tres etarras, una decisión que Franco avaló a pesar de las protestas de buena parte del mundo: sólo pudo ejecutar al primero, y eso que era Franco"
En todos esos casos, el error cometido fué aceptarse la máxima de que el fin justificaba los medios... El camino correcto es utilizar la justicia con las debidas garantías procesales previstas en la legislación (tal y como se hizo en tiempos de Franco, a los que alude este señor...), y si hace falta enviar, después de haber sido encontrados culpables, a los acusados al patíbulo. Pero pudiendo hacerlo con la conciencia bien tranquila y las manos limpias de sangre. Y nunca jamás rebajando la labor del estado al mismo nivel que el de los propios terroristas. Quizás le pareciera a todos estos señores de esa Junta Militar, que el precio político a pagar iba a ser demasiado alto a corto plazo si hacían las cosas como era debido, pero la labor del estado no puede equipararse a la de los chequistas amigos de Carrillo, de Pol Pot o de Stalin.
Ahora bien, para los que creen que en el actual régimen del 78, en España podemos dar ejemplos, hay que decir que el mismo error que cometieron Videla y compañía (solo que en proporciones cuantitativas inferiores, eso es cierto...) lo cometieron en España algunos de los gobiernos del señor X y el ministro Barrionuevo. No hace falta viajar a la Argentina de Videla para ver crímenes de estado tan horrendos...
_______________________________
Los métodos chequistas que utilizó esta junta de gobierno militar no es ni de lejos el apropiado para un gobierno regido por un militar que se dice católico y que duerme bajo un crucifijo situado sobre su cama (http://l3.yimg.com/bt/api/res/1.2/pJ...710663w600.jpg). Sinceramente me asombra que se pueda decidir impunemente la tortura y la muerte de siete mil opositores, así... de esa forma tan metódica... y con tantísima sangre fría.
De modo que solo puedo decir de este señor, ahora que ya se encuentra ante el implacable juicio del Altísimo, lo mismo que dije cuando murió el asesino de Carrillo en su día: ¡¡Que Dios se apiade de su alma!!.
Un saludo
Marcadores